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MONTPELLIER
NAVIDAD DE 1976

Todos los entierros son iguales.

Sin embargo, �ste es especial.

No hay ni un solo hombre.
S�lo mujeres.

Nada m�s que mujeres.

Creo que a Bertrand le habr�a gustado
el espect�culo de su propio entierro.

El momento de la verdad.

Est� en una buena posici�n para mirar
lo que m�s le gustaba de nosotras.

Recuerdo una frase de Bertrand.

"Las piernas de las mujeres son compases
que recorren el globo terrestre...

...otorg�ndole equilibrio y armon�a."

Aqu� tiene su ropa.

Sra. Carmen, tiene algo en el pelo.

6720 RD 34.

Podr�amos encontrar al due�o,
pero no podr�amos darle su nombre.

Esto es un fastidio. Se trata
de alguien a quien llev� en mi coche.

Y se olvid� algo.

Una c�mara de fotos.

Se la dej� en el asiento.
Quiero devolv�rsela.

- �Y no sabe c�mo se llama?
- S�lo su matr�cula.

Lo siento, est� prohibido.

Si hubiera da�ado su coche...

...el seguro podr�a localizarla.

Cuando volv�, la aleta derecha
estaba totalmente destrozada.

�No dej� una nota
la persona que choc� con usted?

No, pero vi c�mo se marchaba
el coche y anot� la matr�cula.

- D�mela. La anotar�, Sr. Morane.
- 6720 RD 34.

Sr. Morane, lo llamar�
en cuanto encontremos al due�o.

- Tambi�n puede llamarme a mi oficina.
- Muy bien. Lo llamar�.

- Tenemos que encontrar a esa mujer.
- �C�mo sabe que era una mujer?

�Que c�mo lo s�?

Intuici�n.

�Bertrand, tel�fono!

Es el del seguro.

�Encontraron a la due�a?

No es tan f�cil. Era un coche alquilado.

Como no hay una denuncia,
tendr�a que demandar a Midi Car.

Pues habr� que demandarlos.

Fue un coche alquilado en Midi Car
el que me destroz� la aleta.

Si pido el nombre del conductor,
no me parece nada ilegal.

No podemos ense�arle nuestros archivos.

Pero si su seguro
presenta una demanda...

...y nos env�a la factura
de la reparaci�n...

...no habr� ning�n problema.

No habr� problema, no habr� problema...
Cr�ame se�orita...

No se trata s�lo de que me indemnicen.

El coche estaba parado.
Yo ni siquiera estaba.

Un conductor choca con �l, destroza
mi guardabarros y se aleja.

Quiero encontrarlo
y decirle lo que pienso.

Lo entiendo perfectamente,
pero no puedo cambiar las normas.

Estoy decepcionado,
pero no me dar� por vencido.

Adi�s, se�oritas.

�Se�or!

He visto su coche
y creo que tiene toda la raz�n.

Aqu� tiene el nombre
de la persona que alquil� el coche.

Srta. Desdoits,
Avenida Paul Riquet, B�ziers.

Gracias. Es muy amable.

Si tiene alg�n problema, venga a verme.

Mi coche est� destrozado.

Quer�a decirle a la Srta. Desdoits
si le parece normal comportarse as�.

Cu�nto me extra�a. Mi hija volver�
para el almuerzo. �Quiere que la llame?

No. Llamo desde Montpellier.

Voy a ir a B�ziers para hablar
con ella personalmente.

- Diga.
- �Podr�a hablar con la Srta. Desdoits?

Voy a llamar a mi hija.

Martine.

Es el hombre que llam� antes.

�Diga? �Qu� es eso
de un coche destrozado?

No se preocupe.
A mi coche no le pasa nada.

Necesitaba un pretexto para encontrarla.
�sa es la verdad. No hubo un accidente.

Desde que la vi en Montpellier,
no dejo de pensar en usted.

Deber�a haberle hablado entonces...

...pero me pareci� tan atractiva...

...que me habr�a quedado sin habla.

Me ha costado encontrarla, pero no lo
lamento. Habr�a recorrido toda Francia.

He venido desde lejos para verla.
No me niegue esta cita.

- Necesito verla.
- Creo que me est� haciendo una broma.

Francamente...

...�le parece que estoy bromeando?

No, tiene raz�n.

Pero �de d�nde sac�
mi nombre y mi direcci�n?

De Midi Car.

Ya veo. �D�nde est� usted ahora?

A cinco minutos de su casa,
cerca del caf� Monte Carlo.

- D�game que va a venir.
- S�, ahora voy.

Disculpe. �Es el due�o del coche
que no tuvo un accidente?

S�. Si�ntese.

Una limonada.

Buena idea. Para m� tambi�n.

Era m�s locuaz por tel�fono.

�Le sorprende que haya venido
a una cita tan extra�a?

No s� si ser� sincero...

...pero ahora que me tiene delante,
�no est� decepcionado?

En absoluto.

Pero hoy la veo diferente.

Quiz� sea el pelo.

�No llevaba un pa�uelo?

�Qu� le gust� de m�
para tomarse toda esta molestia?

Es dif�cil de explicar.

Usted estaba en la lavander�a...

...y la vi salir.

Llevaba un vestido de seda
verde claro...

...con un escote redondo
y flecos en las mangas y en la falda.

El movimiento del vestido
mientras andaba era muy bonito.

Cuando cruz� la calle,
pens� que iba a conquistar la ciudad.

En realidad buscaba mi vestido, no a m�.

Fue el todo.

No quisiera prolongar un malentendido...

...que podr�a incomodarnos a los dos.

Mire esta foto.
�sta soy yo y �sta es mi prima Marianne.

Fue a ella a quien vio en Montpellier.

Tiene un cuerpo extraordinario.

Por desgracia, s�lo estaba de paso.

Vive con un canadiense cerca de Montreal
y ahora mismo est� en el avi�n.

Lo siento.

Si quiere, puedo darle su direcci�n.
No volver� hasta dentro de dos a�os.

Conozco Montreal.

Estuve all� hace unos a�os.

Siento haberla molestado.

Voy a regresar a Montpellier.

Si tiene alg�n problema, venga a verme.

Est� ah� fuera.

Hola. �Me reconoce?

- �Encontr� a la persona de B�ziers?
- S�. Quer�a darle las gracias.

S�, de veras. No ten�a por qu� hacerlo.

�Puedo invitarla a cenar?

- No tiene por qu� devolverme el favor.
- No es por eso.

Ser� un placer. Quiero conocerla.

En ese caso, s�. �Qu� noche?

- �Por qu� no esta noche?
- �Esta noche? �Ahora?

No conozco esta isla. �Existe de verdad?

S�. Es una isla min�scula...

...en la que se instalaron
unas mujeres...

...para vivir solas, sin ning�n hombre.

�S�lo hay mujeres?

�Nada m�s que mujeres?

�Cu�ntas?

No lo s�. Le� un art�culo.

Habr� unas cien.

Pens� en ir,
pero habr�a sido una locura.

Me encantan los hombres.

�Por eso has aceptado cenar conmigo?

No lo s�.

Cuesta negarte las cosas.

Tienes una forma especial de pedirlas.

Es como si tu vida dependiera de ello.

Pero quiz� s�lo sea una artima�a.

El donju�n que no tiene pinta de serlo,
un donju�n con aire inquieto.

No soy ning�n donju�n.

Me horrorizan los donjuanes.
Me parecen lamentables.

A m� tampoco me gustan...

...pero el caso es
que estamos aqu� los dos.

- Qu� bonito.
- Hago juguetes en mis ratos libres.

No est�n mal. Podr�as venderlos.

Mira.

Este tipo de gafas te quedar�a mejor.

Las que llevas
son demasiado grandes para tu cara.

�Qu� tal estoy?

Tienes raz�n.

No est�n nada mal.

�Tienes que irte?
Puedes pasar la noche aqu�.

No. Tengo que irme.

- Pareces triste. �Lo est�s?
- No, no estoy triste.

Es que ma�ana tengo que madrugar.

Aqu� tienes mi n�mero de tel�fono.

Puedes llamarme si quieres.

Sin compromiso. Somos libres, �no?

S�, somos libres.

Bertrand, soy yo otra vez, Isabelle.

Escrib� a m�quina
para que no rompieras mi carta...

...al reconocer mi letra.

No entiendo este silencio de un mes.

Si no quer�as volver a verme,
haberlo dicho. No volver� a molestarte.

Ll�mame si gustas.
Si no, adi�s.

Servicio despertador. Son las siete.

Gracias. No cuelgues.

- Eres t�. Qu� alivio.
- �Por qu�?

- Reconocer�a tu voz entre mil.
- S�lo somos 27.

S�lo quiero que me despiertes t�.

No sabes lo que me hicieron
la �ltima vez. Me despert� otra.

Cu�nto lo siento.

Si vuelve a ocurrir,
debo localizarte. �C�mo te llamas?

- No puedo dec�rselo. Tengo que colgar.
- Por favor, s�lo un minuto m�s.

- Te llamar� Aurora.
- �Por qu� Aurora?

Porque me despiertas al alba.

Hola.

Vuelven los estilos de antes.

S�, es como antes.

A m� me parece m�s bonito.

Por mucho que digan,
la mujer siempre ser� la mujer.

�Se acuerda de cuando aparecieron
las minifaldas hace unos a�os?

Los hombres se volv�an locos,
pero yo estaba preocupado.

Pens�, "Ya no podr�n acortarse m�s,
as� que a la fuerza se alargar�n".

Es justo lo que ha pasado.
Pero es m�s bonito, �no?

- No soy la �nica que lo piensa.
- Viene de Par�s. �Tendr� �xito aqu�?

Vuelva y lo mantendr� al tanto.

Ya est� todo listo. Pase al probador.

Ahora mismo voy.

- �Se ha fijado en sus pechos?
- No.

Espl�ndidos. Antes no lo eran,
pero fue a una cl�nica de Jap�n--

Tengo que irme. Adi�s.

Han llegado los camisones a la antigua.

- D�gaselo a su amiga, si la ve.
- Ya no nos vemos.

Uno se pregunta si a algunas mujeres
les interesa el amor.

Otras lo llevan escrito en el rostro.

Alg�n d�a pasar� algo
entre esa mujer y yo.

No tengo ninguna prisa.

- Date prisa, Philippe.
- Era lo que hab�an previsto.

- Esperaremos el informe.
- Tenemos que hablar con Morane.

P�dele que venga a tomar algo.

Es todo lo que podemos hacer
hasta que recibamos una respuesta.

- �D�nde est� Morane?
- Philippe ha ido a buscarlo.

Voy a volver a llamar a Toulouse
y ya veremos qu� pasa.

- �Qu� le ocurre a Morane?
- No viene. Lo sab�a.

Nunca se lo ve en compa��a
de hombres despu�s de las seis.

Pidi� que lo despertaran a las ocho.
Arriba, perezoso.

Aurora, por fin has vuelto.

�D�nde estabas ayer por la ma�ana?

Durmiendo en mi cama.

- En tu cama. Sola, espero.
- Eso no es asunto suyo.

Est�s siendo cruel. Y no sabes lo peor.

Ayer me despert� la voz de un hombre.

S�, ahora contratan a hombres.
Es mixto.

Se ha vuelto mixto.

�se es un t�rmino extra�o.

Pero que te despierte
un hombre es insoportable.

Casi doy de baja mi suscripci�n.

Me encanta tu risa.

Aurora, tenemos que conocernos.
Dime un d�a.

Ni hablar. Se decepcionar�a.

Pero �por qu�?

Soy patituerta y jorobada
y tengo un ojo m�s peque�o que el otro.

�Qu� astuta eres!

Cuando por fin accedes a conocerme,
me dices lo fea que eres...

...para que me lleve una grata sorpresa.

Se equivoca. No es eso. Nunca me ver�.

Soy su Aurora de las siete, nada m�s.

�Qu� ha pasado? �La brigada moral
la oblig� a quitar la lencer�a negra?

En absoluto. Se me acab�.
Se han vendido como rosquillas.

- Bueno, me voy.
- Qu�dese un momento.

- �H�l�ne?
- Eres t�. Un momento.

Todo est� listo, se�ora. Pase.

Disculpe.

No est�s libre esta noche.

No pasa nada.
Cenar� sola y me ir� al cine.

Te llamar� ma�ana.

- Siento llamarte tan tarde.
- Adi�s.

Perdone.
No estaba escuchando, pero la o�.

En lugar de cenar sola,
�por qu� no cenamos juntos?

Luego, si quiere, podemos ir al cine.

�Por qu� no?

- �Entonces es un s�?
- Me encantar�a.

- Pase a buscarme cuando cierre.
- De acuerdo.

Yo tambi�n era muy t�mido de ni�o.

�T�? Es como decir que yo soy virgen.

- He dicho cuando era ni�o.
- No me lo creo.

Es cierto. Se me hinchaban las venas
y la cara se me pon�a verde.

- �Qu� hacemos ahora?
- Podr�amos ir a mi casa, por ejemplo.

Es ah�.

Tengo que decirte algo.

No quiero coquetear contigo
ni hacerme la inocente.

Me gustas mucho.

Espero que seamos amigos
pese a lo que voy a decir.

Claro, dime.

Conozco bien a los hombres.
Al menos, �sa es mi impresi�n.

Y s� qu� ocurrir�a si fuera a tu casa.

S� qu� esperas de m�
y que yo no ceder�a.

Te decepcionar�as y te enfadar�as.

D�jame explic�rtelo, Bertrand.
Tengo 41 a�os.

Soy sentimental, pero s�lo me atraen
los chicos m�s j�venes que yo.

Me gustan jovencitos.

No los escojo a la salida del colegio,
pero ni me fijo en los de m�s de 30.

El tiempo hace estragos en nosotros.

No se nos estropea el rostro
como a los boxeadores, pero casi.

Le pasa a todo el mundo. Me cuesta
aceptar la degradaci�n de la vida.

O m�s bien no puedo aceptar
que el amor se adapte a ello.

�Te parece absurdo?

Seguro que te atraen...

...las j�venes con la piel tersa...

...que no tienen esto ni esto.

�No es cierto?

Lo que dices tiene su l�gica.

Sin embargo, cuando era joven,
me atra�an los hombres mayores.

Es una l�stima
que no nos conoci�ramos entonces.

S� y no.

Te habr�a encontrado demasiado joven.

- �No est�s enfadado conmigo?
- En absoluto.

Ha sido un gran placer
pasar la velada contigo.

Te llevo a casa.

�Dios m�o! �Qu� pinta llevo esta noche!

No es cierto.

Yo te encuentro guap�sima.

- �En serio? �Me encuentras guapa?
- Desde hace tiempo.

�Puedo besarte?

No, un beso de verdad.

Adi�s.

As� que la vendedora de corpi�os, s�lo
hace el amor con chicos de tez suave.

No es mi primer fracaso,
pero s� el m�s inesperado.

Sab�a que me ocurrir�a
alg�n d�a con una chica joven.

�Pero que me rechace una de mi edad!

Por eso voy a intentar
escribir un libro.

Adem�s, con tantas fotos
que acumul�, tengo miedo de olvidar.

Ya olvid� muchos nombres...

...aunque recuerdo los hechos
relacionados con sus rostros.

Durante a�os guard� todas mis agendas,
pero las tir� cuando me march� de Par�s.

Voy a intentar recordarlas
a todas, desde mi primera mujer...

...la que nunca se olvida.

Como casi todos los hombres
de mi edad...

...tuve mi primera
experiencia en un burdel.

Esper� un buen rato
en una calle concurrida...

...y escog� a una mujer al azar
cuando no pasaba nadie.

Cuando me llev� a una habitaci�n...

...esper� sus instrucciones
o una se�al para saber c�mo actuar.

Entonces vi
c�mo posaba su mirada en m�.

No ser� la primera vez
que est�s con una mujer, �verdad?

S�.

Deber�as elegir a una m�s bonita.
M�s bonita y m�s joven.

Espera aqu�.

Esp�rame. No te muevas.

Durante su breve ausencia,
me fij� en una estanter�a vac�a.

Una biblioteca sin libros.

�sta es Ginette.

Gracias a ese generoso gesto, tengo
la suerte de guardar un buen recuerdo...

...y un cari�o perdurable
por las mujeres de la calle.

Ser�a ingenuo pensar
que las virtuosas caminan r�pido.

Recuerdo a una puta parisina que andaba
por la calle a toda velocidad.

Era su artima�a para sembrar
la duda entre sus clientes.

Mientras la segu�an,
se preguntaban si era o no una puta.

La abordaban con la doble esperanza
de conquistar a una burguesa...

...y a la vez a una profesional
que simplemente mencionara su precio.

Mi madre tambi�n andaba r�pido...

...con una falda negra
plisada y una mirada...

...que desalentar�a
a cualquier hombre.

Su actitud hacia m� parec�a decir...

..."Habr�a preferido romperme
una pierna a tener a este idiota".

Aun as�, recuerdo perfectamente...

...el d�a en que me vio delante
de unos jardines...

...hablando con una ni�a de mi edad.

Se detuvo un instante, sorprendida...

...y sigui� adelante
como si fuera un perfecto desconocido.

En casa, me pregunt�,
"�Con qui�n hablabas?".

"�Qui�n era esa gansa sin culo?"

Lo recuerdo como si fuera ayer.
Uno no se inventa este tipo de cosas.

Pero, �por qu� es un buen recuerdo?

La gansa en cuesti�n se llamaba Ginette.

Casi nunca sal�a porque ten�a que cuidar
a su hermano peque�o.

Yo hab�a sufrido mucho
por ser hijo �nico.

Me encantaban los ni�os,
as� que Ginette me invitaba a su casa.

Para que el juego del escondite fuera
m�s picante, apagaba todas las luces...

...lo que siempre hac�a berrear al beb�.

Fue as�, jugando con Ginette...

...como me di cuenta...

...de que la compa��a de las mujeres
me resultaba indispensable.

Si no era su compa��a...

...al menos poder mirarlas.

No hay nada m�s bello
que una mujer que camina...

...llevando un vestido o una falda
que se mueve al ritmo de su andar.

Las hay que se dirigen
a un objetivo, tal vez una cita.

Otras parecen dejar pasar el tiempo.

Algunas son tan bellas por detr�s
que dudo en alcanzarlas...

...para no decepcionarme.
Pero nunca me decepcionan.

Cuando resultan ser feas,
me siento en cierto modo aliviado...

...porque, desgraciadamente,
no puedo tenerlas a todas.

Miles de ellas recorren
las calles todos los d�as.

�Qui�nes son todas esas mujeres?
�Ad�nde van? �A qu� cita?

Si sus corazones est�n libres,
sus cuerpos tambi�n...

...y no puedo
dejar pasar la oportunidad.

Lo cierto,
es que quieren lo mismo que yo.

Quieren amor, como todo el mundo.

Todo tipo de amor,
el amor f�sico, el sentimental...

...o tan s�lo la ternura de una persona
que ya no se fijar� en nadie m�s.

�se no es mi caso.
Yo las miro a todas.

Como ciertos animales,
las mujeres hibernan.

Desaparecen durante cuatro meses.
No se las ve.

Con el primer rayo de sol de marzo...

...como si les hubieran dado
la orden de movilizarse...

...se agolpan en las calles
con vestidos ligeros y tacones.

Y la vida vuelve a empezar.

Al fin puedes redescubrir sus cuerpos
y distinguir entre dos categor�as...

...los tallos altos y los bomboncitos.

�se es un tallo alto.

Un bomboncito.

Las piernas delgadas son bonitas,
pero no me importan los tobillos anchos.

Hasta dir�a que me atraen...

...pues prometen una mayor armon�a
al deslizar la mano por la pierna.

Los misterios del correo
son insondables.

Insondables.

Las piernas...

Las piernas de las mujeres son...

...compases...

Las piernas de las mujeres son compases
que recorren el globo terrestre...

...otorg�ndole equilibrio y armon�a.

Me he dado cuenta de que en invierno
me atraen los pechos grandes...

...mientras que en verano
me gustan los peque�os.

Dos bomboncitos cogidos del brazo.

�Qu� tienen todas esas mujeres?

�Qu� tienen que no tengan
todas las que conozco?

La diferencia es que son desconocidas.

Servicio despertador.
Arriba, perezoso. Son las siete.

�En serio? �Ya son las siete?

No me hab�a dado cuenta. Es incre�ble.

No estaba durmiendo.
Me pas� la noche escribiendo.

- �A qui�n? �A m�?
- No, escribo un libro, o eso intento.

�Eso es fant�stico!
Espero que me mencione.

Para eso tendr�as que aceptar una cita.

S� que es obstinado.

Aurora, lo digo en serio.
Estoy muy angustiado.

Quiz� sea por este libro.

Quiero conocerte. Lo necesito.

Estoy muy solo.

Hasta ahora he dicho que no.
Ahora digo que tal vez.

Pienso mucho en ti.

Lo pensar�.

�C�mo vas vestida?

No, no te r�as. Es muy importante.

Hoy llevo pantalones. �Decepcionado?

Quiere saber si estoy desnuda bajo
el jersey. No. Llevo un corpi�o Lejaby.

Lo conozco. El Lejaby
es el que se cierra por detr�s...

...y tiene tirantes ajustables
y un cierre de pl�stico en forma de "S".

�Muy bien! Ha ganado 1.000 francos.
�Qu� prefiere?

Prefiero verte lo antes posible.

Tengo que colgar.
Viene mi supervisora.

Esos dos creen en los cuentos de hadas.
Hoy es el gran amor...

...pero a los siete a�os ella se ir�
con un hombre o �l con una m�s joven.

Vender�n la casa
y se repartir�n a los ni�os.

Bertrand, el hombre del otro d�a
era abogado, �verdad?

S�. Se llama Blady.

�Podr�as darme su direcci�n?
Tengo problemas con mi mujer.

Quiero divorciarme.

�Cu�ndo lo decidiste?

Hace dos meses,
pero ya lo pens� el a�o pasado.

Yo que t� esperar�a
antes de ir a un abogado.

Tienes una esposa que parece
muy agradable y un hijo peque�o.

S� que todo el mundo
se divorcia hoy en d�a...

...pero no hay por qu� seguir
esa tendencia.

�Qu� quieres? �Tu libertad?
�Qu� har�s con ella?

Yo en tu lugar
esperar�a dos o tres meses.

�se es mi consejo.

Pero si quieres
el n�mero de Blady, te lo doy.

�Denise!

- Perdone. La Sra. Duteil, por favor.
- La puerta de enfrente.

Gracias.

�Sra. Duteil?

Me han dado su direcci�n.
Hace dactilograf�a a domicilio.

Pase, pero r�pido,
porque el gato no se est� quieto.

- �Es una tesis?
- No, no voy a la universidad.

Es una especie de manuscrito.
El primer borrador de un libro.

- Es un trabajo literario.
- S�, en cierto modo.

No es el primero que hago.
Ya hay un primer borrador.

S�, lo escrib� a m�quina
con dos dedos. Hay muchos errores.

Y no tengo paciencia para hacer copias.

- S�lo hay 60 p�ginas.
- Son los primeros cinco cap�tulos.

Le ir� trayendo los dem�s.

Supongo que querr� cinco ejemplares.

Cobro 9,50 francos por p�gina.
Estar� listo dentro de tres d�as.

Cuando me mud� a Montpellier, una
de mis primeras amantes fue Fabienne.

Daba clases de solfeo
en el conservatorio.

Fabienne y yo est�bamos
de acuerdo en casi todo.

Aunque nuestra relaci�n dur�
bastante tiempo, acabamos bien.

No. A decir verdad,
no acabamos tan bien.

Hubo una velada terrible
que cre�a haber olvidado.

Antes de que llegara, encend�
la chimenea. A las mujeres les encanta.

Ella me dec�a, "En el fondo,
eres amable. De hecho, muy amable".

"Si me quisieras s�lo un poco,
ser�as perfecto".

Hola. �Es la parada de taxis?

Quer�a un taxi. Calle des Peupliers 12.

Espere un momento
mientras le buscamos uno.

Puedo quedarme si quieres.

- El taxi tardar� tres minutos.
- Gracias.

Puedo dormir aqu� contigo.

No, es mejor as�.

- �Te ver� el viernes?
- Prefiero que no.

No quiero volver a verte.

S� que no te aporto mucho,
pero est� demasiado desequilibrado.

Estoy harta de no ser correspondida.

Tienes raz�n.

Eres libre. Yo soy libre.
Todos somos libres.

Una cosa es segura, ni siquiera
finges que te importo. Eres incre�ble.

No s�lo no quieres amar a nadie,
sino que no dejas que te amen.

Crees que te gusta el amor,
pero s�lo te gusta la idea del amor.

Admito que he sido feliz contigo.

�Recuerdas la segunda cita?

Me preguntaste,
"A partir de ahora, �puedo tocarte?

�Por todas partes?
�Bajo el vestido y la falda?".

Me qued� de piedra.
Nadie me hab�a hablado as�.

S� qu� tendr�a que haber hecho.
No decirte nada y tener el beb�.

Desear�as no estar aqu�, �verdad?
No te preocupes. Ya me voy.

Tengo algo en el zapato.

Hace cinco a�os, hice sufrir
a un hombre y me arrepiento.

Era demasiado joven para entenderlo.

Ahora estoy segura de una cosa.
El que hace sufrir sufrir� en su momento.

Estoy convencida. T� sufrir�s, Bertrand.

�Qui�n dice que no he sufrido ya?

No, creo que no. No ser�as tan duro.

Ser�as m�s considerado.

No estoy enfadada contigo.

Creo que es lo mejor para m�
que dejemos de vernos.

B�same otra vez.

Eres un imb�cil, pero,
cuando me acaricie, pensar� en ti.

Fabienne ten�a raz�n.

Para conquistarla, le hice creer
que formar�a parte de su vida...

...cuando no era el caso.

Es un error que he evitado
cometer desde entonces.

Tras marcharse Fabienne,
volv� a encontrarme solo.

No me importaba, porque siempre
me ha gustado la soledad.

Aun as�, a los dos d�as la soledad...

...me llev� al cine
a ver un documental.

Aquella noche,
el espect�culo estaba en la sala.

La acomodadora ten�a
unas piernas preciosas y lo sab�a.

Se las alumbraba con la linterna
en vez de mostrar el camino.

Me pregunt� c�mo podr�a conocerla.

A los dos d�as, volv� al cine.

Era un s�bado por la noche
y, como el cine estaba a rebosar...

...me coloc� en una silla plegable
justo al lado de ella.

Cuando se atenuaba el sonido
y ella cruzaba y descruzaba las piernas...

...se o�a el roce de las medias.

Ese ruido furtivo me excit� tanto..

...que me infundi� el valor
para darle una nota...

...pidi�ndole una cita.

Mi preciosa acomodadora
era una joven viuda.

�Ser� la opereta "La viuda alegre"...

...la que hace que la palabra "viuda"
tenga algo de seductor e intrigante?

Debo a�adir que Nicole era sordomuda.

La primera vez que estuve en su casa,
acab� jugando con un radiorreceptor.

Me dijo con se�as que era de su hijo,
que estaba interno en un colegio.

Hab�a hecho que lo castigaran
para poder pasar el d�a conmigo.

Esa informaci�n tan cruel
me puso muy triste.

�Acaso era imposible...

...hallar placer sin herir a alguien?

La desgracia de ese pobre ni�o
me hizo recordar...

...el periodo m�s triste
de mi infancia...

...cuando mi madre me dejaba solo
durante d�as para estar con sus amantes.

Mi madre llevaba
la cuenta de sus amor�os.

Una noche, revolviendo sus cosas...

...encontr� un mont�n
de fotos y de cartas...

...junto con un documento
perturbador y revelador...

...una lista de sus aventuras
con nombres y fechas.

"Yo, Bertrand, hijo de Christine Morane,
30 a�os despu�s, �no hac�a lo mismo...

...con mis numerosas amantes,
mis listas...

...mis cajones llenos de fotos?"

"�No era una colecci�n?"

"El libro que estoy escribiendo,
�no es acaso una lista detallada?"

Lo llamar� dentro de dos horas.

Buenos d�as. Hola, Liliane.

Un momento, se�or.

Debo escribir sobre Liliane.
Tenemos una buena relaci�n.

Se remonta a cuando era camarera
en un restaurante deprimente...

...al que a veces iba a cenar
cuando estaba solo.

�Fuma? Yo lo dej� hace un mes.

- Aqu� tiene la carta.
- Gracias, Germaine.

- No me llamo Germaine.
- Janine.

- Ni Janine.
- No pasa nada. Ya lo averiguar�.

�Ya sabe qu� va a tomar?

Tr�eme el especial del d�a.
El estofado de ternera.

No pida el estofado.

Pues tr�eme el pollo con una ensalada.

Pollo con ensalada. Muy bien, se�or.

- �Qu� desea pedir?
- Pedir� el estofado de ternera.

Estofado. Muy bien, se�or.

Un estofado.

�Es de Montpellier? Yo estoy de paso.

Aqu� tiene. Ahora le traigo la sal.

�Ya basta!

�sa no es forma de tratar a un cliente,
Srta. Liliane. �Queda despedida!

Por suerte, hab�a un puesto
de telefonista en el laboratorio.

Le consegu� el trabajo a Liliane.

Nunca fue mi amante.
Es la excepci�n que confirma la regla.

Es la prueba de que puede haber amistad
entre hombres y mujeres.

Preguntan por el Sr. Morane.
Es alguien de la polic�a.

Bertrand, alguien quiere verte.
Es de la polic�a.

�Sr. Morane?

He venido a hablarle de la Sra. Gr�zel.
�Se acuerda de ella?

S�.

Venga por aqu�, por favor.

La Sra. Gr�zel est� a punto de salir
de la c�rcel por buen comportamiento...

...pero hay un problema.

Una de las guardia c�rceles...

...dice que a menudo hablaba de usted...

...a veces en un tono amenazador.

As� que tenga cuidado.

Las autoridades de la prisi�n
me han pedido que le avise.

Bueno, ya est� hecho. Con su permiso.

Adi�s. Gracias.

As� que Delphine Gr�zel
ha salido de la c�rcel.

Desde luego que me acuerdo de ella.

La primera vez que vi a Delphine
fue en un restaurante de campo.

Estaba solo y, como de costumbre,
estaba escudri�ando a las mujeres.

- �Camarero!
- Ya voy, se�or.

- �40 minutos para unas costillas!
- Voy a ver.

�ste es un lugar ideal
para los amantes...

...pero terrible para los matrimonios.

Esos dos se mueren de aburrimiento,
pero no osan reconocerlo.

Ya que es incapaz de distraer
a su mujer, me gustar�a intentarlo.

�Va a atreverse a empezar sin ella?

No, claro que no.

Lo que me atrajo de Delphine
fue su forma de moverse, como un alga.

No parec�a en absoluto una mujer
que un d�a acabar�a esposada.

Intuy� mi inter�s...

...y me lanz� unas miradas que tom�
como una promesa de complicidad.

No tengo hambre.

S�, la promesa era una certeza.

- �Es la casa del Dr. Gr�zel?
- S�.

- Qu� suerte que sea usted.
- �Qui�n es?

La he seguido desde el restaurante.
Necesito hablar con usted.

- �Desde d�nde llama?
- Desde el caf� de enfrente.

- Le pido que se re�na conmigo.
- �C�mo?

S�lo ser�n cinco minutos.
Es muy importante.

- Busque una excusa para salir.
- �Qu� hora es?

Las 11:20. �Viene?

No lo s�. Suba por las escaleras.
No elija el ascensor.

- Espere en el tercero. No prometo nada.
- Muy bien.

Me he dejado el bolso en el coche.
De paso lo meto en el garaje.

- No te molestes. Ya voy yo.
- No. Ya estoy fuera.

- Hola.
- �Qui�n es? �Por qui�n me toma?

- La he llamado para--
- No nos quedemos aqu�. Venga.

Espero que sepa que he venido
en contra de mi voluntad, �est� bien?

Para evitar un esc�ndalo.
Mi marido es muy conocido en el barrio.

Podr�amos tomar una copa en mi casa.
Est� a cinco minutos.

S�, muy bien. Vamos a su casa.

No creer� que va a emborracharme.

Puede beber lo que quiera.

Tambi�n tengo agua mineral, zumos...

�Qu� signo es?

- Su signo del Zod�aco.
- Acuario.

D� media vuelta inmediatamente.

�Ll�veme a casa!

Me han dicho
que no me f�e de los de Acuario.

Como quiera.

Ya estamos.

Ya est� en casa, as� que me despido.

�Sabe qu� estar�a bien?
Tengo que meter el coche en el garaje.

Podr�a venir conmigo.
Es peligroso de noche.

- Esta vez me despido de verdad.
- Espere. Tengo derecho a saberlo.

- D�game por qu� lo ha hecho.
- Es muy sencillo. La he visto cenando.

Me ha parecido muy guapa.
No pod�a dejar de mirarla.

Y usted me ha mirado a m�.

- Lo he tomado como una insinuaci�n.
- �Que yo lo mir�? Ni lo vi.

No puede decir que no me ha mirado.

Aunque lo malinterpretara,
no puede decir eso.

- Es in�til intentar convencerla.
- �Ya no le gusto?

Cuidado. �se es mi vecino.
No debe verlo aqu�. Esc�ndase.

B�same otra vez.

Me fij� en ti
enseguida en el restaurante.

Cuando me levant�,
fue para que me miraras.

Me llev� un tiempo
comprender lo que quer�a Delphine.

Lo que le gustaba, lo que necesitaba
era meterme en situaciones peligrosas...

...en que pudieran descubrirnos.

Cada vez que hac�amos el amor...

...en un portal, en un
parque o en su coche...

...y que daba muestras
de un gran desenfreno...

...de repente se retocaba el pelo
y dec�a...

�Dios m�o!

�Esto no es sensato!

Al principio me pareci� complaciente...

...y luego celosa.
En realidad, era ambas cosas.

Si se acercaba una chica guapa,
me dec�a que la mirase.

Es guapa, �verdad? Tiene buen porte.

S�.

�Asqueroso! �Por qu� no me dejas
aqu� plantada y te vas con ella?

�Vamos, Delphine!

Yo primero, pero te proh�bo
que me mires las piernas.

Con el amor se suben los colores...

...pero en el caso de Delphine
era tan exagerado...

...que ten�a que esperar un rato
antes de volver a casa.

Lo �nico que funcionaba...

...era sacar la cabeza
por la ventanilla a 120 km/h.

�Recuerdas la primera vez
que nos vimos en el restaurante?

Dabas l�stima, tan solo...

...leyendo el peri�dico.

No daba ninguna l�stima. Me gusta
estar solo, incluso en los restaurantes.

Adem�s, me encanta leer.

�Qu� prefieres? �Leer o besarme?

�Vamos, Delphine!

Siempre le ped�a que viniera a mi casa.

Pero era demasiado f�cil
para un ser complicado.

Ella prefer�a elegir
el momento, el lugar y la manera.

La corbata no pudo irse sola.

- �Qu� corbata?
- La que llevaba.

La de rayas.

Creo que Maurice sospecha algo.

Encontr� tu corbata
debajo de mi almohada.

�Mi corbata?
�La que perd� en el probador?

S�. La tom� yo.

Pero si sab�as que la estaba buscando.

No te enfades.

Lo hice porque quer�a algo tuyo...

...algo que pudiera tocar
mientras dorm�a.

Mira.

Parece un piso de verdad.

Ven.

Ven aqu�.

Delphine era demasiado peligrosa.

Una noche, cuando llegu� a casa,
vi un cuerpo tendido en el descanso.

�Qu� haces aqu�?

Me qued� dormida esper�ndote.

�Cu�nto tiempo llevas aqu�?

No lo s�. No me abr�an la puerta.

�Qu� es esto? �Es tuyo?

S�. Se me habr� ca�do del bolso.

- No me dejaban entrar.
- Pero si no hay nadie en mi casa.

D�jate de historias.

He o�do a una mujer.

Pero si no hay nadie.

Estaba cerrada con llave.

La habr� cerrado por dentro.

�sa es la cocina.

El cuarto de ba�o.

- Y ah� est� el dormitorio.
- Ya ves que no hay nadie.

Es verdad.

Estaba preocupada.

Hace una semana
que no me acaricias las piernas.

- Delphine, t� me lo prohibiste.
- �Crees todo lo que te dicen?

Me encantan tus hombros.

�No crees que deber�as cambiar el sof�?

Empieza a verse viejo.

Est� en un estado lamentable.

Los muelles est�n hundidos.

Es repugnante.

�Cuando pienso en todo
lo que habr�s hecho en ese sof�!

No lo niegues.

�Por qu� crees que nunca quer�a venir?

�Eres repugnante! Me das pena.

Est�s exagerando.
Mis amigos se sientan en el sof�.

�T� no tienes amigos!
�S�lo tienes amantes!

Tus amigas son ex amantes.

Si este sof� hablara, recitar�a
todos los nombres de la gu�a telef�nica.

Por favor, Delphine.
�Por qu� semejante escena?

Llevaba tres meses
pidi�ndote que vinieras.

Por fin has venido, y me alegro.

- �En serio?
- S�, en serio.

S� por qu� has estado evit�ndome.

Te quiero demasiado.

A los hombres
no les gusta que se les desee.

Durante a�os evit� que una mujer
pasara toda la noche en mi cama.

Sin embargo, esa ma�ana
me despert� junto a Delphine.

Sab�a que sus celos incontrolables
la hab�an hecho venir a mi casa.

Pero, al o�rla canturrear en el piso...

...pens� que por fin hab�amos llegado
a una relaci�n sencilla y armoniosa.

�Qu� est�s leyendo?

- �Es interesante?
- S�.

Pues yo creo que ese libro no vale nada.

�Por qu� dices eso? No lo has le�do.

�Y t� qu� sabes? No soy tonta.

- No soy inalfabeta.
- Se dice "analfabeta", no "inalfabeta".

Lo acaban de publicar.

Lleg� ayer a Montpellier. Lo encargu�
especialmente. Estaba impaciente.

Mientes como un canalla.

Adem�s, finges que lees.

S�lo lees para fastidiarme.

Lees para hacerme da�o.

Para no tener que hablar conmigo.

Me das asco.

Tuve que bajar a la calle
en pijama para recuperar mi libro.

Cuando Delphine me pregunt�...

..."Si estuviera libre,
�vivir�as conmigo?"...

...como un cobarde dije que s�.

Esa misma noche lo estaba
porque le peg� un tiro a su marido...

...pero al d�a siguiente ya no,
porque ingres� en la c�rcel.

Por suerte, su marido
s�lo result� herido...

...pero la justicia sigui� su curso.

Intent� ahuyentar de mis pensamientos...

...mi parte de responsabilidad
en ese crimen pasional.

Tras la detenci�n de Delphine,
pas� una �poca sombr�a. Sombr�a y casta.

Delphine me hab�a complicado la vida,
pero, a la vez, hab�a sido apasionante.

Ten�a el don de intensificar la vida.

Ahora que ya no me atormentaba,
yo sent�a un gran vac�o.

Hasta echaba de menos sus celos.

Tuve que admitir lo esencial,
con Delphine no me aburr� nunca.

Como era muchas mujeres a la vez,
no pod�a ser reemplazada por una sola.

Por eso tuve
muchas aventuras sin importancia...

...aunque guardo
un buen recuerdo de algunas.

Y as�, en poco tiempo,
se sucedieron en mi vida...

...Yannick, una chica alta
que me gustaba con el pelo recogido.

El mo�o le daba jaquecas...

...pero, para complacerme,
acced�a a llevarlo un par de horas.

En una feria conoc� a una bella mujer
que dec�a llamarse Alphonsine.

Ten�a un n�mero muy extra�o.

Tendida en un ata�d con espejos...

...daba la impresi�n
de mostrar su esqueleto.

Dec�a orgullosa que lo hac�a tan bien
que hasta los m�dicos se lo cre�an.

Lucette era una belleza escultural
con rasgos del siglo pasado.

Odiaba su nariz
y siempre hablaba de oper�rsela.

No sin dificultad, consegu� disuadirla.

Evelyne pensaba que me abalanzaba
sobre ella en cuanto llegaba a mi casa.

Un d�a apareci� con un vestido
que hab�a heredado de su madrina...

...con botones de porcelana.

Tard� 13 minutos en liberar
su cuerpo de los 137 botones.

Esa hermosa pelirroja,
era mi vecina, Mait�.

Ahora que escribo este libro...

...me doy cuenta de cu�nto
me atra�a verla leer.

Le debo a mi madre
mi amor por los libros y la lectura.

Me hab�a prohibido jugar,
moverme y hasta estornudar.

No pod�a levantarme de la silla,
pero pod�a leer todo lo que quisiera...

...mientras no hiciera ruido
al dar vuelta las p�ginas.

Sol�a pasearse
medio desnuda delante de m�.

No para provocarme, sino para
convencerse de que yo no exist�a.

Cuando me daba sus cartas, depositaba
en m� una confianza que yo no merec�a...

...pues casi nunca llegaban
a su destino.

"Amor m�o, no comprendo tu silencio.

Hace dos semanas
que no recibo una carta tuya.

Me pregunto
si te habr�n llegado las m�as.

Los misterios del correo
son insondables."

�Hace tiempo que nota ese escozor?

- Desde ayer.
- Ha hecho bien en no esperar.

No vale la pena sufrir in�tilmente.

Se trata de una blenorragia.

Una leve infecci�n
que desaparecer� dentro de tres d�as.

�Sabe qui�n es la persona
que se la ha contagiado?

No. Supongo que, si lo supiera,
no querr�a dec�rmelo.

No importa. Piense en las relaciones
que ha tenido en los �ltimos 12 d�as...

...y d�gale a esa persona
que vaya al m�dico.

Es algo muy contagioso.

A decir verdad, en estos 12 d�as
me he acostado con media docena.

�Por Dios!

�Eso s� que es afici�n a las mujeres!

�Qu� juventud! �Qu� salud!

Pero mire lo que le ha pasado.

Cuando era joven, era como usted.

Nunca me dejaban comer
una tableta de chocolate.

Me pon�a furioso.

Me dec�a, "cuando sea mayor, comer�
una tableta con todas las comidas".

Cuando mi sue�o se hizo realidad,
me agarr� una ictericia.

No se puede hacer el amor todo el d�a.
Para eso se invent� el trabajo.

Veo que est� mirando mis libros.
Ahora se los ense�o.

Nada de alcohol.

Sobre todo, nada de cerveza.

Y recuerde,
nada de agua mineral con gas.

Y, por supuesto, nada de sexo
durante todo el tratamiento.

Aqu� tiene la receta.

Ya que le gustan los libros,
tengo algo que ense�arle.

Mire �ste.

La Evoluci�n de la Pesca de la Trucha.

Lo escrib� yo.
Fue el primero y el �ltimo.

Pero dir�a que no le interesa
la pesca, sino m�s bien la caza.

Lo publiqu� con cargo
al autor, naturalmente.

�Quiere decir que pag�
los gastos de publicaci�n?

S�. Es un tema demasiado especializado
para interesar a los editores.

Se lo pregunto porque
escrib� una especie de novela.

�Qu� debo hacer?

Si es una novela,
puede enviarla a editoriales...

...pero no se haga ilusiones.

Si no tiene una columna
en un peri�dico o alguna palanca...

...es casi imposible
publicar un primer libro.

Pero siempre puede intentarlo.
Usted es joven. Pruebe suerte.

No hay nada m�s bonito
que ver tu libro publicado.

Excepto quiz�,
traer al mundo a un beb�...

...que has llevado en la panza
durante nueve meses.

Pero eso es algo
de lo que no somos capaces.

Al menos por ahora.

Anoche tuve un sue�o muy desagradable.

Arriba, perezoso. Son las siete.

Es imposible. Se habr� parado
mi despertador en mitad de la noche.

No, son las tres. Me apetec�a
hablar con usted en plena noche.

Estoy sola de guardia.

- �Est� enfadado? �Cuelgo?
- No, desde luego que no.

Has tenido una idea muy buena.

�Puedo pedirle algo?

S�.

- Apague la luz.
- Bueno.

Me apetece hablar con usted a oscuras.

Cuelgue cuando se harte de escucharme.

- �Ha apagado la luz?
- S�.

- Pero dime--
- No, no me pregunte nada.

Me apetece, eso es todo. �Est� solo?

S�.

Aqu� tambi�n est� casi oscuro.

He apagado todas las luces.
S�lo se ven las de la centralita.

�Por qu� no vienes aqu� esta noche?

- Ya estuve.
- �Qu� quieres decir?

- Despu�s de las 12, camino al trabajo.
- No te creo.

Toqu� muy despacio.
Como no abri�, me fui.

Eso es incre�ble.
�No has visto el timbre?

Claro que lo vi,
pero soy demasiado t�mida.

- Casi te creo.
- �Quiere que se lo demuestre?

Vive en la Calle des Peupliers 12, en
el cuarto piso de un edificio antiguo.

Hay una vidriera de colores.

�As� que viniste?

S�. No toqu� timbre,
pero golpe� la puerta.

Ten�a miedo de que el timbre sonara
demasiado. Odio el ruido. Odio la luz.

- Esc�cheme bien.
- Te escucho.

- �Me est� escuchando?
- S�.

Una noche, si vuelvo a su casa,
me oir� tocar la puerta.

No haga ruido. No diga ni una palabra.

- Apague todas las luces. �De acuerdo?
- S�, de acuerdo.

Pero, �por qu�
no quedamos ahora mismo?

�Sigues ah�?

S�. Lo escucho respirar.
Esc�cheme a m� tambi�n.

Sus labios est�n demasiado lejos.
Ac�rquelos al auricular.

Es fant�stico.

Dime, �por qu� viniste?

Ya se lo dije. Ten�a ganas.

Aurora, no podemos seguir as�.

Concertemos una cita,
en cualquier lugar, a cualquier hora.

- �Y si lo decepciono?
- �se es mi problema.

Tambi�n el m�o.
No estoy segura de que me reconozca.

- S�, entre mil.
- �Y entre 25?

�Por qu�?

Hoy al mediod�a
estar� en el caf� de Correos.

No har� ning�n esfuerzo
para que me reconozca.

�Y t�, c�mo me reconocer�s?

Mediana estatura, delgado, moreno,
p�mulos hundidos y aire melanc�lico.

Mueve la cabeza como un pajarito.
A menudo parece preocupado.

- A veces hasta parece un asesino.
- �As� me ves?

Lo s� todo de usted.

Las mujeres desfilan por su casa.

- Casi nunca la misma. Es escandaloso.
- Escucha--

S�, escandaloso. Un desfile constante.
�Le digo sus nombres?

Cita cancelada. Adi�s, perezoso.
Aurora.

�Qu� te pasa? �Por qu� lloras?

Si tuviera un vestido rojo
como el tuyo, no llorar�a.

Mi hermana no me deja sus patines.

Tiene miedo de que se los rompas
o de que te hagas da�o.

La odio. A veces me gustar�a
que no fuera mi hermana.

Es una pena llorar as�.

Seguro que eres muy desgraciada.

Pero, cuando lloras as�,
�no disfrutas un poquito?

- Dime.
- No.

Piensa qu� sientes en el fondo.

Est�s llorando, eres muy desgraciada...

...pero, al mismo tiempo,
disfrutas un poquito.

�No es verdad?

S�, es verdad. Disfruto un poquito.

�Qu� es este libro? �Puedo verlo?

Fant�mette y la isla de la bruja.
�Est� bien?

�Fue idea tuya forrarlo
para que no se estropee?

Eso est� muy bien.
Es bueno que te gusten los libros.

- �Cu�ntos a�os tienes?
- Nueve.

�Y tienes ganas de hacerte mayor?

- �Cu�ntos a�os te gustar�a tener?
- Me gustar�a tener...

...17.

Tienes nueve.

Tendr�s 17 dentro de ocho a�os, en 1985.

Anoche estaba en casa, pero no solo.

Cuando fui a la cocina a beber algo...

...me esperaba una sorpresa.

Delphine.

Estaba a punto de irme.

O� que est�s con alguien.

S�, estoy con alguien.

�Puedo?

�C�mo entraste?

Quer�a darte una sorpresa.

Hoy es mi cumplea�os.

No quer�a estar sola esta noche.

Mira, traje algo.

�brela.

Tomamos una copa y me voy.

�Sabes? Cambi� mucho en la c�rcel.

No volver�a por nada del mundo,
pero me ense�� a amar la vida.

Cuando te pasas
todo el d�a encerrada, sola...

...te das cuenta
de lo que es importante y lo que no.

S�lo deseas una cosa, salir a pasear.

Lo dem�s no importa.

�Cuando pienso
en todas las locuras que hice contigo!

Pero cambi� mucho.

En el fondo...

...admite que era una pesada.

Para nada.
Siempre te encontr� encantadora.

Bertrand, �qu� haces?

Escucha.

Deja que le lleve champ�n.

Bueno, pero as� no.
Qu�tate el abrigo.

No, es imposible.

No puedo quit�rmelo.

- Hola, Sra. Duteil. �La molesto?
- No, por favor, pase.

Vine a buscar lo que tenga
mecanografiado y le traje m�s.

Gracias.

- Y esto es para usted.
- �Qu� es?

Son unos bombones. S� que le gustan.

Gracias, Sr. Morane,
pero me incomoda usted.

Pens� que igual vendr�a hoy.
Quer�a decirle algo.

Es dif�cil, pero no quiero seguir
mecanografiando su manuscrito.

Es mucho menos pesado que
los textos t�cnicos que suelo hacer...

...pero tener que leer y releer
todo eso me incomoda.

Me altera, hasta me quita el sue�o.

Compr�ndalo. No soy ninguna mojigata.

Estuve casada y, aunque ahora
vivo sola, tengo mi vida privada.

Creo que soy bastante abierta.

Pero no puedo seguir escribiendo...

...sobre esas mujeres intercambiables.

Me pone enferma.

Ten�a que dec�rselo.

Pero no quiero dejarlo colgado.
Voy a darle la direcci�n de una colega.

Comprendo sus razones.

Adem�s, no estoy seguro
de querer acabarlo.

D�game cu�nto le debo.

Escribir, expresarse, es tambi�n
exponerse a los juicios de los dem�s.

La condena de mi libro
me result� a�n m�s dolorosa...

...porque se hab�a formulado
con dulzura.

Mi primera lectora
me hab�a puesto en la lista negra.

Dej� de escribir
y perd� inter�s por todo.

Luego me puse a leer
autobiograf�as del siglo XIX.

�C�mo se escribe acerca de uno mismo?

�C�mo lo hicieron los otros?
�Cu�les eran las reglas?

Me di cuenta de que no las hay...

...de que cada libro es distinto
y expresa la personalidad del autor.

Cada p�gina, cada frase
del escritor s�lo le pertenece a �l.

Su escritura es tan personal
como sus huellas dactilares.

Este descubrimiento me infundi� valor.

Me tom� una semana de vacaciones
y me encerr� en mi casa.

Me instal� en el cuarto
de ba�o sin ventanas...

...para que no me distrajera ni la luz,
ni el cielo, ni el sol, ni el anochecer.

Las im�genes y los recuerdos
se agolparon en mi mente.

Escrib�a lo mejor que pod�a
con dos dedos.

Al son de la m�quina
flu�an mis pensamientos.

Era como si el libro se escribiera solo.

Lo relat� todo, lo que parec�a
importante o meramente curioso.

El pasado antiguo, el pasado reciente
y hasta el encuentro con la ni�a.

"Si tuviera un vestido rojo
como el tuyo, no llorar�a."

De ese viaje interior,
emerg� como un son�mbulo.

Me sent�a entusiasmado,
agotado pero ligero como el aire.

Agarrotado y riendo de cansancio.

El 9 de septiembre, encuadern�
el manuscrito y escrib� "Fin".

S�lo faltaba el t�tulo.

Sin romperme los sesos,
escog� el primero que se me ocurri�.

El que mejor resum�a la trivialidad
de mi existencia: El Mujeriego.

Como me aconsej� el Dr. Bicard...

...envi� ejemplares a cuatro
editoriales parisinas.

Se�or, lamentamos comunicarle...

...que su manuscrito, que le�mos con
inter�s y posee ciertas cualidades...

...no ha sido seleccionado
por el comit� de lectura.

Le devolvemos su manuscrito.
Reciba un cordial saludo.

EDITORIAL B�TANY

El mujeriego, de Bertrand Morane.

�ste se lo devolvemos al autor.

�C�mo que lo devolvemos?

- Al menos podr�amos discutirlo.
- Lo siento, Genevi�ve.

Tengo aqu� cuatro rese�as del libro.

La tuya es la �nica positiva.

�En serio? �No les gust� el libro?

No siento ning�n inter�s
por un hombre...

...que se considera
un seductor irresistible.

Mire, Sr. B�tany,
voy a elegir un p�rrafo al azar.

L�alo usted mismo.

"Casi siempre logro establecer
una relaci�n con las mujeres...

...que me gustan
sin tener que abordarlas.

Sin embargo, la bonita rubia
que estuve siguiendo se me escapar�a...

...si no me decid�a
a dirigirle la palabra.

Una vez m�s, intervino el destino...

...al ofrecerme una manera
indirecta de contactar con ella.

En la tienda hab�a
un tabl�n de anuncios personales.

Aquella preciosidad ofrec�a
sus servicios como ni�era."

- Hola. Soy la ni�era.
- Muy bien. Pase.

�sta es la sala.

Voy a salir a cenar.

Volver� sobre la medianoche.

- Muy bien. �Y el beb�?
- Est� en el otro cuarto, pero dormido.

Voy a traerle un jugo.

�Qu� es esto?

�D�nde est� el ni�o?

El ni�o soy yo.

Si entend� bien, El Mujeriego,
un t�tulo que no me gusta nada...

...es la historia de un mujeriego
que sigue siendo un ni�o.

S�, m�s o menos.

La mejor parte del libro es cuando
Bertrand Morane habla de su infancia...

...y de su relaci�n con su madre.

Por desgracia, es menos de un cap�tulo.

Y, psicol�gicamente, no se aguanta.
Est� tan lleno de contradicciones...

...que al final no se sabe
qu� pensar de �l.

�Es un enfermo, un man�aco, un caso
patol�gico o un rom�ntico desencantado?

S�lo es un hombre. Es cierto
que el libro es muy contradictorio...

...pero, puesto que se trata
de la realidad...

...es evidente que �sas son
las contradicciones de la vida.

Usted dice: "No se ve
lo que intenta demostrar".

No pretende demostrar nada.
Sencillamente, lo relata...

...sin distinguir
los detalles que significan algo...

...de los que simplemente
muestran la trivialidad de la vida.

Sr. B�tany, es un buen manuscrito.
Instintivo y sincero.

El autor no se las da de nada.
Muchas an�cdotas son crueles para �l.

"Est� chiflado.
Se echa encima de todas."

Es cierto que est� chiflado,
pero �l lo sabe.

Y, a menudo, son las mujeres
las que se le echan encima.

Como la que siempre
se le abalanza en lugares p�blicos...

...y luego le dice:
"�Esto no es sensato!".

Vuelo Air Inter 5212 para Par�s Orly,
embarque por la puerta uno.

Claro que envi� el libro
para que lo publicaran.

Pero pens� que ser�a m�s dif�cil.

�Seguro que se puede
publicar tal como est�?

Me gustar�a reescribirlo,
mejorarlo, tal vez.

Puede hacerlo si quiere,
pero creo que ser�a un error.

De hecho, es la sencillez
del estilo lo que me gusta.

Est� claro que lo escribi�
para s� mismo...

...no para d�rselas de escritor.

Igualmente, tendr� las pruebas
para corregir, en unas semanas.

El �nico cambio que le sugerir�a
tiene que ver con el t�tulo.

No nos gusta demasiado.

El Mujeriego.

Me parec�a mejor que El Donju�n.

Hab�a considerado
El hombre de las mujeres...

...pero ahora que lo pienso
no me gusta. Es--

Es presuntuoso. No es bueno.

Pero es curioso que se le ocurriera
porque yo quer�a proponerle �ste...

...El hombre que amaba a las mujeres.

�se est� bien.

Es un buen t�tulo.

S�, es intrigante. Es bueno.

Pero, �por qu� "que amaba"?
�Por qu� en pasado?

Suena mejor.

Adem�s, creo que queda bien
con su estilo narrativo.

- No teme contar una historia.
- Seguramente tiene raz�n.

Soy partidario de dejarlo
en manos de los expertos.

- El hombre que amaba a las mujeres.
- Perfecto.

�Es de su agrado la habitaci�n de hotel?

S�, est� muy bien.

- Hac�a tiempo que no ven�a a Par�s.
- Sin duda prefiere Montpellier.

A juzgar por su libro, parece la ciudad
de Francia con las mujeres m�s guapas.

Ahora podr� comprobarlo yo misma.

El Sr. B�tany ha comprado una imprenta
en Lunel. Su novela se imprimir� all�.

- Si quiere, puede venir conmigo.
- Me encantar�a.

- Supongo que tiene amigos en Par�s.
- S�.

Bueno, hace mucho tiempo...

- �Est� Josiane?
- Est� en el estudio.

Gracias.

Voy a llevarlo a ver
a la dise�adora.

Diagrama todas nuestras portadas.

Le ense�ar�
lo que tiene pensado para su libro.

Nos volveremos a ver en Montpellier.

A todos les gust� el libro.
Fue aceptado por unanimidad.

Bueno, casi.

Bertrand,
�no me viste en la entrada?

- �C�mo est�s?
- Bien.

T� tambi�n, espero.

Me sorprendi� mucho verte.
No me lo esperaba.

S�lo estoy de paso en Par�s.

- �Sigues viviendo en Am�rica?
- No, eso se acab�.

Ahora vivo en Londres.
Encontr� un trabajo interesante.

�Y t�? Dime.

Lo mismo que t�.
S�lo estoy de paso.

Vivo en una ciudad del sur.

Esa ciudad tiene un nombre.
Se llama Montpellier.

Alguien me lo dijo.
�Por qu� siempre eres tan misterioso?

- Tengo que irme. Me est�n esperando.
- A m� tambi�n.

Pero ya que estamos aqu�,
�no podemos hablar?

Bueno. Te escucho.

No pretendo darte
un discurso o un mon�logo.

Creo que deber�amos
ser capaces de hablar, los dos.

�Es demasiado pedir?

No, pero tengo miedo
de no tener nada que decir.

No me lo est�s haciendo f�cil.

A menudo pienso en ti, Bertrand.
Y siempre con ternura.

Muchas veces estuve a punto
de escribirte y no lo hice.

Hiciste bien.

�As� que todav�a me odias?

Aunque no te lo creas,
no te guardo ning�n rencor.

Nunca pens� que fuera culpa tuya.

Ten�a que hacer lo que hice.
Si no, me habr�a vuelto loca.

Sabes que no exagero.

Evidentemente,
no cre� que fueras a sufrir tanto.

Ocultabas muy bien tus sentimientos.

Pero, a�n cuando supe c�mo estabas,
no me arrepent� de mi decisi�n.

Sab�a que amabas la vida
y que luchar�as para salir adelante.

Es verdad. Luch� y sal� adelante.

Al principio, gracias a la medicaci�n.

Somn�feros, tranquilizantes.

Hasta pastillas para estar alegre.

No es muy rom�ntico...

...pero tiene gracia que las historias
que acaban mal se curen con medicinas.

Tiene gracia.

No, no tiene gracia.

Quiz� lo hayas olvidado o quiz�
lo recordemos de forma diferente...

...pero fuiste t�
el que inici� la ruptura.

Seguro que llevabas tiempo prepar�ndola.

Todos los libros que te llevabas
de la casa para dejarlos no s� d�nde.

Y me acuerdo muy bien.

Cada vez que te ibas de viaje,
no me dejabas ayudarte a hacer la maleta.

Siempre quer�as
mostrarme tu independencia...

...tu autonom�a, con la actitud...

..."Me gusta mi soledad.
No necesito a nadie".

En realidad,
s�lo necesitaba a una persona.

A ti.

Pero no me daba cuenta.

Al principio, te am� sin saberlo.

Y, cuando lo supe,
para ti ya hab�amos terminado.

S�, sucedi� poco a poco.

S� que es in�til
revolver el pasado...

...pero deber�a haber sido
totalmente sincera contigo, m�s clara.

No era necesario.
Tu rostro lo dec�a todo.

Hacia el final te observaba mucho.
Parec�as m�s joven, m�s orgullosa.

As� supe que estaba saliendo de tu vida.

En ese momento,
si hubiera sabido ser m�s directo...

...te habr�a dicho,
"V�ra, te est�s liberando de m�.

Tienes suerte. Te envidio".

S�, lo hice para liberarme de ti,
pero no fue f�cil.

Pas� una temporada espantosa.

Me pasaba el d�a a oscuras,
reflexionando sobre nuestra relaci�n.

�Cu�ndo empezaron a ir mal las cosas?

Ya no sab�a qui�n era.

Cuando caminaba por la calle, ten�a
la sensaci�n de que todo era irreal.

No sent�a mi cabeza ni mi cuerpo.

Estaba en un agujero negro.

Durante mucho tiempo,
evit� pasar por la Place Clichy.

Por cierto,
han derruido el Cine Gaumont.

Te entristecer�a ver
c�mo est� la Place Clichy.

Al principio no sab�a
que te hab�as ido de Par�s.

Cada vez que iba
a un restaurante, me dec�a...

..."�Y si est� comiendo aqu� solo,
con el peri�dico?".

Habr�as preferido verme con alguien.

Eso pas�, en Orly.

Una joven con acento ingl�s.

Dijo algo gracioso
y de inmediato reconoc� tu risa.

Me fui corriendo.
Habr�a jurado que me hab�as visto.

No.

Me acordar�a.

Siempre fuiste cari�oso conmigo.

S�, t� tambi�n eras cari�osa conmigo.

Pero ahora ya no tengo derecho
a tocarte.

�Derecho? Hablas como el C�digo Civil.

Es verdad.
Ya no tengo derecho a tocarte.

Bertrand, quiz� podamos cenar juntos
despu�s de cuatro a�os.

No cuatro. Cinco.

Ahora ya no podemos hacernos da�o.

- Por fin podr�amos ser amigos.
- No, V�ra.

No lo creo.

Adem�s, nunca voy a Londres.

Y no veo por qu�
t� fueras a venir a Montpellier.

A veces tambi�n pienso en ti,
pero cada vez menos.

Y es normal.
Casi somos unos desconocidos.

Hay que aceptarlo.
Tenemos que dejarlo as�.

Est� bien as�. Es lo mejor.

No nos despidamos. Vete t� primero.

Esperar� hasta que te vayas
y luego me ir� yo.

Hab�a una posibilidad entre diez
de que estuviera en su despacho.

No, nueve de diez. Durante los premios,
trabajamos casi todas las noches.

Es una pena que su libro
no est� listo hasta Navidad.

No importa.

Tengo que decirle algo. Cuanto m�s
se concreta todo, m�s me preocupo.

A todo el mundo le encanta el libro.

No me importa.
Bueno, no, me ilusiona.

Esto es confidencial, pero conf�o
en usted. Ocurri� algo incre�ble.

Acabo de darme cuenta
de que lo escrib� por una mujer...

...pero ni siquiera la menciono.
Tengo que reescribir el manuscrito.

No, no haga eso.

Luch� por este libro,
as� que esc�cheme bien.

Hace casi diez a�os
que me dedico a esto.

Conozco a los escritores. A todos,
les angustia haber olvidado lo esencial.

Quieren escribir un libro
y acaban escribiendo otro.

Si esa mujer
significaba tanto para usted...

...ded�quele el segundo libro.
Tome notas.

Pero si soy incapaz
de escribir un segundo libro.

S� que puede hacerlo.

Debe dejar de menospreciarse.

Tiene que aprender a gustarse m�s.

- �A qu� viene eso?
- Es muy sencillo.

Si uno no se quiere a s� mismo,
no puede querer a los dem�s.

Si quiere, se lo explicar�
la semana que viene.

- �Estamos de acuerdo? �Conf�a en m�?
- �Confiar? �Por qu�?

Conf�e en m� para el libro y lo dem�s.

Vale, usted gana.

Otra expresi�n
que debe borrar de su vocabulario.

Sencillamente,
s�lo quiero lo mejor para usted.

Hasta la semana que viene. Adi�s.

Adi�s.

Sr. Morane, acuda a recepci�n.

Un momento, por favor.

Hola, Sr. Morane. Tengo el coche ah�.

Vamos.

EL HOMBRE QUE AMABA
A LAS MUJERES

�Por qu� lloras?

Si tuviera un vestido rojo
como el tuyo, no llorar�a.

Disculpe, se�ora.
�Todav�a puedo cambiar algo?

S�.

En vez de "vestido rojo",
ponga "vestido azul".

Si tuviera un vestido azul
como el tuyo, no llorar�a.

�Le molesta que conduzca?

Al contrario.
Me encanta que me lleve una mujer.

Todav�a no me deshice
de toda mi vanidad masculina...

...pero no la llevo a extremos.

Lo deduje por su libro.

Usted no es un Casanova.
No es un donju�n.

�Sabe c�mo lo veo
a pesar de su aire melanc�lico?

No.

No intenta parecer viril a toda costa.

Mire eso. Es espantoso.

�Ad�nde nos llevan?

Nos hacen desviarnos.

�Sabe c�mo veo su libro?

Como un testimonio de las relaciones
entre hombres y mujeres en el siglo 20.

�Es consciente
de que todo eso est� cambiando?

S�, tal vez.

Pero no estoy seguro.

No me entusiasma lo de ser amigos.

Siempre fue
una especie de juego en el amor.

Para m� es indispensable.

Siempre habr� un juego.
S�lo est�n cambiando las reglas.

Lo primero que desaparecer�
ser� el desequilibrio de fuerzas.

Seguiremos jugando,
pero en igualdad de condiciones.

Puede ser.

La verdad es que no tengo
las ideas claras sobre el tema.

- Pero noto que estoy cambiando.
- Felicidades.

Pero no cambie demasiado.

No est� mal as�.

No lo recuerdo exactamente.

Las mujeres piensan en el amor
en t�rminos m�s generales.

Te aseguro que tambi�n tenemos
curiosidad, impulsos repentinos.

Ahora puedo decirte
que la primera vez que te dese�...

...fue en la oficina,
cuando hablabas con la diagramadora.

�S�?

Lo recuerdo bien. Hac�a mucho calor.

Te quitaste el jersey...

...y ten�as un cigarrillo en la boca.

Estabas tan absorto en la conversaci�n
que lo hac�as todo autom�ticamente.

Te pasaste el jersey por la cabeza...

...sin quitarte
el cigarrillo de la boca.

Me dieron ganas de hacerte el amor.

La segunda vez que te dese�...

...fue al d�a siguiente.

Estabas en un restaurante de Place
de l'Od�on con Josiane, la diagramadora.

Supongo que por casualidad.

Te aseguro
que jam�s toqu� a la diagramadora.

No dije que lo hubieras hecho.

Aunque estoy segura
de que a ella le habr�a gustado.

De todas formas...

...cuando ves que alguien desea
a un hombre que tambi�n te interesa...

...lo deseas todav�a m�s.

- No s� si est� claro.
- Est� muy claro.

Es esclarecedor.

Apenas sonr�es,
pero me encanta cuando lo haces.

Debo de estar loca.

En absoluto. Pareces muy sensata.

Las apariencias enga�an.

No me acompa�es. No lo soporto.

- Despid�monos en el coche.
- Vale. Yo lo devuelvo a Midi Car.

�Ser� un c�lido apret�n
de manos o un tierno beso?

Un tierno beso.

�El Sr. B�tany no podr�a
trasladar su empresa a Montpellier...

...o abrir una sucursal?

Podr�as trasladar
tu laboratorio a Par�s.

El vuelo de Montpellier
a Par�s dura 40 minutos.

Tomo nota.

Toma nota tambi�n
de que no tengo planes para Navidad.

- As� que si no tienes otro plan...
- Ninguno mejor que �se.

�Puedo volver a besarte?

- �Tengo derecho a poner la mano ah�?
- S�.

Procuraremos que no se vuelva un deber.

Adi�s.

- S� bueno.
- Seguro que no.

�Puedo hablar con Christine, por favor?

Est� pasando la Navidad con su madrina.

- �Quiere dejar un mensaje?
- No, gracias.

El n�mero marcado no est� operativo.

Val�rie Bontemps no est� en Montpellier.

Tiene 30 segundos para dejar
un mensaje en el contestador.

�30 segundos? S�lo tengo tiempo para
decirte que me habr�a gustado verte...

...y acariciar tus piernas
bajo tu falda plisada.

Debo confesar algo.
Odio los contestadores.

Adi�s.

�Bertrand! Hola.

�C�mo est�s?

- �Te acuerdas de m�?
- Claro que me acuerdo.

Perdona. He quedado con alguien.

- Bueno, adi�s.
- Adi�s.

Nicole, ten cuidado cuando se despierte.
No debe moverse.

- D�selo a la enfermera de noche.
- S�, se�or.

Mi libro...

Quiero mi libro.

No, no puede leer.
El doctor dice que no debe moverse.

S� lo que har� despu�s de mi libro.

Lo dejar� todo.

Ir� a esa isla
donde se han instalado las mujeres.

Intentar� que me acepten.

Me aceptar�n. Se lo explicar�.

Debes cambiar el goteo de la 14
a las seis. Me voy.

Vale.

- Martine, �hay bastante suero?
- S�, ya me encargo.

Bertrand me dec�a a menudo
que no le gustaba el final de su libro.

No osaba imaginar
que muriera el protagonista.

Sin embargo, tiene su l�gica.

Creo que todas estas mujeres
est�n escribiendo la �ltima p�gina.

Y yo soy una de ellas.

Aun as�, tengo la extra�a sensaci�n
de ser la c�mplice de Bertrand.

Soy la �nica que lo sabe todo de �l.

Las mujeres a las que hizo sufrir
no debieron esperar de �l...

...algo que �l no pod�a darles.

A las que buscaban placer,
les dio placer y tambi�n cari�o.

No me cabe duda
de que las quiso a todas, a su manera.

Y ten�a raz�n.

Ninguna es igual. Cada una
tiene algo que no tienen las otras.

Algo �nico e irreemplazable.

Bertrand las amaba
a todas tal como eran.

A �sta por su mirada de miope
y sus gafas de montura met�lica.

A �sta por su intensidad y su pasi�n.

Ah� hay una que llora de verdad.
S� que le afect�.

Esta chica parece una hu�rfana.

Seguro que �sta le gustaba
por su melena pelirroja.

�sta lo encuentra gracioso. Es la �nica.

Ah� hay una t�mida y dulce...

...seguida de otra
sacada de una novela rusa.

Lo que amaba en �sta era su lucha
por seguir siendo seductora.

�sta parece una estudiante.

�sta se oper� la nariz,
tal vez para gustarle m�s.

�sa podr�a ser su viuda,
si �l se hubiera casado.

Bertrand pensaba que tal vez
en la cantidad hallar�a la felicidad.

�Por qu� tenemos
que buscar en tantas personas...

...lo que nuestra educaci�n
pretende que encontremos en una sola?

Pero, de todas estas mujeres de su vida,
hay algo que perdurar�.

Un recuerdo, un testimonio.

Un objeto rectangular.
320 p�ginas encuadernadas.

Que se llama libro.

EL HOMBRE QUE AMABA
A LAS MUJERES