All language subtitles for L.uomo.Che.Guarda

- "�Diga?"
- T�a Clara, soy Eduardo.

- "Dodo, �c�mo est�s?"
- Bien, �est� Silvia?

- "No, ha salido."
- OK, no importa.

- "�Quieres que la mande a buscar?"
- No, no.

D�gale s�lo que la espero
para cenar. Gracias.

"Como quieras."

EL HOMBRE QUE MIRA

- Dodo
- �Silvia!

- �Est�s contento?
- Lo estaba, hasta que te fugaste.

No me march� y t� lo sabes.

Disculpa la tardanza,
pero no pude salir antes.

- �Hombres?
- Oh, �qu� hombres?

Ten�a cosas que hacer.

- �Ya ordenaste?
- Te he esperado.

- �Qu� te gustar�a pedir?
- Lo de siempre.

Pollo con almendras
y arroz cantones.

- Muy bien.
- Para dos.

De todas formas,
gracias por venir.

Para nada. Sigo siendo
t� esposa, �no?

- Entonces podr�as volver a casa.
- Por favor, Dodo.

Ya te lo he dicho.
Por ahora no es posible.

Si insist� en verte, es
porque hay una novedad.

�Ah si? �Cu�l?

Puedo ofrecerte una casa,
s�lo para nosotros.

- �En serio? �Qu� Casa?
- El departamento de mi padre.

El que est� arriba del suyo.

Decid� perd�rselo como
anticipo de la herencia.

�C�mo te decidiste?

- Lo hice por ti.
- �Por mi? �En qu� sentido?

As� no ser� necesario
vivir con mi padre.

Perdona, �qu� tiene
que ver tu padre?

S� qu� no lo soportas.

Al contrario, tu padre me fascina desde
que fui su alumna en la universidad.

En todo caso, eres t�
el que no lo soporta.

Entonces, �puedes decirme
por qu� no vuelves?

�Oh Dodo! �Por qu� me haces
siempre repetir lo mismo?

Necesito estar sola. Reflexionar.
Entender qu� me pasa.

Te lo ruego, �no insistas!
Est� todo hablado.

Si hay alg�n otro, �d�melo!

No es por la casa.

No se preocupe,
�quiere algo m�s?

�Espera Silvia!

�Perd�name! Silvia.

Vamos, entremos de nuevo.

No te volver� a molestar.
Lo Prometo.

Aunque la casa no sea
el motivo de tu fuga,

le pedir� el departamento
a mi padre.

No me he fugado.
Haz lo que quieras.

- Hagamos el amor Dodo, aqu�, ahora.
- Pero Silvia, �c�mo?

Aprovecha hoy,
como la primera vez.

M�rame.

- �Te gusta?
- Me vuelve loco.

Parece el lomo de
un gato enfurecido.

- Dime m�s, �en qu� te hace pensar?
- En la cresta de un gallo.

- �Es todo? �Di otra cosa!
- En la llanura del Yermo.

- En un cepillo, en una cueva viva.
- �Oh si! �Una cueva viva!

- �T�cala!
- Prefiero mirar.

- Tengo que irme.
- �Quieres que te acompa�e?

No.

�Buenos d�as, Fausta!
�Ya se despert� mi padre?

- Si, algo m�s.
- �C�mo que algo m�s?

Yo s� lo que quiero decir.

�Podr�a explicarme,
por favor?

Es demasiado complejo.
No hay que molestarse.

En fin, Fausta, �Se puede saber
qu� tiene contra mi padre hoy?

Hoy le toca a usted
llevarle el desayuno.

Hoy cuando entre a la habitaci�n a
ponerle la inyecci�n, usted no se va a ir,

- se quedar� mirando.
- �A mirar qu�?

Donde quiere que lo toque, donde
quiere que le ponga la mano,

- lo que quiere que le haga.
- �Y qu�?

�C�mo que "qu�"?
�No lo entiende?

No. No entiendo.

Hace todo lo posible para
que mi mano lo toque "ah�".

�Entiende ahora?

- Ah, �es eso?
- Si, es eso.

�Y t� no eres capaz
de oponerte?

Lo he intentado, pero es como
hablarle a una pared.

Si quieres renunciar, buscar�
a alguien que se encargue de �l.

No, no, no quiero irme.
S�lo quer�a que usted lo supiera.

- �Por qu�?
- Porque si. Quer�a que lo supiera.

Est� bien, no volvamos a
repetir lo mismo.

�Cuidado! Tengo la
jeringa en la mano.

Pero prom�tame que no le
dir� nada a su padre.

Como quieras.

En el fondo, es un gran hombre.
No quiero que se enoje,

s�lo es un poco testarudo.
Quiz�s, desde su punto de vista,

incluso tenga raz�n.
Y si es por darle placer, yo...

- �Qu� caritativa eres!
- No exactamente.

Su padre me paga el
triple de la tarifa normal.

- Ser� porque tiene la mano ligera.
- Como la mano de un hada.

Pero est� claro para �l que
yo no siento nada.

Para lo que yo le importo
a �l tambi�n...

�l s�lo quiere esa cosa...
y punto.

�De acuerdo!
No le dir� nada.

Ah, �recuerde! No se vaya antes
de que llegue con la inyecci�n.

�Adelante!

- �Hola pap�!
- �Ya lo ha hecho!

- �Qu�?
- El gato.

Ha esperado 10 minutos para
atrapar un p�jaro.

�Qu� perseverancia!

�Tu a qui�n defiendes?
�Al gato o al p�jaro?

�Al p�jaro, hijo m�o!
�Me parece evidente!

- �Te ves bien!
- �Claro, como una mierda!

Tal vez hoy me levante para
tratar de estar de pie.

Mira ah�, p�same el yogurt.

As� cuando venga Fausta,
estar� preparado para la inyecci�n.

�Y c�mo va tu relaci�n con Silvia?

Bastante bien... creo.

La volv� a ver ayer.
Tambi�n hablamos de ti.

�De mi? �Vaya!
�y sobre qu�?

El departamento
de arriba.

Le dije que te lo hab�a pedido
como anticipo de la herencia.

�Y ella?

Bueno, creo que
estaba de acuerdo.

Me parece bien. La verdad es que
nunca entend� por que se march�.

Yo tampoco. Aunque creo que
fue por culpa de la casa.

- �La casa?
- Si estoy convencido de que

quer�a una s�lo para ella, para
nosotros. No es por ti pap�

Me parece un deseo muy
leg�timo, muy femenino.

La entiendo perfectamente.
Dile que el departamento es tuyo.

- Mejor dicho, de ustedes.
- Gracias pap�.

No hay por qu�. Adem�s, est�
desocupado desde que muri�

el inquilino anterior. S�lo
hace falta arreglarlo un poco.

Permiso.

Y bien, �hoy no vas a
la Universidad?

Tengo la clase m�s tarde.

�Quiere que el se�or
Eduardo salga?

�Por qu�? �Es mi hijo,
no un extra�o!

Despacio, se lo ruego.
Sin hacerme da�o.

Lo har� despacio.
Usted es carne delicada.

Pero lo malo no le hace da�o,
�o no?... Profesor.

�Vamos, profesor!
Ahora dese vuelta.

�Diga? Ah...

- Pap�, una tal Patricia.
- Ah si, p�same.

�Hola? �Ah, si, bien!
�Hoy quiz�s vuelva a levantarme!

�Si est� bien, casi en pie! �No!
Es Fausta, la enfermera.

Pero no, �qu� dices?
Tambi�n est� mi hijo.

Si. Qu�date tranquila.

�Apostamos? Cuando vaya...
Cuando vaya te lo demostrar�.

Tengo una mano sobre...
Tengo una mano sobre el fuego.

�Eso sin decir!

�Eso sin decir!

�Nada de pensamientos
impuros!

- �Buenos d�as Condesa!
- �Buenos d�as querido!

�Es una verg�enza!
Todav�a est� roto el ascensor.

�Tiene raz�n, siempre
est� estropeado!

Si no lo hubiese estado tambi�n
el d�a que su padre se cay�,

no hubiera pasado nada. A prop�sito,
�c�mo est� el Sr. Alberto?

Bastante bien, gracias.

Es un hombre excepcional.
De esos que ya no quedan.

Disc�lpeme, Condesa,
se me hace tarde.

Por favor, sal�delo
de mi parte.

�Adi�s! �Y gracias por todo!

Pero la escena literaria
voyeur�stica por excelencia es

la escrita por Erodoto y recuperada
por el Guiden, el rey Candol

en la que reina es espiada desnuda
por el favorito del rey, el cual

a su vez, esp�a al favorito
que esp�a a la reina.

Con lo que nos encontramos con una
situaci�n voyeur�stica al cubo.

Un caso de fornicofilia, c�mo decirlo,
a tres puntas.

Profesor, �el voyeur podr�a
ser traducido como "mir�n"?

Quiere decir "hombre que mira".

Y fornicofilia, �qu� significa?
�Ganas de coger?

Significa "placer por mirar".
De �ste ejemplo, o de otros que

ustedes pueden citar, deriva m�
convencimiento de que el voyeurismo,

o si prefieren, la fornicofilia, es
un componente importante en la

literatura y en la narrativa.
Y tambi�n, aunque es m�s obvio,

en el cine y en la
fotograf�a.

En tal caso, el artista no s�lo se
hace espectador de cualquier tipo

de secreto �ntimo, oculto,
prohibido, sino tambi�n, en

cierto sentido, c�mplice de un
plan subversivo de conocimiento.

O sea, el plan consiste en exprimir
aquello que la sociedad normalmente

reprime. Asumiendo en el �rea de la
representaci�n, aquello que por

hipocres�a, temor o ignorancia
supina, siempre se excluye.

Y que, sin embargo, constituye
una parte importante de la vida real.

Exprime al sexo en su extrema
e indefensa desnudez, en su

momento existencialista, carnal,
corporal, como dec�a claramente

el poema de Marian May, una negra
impresionada por el demonio

que quisiera someter a la
reflexi�n de ustedes.

�Alguien puede repartirlos?
Por favor.

Continuaremos ma�ana.
Mientras tanto, lean.

Es un poema fuerte.

�Puede llevarme profesor?

- �A d�nde quieres ir?
- A casa.

- Entonces, �me lleva?
- Si, claro. Entra.

�Oh, Dios! Por poco lo rompo.

No hay peligro. Es demasiado
duro para que lo aplastes.

- Y, �d�nde vives?
- Lungote B, de la Victoria.

- Fue una hermosa elecci�n, Profesor.
- Al menos a ti te ha gustado.

A los dem�s, creo que no.

�Por qu� no te hab�a
visto antes?

Porque vengo a la Universidad cada
tanto, m�s que nada, por curiosidad.

�Curiosidad? �De qu�?

De los profesores.

�De d�nde eres?

- De �frica.
- �En serio?

Cre� que eras Sueca.

�frica es muy grande.

Adivine.

- Senegal.
- No.

- �Mali?
- Tampoco.

- Kongo.
- �Bravo profesor!

Pero ahora se llama Zaire.

Y yo me llamo Eduardo,
no profesor.

Dodo, para los amigos.

�Dodo? �Qu� gracioso!

- �Y tu?
- Pascasie.

Lo not� mientras daba su clase,
le gusta mirar.

A decir verdad, en mi clase era
yo el que sent�a espiado por ti.

�Qu� tiene de especial
�ste poema?

Es un perfecto ejemplo de
fornicofilia literaria.

Una negra impresionada por el
demonio quiere saborear una

ni�a triste de frutos tiernos,
y criminales tambi�n bajo su

vestido abierto. Esta glotona
se prepara para astutos trabajos.

El intento profanatorio es evidente.
La negra y la ni�a hacen un 69.

- �Sabes lo que es?
- Claro que lo se.

Darse sexo oral rec�proco no
me parece tan escandaloso.

Pero si lo es en �ste caso. Se trata
de un 69 entre dos mujeres,

Una es adulta y la otra una ni�a.
Una es negra y otra es blanca.

Y en las pierna donde la v�ctima se
esconde, nace una piel negra abierta

bajo la crin. Avanza el palacio
bajo una extra�a palidez rosada,

como una concha marina.

Ese es el plan subversivo
del que hablaba en clase.

La autora te permite asistir a una
simple situaci�n �ntima y privada,

se refiere a lo privado de lo privado.
"La extra�a palidez rosada".

Pero tu... �s�lo miras o qu� haces?

- Mierda.
- �Qu� pasa?

En estos casos no hay nada que hacer.
S�lo podemos esperar.

Gracias, de todos modos. Ya
puedo seguir a pi�.

Mi casa queda aqu�, al
lado del puente.

�Espera! Quiz�s a�n podamos
hacer algo.

Atravesar el r�o, por ejemplo.

Ah�, yo vivo ah�.

Ahora, nos despedimos.

Y esto, �para qu� te sirve?

Para capturar todas las cosas
que han interesado en mi vida.

�Te gustar�a capturarme a m�?

�Si claro! �Por qu� no?

Espera, aqu� no.
En mi casa.

�Gracias!

- �Hola Jesuina!
- No soy Jesuina, me llamo Ariadna.

- �Me sacas una foto?
- En otra ocasi�n.

Son los hijos de la portera.

�Te gustar�a fotografiarme
como a la negra del poema?

Bueno, pero necesitar�amos
una ni�a blanca.

- �No tienes hijos?
- �C�mo dices?

- �Est�s casado no?
- Si, cierto, �por qu� preguntas?

Por pura curiosidad.

De todos modos,
no tenemos hijos.

�Tambi�n eres "mir�n" con tu esposa?

En todo caso, lo era antes
de que se marchase.

Lo siento.

�Era linda?

Bueno, lind�sima.
M�s linda que t�.

�Lo dices por �sto? Es por
sentarme tanto tiempo, lo s�.

Desgraciadamente, desde que vivo
en Roma, ha acumulado mucha grasa.

�Por qu� "desgraciadamente"?

- Atrae miradas.
- Por eso me gusta.

El de mi mujer tambi�n
es vistoso.

Pasa.

Eres muy fotog�nica.
Y narcisista.

�Te gustan? Las sac� una
inglesa, Tony.

- Dice que la inspiro, como modelo.
- Se nota, por suerte.

- �Es suyo el departamento?
- No, mio. Un regalo de pap�.

Debe tener mucha plata.
O te debe querer mucho.

Ni uno ni lo otro. Es funcionario
del ministro. El gobierna, yo vivo.

Entonces, �c�mo quieres que pose?

Oh, no s�, dec�delo tu.
Me amoldar� a lo que vea.

Como quieras.

Por cada mir�n hay un
exhibicionista, �no?

- �No dices nada?
- �Est�s depilada!

Soy as� por naturaleza,
nunca tuve muchos pelos.

�Es de palidez rosada?
�Como una concha marina?

- �No notas nada, mir�n?
- �Qu�?

Las mujeres blancas tienen
un botoncito que yo no tengo.

- �El cl�toris?
- Infibulaci�n.

- �Pero es una barbaridad!
- No m�s que las de ustedes.

La virginidad, el pudor,
la fidelidad.

- Te gusta mirar, �d� la verdad!
- �Y a ti servir!

�Estamos hechos el uno para el otro!

�Hola Tony!

Te presento a Dodo. Es m�
profesor de literatura francesa.

�Encantado! Mi verdadero
nombre es Eduardo.

�Estudiando una lecci�n!
Supongo...

�Si, cierto! Repas�bamos una
teor�a literaria suya.

Le saqu� unas fotograf�as.

�Espero que por lo menos
te haya pagado!

�Qu� va, Tony, no son
fotos profesionales!

Son simplemente por arte.
M�ralas.

- No me interesan.
- Te digo que las mires.

Eres una est�pida puta negra.

�Escuchaste eso? Los celos
la hacen volverse racista.

Perd�name Pascasie,
me tengo que ir.

- S�, �vete a la mierda!
- �Est�s loco?

�Ahora viene lo mejor!
Mira.

�Te has enojado?

�No me provoques Pascasie!

�Me gusta cuando se enciende!

Es mi fot�grafa personal. La
mantengo porque soy una fotograf�a.

�Est�s celosa?

El no es un fot�grafo de verdad,
es s�lo un mir�n.

�Sabes qu� me ha dicho?

Que le gustar�a verme
haciendo el amor.

Una negra rica, con una
blanca pobre.

�Perd�name, Pascasie,
olvidemos todo!

Yo ser� tu esclava.

- �Diga?
- T�a Clara, perdone,

- soy yo otra vez, Eduardo.
- No hay problema, estaba viendo TV.

- �Ha vuelto Silvia?
- Desgraciadamente no, Lo siento.

�Por casualidad no ha dicho
a d�nde iba?

Pues no, no me ha dicho nada.
�Quieres dejarle alg�n mensaje?

No, no importa, gracias. Volver� a
llamar ma�ana. Perdone la molestia.

�Pero d�nde carajos estar�
a estas horas!

- �Ven no te hagas rogar!
- �Despacio Profesor!

- Su hijo puede o�rnos.
- �Al diablo mi hijo!

- �Ven aqu�, encima!
- �No! Hab�amos dicho "s�lo mirar".

Y ahora, �Por Dios! �Mu�stramela bien!
�Como en la foto de la revista!

- �Qu� foto? �Hay tantas!
- �La que est�s con el libro en la mano!

�Oh Profesor, qu� caprichoso!

- �Y ahora? �Est� bien as�?
- �Abre las piernas!

- �No ha visto ya suficiente?
- �No! �Verla bien! �Quiero verla abierta!

�Pero c�mo lo hago con
el libro en las manos?

�T�ralo! �No entiendes que lo
menos importante es el libro?

�Profesor! �C�mo es posible que
usted siempre la tenga dura?

�Qu� quieres que haga? Un profesor
universitario tiene mucho tiempo para pensar.

�Y piensa que te piensa!
�D�nde va a parar el pensamiento?

- �Aqu�!
- �Bravo! �As� me gusta!

�A usted le gusta siempre!
�Cree que no lo sab�a?

�C�llate maldita!
�Quieres arruinarme el momento?

- Bien, primero el puro.
- Sabe que no debe hacerlo, Profesor.

El doctor le ha prohibido fumar.

�As�! �Que lo moje!

�Humed�celo bien!

Ahora, �tr�emelo!

�Oh, divino!

- �T�camela un poco!
- �Ese no era el trato!

- Vamos, te pagar� 20 millones.
- 30.

Bien, 30, ahora ag�rrala con la mano.

Que quede claro que s�lo
lo hago para complacerlo.

�Si, claro! S�lo para complacerme.
�Muy bien! �Sigue as�!

- �Sigue as�!
- �Que pene m�s grande tiene Profesor!

�Te gusta? �Oh, dime la verdad!
�Qui�n la tiene m�s grande?

- �Dodo o yo?
- �Y yo qu� se? Nunca he visto la de su hijo.

�Lo hubiese jurado!
�Y qu� espera?

Si realmente lamenta que
su mujer lo haya dejado...

�Oh despacio! �Suave!
�Dios, Fausta, me vuelve loco!

�Me vuelve loco!

�Yo s� lo que lo vuelve
loco de verdad!

Bien desgraciada, en vez de decir
tonter�as, �m�tetela en la boca!

- �No! �En la boca, no!
- �Te pago 40 millones!

- �Ni por 50!
- �60!

�El precio de dos conferencias
en la universidad!

�No insista! �He dicho que no!

�Basta ya, Profesor!
�Mire lo que ha causado!

�Fue tu culpa! �Rec�gelo!

�Est� bien as�, Profesor?

�Qu� mierda va a estar bien?
Pero tengo que hacer algo.

�Si su hijo lo viera!

�Deja de hablar de mi hijo!
�No estar�s enamorada por casualidad?

�No! �Pero qu� dice?
Con �l es distinto.

Se nota que a�n
quiere a la Sra. Silvia.

- Y ella, seg�n tu, �todav�a lo ama?
- �Yo qu� se!

Yo... eso deber�a
saberlo mejor �l.

- ��l? �Qui�n?
- ��l! ��l! �Su padre!

�Vamos cretina! �Quieres arruinar todo?
Vamos, mejor, �Vete a dormir!

Toma el dinero, pero, �pobre de ti
si se lo das al cornudo de tu novio!

- �Qu� haces aqu�?
- �Adivine!

- �Qu� quieres de mi?
- �Que no piense mal!

- �De qu�?
- De lo de anoche.

- �Y por qu� deber�a?
- Me d� cuenta. S� que me espiaba.

No espiaba.
Miraba lo que suced�a.

No lo hice por el dinero, se lo juro.
Lo hice s�lo por complacer a su padre.

�Es un gran hombre!

Pero tomaste el dinero.

Bueno, es un gran hombre,
pero est� viejo.

- �Tienes el �nimo generoso?
- �En serio!

A otro, ni por todo
el dinero del mundo.

- �Segura?
- �Lo juro!

- Es que... �puedo decirle la verdad?
- A eso viniste, �o no?

Complac� a su padre porque
sab�a que usted me miraba.

- No digas tonter�as.
- De verdad.

Me gust� saber que
usted estaba ah�,

que me ve�a y que
estaba un poco celoso.

- �E incluso que me excitaba?
- �S�! �Por qu� no?

Resumiendo,
�Lo hiciste por complacerme,

porque te miraba, por darme celos
o por excitarme? �Dec�dete!

�Usted es perverso conmigo!
�No me cree! Su padre es m�s amable...

�Por eso �l le gusta
a tantas mujeres!

- �Qu� mujeres?
- �Tantas!

- �Tu qu� sabes?
- Lo que veo.

Todas las que vienen a visitarlo,
por ejemplo, la Condesa.

�Vieja zorra!

�No tanto! Tambi�n hay
de la edad de su esposa.

Yo no quiero gustarle a tantas.
Tampoco quiero ser como mi padre.

�Salen muy lindos usted
y su madre en esa foto!

- A prop�sito de fotos...
- �Si!

Expl�came una cosa, �de qu� fotos
hablaban con padre anoche?

�Quiere verlas?
�Ir� a buscarlas!

�Espera, no!
�Qu� haces?

�Mire! �Aqu� est�n!

�Pero qui�n te las ha sacado?

Mi prometido. Pero �l no sab�a
que eran para la revista.

�Le gustan?
Son art�sticas, �verdad?

�C�mo no!
Vaya numerito.

Aunque no deber�a hab�rselas
mostrado a mi padre.

�Yo? ��l me las mostr� a m�!

Un d�a me dijo:
"Tu eres �sta, �verdad?"

Y me mostr� la revista.

No pod�a negarlo. �l tiene todos
los n�meros, �lo sab�a?

Es incre�ble... �El gran hombre!
�Qui�n lo hubiera dicho?

En el fondo... �Qu� m�s da?
Es viejo, no tiene nada que perder.

�Te entiendo!

�Se ha dado cuenta de que su
padre est� celoso de usted?

�Pero qu� dices!

�No escuch� cuando me pregunt�
qui�n la ten�a m�s cortita?

�Y qu�?

- Est� claro, �no?
- �Qu� est� claro?

�D�jeme comparar!

No, no lo creo.

�Puedo darle un beso?

�Dios! �El fisioterapeuta!

�Ya est� aqu�!

- �Aqu�?
- No.

- �Entonces aqu�?
- �Ah� si! �Pero no mucho!

- �Y aqu� si?
- �Maldita bestia!

�Perd�n!

�Perd�n! Sin querer, hemos
despertado al pajarito.

�Pobre pajarito!
�Un besito al pajarito!

�No es un pajarito! Aunque sea un
poco viejo, �A�n se pone muy tieso!

�Cree que pueda
hacer algo con �sto?

�Que si lo creo?
�Est� bromeando, Profesor?

Con 3 � 4 sesiones, Fiore del Tolo,
le dejar� los pies mejores

que los de un atleta.
�Ser� otro!

Me basta quedar como estoy,
pero sin dolor.

Servir�a...

Servir�a...

Servir�a...

Una mesa amplia.

- �Esa?
- Mmm, si, puede servir.

Profesor... �de pie!

�De pie! �Vamos Profesor!
�Arriba! �De pie! �Vamos Profesor!

�Bravo, Profesor! �As�!
�Muy bien!

�Arriba! �Bravo!

�No!

�No! �No! �No!
�No! �No! �No!

�Qui�n te mand� a
entrometerte mona?

�T� no sirves!

�A ti? �Seguro que no te sirve!

- �Si! �Bravo Profesor!
- �No ves que estoy de pie?

- Ahora camine, �as�! �as�!
- �Oh, Fiore! �Eres un mago!

�Qu� mago ni mago? El Profesor
no entiende, en Venecia se dice

"�Saber de pobre hombre, fuerza
de maric�n y belleza de puta,

no valen una mierda!"

��nimo Profesor! ��nimo!
�Un paso m�s!

- �Bravo pap�!
- �Bien Fiore!

�Muy bien Profesor! Otros dos
pasos, as�, eso es, �as�!

- �Por fin!
- �Lo ha logrado!

�Sabe qu�, Profesor?
Si prefiere estar de pi�,

hacemos aqu� el masaje.

�H�galo! �H�galo!

- �Sobre qu� tema hablar�s hoy?
- Mollier.

�Vaya, alta cultura! Como ves,
yo me he pasado a la baja.

En vez de re�rte, mona,
vi�rteme �sto.

Abajo profesor, m�s abajo,
abajo, abajo, abajo.

A su edad se utiliza poco...
el f�mur, se entiende.

�Tambi�n le das
masajes a mujeres?

�Oh, no por Dios!
�Las mujeres no tienen m�sculos!

�Aggg! �Qu� porquer�a!

- Escucha pap�, lo de la casa...
- �Es tuya! �Ya te lo he dicho! �No?

No es por eso. Como quiero traer a
Silva para que le de un vistazo

- necesitar�a la llave.
- La tiene el portero, p�desela a �l.

�Diga?

Es la Sra. Silvia.

�Pregunta por �l?

No lo s�, pidi� hablar
con el Profesor.

�El padre o el hijo?

Es para �l.

Hola.

Si, te llam� ayer en la noche.

Quer�a verte.

�A las 3? Est� bien.
�D�nde nos vemos?

�Por qu� al cine?

De acuerdo,
nos vemos entonces.

Bien, debo marcharme.
�Adi�s pap�!

Y felicitaciones,
nuevamente.

�Adi�s! Y dile a Silvia que no
me ponga m�s mala cara.

La casa la espera,
es toda suya.

�Quiere que le diga algo, Profesor?
Ma�ana le traer� las muletas.

- �Ya ver� qu� alivio!
- Si, �podr� volar!

Es mejor que te lo explique
de una vez por todas.

Que no vuelva a vivir contigo,
no es s�lo por la casa.

Es por otro motivo.

�Es decir?

Es un hombre.

S�, si quieres.
Es un hombre.

�Pero por qu� no
me lo dijiste antes?

�Qu� pel�cula tenemos que seguir?
�Se lo dice o no? �Dec�dase de una vez!

He tratado de dec�rtelo, pero estabas
estancado con la historia de la casa

y no dabas un brazo a torcer.

Y adem�s, me daba verg�enza.

�Dec�rmelo o hacerlo?

A �ste hombre.
No lo amo.

�Y entonces por qu�
te vas con �l?

Entiendo. Me parece
in�til que nos sigamos viendo.

�Oh no! �Te lo ruego!
�No te vayas!

Yo... te necesito.

No me parece l�gico.

Si pero...

Dodo, s� lo que te digo, si seguimos
vi�ndonos y hablando,

corremos el riesgo de que
todo termine y lo dejemos.

- Pero, �qu� te lo impide?
- No lo s�.

Pero no soy capaz.
Es m�s fuerte que yo.

Hago de todo para no volverlo
a ver, pero luego... caigo.

- �Y eso no es amor?
- No, no, no.

No s� lo que es, pero s� que
no lo amo. Te quiero a ti, Dodo.

Por �l no siento nada.
S�lo una fuerte atracci�n sexual.

�Y yo qu� debo hacer?

�Sostener la vela
mientras ustedes cogen?

�Puedes decirme qu� tiene
de extraordinario ese hombre?

- Preferir�a no hablar a cerca de �l.
- �C�mo que no?

�Ahora ya quiero saberlo todo!
�Qui�n es? �Qu� carajos hace?

�C�mo coge? �Cu�nto dura?
��Todo!!

�Encima es morboso!
�Se�ora, no le cuente nada m�s!

- �Quieres los detalles?
- �S�, todos los detalles!

�Est� bien! Por ejemplo,
me gusta c�mo me agarra.

��C�mo te agarra?!

Por detr�s. Me inclina sobre la mesa,
se acomoda y me coge por detr�s.

Puedo hacer todas las
muecas que quiera

porque �l no me ve la cara,
ni yo veo la suya.

Puedo pensar en quien quiera.
Podr�a ser otro.

Alguien a quien ni siquiera
conozco. Una bestia.

- �Te basta con eso?
- No es suficiente.

�Dios, Dodo!
�Por qu� quieres saberlo todo?

Porque, al menos de palabra,
quiero que lo traiciones conmigo.

Mientras lo hacemos,
me tira del pelo por la nuca.

Y me dice:
"�Oh Silvia, eres una cerda!"

"�Dime que eres mi cerda
o te retuerzo el cuello!"

- �Y tu?
- Yo le contesto: "�Si, lo soy!"

"�Lo soy y sabes que soy tu cerda!"

Pero igualmente,
el me retuerce el cuello.

- �Contin�a!
- Y yo grito como una cerda,

cuando le escucho decir que me ama,
o cuando le digo que soy su cerda.

- �Tu tambi�n lo amas?
- �No! �Yo te amo a ti, compru�balo!

Dime que s�lo lo podr�as
hacer conmigo, Dodo.

Dime que soy tu vida.

Ahora, dime que eres mi cerda,
�d�melo o te retuerzo el cuello!

�Si! �Lo sabes!
�Soy tu cerda!

Dodo, aqu� est�n
t� estampillas.

�No las quiero m�s!

�Qu� grosero!

�Grosero!

�Grosero!

�Grosero!

�Grosero!

�Pendejo de mierda!

- Gracias por el peri�dico.
- �No duermes?

Acabo de despertarme.
Y he visto c�mo me mirabas.

- �C�mo te miraba?
- Con ira.

Pero �qu� dices, pap�?
�Qu� pasa por tu cabeza?

�Te miraba como se mira
a alguien que duerme!

Como no hablabas, debe haber sido
tu aspecto el que me ha confundido.

�Vaya facha, hijo m�o!
�Pareces un n�ufrago!

- �Qu� pasa? �Algo anda mal?
- No, nada, todo est� bien.

Mejor as�. Ay�dame a levantarme.
�Qu� hora es?

- Casi las ocho y media.
- �Pero he dormido m�s de lo habitual!

Ser� que ayer se me hizo
algo tarde, culpa de la televisi�n.

�Abre la persiana, que enseguida
llegar� Fiore con las muletas!

�Buena se�al, quiere decir
que est�s curado!

Si, eso parece.

- �No est�s contento?
- Si, claro.

Aunque, mientras que...

he estado en la cama me he ilusionado
no s�lo con sanar de la fractura,

sino tambi�n, de otra enfermedad.
�La vejez!

�Tu no eres viejo, pap�!

�Pero no tengo las mismas
fuerzas que antes!

�Qu� fuerzas?

La fuerza intelectual,
por ejemplo, o incluso la sexual.

Perdona la indiscreci�n pap�, pero...

�Qu� quieres decir?

�Que en estas semanas
has tenido aventuras?

Digamos que he tenido suerte.
Qui�n sabe por qu�.

Pero un enfermo siempre
produce un efecto excitante.

�C�mo has podido
en tus condiciones?

Bueno, no es dif�cil, sobre todo
porque estas benditas ni�as

tienen un coraje diab�lico e incluso
soy capaz de subirme en la cama

con la ropa levantada
y sin calzoncillos.

Si... las mujeres
tienen mucho coraje.

Pero, �te parece que son temas
para hablar entre padre e hijo?

A veces olvido que eres mi padre.

Oh, vaya, �c�mo me ves?

Algunas veces te siento
como la competencia.

Tambi�n podr�as ser
un rival mio en el amor.

�Y en vez de eso, soy un
viejo con la piel arrugada,

los m�sculos sin fuerza
y las piernas cadav�ricas!

A las mujeres no les
importan esas cosas.

�Ah no? Y seg�n tu,
�En qu� se fijan?

En la vitalidad.
�Y tu tienes hasta para vender!

�Ah si! Debo reconocer que mientras
m�s viejo me siento, m�s mandril.

Lo s�, te escuch�, sabes,
la otra noche.

- Pero, �pero qu� dices?
- No lo niegues, s�.

- Con Fausta.
- �Con Fausta!

�Oh, si!
�Si, lo admito, me vuelve loco!

Del resto, a mi edad,
�qu� puede ser censurable?

Se hizo ilusiones,
he tenido que pagarle.

�La muy desvergonzada!

No quiere decir nada.
Si pagas, puede ser

m�s intenso que con quien
no lo tienes que hacer.

Puede ser, s�lo que estaba seguro
de que no me iba a entender,

as� que cr�eme,
�no hay nada mejor!

- �Que pagarle a las mujeres?
- �No! �Que cogerlas!

Despu�s de todo, bien en el fondo,
tambi�n ellas lo quieren as�.

Adem�s de ser el �nico modo para
romper ciertas cadenas feministas

de sus calesitas y reestablecer
el orden de la sumisi�n.

Las mujeres, hijo m�o,
quieren ser presa de los hombres.

�No lo comprendes?

Profesor, �buenos d�as!
�Hoy es un gran d�a!

Alguien va a caminar y se va
a llevar por delante al mundo.

Anoche hizo mucho calor.

�Profesor, es m�rito de mis masajes!
�M�s efectivo que una mujer!

�Vamos, no exagere!

�Dile a Fausta que me
traiga el desayuno!

�S�rvele un calmante en
vez de un huevo batido!

�Dios, Sr. Eduardo!
�Se divierte asust�ndome!

Se hace mimar el gran hombre �no?

Lo hago por iniciativa propia.

Haces que hasta yo tenga ganas.

Si espera, se lo preparo.

Lo har� yo.

- �D�nde est�n los huevos?
- En la heladera.

�Escuch� el alboroto de anoche?

No, �qu� alboroto?

Su padre debe
haber tenido visitas.

Era una de sus mujeres.

Ser�a una de sus amigas.

- �La dej� entrar usted?
- Yo no.

- Pero ten�a las llaves.
- Se las habr� dado mi padre.

Imposible. En esta casa s�lo
hay tres juegos de llaves.

Uno lo tengo yo, otro usted
y otro su padre.

Y ayer en la noche el juego de su
padre estaba en su escritorio, yo lo vi.

- �Y qu�?
- No s�. Escuche, salvo nosotros tres,

s�lo hay una persona que
tiene las llaves de la casa.

Bueno, �qu� quieres insinuar?
�Que la mujer que estuvo anoche

con mi padre era mi esposa?

Yo no quiero insinuar nada. Eso lo
ha dicho usted, se�or Eduardo.

Anoche la se�orita Silvia
estuvo conmigo.

�Ah si? �Hasta qu� hora?

No tengo por qu�
darte explicaciones.

Eso es lo que tambi�n piensa.

Despu�s de todo es mi mujer.

Nos hemos reconciliado y
anoche hemos dormido juntos.

Pero la voz que ven�a de
la habitaci�n de su Padre,

era igual a la de la se�ora Silvia.

Habr�s o�do mal. De noche,
todas las voces son parecidas.

La puerta del estudio no cierra bien,
se oye todo, voces y rumores.

�Qu� rumores?

En realidad, parec�an gemidos.
Pero duros, como estertores.

Pero no de dolor, o de miedo.

Te repito que la se�ora Silvia
estuvo conmigo anoche.

- �D�nde?
- En la casa de su t�a Clara.

Pobre se�or Eduardo...

�No ve que no sube?
�D�jeme a m�!

Yo tambi�n he visto a la
se�ora Silvia, �sabe?

Deben haber sido las once y media,
yo estaba en mi cuarto, cuando sent�

que se abr�a la puerta de la calle.
Y como no reconoc�a los pasos,

Se�or Eduardo,
me asom� a ver.

Y vi a una mujer con un impermeable
plateado, que se dirig�a hacia el final

del pasillo. La vi de espaldas, pero
estoy segura de que era la se�ora Silvia.

Y entr� en la habitaci�n del Profesor
y cerr� la puerta tras su espalda.

Me acerqu� a espiar y escuch�
los rumores de los que le hablo.

�T� no has visto nada!
�Inventas todo!

Pobre se�or Dodo. �No creer� que le
digo estas cosas por maldad?

�No digas pobre, y no me llames Dodo!

Yo lo quiero mucho, sabe.

�Dime que eres mi cerda!

�Dime que eres mi cerda
o te retuerzo el cuello!

�Si! �Lo soy!
�Soy su cerda!

�Dime que eres mi cerda!
�Dilo o te retuerzo el cuello!

�Oh, pero qu� pasa!
�Qu� hace!

�Me hace da�o!
�Basta! �Basta!

�Sr. Eduardo! �Se ha vuelto loco?
�Me ha hecho da�o!

�Perd�name! �No quer�a!
�Soy un tonto!

�Por eso me aplasta la
cabeza contra la mesa?

Perd�name, no entiendo
qu� es lo que me sucedi�.

�Mire! Tambi�n usted se
ha manchado.

D�jalo as�, ya lo limpiar�.

�Y ahora qu� le llevo a su padre?

Puedes darle el m�o,
ya est� preparado.

Entonces, �sabe qu�?
A �ste me lo como yo.

�Por qu� quer�a que le
dijese que soy una cerda?

D�jalo as�.
Olvida lo ocurrido.

No se nos trata as�, a las mujeres.
Hace falta ser gentil, cari�oso,

f�jese en su padre. Cuando quiere
algo �ntimo de mi, me lo pide de un

modo tan afectuoso, que me
parecer�a una maldad negarme.

�Me comprende Se�or Eduardo?

�Palacio de mierda!

�Buenos d�as Eduardo!

�Buenos d�as, los huevos!
Vaya, vaya con el gran hombre,

suba, que la espera con su carisma
infinito y con su pene gigante.

�Vaya!
�Corra!

�Alto ah�!

�Zona protegida!
�Para pasar, debe pagar!

- �Pero no es una playa libre?
- �Libre para hacer lo que quieras!

Pero no para tocarle
los huevos a los dem�s.

�Lo garantizo yo!

Con pareja: cinco mil.
Mirar: diez mil.

�Entiendo! Esto es una especie
de estacionamiento.

�Aparcamiento, mejor!

- �No tienes a nadie?
- �En qu� sentido?

�Del aparcamiento!

Bueno, ten�a a mi mujer.

�Mejor! A la esposa le gusta
ser tratada como a una cerda.

- �D�nde est�?
- Me temo que la he perdido.

�Ah, ha encontrado otro pene!
�No?

En cierto modo.

- �Mira ese!
- �Ven! �Ven aqu�!

�Qu� quiere decir
"en cierto modo"?

Te traiciona �si o no?

Digamos que me ha
dado por el culo.

Y eso parece que te molesta
�no? �Di la verdad!

- Bastante, aunque es...
- �Qu� es qu�?

Maldito el cretino
que por primo ha

mezclado las cosas del amor
con las del honor.

- �Sabes qui�n lo dijo?
- �Alg�n fantoche!

�No! Un poeta franc�s que se
llama Bodeler. Y ten�a raz�n.

�Si, claro! Pero mientras tanto,

alg�n cretino te ha ganado
y te ha robado la mujer.

�Entonces qu� haces?
�Pagas o te esfumas?

�Pago! �Pago!
Tarifa de mir�n.

�Que te diviertas!
Voy a controlar un poco m�s all�.

�Quieres un consejo?

No trates de saber demasiado
sobre lo que hace tu mujer.

El enga�o es terrible,
pero la verdad lastima.

�Adi�s!
�Hasta luego!

- �Diga?
- �Hola! �Te molesto?

�Silvia! �No, claro que no!
�Siempre es un placer o�rte!

- Pens� que te gustar�a verme.
- �Y me lo preguntas? �Cu�ndo quieres?

Esta tarde.
En el restaurante Chino.

Por mi no hay ning�n problema.
Aunque esperaba que nos vi�semos antes.

- �Qu� tienes que hacer ahora?
- Nada en particular. �Por qu� preguntas?

�Por qu� no pasamos a darle un
vistazo al departamento de mi padre?

- No s�, no lo creo.
- Est� vac�o. El inquilino ya se ha ido.

Est� bien, si insistes,
pero no te hagas ilusiones.

�Qu� quieres decir?
No entiendo.

Nada, s�lo que no sigas
dando vueltas con lo mismo.

- Quiero hablarte, Dodo.
- Yo tambi�n, Silvia.

Entonces, nos vemos all�
en una hora.

De acuerdo. En una hora.
Adi�s.

Hoy, despu�s de que me llamaste,
se me vino a la mente Francia.

- �Te acuerdas?
- �Claro!

La primera vez
que me espiaste.

Al principio, no me di cuenta
de que eras tan suspicaz.

�Por qu� bajaste de
repente la persiana?

�Bah!

Por discreci�n... creo.

�Tonto! Todo lo que viste,
lo hac�a para ti.

- �Sabes una cosa?
- �Qu�?

Despu�s de que cerraste,
yo me masturb�.

�Nunca me lo hab�as dicho!

Y al d�a siguiente,
cuando nos presentaron,

tuve una extra�a sensaci�n.

Como si ya antes hubiese
hecho el amor contigo.

�Qu� m�s me has ocultado?
Por tel�fono, dijiste que quer�as hablarme.

�Que se ha terminado!

�Desde cuando?

Desde anoche.

�Hicieron el amor?

- Si y no.
- �C�mo que "si y no"?

Lo hicimos s�lo a medias.

En el sentido de que �l quer�a
que se la chupara y yo,

por darle placer, lo content�.

- �Qui�n era?
- Ah-ah, Dodo.

Te lo advert�.
Ninguna idea estrafalaria.

Se acab� y basta.

�No lo hagas!

- �Por qu� �l si y yo no?
- Contigo es distinto.

�Qu� es distinto?

El p�jaro. El suyo
ten�a rostro, ni noche, ni historia.

Y tampoco amor.

El p�jaro de un desconocido.
Contigo no ser�a as�.

- �Rep�telo!
- �Qu�?

�P�jaro!

�P�-ja-ro!

�Est� bien as�?

Si quieres, s�came una foto.

�Vamos, s�cala!

�Se te ha parado!

Si padre te hubiese dado
este departamento antes...

hay tantas cosas que no
hubiesen sucedido.

�Cu�ndo comenzaste con el otro?

El mismo d�a que nos casamos.

�D�nde?... �C�mo?

En tu casa, durante la
recepci�n de la boda.

Hab�a tanta gente,
�recuerdas?

En un momento, el portero
sali� para decirte

que los guardias quer�an llevarse
los autos de los invitados.

Tu saliste con �l y yo fui a
refrescarme a nuestra habitaci�n.

Me asom� a la ventana y te vi discutir
con los guardias en el patio.

De repente...
Se acerc� por detr�s...

Me agarr� del cuello
impidi�ndome moverme...

�Darme vuelta!
�Defenderme!

Y me tom� sobre la ventana, como
t� quer�as hacer hace un momento.

Esta visita es in�til.
De nada sirve prolongarla.

�Por qu� in�til?

Para vivir en un departamento
como �ste,

debemos recurrir a la
ayuda de tu padre.

Y as� empezaremos de nuevo.

- �C�mo de nuevo?
- Seguiremos dependiendo de �l.

Y no quiero eso.

- Y entonces, �qu� propones?
- Volver a vivir juntos, en las

dos habitaciones del
departamento de abajo.

�Pero si fue el motivo
por el que te marchaste!

Me march� porque hab�a otro.
�Y ahora ya no est�!

Por eso podemos volver a vivir
tranquilamente como al principio.

Yo, t� y tu padre.

Ven, vamos a decirle
que viviremos con �l.

Ven, adelante.
�Vamos!

Est� bien.
Vamos.