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�Susana!

�No puedo dejar la mayonesa!
�Quer�s que se corte?

Debe tener hambre, le voy
a preparar una mamadera.

No, mam�. Hace media hora
que tom� la �ltima.

- �D�nde vas?
- Debe estar nerviosa.

�Quer�s que le d� una
cucharadita de tilo?

No, no le d� nada.
�No le d� nada!

M�tale el chupete en la boca
y d�jela tranquila.

Pero, Susana, vos sab�s que
le meto el chupete en la boca...

pero lo escupe.
Lo escupe todo el tiempo.

Sab�s una cosa,
debe ser tu leche.

� Ves? Vos est�s muy
nerviosa �ltimamente.

�D�nde se me ve nerviosa?
Jorge, fijate si se ensuci�.

- �Se ensuci�!
- �Podr�as cambiarle los pa�ales?

�No! Ya te dije que a m�
no me gusta hacer eso.

- Ay, entonces la cambio yo.
- �No! No.

Usted se queda aqu�.
�Aqu�! Voy yo.

Gran ciencia cambiar
un pa�al, al final.

Susana, �quer�s que te haga algo?
�Quer�s que te haga algo?

�No, no me haga nada!

�Por qu� no se sienta a
leer el diario tranquila!

No le digas nada.
La hac�s sentir una in�til.

Prefiero que se quede quieta.

Esto debe ser
para hacer flancitos.

Ay, llorona, mamita estaba
preparando la comida.

Toma, llev� esto al ba�o y ten�
cuidado que no se te caiga nada.

Me voy yo, y usted
se puso a llorar.

- �Le pod�s planchar, Jorge?
- Sab�s que si yo le plancho...

...me quemo todo.
- Yo te lo plancho, Susana.

No estoy hablando
con usted, Mam� Cora.

- �D�nde puse el alfiler?
- Uy, ten� cuidado.

Ay, no se mueva, mi �ngel,
no te muevas. Desapareci�.

Yo no lo veo.

- Sac� otro del armario, entonces.
- Del armario, del armario,

�para qu� me mand�s?
Si sab�s que yo no s� nada.

�Ay, aprend�!
De adentro del armario.

De adentro, de adentro,
pero, �d�nde?

�Ay, Jorge, no me pongas
m�s nerviosa de lo que estoy!

No haga esto, no haga aquello,
como si yo no sirviera para nada.

A la nena no me la deja ni tocar.
Esto parece una piedra. �Ay, Dios!

Le debe faltar az�car.

Mire, fideos,
tiene todo mezclado.

- Y esto, �qu� es?
- De tu madre.

Como la matamos de hambre, esconde
la comida debajo de la almohada.

- Ac� est� el alfiler de gancho.
- Bueno, dejala que te ayude.

- No es una in�til. No est� chocha.
- ��No?!

Bueno, mi amor, bueno.
Ahora, a dormir.

Hasta la pr�xima mamadera, �s�?

- �La acostamos en el cochecito?
- �A m� me pregunt�s?

Mis otros maridos
no est�n en este momento.

- �A qui�n quer�s que le pregunte!
- �Eh, y yo qu� s�!

�Le das tortilla de papa,
a la nena? - �No!

La escondi� tu madre,
sobr� de anoche.

Por eso este cuarto huele as�.

- Huele, �c�mo?
- �No ten�s nariz, vos?

�No ol�s como yo?
�A podrido, huele!

- Y, �se durmi�?
- En eso est�.

- �Qu� pas�?
- �Ad�nde?

Con la mayonesa.

�Qu�? �Eso era una mayonesa?

- �D�nde est� la mayonesa?
- Yo cre� que...

�Qu� crey�?

- No parec�a una mayonesa, Susana.
- ��Qu� hizo con mi mayonesa?!

Flancitos.

Vos anoche
hablaste de flancitos.

Vos la o�ste, Jorge.
�lba o no iba a hacer flancitos?

�Mam�!

�Cuatro huevos,
litros de aceite... - Par�.

...litros de leche, sal...
- Par�.

...mostaza, y seguramente
toneladas de az�car,

para tirar a la basura!

[Mam� Cora se tira pedos.

�Ay!

�Por qu� hiciste eso, mam�?

No ten�a cara
de mayonesa, Jorge.

�No ten�s que hacer nada
sin preguntar primero!

�Y quedate quieta,
ni te me muevas!

�No ten�a cara de mayonesa!

Par�, �d�nde vas? �Par�!

�Par�! Par�, �d�nde vas?

- �Matilde, tel�fono!
- �No sab�s que duerme?

�Atend� vos!

- Es mi d�a de descanso.
- Quisiera saber cu�l es el m�o.

Hola. S�.

No, aqu� no hay ninguna Pirula.

�Y atend�, cuando suene!

- No pienso moverme de este sill�n.
- Che, che, che.

Que yo no descanso nunca y
no hago tanto escombro, �eh?

A m� tambi�n me hubiera gustado
quedarme en la cama hasta las 11.

Pero vos tuviste la prodigiosa
idea de invitar a almorzar...

a tu hermano Antonio y a Nora.

Les hubieras dicho
que no vinieran y basta.

�Y privarte de los mimos
que te hace Nora!

�Qu� mimos?

- �Mam�!
- �Qu� quer�s?

�Cerr� la canilla
que me estoy ba�ando!

La canilla est� cerrada.

� Y ahora qu� hago?

�Estoy toda enjabonada!
�Mam�!

- Otra vez cortaron el agua.
- Despu�s quer�s que me ba�e.

�Mam�, ahora, �qu� hago?!

Por empezar, dej� de hinchar.
No, Do�a Luisa, no era por usted.

Soy Elvira,
�qu� pasa con el agua?

Hice ravioles,
�quiere tragedia mayor?

Ah, �usted tambi�n?
�Qu� casualidad!

Bueno, me hace un favor,
no la tire. Quiero decir,

hierve sus ravioles y cuando
est�n, me llama por tel�fono...

y yo voy a buscar el agua.
Gracias, es usted un amor.

Yo hago puchero,
ella hace puchero.

Yo hago ravioles, ella
hace ravioles. �Qu� pa�s!

Mam�. �Mam�!

- �Ay! �Est� helada!
- Claro, si estaba en la heladera.

- Quer�s que me agarre una pulmon�a.
- Mal agradecida. Secate y vestite...

que ten�s que ir a comprar
tres botellas de agua mineral.

Pero yo me acost�
a las 4 de la ma�ana.

�D�nde estuvo? �Los vecinos la
vieron entrar? �Qui�n la trajo?

- � Vos le diste permiso?
- �Qu� quer�s que te conteste primero?

�Estuve en un cabaret
con doscientos marineros!

Che, nenita, no te aviv�s conmigo.
No te hagas la viva conmigo, �eh?

�Un d�a de estos le voy
a pegar un cachetazo...

que se va a acordar
para toda la vida!

�Ay, no doy m�s!

- �Por qu�?
- Por nada.

Me rasqu� toda la ma�ana.

Pero, ��no sab�s el trabajo
que da una casa?!

Mi vieja qued� viuda a los
38 a�os, y con cuatro hijos.

- S�, ya conozco el tango.
- Trabajaba todo el d�a.

S�, cocinaba, zurc�a, tej�a,
lavaba para afuera...

y seguramente, jod�a.
�Y jam�s se le oy� una queja!

Me lo contaste
un mill�n de veces.

�Pero yo soy de carne
y ella de fierro! - Pobre vieja.

Cuando pienso en todo lo que sufri�
y la poca felicidad que tuvo.

Si son ellos me pego un tiro.

�Qu� pasa?

- Pasa, que yo s�lo tengo 30 a�os.
- No pasa nada.

- �33!
- �32! Y no me resigno...

a vivir en una casa en la que
soy nada m�s que una sirvienta.

Ya empezaste otra vez
con esa cantinela.

�Por qu� no ventilan los trapos
sucios en la azotea de su casa!

�Por qu� estos trapos
tambi�n son tuyos, querida!

�Sab�s qu� pas�? Susana hab�a
preparado una mayonesa b�rbara,

y mam� en un descuido se la sac�
y la transform� en flancitos.

�Ay, qu� tragedia tan horrible!

�Hace 4 a�os que "tu" suegra
vive en "mi" casa,

y con el firme prop�sito
de no moverse de ella!

- �Mi suegra?
- �S�, tu suegra! �Y tu madre!

�En qu� te molesta la pobre
santa? Si se puede saber.

�En qu� me molesta?
Me pregunta, �en qu� me molesta?

�La tengo en la cocina, en
el ba�o, en el dormitorio, la sala,

en el pasillo, en la terraza y aqu�!
�Aqu�, la tengo!

C�mo pod�s hablar as�
de una anciana que tal vez...

...no tenga ni 3 a�os m�s de vida.
- S�, y es mucho decir.

Eso me dijeron hace 4, querido,
cuando se vino a vivir con nosotros,

pero, �se acab�! �Se acab�!
�Conmigo ya cumpli�!

�Y no aguanto m�s esa gran
foto de tu padre en la sala!

- Pobre mam�.
- �No quiero fotos en mi comedor!

Mi padre tambi�n est� muerto y
tengo su foto guardada en un caj�n.

Para colmo hace una semana
que se ensucia de una manera.

- �Se ensucia?
- �C�mo se ensucia?

�S�, se caga!

�Y no le voy a poner bombachita
de goma como si fuera un chico!

Tengo que andar con el trapo en la
mano limpiando su... - Pobrecita.

- � Y por eso tanto escombro?
- Mir� que esto no es un chiste.

Mete las manos en todas partes,
manosea todo. - Te querr� ayudar.

�Que se quede quieta,
yo no quiero ayuda!

Hace 15 d�as, como nosotros no
est�bamos quiso ba�ar a la nena.

- Ah, mir� qu� bien.
- Casi la ahoga.

Mir� que...

- Tra�tela por un tiempo.
- �Aqu�!

�Pero, pobre anciana!
�D�nde quer�s que la ponga?

- En el cuartito del fondo.
- �En el de los cachivaches?

Pero, pobrecita,
ah� no cabe ni un alfiler.

Entonces la pon�s aqu� o en tu
cama, pero en mi casa se termin�.

Al fin de al cabo tu marido es
el mayor de los hermanos, �o no?

Pero yo soy la menor
de las cu�adas.

Pero, �por qu� se te ocurri�
que tiene que venir aqu�?

- �Acaso no hay otros hermanos?
- �A m� me importa un pito...

...a d�nde vaya o con qui�n!
- Mis ravioles.

�S�lo quiero que me
la saquen de mi casa!

�Acabala, carajo, cerr�
el pico de una vez!

Est�s hablando de mi madre, �no?

Y vos, �por qu�
no le busc�s un lugarcito?

Al fin y al cabo, sos
tan hijo de ella como yo.

Adem�s tu mujer tiene mucha
m�s paciencia que la m�a.

�M�s paciencia hasta por ah�,
yo tambi�n tengo mis nervios!

Y no estoy como para
andar por ah� limpiando la...

Si necesita una enfermera podr�amos
pagarla entre los 4 hermanos.

� Y d�nde vas a meter la enfermera?
Porque la vieja en mi casa se acab�.

Che, vos a mi mam� no la ech�s
a ning�n lado, �me entend�s?

Ahora nom�s llega Antonio,
h�ganle la oferta a �l.

Algo me dice que hoy vamos
a pasar un d�a muy especial.

Adelante,
�c�mo est�s, querida?

- Ay, masas, si ser�s mala.
- Las mismas de siempre.

- Con lo que engordan.
- �Coqueta!

- �C�mo est�s, Antonio?
- �Qu� hac�s?

M�s invitados, qu� sorpresa.
Qu� sorpresa m�s agradable.

- �C�mo est�s, linda?
- � Y vos?

Muerta de calor.
�Qu� tal, amoroso?

Este hombre s� que tiene
la felicidad pintada en la cara.

�C�mo le va?
Mi amante maravilloso.

Che, que vos est�s insistiendo mucho
con eso, y yo ya estoy sospechando.

Pero si es cierto, mi querida.
�Ser� posible que no me crea?

Es ofensivo.
�C�mo est�s, Susi?

Cu�nto tiempo sin verte,
con lo que yo te quiero.

Qu� bien se te ve. Con ese aire
tan sereno, que te caracteriza.

A m� me da una paz verte.

Sab�s que para m�, sos
como la campi�a inglesa.

- Verde, agradable, generosa.
- Vos s� que ten�s ojo cl�nico.

Che, me prometiste los ravioles
con tuco, �eh?

- Ah, te los amas�, con esta manito.
- Vive so�ando con tus comidas.

- Ah, �s�?
- S�. Y te recuerda cada vez...

que ve las manchas de tuco
que le quedan en las camisas.

�Cu�l es el secreto de tus tucos?
�No salen con nada!

�A qu� se debe esta deliciosa
reuni�n familiar? - �Acabala!

�Nosotros no estamos invitados!

�Hay que tener plata
para que lo inviten a uno!

Che, �pero vos qu� te cre�s?
�Que Antonio nos pasa una mensualidad?

Bueno, que hemos venido a pasar
un pl�cido domingo familiar.

Tranquilo, pac�fico, sereno
y de reconciliaci�n nacional.

Entonces, llegaron
en mal momento.

Bueno, ya pas�.
Fini, fini.

Pasen los invitados al living.
Dame tus cosas, Nora.

Ay, qu� guantes divinos.
Dame la piel, tambi�n.

- Y por supuesto, los lentes.
- �No! Las gafas, no.

- Odio el sol del medio d�a.
- Bueno, yo me voy a cambiar.

- Sergio, ocupate de los drinks.
- �Drinks?

Parece que funcionan
las clases de idioma, �no?

S�, aprendi� a decir no,
en cuatro o cinco idiomas.

- Malo.
- � Yo?

Dar�a mi reino por un Vermut.
A ver si me despejo un poco.

- �Qu� tal la chiquita, Jorge?
- A�n no cumpli� un a�ito, �no?

Esa beba ocupa un sitio
privilegiado en mi coraz�n.

�No es verdad Antonio,
que siempre te hablo de ella?

�De qui�n?

Ay, Matildita, con vos se completa
el bendito cuadro familiar.

- Hola, t�o Jorge.
- Esta criatura te rejuvenece.

Che nena, �vos nunca ten�s
tiempo para venir a visitarnos?

Viv�s a cuatro cuadras y todav�a
no conoc�s a tu primita.

�C�mo que no la conozco? Si yo
fui al hospital a visitar a la t�a.

S�, fuimos. Con un sonajero,
una batita amarilla y un champ�.

�No te acord�s?

- Hola, t�o Antonio.
- �Qu� hac�s, nena?

�T�a Nora!

- �Qu� lindo vestido!
- �Te gusta?

Lo compr� en Miami.
Es precioso, �no?

- �Es un sue�o!
- �Matilde!

Llevale este vermut a la t�a.
Susana, vos, �qu� tom�s?

Si "la t�a" toma vermut,
yo creo que no voy a tomar nada.

- �Por qu� dec�s eso?
- Porque mi cu�ado dijo:

"Llevale este vermut a la t�a",
yo no soy t�a. �Yo soy pobre!

Te viniste con todos los cables
pelados, nena, �eh?

Tia.

Gracias, querida.

- Enseguida te sirvo, t�a Susana.
- ��No sab�s que no tomo?!

Entonces, �por qu�
arm�s tanto escombro?

- �D�nde est� el cognac?
- Mam� lo tiene guardado, �no sab�s?

- Traeme un whisky, nena.
- �Whisky?

No hay. �Elvira,
�d�nde est� el cognac?!

�Ven� a buscar
la botella, Matilde!

�Cu�ndo nos van a llevar a la
nena? �El jard�n est� maravilloso!

�Aquello es tan inspirador!

- Tienen que ir. �Cu�ndo ir�n?
- Cuando nos invites.

Ma�ana. No, ma�ana no,
el martes.

No, el martes tampoco,
el mi�rcoles.

El mi�rcoles te telefoneo
y arreglamos.

La nena podr� tomar sol,
correr por el jard�n...

Todav�a no corre.

Pero, me imagino
que respirar�, �no?

Adoro a los ni�os.

Debe ser por eso que
Dios me hizo est�ril.

� Y consultaste al m�dico?

Mir� que a veces son los
hombres los que no sirven.

- Pero, �de d�nde sacaste eso?
- Yo sirvo, chiquita.

� Y c�mo sab�s? El hecho de que
puedas eyacular no quiere decir...

�De qu� est� hablando �sta?
Parece un yiro.

- �Elvira, �la o�ste?!
- Estoy hablando de cosas naturales.

�En mi casa no se habla
de cosas naturales!

�Qu� es esto? �Un quilombo!

Lo le� en esas revistas
que ten�s en la mesa de luz.

- Miren la cara de Sergio.
- Ay, pap�.

No pensar�s que
soy virgen todav�a, �no?

�Por tu bien espero
que lo seas, nena!

- �Elvira, �la o�ste?!
- �S�!

�Quiso decir que no es tarada!

� Verdad, tesoro, que s�lo
quisiste decir eso?S�, mam�.

Hola.

Ah, do�a Elisa.

�Qu� dice?

Ah, momento.

�Mam�, es la hincha pelotas de
al lado! - Idiota, te va a o�r.

Dice que ya hirvi� los ravioles pero se le
consumi� el agua y tienen mucha harina.

And� a buscarla igual y ten�
cuidado de no quemarte.

- �Siempre tengo que ir yo?
- Llev� las agarraderas. �Matilde!

- �Te va a quemar!
- �Que se joda!

Nos cortaron el agua esta ma�ana.
Menos mal que la charlatana...

de al lado me imita en todo. Yo
hago puchero, ella hace puchero.

Yo hago ravioles, ella
hace ravioles. �Qu� miras?

- Viste, la casualidad.
- Elvira, �el tel�fono!

Ay, �habr� o�do?
�Ay, Dios, que no haya o�do!

Hola. No...

�Oy�! �Qu� criatura est�pida!

�Mam�, dice Do�a Elisa que nos
vayamos todos a la mierda!

�Minusv�lida mental! �Qui�n te
ense�� a no colgar el tel�fono?

�Nadie, aprend� sola!

Y cuando yo empiece
a exigir, �qu�?

Porque yo puedo empezar
a exigir. �O no puedo?

Qu� pasa si yo digo,
los muebles son m�os,

las cacerolas son m�as.
Qu� pasa, �eh?

A ver, a ver, �qu� pasa?

�Qu� pasa? Ay, Dios.
�Qu� estaba diciendo?

Colectivo, shh, shh.

- Eh, usted, �a d�nde va?
- �A d�nde quiere ir?

A lo de la Emilia.
Queda por... este...

La avenida... �C�mo era?
Es lejos, �eh?

Alg�n d�a yo tambi�n
voy a exigir.

Ya van a ver. Ya van a ver.
�Voy a exigir!

Esta es la casa de Sergio.
A ver, a ver.

Mam� Cora, venga.

- �A m�?
- S�, s�, a usted. Venga.

Ay, mir�, justo hoy estaba
pensando en vos.

- � Viste? Creer o reventar.
- Cuidado los autos, Mam� Cora.

- Hablando de Roma...
- �Cuidado!

...el burro se asoma.

Justo hoy que pensaba
en el matambre de tu mam�.

Dominga, �qu� te iba a decir?
Sab�s que me olvid�.

�C�mo estoy de la cabeza! Me
olvid� lo que te ven�a a decir.

- Yo la llam�, Mam� Cora.
- �A qui�n?

- �A usted!
- Ah, no me di cuenta.

Hoy despu�s del almuerzo la llevo
a dar una vuelta en el auto.

Tomar un poco de aire le va
a venir bien, pobrecita, �no?

Lo que le vendr�a bien es que te
la llevaras a vivir un tiempo a tu casa.

Ay, no, pobre, se aburrir�a
como una ostra.

No estamos nunca en casa. Antonio,
se pasa el d�a en la financiera...

y yo, no dejo pasar un d�a
sin ir a casa de mam�.

Adem�s, te confieso, yo tengo muy
poca paciencia con los viejos.

�Mam�?

Para serte franca, si Antonio
llevara a casa a la viejecita,

mam� tendr�a un ataque
terrible de celos.

- Creo que eso la matar�a a mamita.
- Ah, mami, �puedo ir a...?

- � Y en tu casa, Sergio?
- Aqu� no hay sitio.

Ya lo discutimos con Susana.
�Aqu� es imposible! No hay sitio.

Antonio, mam� cumpli�
a�os la semana pasada.

�Puta, se me pas�!

Pod�as haberme avisado,
vos tambi�n.

Estuviste mal, Jorge. Pero al fin
al cabo ella vive en tu casa,

ustedes tiene m�s obligaciones
que nosotros. �Ay qu� joder!

Mir� qu� bien. Encima de que vive
con nosotros, �tenemos que cargar...

con todas las obligaciones?

Me imagino que Jorge le dar�
todo lo que necesita.

� Y por qu� te lo imagin�s? �Sab�s
lo que gana tu hermano, vos?

Bueno, basta.

Me pas� todo el invierno ahorrando
peso a peso para comprarme un tapado,

pero la vieja tuvo un ataque de
h�gado y todo lo que hab�a juntado...

se me fue entre m�dicos y
remedios. Y a ninguno de ustedes...

se les ocurri� llamarnos para
ver si necesit�bamos ayuda.

- Acabala.
- S�, realmente.

Tampoco es s�lo
cuesti�n de plata, Nora,

estoy un poco cansada
y quisiera vivir sola...

con mi marido y con
mi hija, por un tiempo.

�Ay, Dios m�o! �No tengo
derecho a un mes de vacaciones?

No, s�, claro.
Eso no tiene discusi�n.

Pero tambi�n creo que ser�a
de una extrema crueldad...

decirle de pronto a esa
se�ora... a esa dama,

que se vaya a vivir a la casa
de otro hijo por un tiempo.

Ella se sentir�a muy feliz de que
los hijos se la disputaran un poco.

Hay que tener cuidado
con eso. �No, amor?

Yo estar�a dispuesto a pasarle
un dinero por mes.

- �Cu�nto te parece, Jorge?
- �No necesitamos tu dinero!

�Lo �nico que queremos es que te
la lleves a tu casa por un tiempo!

�Par� la mano, mi hijita,
�eh? Que es mi madre!

�Y no permito que hables de ella
como si se tratara de un perro...

...o un par de zapatos viejos!
- � Y en lo de Emilia?

Emilia, vive en una casilla,
y desde que se qued� viuda...

trabaja como una negra para
mantener al vago del hijo.

Ese boludo.

No, con Emilia claro que no.

Mam� se morir�a a los 2 d�as
de estar con ella.

Cacho.

Realmente, qu� car�cter
horrible tiene esa mujer.

�Cacho!

Hay gente que trabaja duramente
y no deja de sonre�r por eso.

Pero si Emilia no tiene
ni para comer.

Por eso no voy a verla. �No
puedo soportar que pase hambre!

A prop�sito, hay un olor
a salsa, maravillosa.

Cu�nto falta para
saborear esos ravioles, �eh?

- Vamos, aqu� tienen que comer.
- �Esa es una gran verdad!

A m� la barriga
me hace unos ruidos.

- Re�te, Susana.
- No tengo ganas.

Lo �nico que quiero es
que me saquen a la vieja.

Si yo no conociera a esa santa
anciana, pensar�a que es una bruja.

Mam� es el ser
m�s dulce de la tierra.

Una viejita as�, ilumina
la casa de cualquiera.

Nosotros tenemos siempre
la casa a oscuras.

Mam� Cora se pasa el d�a mirando
la televisi�n. - Es su refugio.

Pero todo el d�a y a todo volumen,
porque est� casi sorda.

Pero, qu� gloria llegar a esa edad.
Pensar que yo no voy a llegar.

Una gitana me pronostic� que voy
a morir antes de cumplir los 40.

- Entonces todav�a te quedan 15.
- S�, re�te vos. Re�te.

Pero yo no tengo esas patitas
de gallo, que vos s� ten�s...

...en esos ojos preciosos.
- �Patitas de gallo? �D�nde tengo?

�Qu� caradura! Pregunta d�nde
las tiene y no tiene otra cosa.

- Ah� las ten�s, ah�. �Locura m�a!
- �Bueno, basta, eh,

que se les va la mano a ustedes!
Mucho chiste, mucho chiste, pero...

A ver c�mo se r�e,
el terror del barrio.

A ver c�mo se va,
el terror del barrio.

�Quieren dejarse de joder!

Antonio, necesito un mes
sin Mam� Cora.

Se lo ped� a Sergio,
y ahora te lo pido a vos.

Llevatela a tu casa, por favor.

No puedo m�s.

Y, est� muy nerviosa.

Yo me cas� de grande, antes
viv�a tan tranquilo con mi mam�.

Y me cas� porque ustedes
quer�an que tuviera una familia.

Bueno, ahora ya tengo
una familia.

- �Est�s arrepentido?
- No, yo soy muy feliz.

Lo que pasa es que me
siento tan desgraciado.

Se los pido de rodillas,
ll�vensela por un tiempo.

�No puedo m�s!

Qu� hist�ricos est�n.

Gracias, Mam� Cora, me fall�
una amiga justo hoy.

Mi amor, dame un beso, se va para
el patio, yo hablo con la abuela.

Mam� Cora, si llega a venir mi
marido antes de que yo vuelva,

...no va a venir, �eh?
- �Qui�n?

Mi marido. Pero si llega
a venir, le dice que yo...

me fui para el hospital.

�Al hospital? � Y qu� vas
a hacer al hospital?

Internaron a mi suegra.
A la madre.

A la finadita. �A tu suegra!

- A la madre, �le dije yo?
- A la madre, me dijiste.

- La hermana de la madre.
- �La hermana? La Porota.

- �lnternaron a la Porota!
- No, a otra hermana que no conoce.

La �nica que yo no conozco
es la Dolores. �La internaron?

No. Esta es otra. Una opa que
tienen escondida hace 20 a�os.

�20 a�os? Qu� jovencita.
� Y cu�ndo naci�?

Porque el padre muri�
antes del embarazo, entonces.

Esta es mayor.
Es mucho mayor, Mam� Cora.

No s� cu�ntos. Mire, lo �nico que
s�, que naci� cuando mi suegra...

estaba embarazada de la Porota.

Por eso estuvo tan mal.
Se le juntaron los dos partos.

Mam� Cora, llego tarde, h�game
un favor, s�bame el cierre.

Yo te ayudo. Met� para adentro.
Met� para adentro.

- �Ay!
- �Qu�? �Te agarr� algo?

- S�, me agarr�.
- Es que est�s m�s gorda, vos.

No respires. No respires.

Lo importante es que no diga
nada, Mam� Cora. - �Por qu�?

A mi marido, no soportar�a
el dolor. Una hermana boba.

Vos no te preocup�s.
Vos no te preocup�s.

Mam� Cora, son nada m�s
que 2 horitas.

Si se aburre prende la tele
o me riega las plantas, �eh?

O�me, Dominga, �vos vas
a salir as� a la calle? - S�.

Ay, mi hija, se te marca
todo ah�. - S�.

Y abrigate, mir� que cuando
vuelvas va a refrescar, �eh?

Si hace fr�o le pone una camperita,
al Oscarcito. - Est� bien.

- O�me, �vos est�s amamantando?
- S�, Mam� Cora.

Y entonces, �c�mo hago?
No le voy a poder dar al nene.

- �Qu� no le va a poder dar?
- Y la teta, Dominga. �La teta!

�La teta al Oscarcito? Una
banana pisada y nada m�s.

- Una bananita, �eh?
- And�. Saludos a la Porota.

Mam� Cora, la campera.
Son 2 horitas nada m�s.

Matildita, �vos la quer�s
a la abuelita? - Claro.

� Ven? Dice que la quiere
con toda su alma.

�Por qu� no le ponen
una camita en su cuarto?

- �Ah, s�! �Mir� qu� bien!
- Pero dijiste que la quer�s.

- S�, pero no en mi cuarto.
- Ay, querida, qu� ego�sta que sos.

La abuela est�
muy bien donde est�.

No, no est� bien.

Ya la o�ste a Susana.
La abuela est� muy vieja y...

�Qui�n sabe cu�nto
le queda de vida?

- � Y si se me muere en mi cuarto?
- Mir� que sos diplom�tico, �eh?

En serio, che, �c�mo hiciste
para juntar tanta guita?

Trabajando para la pesada.

�Nena!

[El loro se r�e.

Y si lo dice todo el mundo.

Nena, pon� la mesa, quer�s.

�Me quieren echar
la abuela en mi cuarto!

En tu cuar... �No! �Ah, no!
�Con qu�? Con f�rceps.

No, es imposible.
Si cuentan con mi buena voluntad...

...est�n arreglados.
- Bueno, che...

No quiero hablar m�s del asunto.
Que ya est�n listos los ravioles,

y quiero pasar un domingo
tranquilo y sereno.

Pero claro, un domingo
familiar, sereno,

como los que ustedes
saben crear.

Vos no sab�s Elvira lo que me
gusta venir a tu casa. - Ah, �s�?

Lo s�. Bueno, el que quiera
lavarse las manos que vaya al ba�o,

el que quiere hacer alguna otra
cosita, que tambi�n vaya ahora.

Y vos cambiate, �eh?
No te quedes en camiseta.

- Ponete algo m�s decente.
- � Vos qu� opinas? �Me cambio?

S�, me deprimen
los hombres en camiseta.

- �Mam�, faltan cuchillos!
- Ven� a buscarlos.

C�mo que sabe
todo el mundo, nena.

- �Qu� esperamos, ahora?
- Lo mand� a cambiarse.

Bastante me deprime comer
los ravioles que hace esta,

como para encima aguantarlo
a �l en camiseta. - Habl� bajo.

A vos tampoco te gustan los
ravioles que hace �sta ni el tuco,

pero con tal de halagarla.

Los ravioles
le salieron dur�simos.

Los ravioles salieron dur�simos.
No s�, ser� por el agua mineral,

esas burbujitas de gas,
digo yo, no s�.

�Esta est�pida fue incapaz
de pedir agua mineral sin gas!

- � Y yo qu� sab�a?
- Vos nunca sab�s nada.

Pero eso no es todo,
se me quem� el tuco.

- �Qu� se quema?
- �La casa!

- �Qu� les doy de comer, ahora?
- Por nosotros no te preocupes.

Abr� una latita
de cualquier cosa.

No tengo latita de cualquier
cosa. Ay, nena. - �Yo no voy!

�And� a comprar, Matilde!

Ya te dije que no voy
y esto es definitivo, final.

Mir� Matilde, vas a ir
a comprar fiambres surtidos,

matambre, mortadela
y salchich�n, o te mato.

Y ahora va a empezar a largar
una tras otra indirecta,

para que vayas a comprar
un pollo al spiedo.

- No seas mal pensada.
- Como si no conociera a tu familia.

�Mi familia? �Quer�s que
hablemos un poquito de la tuya?

Mi familia no habla
de tus actividades,

mi familia sabe que de eso
no hay que hablar.

- Pero, te quer�s callar.
- �Ay, cuidado!

Pero, ahora, �qu� hacemos?
�Qu� hacemos?

- Disfrutemos de esta paz.
- No, tenemos que comprar algo.

Pero, �d�nde?
Habr� que ir al centro.

Porque por aqu�, por el barrio,
est� todo muerto.

Comamos como est�. A nosotros nos
encanta la carne chamuscada...

...y los ravioles duros.
- Pero, �vos est�s loca?

Hay que hacer algo. Antonio,
�llevar�as a Sergio al centro?

Pero, querida,
no te pongas en gastos.

�No me pongas m�s nerviosa
de lo que estoy, carajo!

- Ay, perdoname.
- Bueno.

- Tengo un car�cter tan...
- S�, ten�s un car�cter muy feo.

Mala. Ven� para ac�, loca.

�Ay!

- Olvidado.
- Olvidado.

- �C�mo estoy?
- �C�mo est�s?

Est�s justito como para salir
corriendo a comprar algo de comida.

Pudiste haber puesto m�s
cuidado en la cocina, vos, �eh?

Che, no te remont�s que
no sos barrilete, �eh?

Si quer�s comer algo,
sal� y compr� algo.

- Si no quer�s, no vayas.
- Puedo ir a un restaurant.

Magn�fica idea. And�, adonde se
te antoje y a m� dejame en paz.

Elvira, por favor, un domingo tan
hermoso, no lo echemos a perder.

Por una vez que recibimos gente.
Ellos nos atiende como a reyes...

...cuando nos invitan.
- �Tienen sirvienta! �Qu� chiste!

Nora ni siquiera se moja la punta
de los dedos, cuando vamos.

As�, cualquiera.

�Tampoco se te ocurri� comprar,
ni sardinas, ni papitas,

ni aceitunas, ni nada,
para entretener a la boca!

�No me levant�s la voz,

sino quer�s que vaya a pedir socorro
al convento de la otra cuadra!

�S�! En esta casa si hay una v�ctima,
precisamente no sos vos, nena!

No, no, yo me voy.

Thank you, very much.

Un domingo as�, yo no paso.
Es cosa de h�bito.

En casa de mis padres
nunca se levant� la voz,

ni para decir buenos d�as. As�
que son todos muy adorables,

muy queribles, pero...
Antonio.

Nora, �qu� te pasa?

Mir�, vamos a jugar con
el triciclo. Ven�, ven�.

A ver, a ver c�mo jugas, �eh?
Vamos, vamos.

- Nora, no seas criatura.
- Yo no soy criatura.

Detesto la violencia,
eso es todo.

Desgraciadamente, yo no soy
sensible, soy hiper sensible.

Esto me aniquila, mis nervios no
son de acero. Yo me desintegro.

- �Est� aqu�?
- �Qui�n?

- Mam� Cora. �Est� aqu�?
- No. �Dijo que ven�a?

Se fue. Dej� la nena sola,
la puerta abierta y se fue.

- �Se fue de tu casa?
- �D�nde estar�?

- �D�nde estar�?
- � Y ahora te preocup�s?

�Yo sab�a que esa serpiente
iba a pensar lo peor!

�Nadie la ech�!

Aquellos, �no son...?
S�, son.

- Pobre se�ora.
- Habr� ido a lo de Emilia.

�No te qued�s ah� parado!
Agarr� el auto, and� a ver si est�.

- Vamos.
- S�, yo te acompa�o.

No, no son.
Aunque... s�, son.

�De paso me llevar�as a casa
que dej� a la nena sola?

No, no son. No son.

Eran. S�, eran.

Aunque, no s�.
Puede ser que fueran.

�Ah� lo ten�s al pelotudo!

�A m�?

�Cacho!

- Vos sos Cacho, �no?
- Eh.

Nosotros somos tus t�os.
�Te acord�s? - Ah.

- �Boludo!
- �La puta que los pari�!

Maricones, ahora van a ver.

Para que aprendan,
hijos de puta.

�Uy, hijo de puta!

�La viste a tu abuela?

- �Che, paren! �Paren!
- �Paren, hijos de puta!

- �Paren!
- Ya van a ver cuando los agarre.

Par�, no te calent�s. Par�,
escuchame, �la viste a tu abuela?

- �Cu�l?
- Mi madre.

La madre de tu mam�.

Ser� posible. �No sab�s
lo que es una abuela?

- �D�nde est� tu mam�?
- Fue a comprar comida.

Escuchame, cuando vuelva, que llame
urgente a la casa de t�o Sergio.

- �Pajero!
- �Cu�l, t�o Sergio?

- �Che, otra vez, paren!
- Hijos de puta.

Son todos putos. Van a ver...
Vengan ac�.

�Maldito aparato,
se volvi� a cortar!

- Dej�, Elvira, ya van a volver.
- No.

No me va a ganar
este aparato de mier... �Hola!

�Levanta el tubo y se corta!
�Maldito tel�fono, con lo que cuesta!

Me est�s poniendo nerviosa,
Elvira, te lo ruego.

Dej�, esta es la �ltima.

Llama.

Hola. Ah, disculpe se�or,
si fuera tan amable...

podr�a llamar a la Sra. Emilia.
Es muy urgente.

�C�mo?

�No le oigo!

Bueno, mala suerte.

Es usted lo que se dice
un aut�ntico caballero.

- �Qu� te dijo?
- Que no.

Ojal� se te atragante
la comida,

y tengan que llevarte
al hospital medio ahogado.

Seguramente Mam� Cora,
debe estar en lo de Emilia,

y los hombres deben haber ido
a la rotiser�a a comprar comida.

- Tengo hambre.
- �Jodete!

Por qu� no abr�s el paquete
con las masitas.

�Quer�s, t�a?

Bueno, aunque nos soy
muy amiga de las masas.

- �No com�s?
- Uh, como. Como.

- �Qu� te pasa?
- �Raj� para la cocina!

Llevate las masas. Si nos ven
comiendo antes de saber...

qu� pas� con la vieja, van a
decir que no tenemos coraz�n.

- � Y?
- Nada, todav�a.

Espero, por tu bien,
que no le haya pasado nada.

- �Qu� quer�s decir con eso?
- Si le pas� algo fue tu culpa,

y en ese caso no querr�a cargar
con tu conciencia. Eso quise decir.

- �Eso...!
- �No, basta!

- Nada, che.
- Leonor tampoco sabe nada.

Qu� miseria, che.
�Qu� miseria!

�Sab�s lo que ten�an
para comer?

- Empanadas.
- Tres.

�Me partieron el alma!

�Tres empanadas que les sobraron
de ayer, para dos personas!

Dios m�o, qu� poco
se puede hacer por la gente.

Y, s�.

Lo �nico que se puede hacer
es no pensar, porque sino.

No pensar. No pensar.

Suerte que mis hermanos
tienen lo necesario.

No creas.

- Vos ten�s una pobreza digna.
- � Y Jorge? � Y Emilia?

Ellos s� saben
lo que es la miseria.

S�, saben lo que es la miseria,
pero es una miseria... �digna!

- �Con qui�n dejaste la nena, Susana?
- Desde el primer d�a que te vi,

Elvira, cuando Jorge me trajo
a comer a esta casa, me dije...

- �Basta, carajo!
- �Yo no empec�!

�Dejala que termine!
�Qu� fue lo que pensaste,

la primera vez que Jorge
te trajo a comer a esta casa?

- �De veras lo quer�s o�r?
- No ves que me muero de curiosidad.

Muy bien, pens�: �Esta es la
mujer m�s falluta del mundo!

- �Falluta, yo? �Ja!
- �Con qui�n dejaste la nena?

Mir�, si yo soy falluta, vos sos...
No s� ni c�mo catalogarte, mir�.

�Falluta sos vos, que te cosiste
la lengua! �Yo, te lo hubiera dicho!

Y en aqu�l entonces yo no me
cos� la lengua y le dije a Jorge:

�Con esta te vas a casar?
�Con esto?

Mir�, esto te mete los cuernos
al mes de casados.

�Te lo dije o no te lo dije?

Matildita, trae las masitas para
convidar a tus queridos t�os.

Esperan, insulto va, insulto
viene, �qu� tienen en la cabeza?

- �Quer�s, t�a?
- �No!

�No hagas eso!
�Limpiame la alfombra, ahora!

�Por qu� le dijiste que
le iba a meter los cuernos...

...en el primer mes de casados?
- Pero Susana, eso pas� hace 4 a�os.

- �Qui�n se acuerda de eso ahora?
- �Ella se acuerda!

Y creo que tengo el derecho
de saber por qu� se lo dijo.

S�, ten�s derecho, y no tengo
ning�n inconveniente en dec�rtelo.

Primero te lo dije,
porque tengo lengua.

Segundo, porque vivimos en un
pa�s independiente, soberano,

libre, con libertad de expresi�n,
sin censura, bla, bla, bla.

Y tercero, porque se me antoj�.

Si me aprovechara de las tres estupideces
que nombraste y dijera una sola...

cosita que yo me s�, perder�as
las ganas de hablar gratuitamente...

...de la gente, querida.
- �Qu� sab�s de m�?

�Habl�! Pero antes lavate bien la
boca con lavandina, porque yo...

no tengo nada que reprocharme de
los 18 a�os que llevo de casada.

- �Est�s segura?
- Pero, �qu� te cre�s?

�Que vas a manchar mi reputaci�n,
ahora, como manchaste la alfombra!

No te qued�s como una momia griega,
sembrando de dudas a Nora y Matilde.

�Qu� ten�s que decir?

Nada.

Ah, no, no me vas a
venir ahora con nada.

�Como si escondieras
un secreto horrible!

- �Si sab�s algo, escupilo!
- Bueno, basta ya, cotorras.

- Cotorra ser� tu madrina.
- �Ay, mi cortina!

Susana, te lo pregunto
por tercera vez,

...�con qui�n dejaste la nena?
- Con mi suegra.

Ay, qu� formidable. �C�mo
est� tu maravillosa madre?

- M�s o menos.
- Ay, �s�?

� Vos sab�s cuanto hace que no
la veo? Con lo que yo la quiero.

Decime, �y ella con la beba
se siente contenta?

Y, m�s o menos. La nena le da
mucho trabajo. Se pone fastidiosa...

porque llora, llora todo el
tiempo y nadie sabe por qu�.

- Y no para.
- Seguro. �Sabes qu� pasa?

Debe estar ensanchando
los pulmones, seguramente.

Vos sab�s que la naturaleza
es sabia, en ese sentido.

- Pero, �no te da verg�enza?
- �Como pod�s inventar algo as�?

No puede ser, Elvira.
�Con qui�n? �Con qui�n?

- Yo me s� con qui�n.
- Shh. Basta, �eh?

Pero, �y? Mir� que es muy delicado
lo que est�s diciendo, �eh?

�Y ella! �Puede decir que yo le voy
a meter los cuernos a mi marido?

�C�mo?

O�me, ella es de una naturaleza
muy peculiar. Es muy nerviosa.

Pero vos, �est�s segura
de lo que est�s diciendo?

Porque yo no puedo creerlo,
te juro, no puedo creerlo.

- �Y bueno, no lo creas!
- Pero, �Sergio, lo sabe?

No le hag�s caso, est� mintiendo,
inventa para amargar a la otra.

No, no, no.
Susana es muy honrada.

Es incapaz de inventar una cosa as�
para perjudicar a una inocente.

�No es verdad, dulce?
No, si ella habla,

es porque tiene fundamento
para hacerlo.

Yo conozco pocas
personas tan honestas,

con ese sentido de la justicia.
Yo te admiro, �nunca te lo dije?

Te admiro, te juro. Contame.

Ay, se me parte la cabeza.
Poneme la toallita.

�Poneme la toa...!

- Pas�. Buenas.
- Buenas.

- Sentate. �Qu� tal, Peralta?
- �Qu� hac�s? �No me ves?

El torno no es la picana, Peralta.
El torno es para la salud.

- � Y Barrionuevo?
- Hoy es domingo.

- � Vallejo?
- Qu�, �no te enteraste?

- �Qu�?
- Cay� en cana por tr�fico de drogas.

- A la mierda.
- � Y �ste?

Ah, mi hermano, Sergio.

Che, �y ese otro muchacho...?

Este oficial que era
mano derecha de Vallejo.

- Cano, �era?
- Cano, Cano. Cay� con �l.

Y est�n perdiendo
muchos �ltimamente.

�En qu� te puedo servir?

- �Nombre?
- Mam� Cora.

�Dolores!

- �Ana Mar�a!
- De los Dolores.

- Buscaroli...
- de Musicardi. �Qu� dije yo?

Perd�n, �por qu� dijo
primero Mam� Cora?

No, porque de chiquita que le dicen
as� los padres, los hermanos...

todo el mundo le dice as�.
Y ahora, los hijos.

Ana Mar�a, de los...

Dolores... �Apellido?

Buscaroli de Musicardi.

�Edad?

- �80?
- Y, por ah�.

�C�mo, por ah�?
Tengo que poner la edad justa.

�Qu� diferencia hay
entre 75 u 80 a�os?

Debe tener... 77, 78.
Me parece.

Si quiere llamo
a mi mujer y le pregunto.

- Jorge, debe saber.
- Dej�, pongo edad indeterminada.

- Tirando a vieja.
- � Vestida?

- �Claro que vestida!
- �De qu� color?

Hacemos un llamado solidario.

Se necesita ubicar a Mar�a de los
Dolores Buscaroli de Musicardi,

responde tambi�n
al nombre de Mam� Cora,

y tiene alrededor de 80 a�os.

Se supone que padece
de amnesia parcial...

y que por lo tanto...

Si yo no estuviera aqu�,
dir�a que estoy all�.

Por cualquier informaci�n...

- � Y?
- Hicimos la denuncia.

En lo de Emilia no saben nada.
T�o Agust�n, tampoco.

- Bah, nadie sabe nada.
- �Trajeron algo para comer?

Matilde, pregunt� por
la abuelita, primero.

- �Fueron a lo de tu primo Felipe?
- �No! �C�mo no se nos ocurri�!

- Matilde, conseguime la gu�a.
- S�, dale, dale.

- Decime, �llevaba dinero?
- �De d�nde va a sacar dinero?

C�mo, �vos no le das?
Che, �y la Elvira?

- Se recost�. No se siente bien.
- �Qu� tiene?

- Nada.
- Felipe, habla Sergio.

�Qu� Sergio?

�Qu� primo?

�Qu� mam�?

�Qu� t�a?

Ac� no tenemos ninguna t�a.

�Qui�n habla? �Sergio!
�Qui�n es Sergio?

Eh, �conoc�s alg�n Sergio?

Mam�. �Mam�! Mam�,
�conoc�s alg�n Sergio, vos?

Qui�n no conoce alg�n Sergio.

Hola, �con qu� n�mero quiere...?

- Colg�, la pu...
- �Sergio, el hijo de Cora!

Pero, �por qu� no me dijiste
que era el hijo de Cora?

Que como el amor de madre,

otro en el mundo no habr�.

�No te parece que hicimos bien en
salir un ratito de ese infierno?

Me parece que tendr�amos
que haber tomado otra cosa.

�No te gustar�a algo fresco?

�Un cognac,
un licorcito, un whisky?

- �Una cerveza helada?
- No.

Ped� lo que quieras, tesoro, mir�
que yo invito. - Est� bien as�.

Como quieras.

Me dejaste helada
con ese asunto de Elvira.

No pienso hablar de eso, Nora.
No pierdas el tiempo.

- Susana.
- �Ay, si te ve�a venir!

�Susana!

Pero, Susana...

Me sacaste a tomar un caf�, para
hablar del asunto con comodidad.

�Vamos, Nora! Pero te
equivocaste, yo no hablo.

Cuando uno tiene un tumor,
hay que extirparlo.

Y si vos ten�s un secreto
que te angustia...

�Qu� me puede angustiar lo que haga,
o pueda haber hecho esa mujer?

- Es una historia antigua.
- �Es una historia, punto!

Bueno, si no quer�s hablar,
no hables. Pero...

Mir�, tan amigas como siempre.
Me ofende un poco tu actitud.

� Vos te cre�s que yo soy capaz
de hacer correr un chisme?

� Y por qu� no? Paral�tica no sos,
sobre todo de lengua.

Ah, bueno, querida. Nos
sacamos las caretas, entonces.

Ya s� lo que pens�s de m�.

�Para qu� quer�s saber con
qui�n se acost� Elvira?

- Para saber qu� clase de mujer es.
- Vamos, Nora.

Las mujeres no cambiamos por ser
m�s o menos fieles al marido.

Ya ves, vos ten�s amores con Sergio
y para m� segu�s siendo la misma.

�C�mo te permit�s
decir una cosa as�?

��C�mo te permit�s
decir una cosa as�?!

Mir�, no te lo voy a perdonar
mientras viva.

No te lo voy a perdonar
mientras... �Ay!

Hace dos a�os que lo s�,
yjam�s dije nada.

- Susana. Te juro que no, Susana.
- No jur�s.

Est�s jugando con la reputaci�n
de dos personas,

la tranquilidad de dos familias
est� en tus manos.

Yo te vi salir de un amueblado
con Sergio. - �Mentira!

�No lo repitas
porque te demando!

Con anteojos negros
y un pa�uelo en la cabeza.

�Soltame!
�No quiero que me toques!

No te juzgo, Nora. Yo tampoco
soy feliz en mi matrimonio.

Pero, c�mo pod�s insistir.

Vos viste hace 2 a�os a una mujer,
con anteojos negros,

con un pa�uelo negro,
con una capa negra...

- Yo no habl� de capa negra.
- S�, lo dijiste.

�No! No habl�...
�S�, ahora me acuerdo!

- �Llevabas una capa negra!
- �Pero, termin�!

[Tel�fono sonando.

Hola. S�, soy yo.

- �D�nde?
- �Qu� pas�? �Qui�n es?

- Mamita.
- Pero, �qu� le pas�?

S�, claro. Por supuesto.

Pero, viejo, por favor,

hasta cu�ndo nos vas a tener
en suspenso. �Habl� de una vez!

Una anciana se arroj� al
paso de un tren en Villa Luro.

Tenemos que ir a la morgue
a reconocer el cad�ver.

Mami.

Ay, ojal� no sea ella, Dios m�o.
Ojal� no sea ella.

- Ojal� que sea ella.
- �Ma!

�Ojal� que sea! Para que le remuerda
la conciencia como se merece.

� Y? �Apareci�?

Tus hermanos fueron a la morgue
a reconocer el cad�ver de una vieja...

que se arroj� debajo
del tren en Villa Luro.

La gente joven
no encuentra sosiego.

�Vieja de mierda,
la puta que te pari�!

Emilia.

�Mam�!

�Oh!

�Huy!

�Ah!

�Eee! Est� muy deshecha.

Los reconozco,
son los zapatos de mam�.

�Son los zapatos de mam�!

A ver, a ver, a ver, como
va a comer la comidita, �eh?

A ver la boquita. Mire
c�mo come. Qu� bien.

Hay que comer, porque hay
que tener salud, �sab�s?

Yo siempre le pido a la Virgen.
A ver, otra, otra.

Uy, qu� bien. Le pido a
la Virgen, pero a la de Luj�n.

A Lourdes no voy m�s.
Iba siempre.

Tra�a el agua bendita
para tomar con el mate.

Pero la �ltima vez
me dio una diarrea.

Lo que me acord�
de esa Virgen, mir�.

Al final esa, te cura
de un lado, te jode del otro.

�Hablar mal de m�! �De m�,
que fui fiel hasta la idiotez!

Hasta la idiotez, mir�, porque...

si hay algo de lo que me
tenga que arrepentir,

es de haber sido tan ca�da
del catre, toda la vida.

�No te lo dije siempre?
Las �nicas mujeres felices,

son las que les meten a los maridos
unos cuernos as� de grandes.

Y, dec�selo en la cara.

�Y delante de Matilde! De la
nena, que parece una se�orita,

pero al fin de al cabo,
reci�n tiene 15 a�os.

- 16.
- �15!

No, no hay derecho.
Ahora no puedo... No s�.

Uno se pasa el d�a, tratando
de dar una educaci�n esmerada,

dentro de lo posible, �no? Para que
aparezca una desgraciada cualquiera,

y en menos de lo que canta un gallo,
te tire toda la estanter�a abajo.

Es que no hay derecho.

Pero, �con qui�n?

�Con qui�n lo iba a enga�ar
yo a Sergio, me quer�s decir?

Te juro por la sagrada
memoria de mi madre,

mir�, por esta cruz, te lo juro,
que yo jam�s enga�� a Sergio.

Ni siquiera con el pensamiento,
mir� lo que te digo.

�Que me muera si te miento!
Que se me caiga el techo encima.

Que se abran los abismos
del infierno. - �Mam�!

S�lo lo digo para que tengan una
p�lida idea, de hasta qu� punto,

tengo la conciencia tranquila.

En cambio ella no puede
decir lo mismo, no se�or.

Que se puede esperar
de la hija de una sirvienta...

...y mozo de bar de barrio.
- �No, eso no!

Hay mujeres de limpieza
que son muy honradas.

�Mi pap� llev� una bandeja
toda su vida! - Pero que...

�Ah, por supuesto!
No, yo no quise decir eso.

�No, perdoname!

[Mam� Cora chistando.

Che, Elvira, desde hoy, alguien
chista desde el balc�n ese.

�Te cre�s que no la oigo?
No le hagas caso, no la aguanto.

- Es una vieja.
- Menos que menos.

No estoy como para viejas, yo.

Lo que ha pasado esa pobre
anciana, no tiene nombre.

Eso. �Echar a la pobre vieja a la
calle, como a un perro rabioso!

�Pero d�nde se ha visto
cosa parecida!

Pero digo yo, �qu� somos?
Negros, para ser tan salvajes.

O jud�os, para no tener ni
siquiera creencias religiosas.

No, esa mujer no tiene
perd�n de Dios, mir�.

Ojal� sea la vieja,
la que se tir� bajo el tren.

Pobre, querida y dulce Mam� Cora.
Tan dulce, que era todav�a,

tan servicial, tan �til.

Tan �til, tan servicial,
�te acord�s?

Trabajaba como una bestia
todo el d�a, la pobre anciana.

�No, no tiene perd�n!

Ahora, si los pecados no se pagan
en la tierra se pagan en el cielo,

o en el infierno, no s�. En alg�n
lugar se deben pagar. Digo yo.

- Seguro.
- No s�.

El �nico consuelo que tengo, y
gracias a Dios que me eduqu�...

en una casa Cat�lica,
Apost�lica y Rom�nica,

es pensar que un d�a de estos,
Dios la va a llamar por su cuenta,

y la va a hacer pagar
una por una, todas su fechor�as.

Porque si hay algo en lo que creo,
es en Dios y en la justicia.

Ah, s�, la iglesia es un
gran consuelo. - Verdad.

Una vez que el Juez d� el permiso...

...podr�n llevarla...
- A mi casa, por supuesto.

- Vas a ver c�mo me la trae a casa.
- �Qui�n?

- Susana.
- �A qui�n?

C�mo, �a qui�n? A la vieja. Vas a
ver como me trae el cad�ver a casa.

- �Se atrever�?
- Ay, se atrever�.

Pero, no la conoc�s. Pero,
tampoco me conoces a m�, �eh?

Soy capaz de tomar el cad�ver
y tirarlo por la ventana...

con Susana y todo.
�De m� no se van a re�r!

[Loro ri�ndose.

�Qu� desgracia!
No saben... Estoy mortificada.

Es tan horrible tener vivir toda
la vida rodeada de gente...

...bruta, sin cultura.

Me cag� el loro.

A mi marido, s� que le
gustaba el vino. Ay, Dios.

Cuando tomaba se pon�a de malo.
Me levantaba la mano.

Las veces que me habr�
pegado, desgraciado.

Qu� car�cter que ten�a.
Pero era el vino,

el vino lo pon�a malo.

Pero �l era bueno.

En el fondo, ni yo ni mis hijos,
tenemos de qu� quejarnos.

Nunca nos hizo faltar de nada.

Que a veces no ten�amos
para comer, es cierto.

Pero, a m� me ten�a
como a una reina,

y a mis hijos como pr�ncipes.
Eso no lo puede discutir nadie.

Hombres as�, ya no quedan.

Tesoro...

C�mo, "qui�n habla"

Te digo tesoro y me contest�s
"qui�n habla".

Ay, perdoname, Sergio, estoy muy
nerviosa y no te reconoc� la voz.

Claro que nadie m�s que vos
me llama tesoro. Pero...

Ahora que pienso, vos tampoco
nunca me llamaste as�.

O�me, contame, �qu� pas�?

�No! Pero, no...
�No, no me digas!

�No me digas...! Cont�.

Pero no, Sergio, no.
�Pero qu� atrocidad!

�Es la vieja?

Pero decime,
�no podr�amos velarla all�?

�Aqu�?

Pero Sergio, con lo sensible
que es la nena.

S�, amor. Ya s� c�mo te sent�s.
Claro que era tu madre.

Yo tambi�n me siento muy mal.
Imaginate, a m� tambi�n me duele.

Pero... No somos nada, �viste?
�Qu� cosa!

Ah, o�me, antes que me olvide.

�Que Susana no me pise esta casa!
�Que no me la pise! �Est� claro?

Decime, �demoran mucho
en hacer esos tr�mites?

Bueno, est� bien.
Hasta luego queri...

Ah, che, viejo, te acompa�o
el sentimiento.

�La van a traer ac�!
Yo sab�a, �eh?

- � Y d�nde quer�s que la velen?
- �Qu� s� yo!

En la casa de d�nde
la ech�, la bruta de tu t�a.

And� a comer algo
antes de que lleguen,

que despu�s no vas
a poder. And�.

�Qu� hac�s?

Ah, s�.

�Elvira, no pueden hacerme esto!

Vivi� toda la vida conmigo.
Mal o bien pero vivi� conmigo.

�Elvira! �Mam�
no sab�a lo que hac�a!

�Nora! �Nora,
qu� desgracia tan grande!

�Se imaginan ustedes qu� va
a ser mi vida, despu�s de esto?

S�, c�mo no, me la imagino,
un calvario. Como debe ser.

�Ustedes no saben lo que pas�,
no pueden hacerme esto!

- Pero, �qu� le estamos haciendo?
- �C�mo?

Antonio y Sergio dicen que como
mam� no vivi� feliz conmigo,

tampoco hay que velarla
en mi casa.

Me parece una idea de lo m�s
sensata. Al fin y al cabo...

...se mat� por eso, �no?
- �Ah, s�?

�Entonces, yo tambi�n me mato!
�No pasa de hoy que me mato!

�No puedo soportar
que la gente...!

S�, ahora se acuerda de
su buen nombre, �viste?

- �Cerr� el pico, arp�a!
- �Te das cuenta, Nora?

- �Conventillera! �Chusma!
- Te das cuenta...

con lo que hay que lidiar, �no?

Vos sos el mayor y ten�s
m�s derecho que los otros.

Ah, y ahora se acuerdan
de los derechos. Qu� pena...

que no pensaron en los deberes,
cuando echaron a la pobre anciana...

�Pero, �qui�n la ech�?!
�Dios m�o! �Qui�n la ech�?

Resulta que Susana,
estaba haciendo una mayonesa...

�No, no aguanto m�s
el cuento de la mayonesa!

Hagan memoria,
ustedes quer�an que alguien...

se la llevara
por un tiempito, �no?

Bueno, Dios los escuch�, y se
la llev�, por un tiempito largo.

Eso s�, un tiempito largo.
Se la llev� para siempre.

- �De qu� te quej�s, ahora?
- Vivi� toda la vida conmigo.

�Y saldr� de mi casa para
su morada final conmigo!

- Sergio tambi�n es su hijo.
- Y Antonio.

- Ah, s�, �desde cu�ndo?
- Para la gente.

Pero, �cu�ndo
fueron hijos para ella?

- Me. Con vos no hablo.
- Yo tampoco.

Mejor, �qui�n te necesita?

Si no me necesit�s, �para qu�
viniste? �Qui�n te llam�?

� Yo te llam�, por desgracia?
�Alguien escuch� mi voz llam�ndola?

Vinimos porque pensamos que vos
llev�s los pantalones en esta casa,

y porque conocemos la roca
que ten�s en lugar de coraz�n.

Que seas vos, qui�n se atreve
a hablar de mi coraz�n.

�Vos, que no tuviste
el menor escr�pulo,

en mandar a la muerte
a la anciana m�rtir,

s�lo porque te ech� a perder
una mayonesa de mierda.

�Y vos, te atrev�s a hablar
de mi coraz�n!

Las l�grimas que he llorado
hoy, por tu culpa. - �Hip�crita!

Muchachas, un poco de respeto
por el alma de esa pobre anciana.

�Eso! Un poco de respeto. �D�jenla
en paz, ahora que est� muerta!

�Charlatana! �Por qu�
no te ocup�s de otras cosas...

en vez de meterte
en la vida ajena?

- �De qu� cosas, por ejemplo?
- �De Nora y de Sergio, por ejemplo!

Te voy a dar un sopapo, �eh?

�Qu� pasa con Nora y Sergio?

Pero criatura, �c�mo se te
ocurre inventar una cosa as�?

�Ay, estoy tentada!

- Justo en este momento.
- Pero, �qu� quiso decir con eso?

�Que Sergio y vos...?

- �La nena, Elvira!
- La nena. �Qu� haces ac�, vos?

�Vaya para el fondo!
�Siempre con los mayores, usted!

Puta madre.

�Qu� quisiste decir?

V�monos, Jorge. A ver si encima
le tengo que hacer un dibujito...

...para que se entere.
- �Ah, no, vos no te vas!

�Vos arrojaste la piedra,
ahora no escondas la mano!

Pero, �c�mo pod�s tomar
en serio una cosa como �sta?

En un momento as�,
se dice cualquier barbaridad.

Adem�s, Elvira, hay que
pensar en la pobre vieja.

- �Qu� pobre vieja?
- Mam� Cora.

- �Qu� Mam� Cora? �Mam� Cora!
- Claro, pobrecita.

�C�mo pod�s tomar en cuenta y
ofenderte, con lo que diga Susana,

en un estado c�mo este?
�Yo la perdono, mir�!

�Te sirve el ejemplo?
A m� me ofende m�s que a vos,

y sin embargo, yo la perdono.

�As� que yo soy la cornuda
y a vos te ofende m�s!

Aqu� pasaron cosas
mucho m�s importantes hoy.

Perdoname, Elvira. Invent�
esa mentira, para hacerte sufrir.

No se hable m�s del tema,
las palabras son palabras...

...y se las lleva el viento.
- �Para m�, no!

�Salgan inmediatamente de esta
casa antes de que cuente cinco!

- Y, �qu� hacemos con la mam�?
- Mir�, tu madre...

- Calma, calma.
- �Soltame! �Fuera!

�Prepararon el cuarto?

�La trajeron a mamita!

- �Antonio!
- �Nora!

- �Sergio!
- �Elvira!

�Qu� dolor! �Pero,
qu� dolor tan grande!

�Qu� horror!

�Hermano!

�Sergio, qu� horror!

�Matilde, la abuelita!

�Muri� la abuelita!

- �Antonio!
- �Nora!

�Sergio, dej� que
la vele en mi casa!

�No, se�or, sal� de ac�!

- �Esto se descarga en mi casa!
- �No, esto se descarga en mi casa!

- �Sal� de ac�! �Sal� de ac�!
- �No! �Por qu� me hacen esto?

�Esto se vela en mi casa!
�Antonio, que la velen en mi casa!

- Par�, c�lmense.
- �No, mi mam� se vela en mi casa!

- �Mi mam� es m�a! �Se vela...!
- Calma, carajo.

Mi mam�, se descarga ac�.
Ayudame, Antonio. Ayudame.

- �No! �Ladrones! �Usurpadores!
- Sal� de ac�.

�Ladrones de madres!
�No, mi mam�, no! �No!

Dale, Antonio.

- Ayudame, Antonio.
- �S�quenlo!

- Perd�n.
...Mar�a llena eres de gracia,

el Se�or es contigo. Bendita
t� eres entre todas las mujeres...

Vengo un poco...
Vengo y rez� con la vieja...

Nena, �qu� vas a hacer?
As� es la vida, nena.

�Qu� vas a hacer, vieja?

Me baja la presi�n, por eso
me tomo un tragito. Adem�s...

con este calor, uno se deshidrata
y se me seca la garganta.

- �Aqu� hay un muerto?
- No, una muerta.

Eh, no es manera de expresarse.
Un poco m�s de respeto, che.

Mocoso de mierda.

- �D�nde la dejo?
- Dejala ah�.

No, perd�neme pero los
muertos me impresionan.

La acompa�o en el sentimiento,
y si no le importa,

se la dejo a usted.

Angelito, no llores m�s,
mi amor, te vas a enfermar.

�Por qu� me la metieron
en mi cuarto? - �Matilde!

Es que los muertos
me impresionan.

- Pero, es tu abuela.
- �Pero, est� muerta igual!

Callate la boca, �quer�s? Si no
quer�s recibir mi bendici�n.

Y vos, �qu� hac�s ah� parado?

No esperar�s una propina, en un
d�a de duelo como el de hoy, �no?

- �Quer�s pasar?
- No, se�ora.

- Mir� que no es molestia.
- Gracias, se�ora.

- Pero, pas�, ven�.
- No, se�ora.

Te digo que no es molestia.
And� para adentro, quer�s.

Que haga un poco de bulto,
vino tan poca gente.

Dora y Alfonsina.

�Qui�n es esta criatura
que acaba de entrar?

No tengo la menor idea,
trajo esta corona.

Est� impresionad�simo.
Hace tanto calor ah� adentro.

Ay, �viste lo que es?

Che, �qu� me cont�s
del llanto de la hip�crita?

Ay, pero, �qui�n no ha llorado,
Elvira? Yo estoy deshidratada.

S�, ten�s raz�n. Hab�a que ser
de piedra para no llorar hoy.

Ay, Do�a Gertrudis.
�Do�a Gertrudis!

�Don Genaro! �Qu� me
dicen de esta tragedia?

- A�n no lo puedo creer.
- �Qui�n lo puede creer?

Conoce a Antonia Gertrudis, la
profesora de franc�s de Matilde.

Esta es Nora, mi cu�ada.

- �No lo puedo creer!
- No, nadie lo puede creer.

- �Qu� perdida tan irreparable!
- �Era una santa!

S�, una santa m�s que
se ha perdido la tierra.

Qu� condiciones
ten�a para el franc�s.

�Qu� condiciones? Ten�a
condiciones para muchas cosas.

Pero no se preocupe Do�a Gertrudis,
que seguramente en este momento,

Dios la tiene a su diestra.

Y, eso es lo que nos
preguntamos todos.

Vayan a verla, le van a dar
una gran alegr�a.

Pase. Ll�veme esto,
si es tan amable.

Pobre, Madame Cora.

Se dice diestra, �no?
Con este l�o estoy tan mareada,

...que ni s� lo que digo.
- S�, se dice diestra.

Pensar que fue ayer
cuando te casaste.

Fue ayer cuando naci�
la petite Emilia.

La petite Emilia. Las cosas
que hay que o�r, �eh?

Pero, �vos o�ste? Che,
la vieja ten�a casi 80 a�os.

�Qu� m�s quer�an,
que viviera hasta los 100?

Si llego a vivir, un d�a despu�s
de los 80, yo me suicido, te juro.

- Que es lo que hizo ella.
- Es lo que hizo, ten�s raz�n.

- Mam�, �puedo ir a lo de La Pocha?
- No, no pod�s.

�Qu� va a decir la gente? Quedate
y llor� un poco. Llor�, nena.

Pero, �no ten�s verg�enza, vos?

Esta me sac� el car�cter
de los Musicardi, �viste?

Que son duros y ego�stas,
que se mueren.

En cambio nosotros los Romero,
somos tan sentimentales.

Es mejor ser como ellos, te digo,
porque se sufre menos.

Mir�, lo que es a esta,
nadie me la va a pisotear.

- And� a mi cuarto, querida.
- No quiero.

And� y recostate en mi cama
y llor� un poquito. And�.

Pobrecita, me parte el alma.
�Qu� quer�s que te diga?

No sab�s c�mo es la gente,
la gente es mala.

Si la dejo quedar ac�,
�qu� van a decir?

Que estaba bailando en una pata y
festejando porque se muri� la vieja.

Vamos, vamos, apurate.
Ven�, ven�.

S�, cuando lo velamos a pap�
desfil� medio Buenos Aires.

Porque a pap� lo quer�a
todo el mundo.

Pero hoy es domingo, es verano,
mucha gente se va a Mar del Plata.

Claro, hubi�ramos tenido mucho m�s
�xito si la vieja espera un poco.

Hasta invierno, y d�a de semana.
Porque Sergio tiene muchos amigos.

- Shh. No queda bien.
- Necesit�bamos tomar aire.

S�, la verdad que uno
se ahoga ah� adentro.

Esper� un minuto, �qu� est�
haciendo nuestra querida cu�adita?

- Llora.
- �Falluta!

Ay, este no sabe
nada de aquello.

�Sab�s lo que me insinu� hoy?
Que vos y Nora son amantes.

Por m�, que diga lo que quiera.
Yo tengo la conciencia en paz.

�Mujeres! Pero, �c�mo pueden
ir y venir con dimes y diretes...

...en un momento as�?
- �Qui�n va y viene con chismes?

�Pero a m� qu� me importa
lo que puede inventar Susana!

- �No ves que sufro?
- � Y yo? �Cre�s que no sufro?

� Yo tengo coraz�n de piedra?

- �Elvira!
- �Do�a Elisa!

�Qu� me dice de esta tragedia?

Que en momentos as�,
no hay lugar para el rencor.

Te traje el agua de los ravioles.

Qu� amorosa, qu� suerte, gracias.
Tom�, linda, llevalo a la cocina.

Ay, Elvira.

- Mi m�s sentido p�same.
- Muchas gracias, Do�a Elisa.

Y a usted mis condolencias.

Pero, �por qu�
hizo semejante cosa?

Es lo que todos nos preguntamos,
�por qu� hiciste eso, Mam� Cora?

- Un alma tan pura.
- Tan pura, tan exquisita.

Es tan corto el paso por la vida,
que realmente, no vale la pena.

No, no vale la pena.
Pase, pase, Do�a Elisa. Pase.

Que el alma de Mam� Cora, se va
a sentir muy reconfortada.

� Y Matilde?

�Te gustaron las masitas?

Te voy a dar. Matilde est�
en mi cuarto, pobrecita,

est� de lo m�s afligida. And�
a acompa�arla un poco, tesoro.

- Che, qu� lindo vestido que ten�s.
- �Le gusta?

Parec�s una modelo.
�Qu� linda que est�s!

Qu� horrible est� esta criatura,
cada d�a m�s igual al padre.

Nora, me voy a tomar una aspirina,
se me parte la cabeza, te juro.

Y a la pasada hago
caf�, �eh? �Qu� d�a!

Justo hoy se le dio a Susana
por hablar de lo nuestro.

- Ay, si Antonio llegar� a enterarse.
- Pobre hermano m�o, ser�a terrible.

- Con lo que yo lo quiero.
- S�, es lo que digo.

Pero trat�ndose de tu mujer,
que no es la discreci�n.

Pero, �qui�n puede ser discreto,
trat�ndose de cuernos?

Ella, trat�ndose de los que
seg�n dicen, te meti� a vos.

�Jam�s me meti� los cuernos!
�Jam�s me meti� los cuernos!

Y qu� padre ejemplar.

Si a Antonio hab�a que romperle
la cabeza, para que no llorara,

se le romp�a.

Si a Jorge hab�a que matarlo
de hambre, se lo mataba.

Una vez lo tuvo
tres d�as sin comer.

Si a Sergio hab�a que encerrarlo
en la piecita del fondo,

se lo encerraba.

No, as� se hac�a.
�l jam�s dudaba.

Y as� salieron, s� se�or,
muy religiosos.

Es horrible. Jorge no me
lo va a perdonar nunca.

S�, te lo va a perdonar. Es un
pobre hombre, sin car�cter.

- Yo no me lo voy a perdonar nunca.
- Ah, eso es otra cosa.

Si te sent�s culpable...

�Qu� haces vos para
no sentir remordimientos?

� Yo? Yo, nada.
Cumplo con mi deber.

Trato de no ser injusta.

Yo que soy la menos
culpable de las tres,

tengo unos remordimientos
espantosos.

Menos culpable, �por qu�?
Sos tan inocente como yo.

Elvira, no quisiera poner
el dedo en la llaga,

pero al fin y al cabo, Sergio y
vos est�n viviendo en esta casa...

que fue de Mam� Cora.
�Y estos son sus muebles!

Hola.

S�, soy la esposa.

�Qu�?

��Qu�?!

Pero, �qu� dice?

Pero se�or, usted
dice cada cosa que...

Y adem�s, �no habla claro!

�Hable claro!

�Bueno, s�quese lo que tiene
en la boca y hable claro!

Rep�tamelo, �quiere?

Pero, �no es un chiste?

Ah, no ser�a la primera...
No ser�a la primera vez.

�No te da verg�enza
en un d�a como este!

Pero, se�or...

�Lo oigo! No, la verdad
es que yo, no me fij�.

Pero, si los propios hijos,
que son la sangre de su sangre,

la carne de su carne,
no se dieron cuenta.

- �De qu� no nos dimos cuenta?
- �De que se equivocaron de muerta!

Ese cad�ver es de una intrusa.

�Hola!

- Ten�a los mismos zapatos.
- Bueno, mire, se�or,

me la manda a buscar
enseguida, �eh?

Que hace mucho rato que estamos
aqu� velando a esa intrusa.

En el cuarto de la nena, justamente.
Y llorando como locos.

�No se juega as� con los
sentimientos de la buena gente!

Hijo de pu...

- �Qu� pas�?
- �Qu� pasa?

�Qu� pas�? �Que se equivocaron
de muerta, est�pidos!

�C�mo? �C�mo que se
equivocaron de muerta?

�C�mo nos equivocamos...?
�Qu� hac�s Emilia ah�?

Mam�. Yo quiero a mi mam�.

Esa mujer es una h�ngara, le dej� una
carta a la polic�a antes de matarse.

Pero, si eran los
zapatos de mam�.

�Por los zapatos se reconoce
a una madre? �Qu� familia!

Y aqu�, todos retorciendo
de dolor como unos idiotas.

- �D�nde est� mi mam�?
- �Yo qu� s�!

- �D�nde?
- Pero hay que ser idiota, �eh?

�Solamente un idiota
se equivoca de muerto!

Pero, �qu� es un muerto?
�Un paquete!

- �Yo no duermo m�s en ese cuarto!
- Vos callate la boca.

No me callo nada.

�Qu� tragedia!
Me acabo de enterar.

Vieja, �para qu� vino? �No le dije
que se quedara en casa?

- �Por qu� Cora hizo eso?
- Mire, Cora...

- Lo que nos faltaba, �la sorda!
- � Y ad�nde est� mi amiga?

Su amiga est� muy bien. Su amiga,
la que est� ah� adentro, es una...

Para qu� le voy a explicar.
�Es sorda!

- �Ad�nde est� mi amiga?
- �Ya le dije que su amiga...!

Y no es su... Mire, la que est�
ah� es una h�ngara que...

- �Ad�nde est� mi amiga?
- �No est�, no sabemos d�nde est�!

Lo que est� ah� es tu...
Bueno, mire, vaya.

- Pero, �ad�nde est� mi amiga?
- �Tiene ganas de llorar un rato?

Vaya y d�se el gusto, se�ora.
Che, �qu� hacemos, ahora?

�Que alguien me saque a esa
h�ngara del cuarto de la nena!

No nos apuremos, la llamada
pudo ser una broma.

�Qu� te pas�? �Qu� te hicieron?
�Qui�n te dej� as�?

�Alguien tiene el tel�fono
del Departamento de Polic�a?

- Yo.
- Tanta l�grima in�til.

Tanto dolor malgastado. Pero
por qu� no se quedar�n en su pa�s,

estos comunistas
muertos de hambre.

�Pobre mam�,
si llegara a ser ella!

�Ni un velorio tranquilo
pudo obtener, la pobre!

- Cuando se nace *marav�s...
- Cuando no se tiene suerte.

Bueno, no llores m�s, quer�s.
�Controlate un poco!

Hola, Antonio Musicardi, habla.
�Qui�n es, Angel? - �Qu� pasa?

- Dame con el Principal, por favor.
- Por favor, no aglomeren, quieren.

- Un poco de respeto.
- Dame con Men�ndez, entonces.

C�mo, �y Fortunato?

Escuchame, necesito una informaci�n,
�no hay ning�n responsable?

Alg�n responsable tiene
que haber, digo yo.

Fue a ver si hay. Circulen, che,
hagan el favor. - No aglomeren.

Pregunt� por Benigno, ese amigo
tuyo que es tan importante.

- Hace 4 meses que est� preso.
- �Benigno?

Hola.

�Benigno? �Qu� tal?
�Cu�ndo te largaron?

Ah, me alegro mucho. Mir�,
querido, nosotros llamamos hoy,

para hacer la denuncia sobre
la desaparici�n de una anciana.

S�. S�, esta tarde. Resulta
que dos horas despu�s,

nos llamaron para decirnos
que estaba en la morgue.

Muerta, s�, claro.
�No llores m�s!

Fuimos a la morgue y reconocimos
el cad�ver, por los zapatos.

Y se tir� abajo
de un tren, imaginate.

No la hag�s tan larga,
abrevi� un poco.

S�, Benigno, ac� tambi�n me
piden que abrevie un poco.

Te la hago corta, despu�s de un
mont�n de l�os, de tr�mites,

de mover influencias, logramos
traerla a la casa de mi hermano.

Despu�s de 4 horas de velarla,
llamaron por tel�fono de ah�,

s�, de ah� llamaron, hablaron
con mi cu�ada y le dijeron...

que el cad�ver que tenemos ac�
no es el de mi madre,

sino el de una h�ngara.

S�, s�, h�ngara.

Y yo qu� s� c�mo vino ac�.
H�ngaros hay. �Eh?

Haceme la gauchada, porque si
resulta ser que estuvimos llorando...

in�tilmente a una extranjera
que ni siquiera conocemos.

�Me entend�s, viejo? Haceme la
gauchada. S�, gracias. Fue a ver.

- Pero, circulen, por favor.
- Ay, no, tiene raz�n.

�No se aglomeren! Vayan para
afuera. Circulen, por favor.

- �A lo mejor no es ella!
- Esto es tener mala suerte, �eh?

Nac� as� y no hay nada que
hacerle, todo me sale mal.

� Vos te quej�s? �Quer�s que
te cuente c�mo es mi vida?

�No, no hace falta, Jorge,
hace un calor de perros!

�Eso! �Mi vida, yo estoy meado
por los perros! - �Guarango!

Hola, �Benigno?

S�, ah...

� Y no habr� nadie que...?

�Est�s seguro?

� Y alguna... que podr�amos...?

Bueno, bueno. Gracias, querido.
Y me alegro mucho de lo tuyo,

es justicia. Chau, Benigno.

- � Y?
- � Y?

No saben nada
de ninguna h�ngara.

�Cu�nta gente baja hay
en el mundo, madre m�a!

Bueno, a seguir con el velorio.
�Aqu� no ha pasado nada!

Marchen para all�.
Dios te salve...

Dios te salve, Mar�a,

...llena eres de gracia,
...llena eres de gracia,

- el Se�or es contigo...
- el Se�or es contigo...

- Aqu� estoy, Mam� Cora.
- �Qu� susto me diste!

Perd�neme el plant�n,
me pegu� una corrida.

- �Qu� est� haciendo?
- Un ramo de flores.

- �De la basura! �Para qu�?
- Y, qu� s� yo para qu�.

Yo, lo �nico que s� es,
que ah� enfrente,

en lo del Sergio,
est�n festejando algo.

Qu� raro esto que me cuenta,
Mam� Cora. Mucha gente.

S�, desde la ma�ana,
vino la Gertrudis, Felipe,

est� la Rosaura, est� Nora,
Antonio, �sab�s qui�n est�?

La Susana y el Jorge, que no se
aguantan con el Sergio y Elvira.

�Y est�n! �Est�n!

Y Mam� Cora, �y c�mo
no la invitaron a usted?

Eso es culpa m�a, mir�,
porque yo no exijo.

Nunca exig�, mir�, al contrario,
siempre le di y le di,

de todo le di. Le di
los muebles, las cacerolas,

hasta la s�bana de mi
casamiento, le di.

Le dio las s�banas
y las agarraron.

Mam� Cora, cuando
se es demasiado buena,

al final, una pasa por est�pida.
No tienen... - � Viste?

Pero, �qu� quer�s?
Antes que nada, soy madre.

- Y una madre, es una madre.
- Y una madre como usted.

Yo la tendr�a en la mesita
de luz, mire, si fuera m�a.

- �C�mo se port� el tesoro?
- �Qu� tesoro?

- El nene.
- Ah, �ten�s un nene, Dominga?

Ay, cu�nto me alegro.

Pero mir� las molestias
que te damos, en un d�a as�.

Pero, por favor, ninguna molestia.
�Cu�nta az�car? - Tres.

- � Y vos, Nora?
- Nada, amargo.

Mir� los sacrificios que hac�s
para mantener la l�nea.

Lo que es yo, te juro...
�Ay, che, qu� calor!

Yo creo que hoy batimos
todos los r�cords.

- �Te cabe alguna duda?
- �Para qu� nacer� una?

Eso.

La puta que te pari�.

�Para qu� nacer� uno?
Tengo unas ganas de llorar, mire.

Pero hacelo,
que eso alivia mucho.

No, no lloro. Para no
impresionar a la nena.

Pero tengo que hacer unos
esfuerzos para no llorar,

que siento que me
estoy herniando.

Y, de sacrificios est�
tapizada la vida de una madre.

As� es, para que despu�s los hijos
se lo paguen a uno con una patada...

- En el culo.
...trasero.

Bueno. M�s valdr�a
criar cuervos, �eh?

Pero, claro, porque esos son
bestias, te sacan los ojos,

pero son bestias, pobrecitos.
No saben. Pero un hijo...

Mir�, si existe el infierno,
debe estar tapizado de hijos.

�Si existe? Pero, Do�a Elisa,
yo no tengo la m�s m�nima duda...

de que no existe...
otra cosa que el infierno.

- Elvirita.
- �Qu� me dice de esta tragedia?

- �Mam� Cora!
- �Cora!

- Hijas m�as...
- �Mam� Cora!

�Pero, �qu� hace ac�?!

Pero, �qui�n est�
muerto, entonces?

All�, no.

- �Qu� hacemos ahora, Nora?
- A tu dormitorio.

S�. Venga conmigo, Mam� Cora.
�Qu� inconsciente esta vieja!

Alguien llora
en el cuarto de Matilde.

- �No!
- Es la televisi�n.

- �Ten�a televisi�n?
- �No!

�Es la televisi�n
de la casa de al lado!

Venga, Mam� Cora.

Matildita, mir� qu� sorpresa.

�Matilde! �Matilde!

- ��Qu� pasa?!
- �Qu� pasa?

Pasa, que el llamado de hoy
era de la comisar�a, nom�s.

Pero, Elvira, no haga
caso a ese llamado,

deja que la pobre Cora,
tenga un velorio tranquilo.

�La que tiene un velorio
tranquilo es la h�ngara, esa!

Mam� Cora est�
en mi dormitorio.

- �Qu�?
- �Mam�! �Mam�!

�Qu� domingo, madre m�a,
qu� domingo!

�Qu� domingo!

- �Mamita!
- �Mam�!

�Vieja, vieja!

Qu� ilusi�n,
toda la familia reunida.

- Vienen a buscarla.
- �Buscarla, a qui�n?

- A la muerta.
- �A �sta?

- S�.
- Ay, por fin. Haceme un favor,

...ocupate vos de eso.
- �No!

S�, s�. O�me, que la saquen
por la ventana, �eh?

Y que los camilleros tambi�n
entren por la ventana.

�No quiero que Mam� Cora,
se entere de nada!

Mir� si la perdemos ahora, despu�s
de la alegr�a de haberla recuperado.

�Ser�a terrible!

�Se�or!

[Silba.]

�Qu� pas�? O� rumores.

�No es Felipe?

�Dios, es un aviso,
no tomo m�s!

- �Madame Cora!
- �Gertrudis!

�Qu� alegr�a!
�Qu� lindas flores!

- Es para usted, Madame Cora.
- �Para m�?

Ay, pero, �qu� pasa hoy?
�Qui�n cumple a�os?

- �D�nde estuvo metida todo el d�a?
- Estuve ah� enfrente,

en lo de la Dominga,
�te acord�s?

Pero, �todo el d�a?

Y s�, porque, el Jorge y la
Susana estaban muy nerviosos,

entonces, para no molestarlos,
quise dejarlos solos por unas horas.

�S�quenlas r�pido! �R�pido!

O�me, �y por qu� gritaba
tanto Matilde cuando me vio?

- �Ni que yo fuera un fantasma!
- No, no.

�Qu� hace toda esta gente aqu�?

Vinimos a buscarla
para ir a un velorio.

- � Y qui�n muri�?
- Una pobre h�ngara.

�Qu� tragedia tan horrible!
�Por qu� se mat� la viejita?

Me imagino c�mo se sentir�, porque
yo tambi�n adoro a los viejitos.

Es una pasi�n
que tengo por los viejos.

Vos sab�s que yo creo
que conoc� a una h�ngara.

- Hace much�simos a�os.
- Debe ser esa misma.

Debe ser. Debe ser. Entonces no
tendr�amos que dejar de ir, �eh?

Qu� corta es la vida.

�Elvira!

Qu� tragedia tan irreparable,
�viste lo que es esto?

Pedile la direcci�n a la se�ora.
Mam� Cora, era amiga de la madre.

D�game, �d�nde queda
el velorio de la viejita?

�Qu� direcci�n
es el velorio de la viejita?

El velorio, �d�nde queda?
�Che, el velorio...!

- � Y d�nde est� la finadita?
- �Qu� finadita?

Si yo me qued� dormida al
lado del caj�n. - �Qu� caj�n?

- �Ay, Dios m�o! �Dios m�o!
- Ac� tiene la direcci�n.

- �La direcci�n de qui�n?
- �La direcci�n de la h�ngara!

Vayan, vayan. Si van rapidito,
si tienen suerte,

se van a distraer un rato y van
a encontrar buenos sitios.

Vaya se�ora, vaya.

Che, qu� drama, qu� tragedia
horrible. Me lo acaba de contar...

la pobre mujer.
La hija de la pobre h�ngara.

- Au revoir, Elvira.
- Au revoir, mi querida.

La esperamos ma�ana para la clase
de franc�s, �eh? - Adi�s, Nora.

No se despidan todos de a uno
porque no terminamos nunca m�s.

Vayan. Vaya, Mam� Cora, vaya.
Y que la pasen bien, �eh?

Y que Dios los bendiga a todos.

Elvira, la nena se me escap�
con Matilde, cuando vuelva...

...decile que vaya a casa.
- Ay, �no me la presta?

�Hasta ma�ana? Sea buena.
Para acompa�ar a Matildita.

Despu�s de esto, la pobre no va a
querer dormir sola en el cuarto.

Bueno, est� bien, quedatela.
Yo le aviso al padre.

Bueno, vayan, vayan.
Ah� est�.

Digo yo, �ser� la misma h�ngara?

Pero Mam� Cora,
�qu� duda cabe!

Che, Nora. Nora. Qu� te
parecer�a, preparar algo,

programar algo,
para el domingo que viene, �eh?

Algo divertido. No la pasamos
tan mal juntas, �verdad?

[Susana se r�e a carcajadas.

- �De qu� te re�s?
- �De vos!

De todos nosotros, me r�o.

Tengo una vaca lechera,

no es una vaca cualquiera.

Me da leche merengada,

ay, qu� vaca tan tarada.

Tol�n, tol�n,

tol�n tol�n.