All language subtitles for The sex perils of Paulette 1965 720p BR x264

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- Paulette, debes decirme qué pasa.

Estás todo magullado. Parece que estás sufriendo.

Me preocupo por ti.

¿Qué ha pasado?

- Por favor, Allen. No me preguntes.

Simplemente no quiero hablar de eso.

¿Bueno, por qué no?

¿Que tratas de esconder?

¿Por qué eres tan reservado?

Por favor no me preguntes.

Simplemente no lo entiendo.

Quiero olvidar todo lo que pasó.

Mira, Allen, ¡qué bonito taxi!

Oh, debe ser divertido.

Sabes, nunca he montado en uno.

Bueno, eso se puede remediar.

¿Puedo ofrecerte un paseo en mi carro?

En otro momento.

Oh, deja de fingir ser gay.

Dime qué te molesta.

Quizás no sea tan malo como crees. Podemos arreglar las cosas.

Caminemos y disfrutemos de las vistas.

Todo parece tan pacífico y silencioso.

No quiero pensar en nada.

Lamentablemente la vida no es así.

Hay que afrontar los problemas que haya, no ocultarlos.

Te sorprendería lo fácil que es

cuando puedas hablarlo.

Quizás tengas razón.

Pero lo único que sé es que quiero olvidar.

No es tan simple.

Si puedes traer lo que sea que te esté molestando.

a la intemperie,

Entonces al menos podrás ver contra qué estás luchando.

¿No lo entiendes?

Nunca pensé que me podría pasar a mí, pero así es.

Nunca he sentido por ninguna chica lo que siento por ti.

Eres tan buena. Muy puro.

Tienes una mirada sobre ti como-

- Oh, detente, Allen.

¡No escucharé ni una palabra más!

No puedes detener lo que siento por ti.

- No puedo dejar que sigas hablando así.

- Siéntate.

Paulette, quiero ayudarte, pero debo saber la verdad.

- Es una historia bastante sórdida, Allen.

- Te amo.

Quiero casarme contigo.

Estar contigo y cuidarte.

Me necesitas, Paulette.

- No lo hagas, Allen. No sigas.

- Paulette, sé que podemos ser felices.

- Es demasiado tarde para eso. Tú lo sabes.

Estoy esperando, Paulette.

Bueno, dicen que la confesión es buena para el alma.

Nací en un pequeño pueblo de Ohio llamado Hillsdale.

No era una gran ciudad, pero era su hogar.

Supongo que como la mayoría de las chicas.

que obtienen su glamour de películas y revistas,

Yo quería ser actriz.

Yo era el director del club dramático en la escuela secundaria,

y todos me decían que tenía un gran talento.

Después de graduarme, puedo convencer a mis padres.

que mi única oportunidad estaba en Nueva York.

No había mucho dinero

pero mi madre me dio todos los ahorros que tenía.

Pensamos que esto me mantendría durante unos dos meses.

Después de eso, por supuesto, seguiría mi camino.

Y así llegué a la gran ciudad.

Recuerdo lo emocionado que estaba, lo confiado que estaba

que un futuro brillante y color de rosa estaba a mi alcance.

Mientras miraba a mi alrededor los altos edificios

y el impresionante horizonte,

Quería gritar: "¡Oh, cuidado con el mundo!

¡Aquí vengo, no puedes detenerme!"

Algún día, sería una parte importante de esta gran ciudad.

Algún día sería una gran actriz.

Mi nombre y luces en el teatro marqués,

gente aplaudiendo, rodeada de hombres guapos

y mujeres hermosas, que viven en el regazo del lujo.

Tuve que encontrar un lugar para vivir,

pero primero quería mirar a mi alrededor

para familiarizarme con lo que iba a ser parte de mí.

esta era la ciudad

eso me iba a dar todo lo que siempre quise.

Esta era la ciudad que haría realidad mis sueños.

Aquí encontraría vida.

Aquí encontraría el amor.

Aquí me encontraría.

Tenía que ser así, no podía fallar.

Estaba en el mismo aire que respiré.

Sé que suena extraño,

pero sentí como si los mismos edificios me estuvieran dando la bienvenida,

como si la gente que pasaba me pidiera que me quedara.

Sentí que pertenecía.

Me buscaban.

Si tan solo todo hubiera podido seguir así.

De repente me di cuenta de que ya era tarde.

y tuve que encontrar un lugar para vivir.

Ya era casi de noche y me estaba desesperando.

Había pasado demasiado tiempo disfrutando de la inmensidad de Nueva York.

Mi primera lección en la gran ciudad, no pospongas las cosas.

Necesidades, primero.

Lo que haya para disfrutar, después.

Estaba cansado, pero no podía descansar.

Debo encontrar un lugar.

Sólo tenía otra dirección.

Quizás aquí tendría más suerte.

¿Recuerdas, Allen, cuando entré al ascensor?

¿Saliste y accidentalmente chocaste conmigo?

Y me miró.

Sentí: "Oh, me gustaría saberlo".

Una voz de mujer dijo:

"¡La puerta está abierta! ¡Entra!"

Una chica alta y atractiva

vestida sólo con ropa interior y sombrero, me saludó.

Y así fue como conocí a Tracy.

con un corazón de oro y un cuerpo tan atractivo

que los hombres no la dejarían en paz.

Le dije a Tracy que estaba respondiendo su anuncio.

para que una chica comparta su apartamento,

pero que probablemente me saldría demasiado caro.

Tracy me pidió que me sentara y empezamos a hablar.

Le conté a Tracy sobre Hillsdale.

y mi determinación de ser una gran actriz.

Le conté sobre mis padres y sus sacrificios.

para que pudiera tener mi oportunidad

y que no dejaría que nada se interpusiera en mi camino.

Tenía que hacerlo bien.

Me lo debía a mí mismo y a la gente que creyó en mí.

Me alegré de la taza de café que me ofreció Tracy.

Había sido un día largo y estaba cansado.

Tracy parecía estar muy interesada.

Como una cuestión de hecho,

Ella dijo que tal vez podría ayudarme.

Tenía un amigo cercano, Sam Biller,

que era agente teatral, tuvo mucha influencia

y conocía a todas las personas adecuadas.

Estaba segura de que Sam Biller se alegraría de verme.

y háblame de mi carrera.

Ella lo llamaría y concertaría una reunión.

Le agradecí mucho y le dije que sería maravilloso.

si pudiera hablar con él pronto.

Estaba todo emocionado. Parecía demasiado bueno para ser verdad.

Aquí estuve en Nueva York sólo un día,

y ya había hecho mi primer contacto.

Tracy dijo que era modelo.

Y aunque ganaba un buen salario,

no era suficiente para pagar los lujos que debía tener.

Y por eso a veces tenía que trabajar por las tardes.

Luego hablamos de mudarme al apartamento.

Le dije a Tracy que mi dinero era muy limitado.

y que tenía que tener cuidado.

Ella dijo que no se preocupara.

Todo lo que quería eran 70 dólares al mes.

Ella sonrió, una sonrisa irónica.

Y supongo que debería haberme dado cuenta

lo que ella estaba tratando de decirme.

Después de las horribles habitaciones que había visto,

Los $70 no parecían ser demasiado.

Además, muy pronto estaría trabajando.

Estaba seguro de esto.

Mientras le entregaba a Tracy los $70 del alquiler del primer mes,

ella se inclinó, contó otros $70 y dijo

que bien podría darle dos meses de alquiler

para no tener que preocuparme por un tiempo.

De hecho, habló como si me estuviera haciendo un favor.

Sólo me quedaban unos pocos dólares.

No había previsto dos meses de alquiler por adelantado.

Luego, Tracy se ofreció a mostrarme el apartamento.

No tuvo reparos en caminar en ropa interior.

Al principio me sentí avergonzado,

pero ahora lo encontré divertido.

Entonces Tracy fue al teléfono.

Dijo que iba a llamar a Sam Biller.

Éste era realmente un apartamento encantador.

Me preguntaba por qué Tracy sólo quería de mí 70 dólares al mes.

Seguramente podría haber pedido más.

Quizás este fue mi día de suerte.

Tracy volvió del teléfono.

Ella me dio la dirección de una fiesta.

que Sam iba a estar esa noche

y dijo que me había sugerido que me encontrara con él allí.

Ella dijo que uno de sus amigos productores

iba a estar en la fiesta.

Y si le agrado, bueno, ¿quién podría saberlo?

Estaba nerviosa y supongo que Tracy podía sentirlo.

Porque ella me dijo que no debía parecer tan asustado,

que era importante que fuera amigable y gay

para que la gente disfrute de estar conmigo.

Luego se fue para ir a trabajar como modelo.

Decidí que Tracy tenía razón.

Yo iría a la fiesta.

Me vería más bonita.

Desempaqué mi bolso.

A las nueve de la noche,

Toqué el timbre de la dirección que Tracy me había dado.

Sam Biller abrió la puerta.

Parecía bastante agradable.

Intentó presentarme a algunos de los demás en la fiesta,

pero nadie nos prestó mucha atención.

Todos parecían estar muy absortos el uno en el otro.

Me quité el abrigo y luego me senté.

Miré a mi alrededor.

Debo confesar que me sorprendió lo que vi.

Noté a una chica muy tímida.

cuyo nombre supe más tarde era Susan

que parecía sentir lo mismo que yo.

Parecía sorprendida e incómoda.

Me preguntaba cuál de estos hombres

Era el productor del que Tracy había hablado.

y como asistir a una fiesta de este tipo

Podría ayudarme a iniciarme como actriz.

Sam estaba con otra chica y no me prestó atención.

Todos bebían y hacían el amor.

Es decir, todos, excepto Susan y yo.

Nunca antes había visto algo así.

Y a pesar de que estaba horrorizado,

Descubrí que yo también estaba fascinado.

Susan estaba teniendo problemas para mantener a los hombres alejados de ella.

Entonces la vi tomando un trago.

Pronto ella estaba actuando.

Tan salvaje como los demás en la fiesta.

Pobre Susana.

Vi a una de las chicas haciendo un acto de striptease.

Supongo que ella era bastante buena.

pero sólo tenía un pensamiento en mente.

Tuve que alejarme.

Sam trató de ser amigable, pero yo no quería tener nada que ver con él.

Cuando Sam intentó besarme, supe que no podía soportarlo más.

Logré alejarlo de mí.

Coge mi abrigo.

Y vete.

Cuando regresé al apartamento, encontré a Tracy dormida.

La desperté y le exigí

que me devolvió el dinero que le había dado.

No podía quedarme y ser parte de algo tan feo.

tan degradante que realmente me enfermó.

Ella dijo que no podía devolver el dinero.

Ella ya lo había gastado

y si no quería quedarme, bueno, podía irme.

Intenté razonar con ella, pero fue inútil.

Ella me dijo que no la molestara. Ella estaba cansada.

Le dije que ella se había llevado todo mi dinero,

y no pude buscar otro lugar.

No pude volver a casa. ¿Qué debía hacer?

Le supliqué, pero ella simplemente no quiso escucharme.

Intenté hacerle entender

cuanto me estaba lastimando, que dificil habia sido

para conseguir el dinero para venir a Nueva York

y lo importante que era para mí tener mi oportunidad.

Ella simplemente se rió y repitió que estaba cansada.

¿Y por qué no la dejé en paz?

Me di cuenta de lo inútil que era intentar hablar con ella.

Quizás por la mañana podría hacerla entrar en razones.

Mientras tanto, tendría que planear salir por mi cuenta.

y tratar de conseguir un trabajo.

Tracy siguió hablando mientras me bañaba.

No sabía lo que ella dijo.

No estaba escuchando.

Todo lo que sabía era que tenía que alejarme de ella.

La escuché decir algo

acerca de ser tan bueno como yo.

Y si no me gustara aquí, podría irme.

A la mañana siguiente, en el desayuno,

Intenté nuevamente que Tracy me devolviera el dinero.

Ella seguía diciendo que no lo tenía.

Ella lo había gastado y yo no podía hacer nada al respecto.

Ella parecía estar muy divertida.

repetía: "Bueno, cariño, la puerta está abierta".

Le sugerí que me diera parte del dinero.

Le había dado lo suficiente para el alquiler de una habitación por una semana.

Ella insistió en que no lo tenía.

y que podría ganar dinero de otras maneras.

Ella dijo que nunca alcanzaría el nivel de actriz.

y que cuanto antes me di cuenta de esto

mejor estaría.

Dijo que había formas más fáciles de ganar dinero,

y ella estaría encantada de ayudarme si así lo quisiera.

Me dije a mí mismo: "Se lo mostraré".

¡Me moriré de hambre antes de hundirme a su nivel!"

¡Y realmente lo dije en serio!

Entonces, Tracy siguió hablando, diciéndome lo tonto que había sido.

que si la escuchara,

Vaya, no tendría que preocuparme por nada.

Dijo que Nueva York estaba llena de aspirantes a actrices.

tratando de empezar

y que tuve suerte de haberla conocido

antes de que me cansara de pasar de un agente a otro.

Ella me dijo que me presentaría.

a una amiga suya esa tarde

que era bastante rico y muy generoso.

Mientras ella seguía hablando,

Me volví más decidido a encontrar un trabajo.

y conseguir suficiente dinero para poder dejarla.

Esa fue la mañana que te encontré en el pasillo, Allen.

Parecías bastante sorprendido de verme.

saliendo del apartamento de Tracy.

¿Te acuerdas?

Entonces me hablaste.

Y por un minuto fui feliz.

El día siguiente era domingo.

y me pediste que pasara la tarde contigo.

Tenía los nombres y números de teléfono de algunos agentes.

y comencé a llamarlos.

Les conté mi experiencia,

lo talentoso que mis amigos pensaban que era

y que había venido a Nueva York en busca de mi gran oportunidad.

No parecían estar muy interesados.

Y sus respuestas fueron todas iguales.

Fueron agradables, pero no muy alentadores.

Uno de los agentes, sin embargo, dijo que existía la posibilidad

que él podría hacer algo por mí

y venir a su oficina.

Fui.

El distrito de los teatros era emocionante.

Pensé: "Aquí es donde se hacen las estrellas".

Quizás algún día, mi nombre

Estaría en uno de estos mismos marqués.

Finalmente llegué a la oficina de Ted Elvin.

el agente que debía ver.

Su secretaria me pidió que esperara.

Le diría al señor Elvin que yo estaba allí.

Estaba nervioso e impaciente.

Entonces la joven regresó

y me dijo que el señor Elvin estaba en conferencia

y volver a llamarlo en otro momento.

Fui a varios otros agentes,

pero la respuesta fue siempre la misma.

Hoy no hay casting.

Pruébenos nuevamente.

Lo admito, me desanimé.

Cuando regresé al apartamento,

Me sorprendió lo que encontré.

Tenía que alejarme de aquí.

¿Pero cómo? ¿Qué iba a hacer?

Estaba realmente disgustado.

Tracy estaba en la cama con un hombre.

No podía ver su cara y no quería hacerlo.

Al día siguiente, Allen,

Tú y yo pasamos la tarde juntos como habíamos planeado.

Quería ir al parque.

No lo sabías, pero me sentí sucia.

Pensé que la única manera de limpiarme

estaba respirando el aire fresco,

rodeándome de la belleza y serenidad de la naturaleza.

Fue un día maravilloso, Allen.

Nunca lo olvidaré.

Hablando contigo mientras nos sentábamos en las rocas,

Podía sentir lo decente y lo bueno que eras.

Creo que fue entonces cuando me enamoré de ti.

Era tarde,

y yo estaba tratando de ponerme al día con mi escritura de cartas.

Conocerte y amarte

Me hizo sentir igual de comprensivo hacia Tracy.

Probablemente no pudo evitar ser como era.

y ciertamente no debería juzgarla.

El timbre sonó.

Era Sam Biller.

Me saludó.

Y también lo saludé amistosamente.

Tracy le pidió que se sentara y tomara un café.

Parecía perfectamente como en casa aquí,

y me pregunté con qué frecuencia había visitado este apartamento.

Sam fue muy agradable.

Hablamos del tiempo y de otros asuntos sin importancia.

Sam no dijo nada sobre mi salida de la fiesta.

y eso estuvo bastante bien para mí.

Luego mencionó el gran asunto en el que estaba involucrado.

De repente, tanto Sam como Tracy parecieron no darse cuenta de mi presencia.

Me avergoncé de ellos.

¿Qué clase de personas eran?

Intenté continuar escribiendo cartas,

pero fue imposible.

Intenté ignorar lo que estaba pasando, pero no pude.

Y salí de la casa.

Cuando regresé esa noche,

Sam todavía estaba en el apartamento.

Cuando pasé junto a él, me agarró.

y me empujó hacia el sofá.

No era más que una bestia asquerosa y se lo dije.

Él simplemente se rió.

Tuve que encontrar un trabajo.

Tenía el nombre de un agente que se suponía que iba a hacer el casting.

y fue a su oficina.

Me dijeron que esperara en la sala de interrogatorios y así lo hice.

Debí haber esperado más de una hora,

pero nadie apareció.

comencé a pensar

que tal vez debería haberme quedado en Hillsdale.

Toda la confianza que tuve cuando vine a Nueva York.

Me estaba dejando rápidamente.

¿Qué iba a hacer?

¿Qué iba a ser de mí?

No quería volver a casa derrotado, fracasado.

¿Qué podría decirles a todos mis amigos?

¿A todas las personas que tenían tanta fe en mí?

De repente me di cuenta de lo inútil que era todo.

Y me fui.

Decidí olvidarme de un trabajo de actuación.

y traté de encontrar otro tipo de trabajo,

cualquier cosa que pueda ayudarme a sacarme

de esta atmósfera sórdida en la que ahora vivía.

Finalmente, respondo al anuncio de búsqueda de empleo en el periódico.

y consiguió un trabajo como camarera.

Esa noche le escribí a mi familia,

y les dije que estaba trabajando,

pero no les dije lo que estaba haciendo.

La puerta se abrió y entró Tracy.

Estaba muy borracha y apenas podía caminar.

Estaba hablando, pero no tenía ningún sentido.

Ella fue a la cocina,

y seguí escribiendo.

Luego salió con una botella.

Ella quería que tomara una copa con ella, pero no lo hice.

Le dije lo tonta que era, cómo se estaba lastimando.

Y traté de quitarle la botella.

Ella simplemente se rió y dijo que yo era un mojigato.

¿Y dónde pensé que me llevaría?

Sentí pena por ella.

Seguramente había algo que podía hacer.

Le pregunté por qué vivía como lo hacía.

Le dije que quería ayudarla.

Quería ser su amiga.

¿No se dio cuenta de que este tipo de vida

¿Solo conduciría a su destrucción final?

¿Por qué no podía conseguir un trabajo decente y vivir normalmente?

Pero ella siguió riendo y bebiendo.

Nuevamente intenté quitarle la botella.

Supongo que sabía que era realmente inútil hablar con ella.

Probablemente no había escuchado una palabra de lo que dije.

El teléfono sonó,

y ella entró tambaleándose en el dormitorio para contestar.

No sabía quién estaba al otro lado del teléfono.

Sin duda, uno de sus hombres.

Pero fuera quien fuera, Tracy parecía encontrarlo divertido.

Ella habló durante bastante tiempo.

Estaba diciendo algo sobre dinero.

Entonces la oí pedir una cita. Ella colgó.

Tracy estaba dormida.

Supongo que el licor estaba teniendo su efecto en ella.

Y estaba leyendo.

El timbre sonó.

Y cuando supe que eras tú, Allen, me emocioné mucho.

Dijiste que solo tenías ganas de verme.

y entonces simplemente toqué el timbre.

Me alegré.

Tenía un trabajo.

Estabas aquí conmigo.

Quizás las cosas estaban mejorando para mí.

Quizás mi suerte estaba cambiando.

¿Quién podría decirlo?

Cuando bailábamos, cuando estaba en tus brazos,

Pensé que nada podía hacerme daño.

Probablemente fue la velada más feliz que jamás haya pasado.

Cuando estaba contigo, podía olvidar todos mis problemas.

Sentí que estaba a salvo.

Estaba seguro.

Estuve contigo, Allen.

A la mañana siguiente fui a trabajar.

Ser mesera no fue fácil para mí,

Especialmente porque nunca antes había hecho algo así.

Cuando terminó la mañana, supe que estaba en problemas.

Servir el desayuno fue difícil,

pero el almuerzo fue demasiado para mí.

El lugar estaba muy lleno de gente.

Parecía que no podía hacer bien las órdenes.

El golpe final fue el café.

que accidentalmente derramé sobre un cliente.

No culpé a mi jefe cuando me dijo que me habían echado.

Ni siquiera me pagó por el día.

Dijo que cualquier cosa que ganara

Tendría que ir hacia la factura de limpieza.

que tuvo que pagar por mi torpeza.

Ni siquiera había aguantado el día.

Y lo había intentado con todas mis fuerzas.

¡Dinero!

¿Qué debía hacer?

¿A dónde podría ir?

¿Qué iba a ser de mí?

Pobre perrito.

Estaba temblando y parecía tan triste, perdido como yo.

De repente, simplemente no me importó.

Nada importó.

Todos los maravillosos planes que había tenido para mí

ya no existía.

Lo intenté y fracasé.

No pude volver a casa.

No podía enfrentar a mi familia y mis amigos.

Intenté pensar, pero sabía lo que tenía que hacer.

No había nada más para mí.

Recordé el día que había llegado a Nueva York.

lleno de fe y esperanza en el futuro.

Y ahora no había nada.

Quería llorar, llorar por lo que pudo haber sido,

por lo que debería haber sido,

pero las lágrimas no fueron la respuesta.

Debo aprender a ser duro,

tomar lo que quería sin importar cómo.

Tracy debe habérselo contado a Sam.

A pesar de lo que estaba haciendo,

Todavía me resultaba difícil aceptar la situación.

¿Qué derecho tenía yo a mirar a Tracy?

y sus amigas con desprecio?

Yo no era diferente a ella.

Sam estaba en el apartamento muy a menudo.

Bueno, supongo que me encontró agradable.

¿Qué debía hacer?

Me sentí completamente miserable.

Nada hizo ninguna diferencia.

Un día era como otro.

¿Y dónde terminaría todo?

Sí, Allen, así ha sido durante muchos meses.

Querías la verdad y te la doy.

Tracy y yo.

Parecía haber un flujo de hombres yendo y viniendo.

A veces, Tracy me pedía que saliera del apartamento.

ella estaba esperando a alguien

que no quería ser visto, supongo.

Siempre me alegraba tener una excusa para escaparme.

Jim era un sádico.

No pude controlarme y lo golpeé.

Puedes ver lo que pasó después.

No podía creer que esto era a lo que había llegado,

pero lo hice, y yo tenía tanta culpa como Jim.

Cuando me llamaste, estaba saliendo.

Tenía que alejarme de este lugar.

¿Por qué insististe en conocerme?

No quería que me vieras así.

No quería que supieras la verdad sobre mí.

Exigiste saber por qué no te vería.

Dijiste que a menos que te conociera y te explicara,

vendrías al apartamento.

No podía dejarte hacer eso.

Ahora sabes la verdad, Allen.

No pierdas tu tiempo conmigo.

Soy lo que llamas una chica mala.

No hables así.

Para mí, eres todo lo bueno.

Nos casaremos. Nos olvidaremos del pasado.

No es tan simple.

Paulette, ¿no me amas?

- ¿Te amo? Si supieras cuánto.

Entonces nada más importa.

Si importa. No puedo dejar que arruines tu vida.

No pienses en lo que ha pasado.

Piense en nuestro futuro.

- ¿No lo ves? - Eso es lo que estoy pensando.

No te vayas. Por favor, Paulette.

Yo debo. Adiós Allen.

- Si me dejas ahora, terminamos.

- Se trata de lo mejor.

Eso podría pasarte alguna vez, Allen.