All language subtitles for The Life and Times of Frida Kahlo [2005]

Quiero decir que
me he portado bien,

que no he tenido ninguna
aventura ni diversiones,

ni amantes, ni nada de eso,

que amo a México
como nunca antes,

y que adoro a Diego,
más que a mi propia vida,

y que me estoy convirtiendo
en una persona seria.

Frida Kahlo.

Frida Kahlo fue una mujer
mexicana que transformó su vida

pintándose a sí misma.

Nacida cerca de la Ciudad
de México en 1907,

a las puertas de la gran
revolución del siglo veinte,

ella improvisa la su propio
tipo de libertad,

para poder trascender con gracia,
una vida llena de dolor.

A los 19 años tuvo un terrible
accidente en el que sufrió

lesiones permanentes que
la dejaron parcialmente inválida.

Empezó a pintar durante su larga
convalecencia y pasó el resto

de su vida articulando sus
experiencias para lograr algunas

de las imágenes más luminosas
y obsesivas de su época.

Tuvo numerosos amantes,
tanto hombres como mujeres,

pero el gran amor de su vida
fue el célebre pintor mexicano,

Diego Rivera,

Una relación compleja
y diflcil que dominaría

toda su vida de adulta.

Ella también se convertiría
en una leyenda,

convirtiendo su propia
vida en una obra de arte

y codeándose con algunos
de los artistas más célebres

y visionarios de su época,

irónicamente, su obra fue
casi ignorada durante su vida,

algo que no le importaba.

Según ella, pintaba para
sí misma, y en el proceso,

creó algunas de las imágenes más
inolvidables del siglo veinte.

Yo estaba en el Palacoo
de Bellas Artes de México.

y esa noche la ópera
era "Parsifal" de Wagner.

Estaban tocando la obertura

y de repente un sonido

que silenció a la orquesta
invadió el teatro.

Todos levantamos la mirada
hacia el palco y presenciamos

la magnífica entrada de Frida
Kahlo con todas esas joyas.

Los collares, las sortijas
los brazaletes,

lo que llevaba en el cabello,

que iban cascabeleando al mismo
tiempo como una catedral enloquecida

para distraernos de
la debilidad de su cuerpo.

Del hecho de que era
un cuerpo moribundo y lisiado.

Y ella le daba vida con
las joyas y los vestidos

creando su propia ópera.

Wagner estaba en el escenario
Frida Kahlo estaba en el palco.

Y esa noche al menos
ella fue más fuerte que Wagner.

Estoy pintando un poco.

No porque me considere
una pintora ni nada parecido,

sino simplemente, porque no
tengo nada más que hacer

y porque al trabajar
puedo olvidarme un poco,

de todos los
problemas que he tenido.

Estoy pintando con óleos en
pequeños platos de aluminio

y a veces voy a una escuela
de artesanía donde hice

dos litografías que son
verdaderamente espantosas,

En México, se dice que es
una bendición nacer y morir

en la misma casa.

Frida Kahlo nació en Coyoacán,
en las afueras de

la Ciudad de México, en una casa
azul que construyó su padre.

Alll vivió, por etapas,
el resto de su vida y alll murió,

47 años más tarde.

Su padre era un refugiado
judlo alemán y su madre,

de sangre india, de Oaxaca,

Mestizaje es un término
que significa mezcla,

significa impureza.

Significa una combinación de
factores de cosas que se funden

y forman una expresión singular.

Frida Kahlo es una mestiza
tanto en el aspecto étnico

como en el cultural.

Pero en a época
en que Frida Kahlo creció

al mestizaje no
se le llamaba así.

creo que el témino que
usaban era "mexicano".

De niña, ella y cristina,
su hermana menor,

se rebelaron en contra
de su crianza católica

y trastornaron a su familia
con travesuras y diabluras,

Cristina siguió siendo
la mejor amiga de Frida

y también se convirtió
en su mayor rival.

Su madre, Matilde Calderón era
una católica devota

y una mujer muy desdichada.

De joven, se había enamorado
de un chico que se suicidó

y nunca se recuperó del todo.

La histeria de mi madre era
a causa de su insatisfacción,

porque no estaba
enamorada de mi padre.

Mi madre llegó a la histeria
por medio de la religión.

Guillermo Kahlo, el padre de Frida,

era un fotógrafo que documentaba
la arquitectura colonial de México

para el gobierno.

A él no le gustaba fotografiar a
las personas, porque según él,

"No quería mejorar la fealdad
que había creado Dios".

Matilde y él
tuvieron cuatro hijas,

pero Frida era su favorita.

Según él, era la más inteligente
y la más parecida a él.

Su padre era un fotógrafo
y ella solía acompañarlo.

Y cuando le daban
esos ataques,

como a Dostoyevsky,

se caía al suelo.

Ella tenía que ponerle
un pañuelo en la boca,

porque era un epiléptico,
sufría de epilepsia.

Ella no se lo decía a los demás
pero lo cuidaba.

Creo que estaba al tanto
del significado de peligro

y de lo corta que es la vida.

De lo que hacemos con nuestro
destino y con nuestras vidas.

De cómo la vivimos y
el poco tieempo que hay.

Cuando Frida tenía seis años,
un dolor que tenía en la pierna

derecha fue diagnosticado
como poliomielitis,

Se pasó nueve meses aislada
en su casa y quedó coja.

Su padre le mostró con
delicadeza cómo superar

las burlas y la soledad que
conllevaban lo que en ese

entonces se consideraba un
comportamiento poco femenino.

Alentada por él, practicó
natación, boxeo y lucha libre.

Cuando era niña,
quería ser varón.

Se vestía como un varón.

Era alguien muy
muy original, muy heroica.

Especialmente en México.

Porque para una familia mexicana
tradicional, tener una hija

que se vestía como un varón,
que se ponía trajes,

que se ponía gorras y
que se ponía corbatas,

debió de ser
un impacto muy grande.

Especialmente para su,
no diría que tonta,

sino más bien limitada madre

Así que creo que
ella tomó muchos riesgos

Toda su vida fue
un riesgo enome.

Y estaba
dispuesta a vivirla así.

Al otro lado de las paredes
de la Casa Azul,

según dijo un observador,

el país parecía estar
dormitando a la sombra

de un árbol venenoso.

Durante 400 años, México había
sido conquistado, dominado,

invadido y ensangrentado
por la Guerra Civil.

30 años antes del nacimiento
de Frida, Porfirio Díaz

había tomado el poder ,
aplastando a toda la oposición,

y creando así
una paz problemática.

Durante el Porfiriato,
como se llamó esa era,

la clase alta que era
poca se hizo muy rica,

mientras que la inmensa
mayoría de los mexicanos

se morían de hambre.

Durante el Porfiriato
el país era como un país Potemkin.

Tenía una fachada muy bella

Una fachada elegante,
muy afrancesada.

Caminabas por el Paseo Montejo
como solíamos hacer en Mérida,

y veías todas esas mansiones
francesas a lo largo del bulevar

con sus tejados abuhardillados,
como si estuvieran esperando

que nevara en Mérida.

Pues nunca nevaba,
nunca nevó y nunca nevará.

Así que todo era pura fachada.

El ejército imitaba al
ejército prusiano, los cascos,

la forma de marchar,
los uniformes,

la aristocracia de
Porfirio Díaz era blanca.

No tenía nada que
ver con el país.

Finalmente, en 1910, el año
en que Frida cumplió tres años,

la Revolución Mexicana
estalló por todo el país.

En cuestión de meses,
Díaz se exilió,

pero la lucha continuó
por diez largos años,

con ejércitos de harapientos
combatiendo fervorosamente

contra siglos de opresión,

En los pueblos
pequeños como Coyoacán,

grupos de soldados amenazaban
a las mujeres,

incendiaban las casas
y se mataban entre sí,

ya que nunca estaban seguros
de quién era el enemigo.

En un momento dado, Frida y
Cristina tuvieron que esconderse

en un arcón de nogal de su casa,
mientras Matilde preparaba

comida para aplacar a
los hombres hambrientos.

La revolución fue la impresión más
fuerte que Frida tuvo en su niñez.

Las balas silbaban al pasar.

Aún puedo escuchar
su extraordinario sonido.

Mi madre abría los balcones
de la calle allende,

para permitirle a los
zapatistas saltar por encima

de los balcones de mi casa
y entrar al salón,

Ella les curaba las heridas y
les daba de comer gorditas de maíz,

que era el único alimento que
había en Coyoacán en esa época.

A pesar de la destrucción
y la matanza,

los mexicanos creían en su revolución
con una pasión casi mística.

Sus generales se convirtieron en los
héroes legendarios del México moderno

y la guerra, una causa noble que
justificaba su terrible costo.

Después de una década de lucha y
de un millón de hombres muertos,

la dolorosa historia
de México se reparó

y el futuro se
liberó del pasado.

El aspecto más grandioso
de la Revolución Mexicana

fue que el pueblo se sublevó,

se montó en sus caballos
o tomó trenes

y toda la nación
se puso en marcha.

La caballería de
Pancho Villa vino del norte,

la de Emiliano Zapata del sur.

Su convergencia en la Ciudad
de México durante la niñez

de Frida Kahlo fue
una auto-revelación,

una especie de
comunión de mexicanos.

Y ella fue parte de eso y
luego fue parte de la corriente

principal que resultó
de la revolución

y que fue un
auto reconocimento nacional.

La revolución mexicana dio
pie a una gran explosión

de creatividad en la pintura,
en el cine, en la literatura,

en la filosofía
de pensamiento,

en todos los aspectos
de la vida y del pensar.

Y ella estaba en el medio
del vórtice

de una nación,
descubriendo cómo era.

Ya para 1920,
la lucha había terminado,

pero la revolución
siguió transformando el país.

Uno de los calderos
intelectuales del México

posrevolucionario fue
la Preparatoria Nacional,

En las aulas y
en los pasillos de la "prepa",

los antiguos ideales europeos de
Díaz estaban siendo reemplazados

por un nuevo
y radical nacionalismo,

que celebraba el patrimonio
indígena de México.

Uno de los maestros escribió,

"Nuestra vitalidad
coincidió con la de México,

Crecimos espiritualmente
mientras que el país creció

en el aspecto moral".

En 1922, Frida se convirtió
en una de las primeras mujeres

en estudiar en la "prepa".

A los 15 años, se vio sumida en
los rigores y en las pasiones

de la mejor secundaria
de la Ciudad de México.

Aprendió a leer en tres idiomas,
se apasionó con Whitman

y Da Vinci, y soñó
con convertirse en doctora.

Frida y sus amigos, un grupo
mayormente compuesto de varones

que se hacían llamar los
cachuchas, llenaban los pasillos

con acaloradas discusiones
acerca de Marx, religión,

Hegel y Kant.

No toleraban el aburrimiento
y una vez metieron un burro

en la clase de
un profesor conservador.

Hasta le prendieron fuego al
andamio donde unos pintores

estaban transformando
las paredes de la "prepa",.

La escuela había sido
seleccionada para hacer

un ambicioso experimento
pos revolucionario

en la educación pública.

El plan era cubrir las paredes
de los edificios públicos

con grandes murales que
representaran los eventos

de la recién re-escrita
historia del país.

Los murales narraban
la mitología indigena,

la conquista española,
las maravillas de la industrialización

y el levantamiento
de la clase obrera,

Los pintores más prometedores
de México fueron contratados,

hombres jóvenes ansiosos por dejar
atrás las tradiciones europeas

y encontrar una nueva
y auténtica voz mexicana,

De acuerdo con el esplritu
de su trabajo,

acordaron ser pagados
un salario de obreros,

por metros cuadrados
y se hicieron llamar

"El Sindicato Revolucionario
de Qbreros Técnicos,

Pintores y Escultores".

Sin duda el miembro más prominente
del sindicato era Diego Rivera.

Frida estaba
fascinada con Diego,

Él empezó a ser
el blanco de sus travesuras,

lo fastidiaba cuando llegaban
sus modelos y sus novias,

y le robaba la comida que traía,

Pero en el aspecto romántico,
enfocaba toda su atención en

Alejandro Gómez Arias,
el líder de los cachuchas.

Cuando Frida cumplió 16 años,
ya estaban locamente enamorados,

"Hasta mañana,

Nos deseo buenas noches a ambos
y espero que ambos pensemos

que los grandes amigos deben
quererse mucho, mucho, mucho,

mucho, mucho, mucho con "m ",
como la de música o la de mar".

Alejandro dijo más tarde que
Frida era sexualmente precoz,

Dijo: "Para ella, el acto sexual
era una forma de disfrutar la vida,

una especie de impuíso vital".

También dijo que en ese tiempo
fue seducida por una mujer

que trabajaba en la biblioteca.

Dime si ya no me amas, Alex.

Yo te amo, aunque yo no te
importe a ti, más que una pulga.

Un día lluvioso de otoño de 1925,
mientras viajaba de vuelta

a Coyoacán con Alejandro
en un autobús de madera,

la vida de Frida dio
un vuelco definitivo.

El autobús estaba a punto
de doblar una esquina

cuando un tranvía chocó con él.

Alejandro describió
el accidente:

"El tranvía empujó
al autobús lentamente.

El autobús tenía una
extraña elasticidad.

Cuando alcanzó
su flexibilidad máxima,

estalló en mil pedazos
y el tranvía siguió su marcha.

Atropelló a mucha gente".

La muchedumbre empezó a rodear a
Frida que estaba tirada en la calle.

Una barandilla de hierro había
atravesado su cuerpo por un lado

del abdomen y
le había salido por el otro.

Inexplicablemente, la colisión
le había quitado la ropa

y su cuerpo sangriento estaba
cubierto de un polvo dorado que

un obrero llevaba en un paquete.

Un hombre puso su rodilla
sobre el vientre de Frida

y le sacó la barandilla,

Según recuerda Alejandro,
los gritos de Frida

ahogaron el sonido de las sirenas.

Tanto su espina dorsal, como
su pelvis presentaban fracturas

en tres lugares,
su pierna derecha en once.

También tenía fracturadas
la clavícula y tres costillas

y su pie derecho estaba
dislocado y aplastado.

Los doctores no creían
que iba a sobrevivir.

Un amigo dijo: "Tuvieron que
volverla a armar por secciones,

como si estuvieran
haciendo un fotomontaje".

Hace poco,
no hace más que unos días,

yo era una niña que paseaba
por un mundo de colores.

Todo era muy misterioso
y había algo oculto.

Si supieran lo terrible
que es saber de repente,

como si un relámpago
elucidara al mundo.

Ahora vivo en
un planeta doloroso,

transparente como el hielo.

Me hice vieja en instantes
y hoy todo es suave y lúcido.

Sé que no hay nada oculto.

Si hubiera algo, podría verlo,

Frida pasó un mes en el hospital

y guardó cama en su casa
la mayor parte del año siguiente.

No habían tomado radiografías
de su espina dorsal

antes de darle de alta,
y ahora los doctores

tenían opiniones
contradictorias de su estado.

Aún no estoy bien,
Ya no hablo de otra cosa.

Y además de la enfermedad en sí,
eso me duele mucho.

No pueden imaginar la
desesperación que uno llega

a sentir con esta enfemedad.

Todas las noches sueño con
esta habitación donde duermo

y por mucho que la
cambie en mi imaginación,

simplemente no sé
cómo borrar su imagen.

De niña, Frida había aprendido a
superar la enfermedad con ejercicios,

pero ahora que no podía moverse,

tenía que encontrar una nueva
forma de mantenerse activa.

Empecé a pintar sin
prestarle mucha atención.

Mi obsesión era empezar de nuevo,
pintar las cosas tal como

las veía como mis
propios ojos y nada más.

Como el accidente me cambió el
rumbo, muchas cosas evitaban

que yo realizara los deseos
que todos consideran normales.

A mí, nada me parecía
más normal que pintar

lo que no se había realizado.

Había visto a Diego
y a los otros artistas pintando

cuando estudió en la preparatoria.

Pero en aquel
entonces era

una jovencita
llena de vida.

No pensó en
ser pintora

Pero tuvo el accidente a los 16 años

y tuvo que guardar cama o estar
sentada durante horas y horas,

y luego el padre, que era fotógrafo,

decidió traerle materiales
para que empezara a pintar.

Tenía un espejo sobre su cama.
Podía verse.

Pintó a otros, pero su tema
principal era ella misma.

Se invadió de sí misma.

La invadió su enfemedad y
lo que veía era a sí misma.

Pintó su primer
autorretrato para Alejandro,

Él se había distanciado de
ella tras descubrir varias

infidelidades ocurridas
antes del accidente.

Ella quería mantener su imagen
viva en la mente de Alejandro.

Alex, aunque he dicho "te amo"
a muchos y he besado a otros

o me han dado cintas,
en el fondo de mi corazón,

sólo te he amado a ti.

El retrato estará en
tu casa en unos días.

Te imploro que lo coloques
en un lugar bajo,

para que lo veas, como
si me estuvieras mirando a mí.

Alejandro aceptó el regalo y
se reconciliaron al poco tiempo.

Coyoacán,
9 de septiembre de 1927.

Todo sigue igual.
Exactamente igual.

El 17 se cumplen dos
años de nuestra tragedia.

El espírtu de la época de Frida
era dar realce al pasado

indígena de México

y a su historia
pre-colombina.

Esa historia había
sido enseñada

como si hubiera
sido un mito

y no una historia verdadera.

La historia que se
enseñaba era confome

al punto de vista europeo.

Cuando Frida Kahlo fue a
la universidad le pareció falso,

tanto lo que consideraban mitos
como lo que consideraban historia,

porque lo que enseñaban
era una revisión o una nueva

versión de la historia.

Y lo que Frida hizo
fue aferrarse a ambas.

De cierta forma eso expica
la pureza del universo en el que

vive de una forma
quebrantada y fragmentada.

Ella tiene que crear un universo
para que este pueda ofrecerle

una conexión, una unión
entre el mito y la realidad.

Ésa es la única forma en
la que puede lidiar con su cuerpo

fracturado y su persona.

Ya para el 1925, México
había pasado de la revolución

a un renacimiento
cultural y artístico.

Libre de las pretensiones
europeas y la moralidad católica,

la Ciudad de México
se convirtió en una meca para

artistas y reformistas
que se sentían atraldos

por su atmósfera refrescante.

Ya con 21 años, Frida
estaba bastante recuperada.

Aunque sus lesiones seguirían
atormentándola el resto de su vida,

se sentía lo suficientemente
bien para salir de la Casa Azul

y disfrutar de la diversión
y la vitalidad de la ciudad.

La ciudad
simbolizaba modernidad

No un lugar moderno
sino la modernidad en sí.

Si vivías en la Ciudad
de México eras diferente.

Porque el resto del país
seguía tan oprimido

por la tradición,
las costumbres

y los prejuicios,
que era imposible vivir en él.

Yo tenía unas tías soteronas que
nunca dijeron la palabra "nalgas".

Se morirían antes
de decir "nalgas".

Decían: "Sobre
las que me siento".

Ni siquiera
decían "piernas".

Decir "piernas" era
demasiado osado para ellas.

Decían: "Con las que camino".

Esas cosas absurdas eran
parte de las formalidades

de la clase media en una ciudad
mexicana contra las cuales

se rebelaron Frida Kahlo,
los cachuchas, Diego Rivera,

María Izquierdo y
todos los demás diciendo:

"Vamos a ser libres.
Vamos a expresarnos libremente.

Vamos a amar libremente. Vamos
a crear y a hablar libremente".

Y ésa fue a gran ruptura
con el pasado puritano

del México semicolonial.

Ahora Frida estaba socializando
con una comunidad de marxistas,

comunistas, antiimperialistas,
líderes estudiantiles,

artistas y exiliados pollticos.

En compañla de ellos, Frida
volvió a descubrir el placer

de los debates acalorados,
de la música, del baile,

del tequila y
de las relaciones amorosas.

Una noche, en una fiesta
desenfrenada,

Frida volvió a fijarse
en Diego Rivera.

El encuentro ocurrió en un período
en que la gente portaba pistolas

y hacía maldades como disparar
a los postes de alumbrado.

Diego disparó a un fonógrafo
y a pesar de mi temor,

empecé a interesarme
mucho en él.

Rivera era el límite.
Nadie podía trascender a Rivera.

La sociedad no podía tolerar
a las personas tan osadas

y tan libres como Rivera.

Porque él podía decir:

"Yo pertenezco al
partido comunista".

Podía decr: "Dios no existe".

Porque podía decir jugando:
"Yo como carne humana".

Porque podía hacer
todo lo que él quisiera.

Diego había pasado los años
de la revolución

estudiando cubismo en París,

Se había convertido
en un pintor cubista de éxito

y era muy respetado por otros
pintores de más renombre,

como Picasso,

Cuando volvió a México en 1921,

la revolución había terminado

y el proyecto de
los murales estaba en proceso.

Volvió a afianzar
su posición al afiliarse

al partido comunista mexicano,
y muy pronto se convirtió

en el muralista más prominente.

Trabajaba sin cesar.

Su voluminoso cuerpo podía ser
visto de día y de noche

en los andamios de la ciudad.

Dejó sus temas europeos a un lado

y comenzó a explorar las imágenes,

los colores y los temas mexicanos,

convirtiéndose en pionero
de lo que llegó a llamarse,

la Escuela Mexicana.

Cuando Diego volvió a
encontrarse con Frida en 1928,

ya se había casado dos veces,
había tenido tres hijos

y una gran
cantidad de aventuras.

Un amigo dijo: "Aunque
era indiscutiblemente feo,

atraía a las mujeres con la
facilidad con que un imán atrae

un empaste de hierro".

Mi familia odiaba a Diego Rivera

porque yo tenía una tía
llamada Guadalupe Amor,

una poetisa
a la que pintó desnuda.

Y fue un enome un horrible
escándalo en la familia

y además
la pintura era horrible.

Ella se veía muy fea ¿sabes?

Bueno no se veía fea
es que se parecía a él.

Tenía los ojos caídos así
¿sabes? con pequeñas venas

venas rojas en ellos.

Y además para que
fuera indiscutible,

en la parte de abajo de
la pintura decía muy grande:

Frida no se dejó intimidar por
la reputación de Diego

y decidió mostrarle sus cuadros

y preguntarle si tenía
algún potencial como pintora.

Llevó varios de sus lienzos
a la base de su andamio

y sin rodeos le pidió
que bajara a verlos.

Diego pensó que los lienzos,
al igual que la chica que

los había traído
eran extraordinarios,

"Era obvio" -escribió más tarde-

"que esta chica era
una verdadera artista".

Varios días más tarde,

viajó a Coyoacán a ver
el resto de sus cuadros.

Dijo: "Su obra, su cuarto,
su presencia deslumbrante,

me llenaron de dicha".

Frida y Diego eran
una pareja dispareja.

Frida tenía 21 años y Diego 41.

Diego medía más de un metro
ochenta y pesaba 135 kilos.

Frida medía un metro sesenta
y pesaba menos de 45 kilos.

Pero se entretenían entre sí y nunca
se aburrían cuando estaban juntos.

Para ella, Diego era
el mejor pintor del mundo,

"el arquitecto de la vida".

Para él, ella era "un diamante
entre joyas muy inferiores".

Después de un breve cortejo,

Diego le pidió permiso al padre
de Frida para casarse con ella.

Guillermo estaba arruinado.

Ya no podía sostener la Casa Azul,

ni pagar las cuentas
de los médicos de Frida.

Le dijo a Diego:

"Ten en cuenta que mi hija
es una persona enferma,

Y seguirá enferma toda su vida.

Es inteligente,
pero no es bonita.

Piénselo bien.

Y si se quiere casar con ella,
le doy mi permiso.

Lo arreglé todo en
el juzgado de Coyoacán,

para poder casarnos
el 21 de agosto de 1929.

Le pedí a la sirvienta una
falda, una blusa y un rebozo,

y nos casamos.

A mi madre no le gustó
porque Diego era comunista

y porque decía que
era un Brueghel muy gordo.

Dijo que era el matrimonio
de un elefante con una paloma.

En general, su vida juntos estuvo
llena de enorme afecto y ternura.

Una amiga recordaba
cómo, al final de cada día,

Frida solía estar al
tanto de las pisadas de Diego.

Se quedaba muy quieta y cuando
lo escuchaba llegar a su puerta

decía en voz baja,
"Ahl está Diego".

Él le daba un beso rápido
en la boca y decía:

"¿Cómo está la
niñita de mi alma?"

Él la trataba como
algo muy dulce.

Pero él no creía
en la fidelidad.

Un doctor le dijo que no
estaba hecho para la monogamia

y él aceptó el
diagnóstico con alegría,

Llevaban casados
menos de un año cuando,

él tuvo su primera aventura.

En público, ella luchaba por
tolerar su comportamiento.

Pero en privado, se sentía
furiosa y angustiada.

Para agravar las cosas,
había quedado encinta ese año

y por complicaciones médicas,
se vió obligada

a hacerse un aborto.

Empezó a preocuparse por si
nunca podría tener un hijo,

y porque su futuro con Diego
estaría lleno de congoja.

Lloré sin consuelo, pero me
distraje cocinando, limpiando

y a veces pintando, y a diario
acompañaba a Diego al andamio.

Durante ese período, Frida
pintó para ocupar su tiempo.

No ambicionaba hacerse una artista,

ni pintar en
el estilo de su esposo.

Mientras la obra de Diego
era grandiosa y simbólica,

la de Frida era íntima y
personal, y su escala natural

se fue haciendo
cada vez más pequeña,

hasta que por lo general,
sus cuadros eran de menos de

30 centlmetros cuadrados.

Ella no estaba interesada
en revisiones épicas

de la historia de México,

Su obra reflejaba, en cambio,
las impresiones de su niñez,

el arte folklórico de México
y los pequeños ex-votos que

colgaban en las iglesias
católicas y contaban las historias

de las personas que habían
sido salvadas por un milagro.

Yo creo que lo que
más influyó en ella

fue la pintura colonial.

Solía ir a
las iglesias.

ver a Cristo con la sangre.

Y todo eso fue
una inspiración para ella.

Porque en la iconografía cristiana

hay mucho dolor y mucha sangre.

Y así era su vida,
la cirugía y el dolor.

Y en ello encontró lo
que estaba sintiendo.

Hacia 1930, el clima político
de México se había enfriado.

Varios años de
administraciones reaccionarias

habían obligado a
la mayoría de los muralistas

a bajar de sus andamios
y abandonar el país.

Una reacción violenta en
contra de la izquierda amenazó

a los sindicatos obreros y
los comunistas comenzaron a ser

arrestados, deportados
e incluso asesinados.

Ese otoño, Diego fue invitado a pintar
varios murales en Estados Unidos.

El momento era perfecto
y le gustaba la idea de crear

arte revolucionario,
en lo que él llamaba

la tierra de los capitalistas.

Frida nunca había salido de México

y pensó que el viaje
sería una aventura.

En noviembre zarparon
rumbo a San Francisco.

San Francisco,
24 de enero de 1931.

La ciudad y la bahía son padre,

No me gustan para nada los
gringos, son muy aburridos

y todos tienen la cara
como panecillos sin hornear.

Diego empezó a
pintar hace tres días.

Ayer comenzó a las 8 y treinta,
y regresó a las 9 de la mañana.

Trabajó más de 24 horas sin
descanso, sin comer, ni nada.

Estaba agotado.

De San Francisco fueron a
Nueva York, donde Diego tuvo

una exhibición unipersonal en el
Museo de Arte Moderno de Manhattan.

A Frida le gustó Nueva York,

Hizo varias amistades y quedó
encantada con los hermanos Marx,

con Laurel y Hardy,
y con Charlie Chaplin,

Extrañaba la comida mexicana,
pero le encantaba la leche malteada,

la mermelada de manzana
y el queso curado.

Empezó a encontrar entretenidos
a los norteamericanos

y a la cultura norteamericana.

Adoraba los filmes cómicos
y los dibujos animados.

Tenía un gran sentido del humor
para los chistes verdes,

decir palabrotas, eso que
llaman malas palabras

y que probablemente sean
las más limpias del idioma.

Le gustaba escandalizar
a las personas

y burlarse de todo
lo que la rodeaba.

Su famoso comentario a Henry
Ford en una cena en Detroit,

a sabiendas de que
él era antismeta, fue:

"¿Es cierto señor Ford
que usted es judío?"

Creaba esas
situaciones escandalosas.

Eso era parte del gran
festival que era Frida Kahlo

y que compensaba
la intimidad del dolor.

Ya en la primavera, estaban en
Detroit, donde a Diego le habían

encargado pintar una serie
de murales con el tema

de la industria moderna.

Frida estaba encinta de nuevo,

Quería tener el bebé
desesperadamente,

pero temía que el
embarazo la pudiera matar.

Los doctores le aseguraron que
podía tener un bebé

por medio de una cesárea y
ella se esperanzó,

Pero durante una noche de verano
sofocante, empezó a sangrar.

Fue llevada en ambulancia
al Hospital Henry Ford,

pero la hemorragia continuó
hasta que perdió al bebé y

estuvo a punto de morir.

Pasó trece días de intenso calor
postrada en una cama de hospital,

abrumada por su pérdida.

Finalmente pidió lápiz y papel,
y empezó a descubrir

que podía dibujar su angustia,
para pintarla después.

poesía agonizante, como lo hizo
Frida en esa época en Detroit".

El punto de giro fue Detroit

Por primera vez en Detroit
Frida Kahlo decidió

conscientemente que iba a pintarse
a sí misma y que iba a pintar

sus aspectos más
privados y dolorosos.

Y no sólo eso sino que usaría
un género que era popular

que era mexicano y que era
religioso para transmitir eso.

Ese umbral abrió sus
posibilidades y adquirió el estilo

que definiría su obra
hasta el fin de su vida.

Es decir, una artista que
podía innovar lo tradicional,

renovarlo y usar varios
géneros y varios formatos

de intimidad para relatar su
historia y revelar quién es.

Y hacer esto era la única
opción y alternativa para vivir

su vida en plenitud
debido a su condición física.

Frida descubrió una
manera de pintar el dolor.

De trasmitir su dolor
a través de sus pinturas.

De ver, de pemitirnos
ver el dolor.

Y al hacerlo
refleja el dolor del mundo,

de aquellos que no
pueden expresar su dolor.

Creo que ése es un aspecto muy
importante de su vida y de su obra.

Que todos esos marginados
los mudos del mundo,

de este mundo de oropel en el
que vivimos, en el cuál lo único

que vemos es gente bella yendo
a los estrenos de películas

y recibiendo premios, hay una
mujer que está tan rota por dentro

que está tan enferma que no
tiene nada más bello que ver

que la belleza
que existe en ella.

¿Podrá encontrar
y sacar esa belleza?

Ése es el viaje, el viaje artístico
y psicológico que Frlda Kahlo

hace a través del dolor.

Frida y Diego pasaron casi
4 años en los Estados Unidos.

Ella sentía mucha nostalgia y
empezó a empapelar las paredes

de las habitaciones de los hoteles
con arte folclórico mejicano

y tiras humorísticas
de los diarios.

Finalmente le dijo a su esposo que
había llegado el momento de regresar.

Diego no quería irse,

Él disfrutaba de su celebridad
en los Estados Unidos,

y creía como lo expresó,

"que una revolución mundial
se llevaría a cabo

en un país industrializado".

Le dijo que ella debía
sacrificar sus deseos por la causa.

Ella pensó que
eso era una tontería,

Discutieron mucho al respecto,
pero a Diego se le empezó

a acabar el dinero y,
a fin de cuentas, Frida ganó.

Un grupo de amigos les
compró pasajes en un vapor

y regresaron a México,

Diego está débil,
delgado, amarillento

y moralmente exhausto.

Si no lo veo feliz no
puedo estar tranquila,

y su salud me
preocupa más que la mía.

Él cree que todo lo que
le está pasando es culpa mía,

porque lo hice volver a México.

A pesar de que le habían
encargado dos nuevos murales,

Diego se sentía desgraciado
en México y la tomó con Frida.

En cuestión de meses se había
enamorado de otra mujer.

En el pasado, Frida se había
protegido del dolor

de las aventuras de Diego,

pensando que las mujeres eran
muy inferiores a ella y a Diego,

Esta vez le era imposible.

Diego estaba viviendo
un romance con Cristina,

la hermana de Frida.

Nunca había sufrido tanto

y no pensé que podía
soportar tanto dolor.

Ella era la hermana que más
quería y ustedes saben lo que

Diego significa para mí
en todos los sentidos,

Él vive una vida completa sin
el vaclo estúpido de la mía.

Pero nunca pensé que él
lo fuera todo para mí.

Y que sin él yo no valía nada,

Ahora sé que soy igual que
cualquier mujer a la que el amor

la ha decepcionado,
porque su hombre la dejó.

Se cortó el pelo muy corto y
dejó de usar la ropa mexicana

que a Diego le gustaba tanto.

Ya nunca más intentaría
verse atractiva para él.

Se compró un pequeño
apartamento en el centro de

la Ciudad de México y
se mudó allí con su mono,

Mi situación me parece ridlcula.

Desperdicié mis mejores años
siendo mantenida por un hombre

y sin hacer más que lo que
pensé que podría beneficiarlo.

Después de seis años su
respuesta fue que la fidelidad

era una virtud burguesa y
que sólo existía para explotar

a la gente y para obtener
una ganancia económica.

Ella empezó una nueva pintura,
que ilustraba no su propio dolor,

sino el de una mujer de
la que había leído en el diario.

También decidió que si
la fidelidad era una virtud burguesa,

que ella tampoco dejaría que la atara.

Empezó a tener amantes,
a veces de forma casual

y en ocasiones de forma seria.

Por lo general eran hombres,
pero a veces eran mujeres.

Su visión de la vida,
como le dijo a un amigo,

era "haz el amor, báñate
y vuelve a hacer el amor".

Ser mujerego era ser hombre
y sufrir. Si tu esposo

era mujeriego era ser
una mujer mexicana.

Ésa era la ley.

El verdadero aspecto sobresaliente
era la voracidad sexual

de Frida, no la de Diego.

La de Diego era
de cierta manera común.

La de Frida era cosa aparte.

Creo que para ella cada acto
sexual era una demostración

de poder, de fuerza,
de victoria sobre su cuerpo.

Frida fue discreta con
sus aventuras románticas.

A pesar de que estaban separados,
Diego era violentamente celoso

y Frida prefirió
no suscitar su antagonismo.

En una ocasión descubrió al
escultor japonés americano

Isamu Noguchi en la cama de Frida
y explotó con tanta violencia,

que Noguchi tuvo que
escapar trepando por un árbol

y corriendo por el tejado.

Una de sus aventuras serias
fue con un fotógrafo retratista

húngaro llamado Nickolas Muray.

Muray era dinámico,
tenía talento y éxito.

Sus fotos de celebridades
aparecían en Harper's Bazaar

y Vanity Fair.

Te adoro, mi amor, créeme,
como nunca he amado a otro.

Sólo Diego estará tan cerca de
mi corazón como tú, para siempre.

Hasta el más serio de los
amantes de Frida sabía

que no podría ocupar
el lugar de Diego.

Cuando ella y Muray rompieron,

el admitió que "sólo sirvió
como un sustituto temporal".

Escribió: "Entre nosotros tres,
sólo existían ustedes dos".

"Hijo mío, que daría yo por ver
lo que estás haciendo ahora,

lo que estás pintando,

Poder estar contigo
y dormir contigo

en nuestro cuartito del puente.

Extraño mucho tu risa, tu voz,
tus manitas, tus ojos,

hasta tus arrebatos,
todo, hijo mío.

Todo tú,
Eres mi misma vida,

Y nada ni nadie me
puede hacer cambiar".

No me referiré a Diego como mi
esposo, porque sería ridlculo.

Diego nunca ha sido, y nunca
será el esposo de nadie.

Ni me referiré a él como
un amante, porque para mí,

él trasciende el
dominio del sexo.

Y si hablo de él como un
hijo, no haré más que describir

o pintar mis propias emociones,
casi mi auto retrato,

no el retrato de Diego.

No creo que las riberas de un
río sufran por dejar que él

fluya entre ellas, ni que la
tierra sufra porque llueva.

Para mí, todo tiene una
compensación natural.

Dentro de mi diflcil
y oscuro papel

de aliada de
un ser extraordinario,

recibo la misma recompensa
que un punto verde

dentro de una cantidad de rojo.

Tengo la recompensa
del equilibrio.

Después de casi
un año de vivir separados,

Frida decidió que prefería
vivir con Diego bajo sus términos,

en un "matrimonio de
independencia mutua",

Regresó a la casa que Diego
había construido para ellos

en San Angel, un pueblo en las
afueras de la Ciudad de México,

cerca de Coyoacán.

Era un diseño moderno, con dos
edificios, uno rosa y blanco,

más grande para él y uno
azul más pequeño para ella,

conectados por un puente
en el piso más alto,

que Frida podía
cerrar desde su lado.

Sus vidas cayeron en
la rutina por un tiempo.

Frida se reconcilió
con su hermana

y pasó mucho tiempo
con sus sobrinos.

Aunque a veces el dolor en la espina
dorsal y en el pie eran severos,

viajó por el campo con amigos,
vio pellculas, y salía a bailar.

"Todos lbamos a bailar a
menudo", escribió Noguchi.

"Ésa era su pasión,

Adoraba hacer todo
lo que no podía hacer".

Empecé a usar mis llamativos
vestidos mexicanos de nuevo,

me dejé crecer el pelo otra vez
y sigo flaca como siempre.

Mi carácter tampoco ha cambiado.

Sigo tan holgazana
como de costumbre,

sin entusiasmo para nada,

sigo estúpida y
terriblemente sentimental.

A veces pienso que es porque
estoy enferma, pero claro,

ése sólo es un
muy buen pretexto.

A mediados de los años treinta,
México volvió a ser un lugar

hospitalario para los
liberales y la izquierda.

El general Lázaro Cárdenas
fue elegido como presidente,

y barrió el régimen
represivo de su antecesor.

Se reanudaron las reformas
agrarias y laborales,

y aumentó el activismo polltico.

En la Ciudad de México,
el comunismo se puso en boga

como una forma de revigorizar
las reformas de la revolución,

y la casa de Frida y de Diego
se convirtió en un punto de

reunión de los intelectuales
internacionales, que pensaban

que México podía
seguir los pasos de Rusia.

La Revolución Rusa que había
comenzado en 1917,

había entusiasmado a la comunidad
de izquierda a nivel mundial.

Aunque los rusos sufrían
de hambruna y tiranía,

al mundo exterior le parecía
que las masas de campesinos

habían triunfado en
su rebelión contra los ricos.

La mayoría de la comunidad
artística de México soñaba

con un resultado similar
para su país

y respaldaban apasionadamente
a los bolcheviques rusos.

Frida era la excepción.

Motivada por un sentido muy
personal de la injusticia,

se involucró en cambio con los
republicanos españoles que

luchaban contra Franco,
porque creía que su causa era

como dijo, "La esperanza más
fuerte y enérgica para acabar

con el fascismo en el mundo".

Ya en 1936, Joseph Stalin había
consolidado su poderío en Rusia

y había llevado a su rival,
Leon Trotsky, al exilio.

La lealtad de las comunidades
comunistas estaba violentamente

dividida en todo el mundo.

Diego segula a Trotsky,
cosa que lo separó de la mayoría

de los comunistas en México.

Ese otoño, fue a ver al
presidente Cárdenas para pedirle

asilo personalmente para
Trotsky y su esposa Natalia.

Cárdenas aceptó, y los Trotsky
llegaron a Veracruz en diciembre.

Diego estaba teniendo
problemas renales,

así que Frida fue a
recibirlos en su nombre.

Llevó a los Trotsky a la casa
azul en Coyoacán, donde vivirían

por dos años sin pagar alquiler
y custodiados las 24 horas.

Era notorio que Trotsky sentía
atracción por las mujeres bonitas,

y de Frida le atrajo.
su talla a nivel mundial

y a los ojos de Diego.

Ese interés mutuo pronto
se convirtió en un romance,

pero en poco tiempo,
Frida se aburrió de Trotsky,

a quien llamaba "El Viejo".

Después de que rompieron,
Frida le pintó un auto retrato,

que él dejó atrás al mudarse
finalmente de la Casa Azul.

Hasta ahora, he pasado
toda mi vida amando a Diego

y siendo una inútil en lo
que respecta al trabajo.

Pero ahora, sigo amando a Diego
y además he empezado a pintar

monos con mayor seriedad.

Frida Kahlo era
una excéntrica en México.

Es decir, estaba completamente
a margen de todo lo establecido

Por lo general
en esa época en México

la mayoría de los artistas pintaban
temas sociales y políticos.

Y el tema de los murales tenía
que ver tanto con la historia

contemporánea de México
como con la de sus antepasados.

Son interpretaciones épicas
y heroicas de la historia.

Y por otra parte una artista
como Frida Kahlo

se estaba pintando a
sí misma en el mundo,

en pequeña escala y en el
formato más íntimo maginable.

Pero a la vez estaba
lidiando con temas épicos

transcendentales que no tenían
una función directa con lo

político ni lo social pero que
provocaban en los espectadores

sentimientos como los
principales temas universales

que siempre han existido en
el arte a través de los años,

temas que tienen que ver con el
dolor, el sufrimiento, ei amor,

con el lugar de
uno en la historia

y por qué vinimos al mundo.

Desde que regresé de Nueva York
he pintado doce cuadros,

todos pequeños y sin
importancia, con los mismos

temas personales que sólo me
interesan a mí y a nadie más,

Cuatro o cinco personas
me dijeron que eran buenos,

el resto piensa
que son muy raros.

A principios de 1938,
por insistencia de Diego,

Frida envió cuatro de sus
cuadros a una exposición

colectiva en la
Ciudad de México.

Su trabajo empezó a
llamar la atención.

Un crltico de arte escribió:

"Es una pintora excelente,
de originalidad verdadera,

Entre los pintores mexicanos es de
los más interesantes que conozco.

Su obra está a la par con
los mejores trabajos de Orozco

y de Rivera, y en cierta forma
parece más auténticamente

mexicana que la de ellos".

En la primavera,
André Breton llegó a México.

Conocido en Francia como
"El Papa del Surrealismo",

Breton era la figura central
del movimiento artístico

más vanguardista de la época.

Él y sus colegas, Salvador Dalí,
René Magritte y otros,

estaban investigando las
nuevas teorías de Freud

acerca del subconsciente.

Él fue a México a visitar a Trotsky
y a ver lo que él llamaba

"el lugar surrealista
por excelencia".

No se defraudó.

Pensó que en México hasta
la realidad era surrealista

y que la obra de Frida Kahlo era

"un brote espontáneo
de surrealismo puro".

Ella descubrió algo que los
latinoamericanos conocemos muy bien.

Y es que hemos vivido con el
surrealismo desde mucho antes

que los franceses lo codifcaran
en los años veinte,

después de la
Premera Guerra Mundial.

Los grandes artistas
surrealistas venían de Alemania,

Max Ernst, de España Luis
Buñuel o de México, Frida Kahlo.

Porque estaban conectados a una
cultura que siempre ha sabido

que hay otro mundo además
del mundo que conocemos.

Que paralela a la
realidad que percibimos

existe otra realiad invisible.

Y que es el deber del artista

hacer que esa
invisibilidad desaparezca.

Y eso es lo surreal.

Así que ella sólo le aplicó
este profundo conocimiento

a sus pinturas y no tuvo
que recibir lecciones de

André Breton ni de
nngún otro surrealista.

Ellos creyeron que yo era una
surrealista, pero no lo era.

Nunca he pintado sueños.
Pinto mi propia realidad.

Al poco tiempo de su exposición
en la Ciudad de México,

Frida recibió una carta de
Julien Levy, un vendedor de

obras de arte de Nueva York
que se especializaba en

los surrealistas, invitándola
a exponer en su galería.

En octubre, había llegado
a Nueva York sin Diego.

Dijo a sus amigos que
"estaba viviendo su propia vida".

Fue tratada con respeto y afecto,

no como la esposa del gran Rivera,

sino como "toda una pintora".

Su exposición fue
un éxito rotundo,

Georgia O'Keefe estaba alll,
al igual que reporteros de

la revista Time, del New York Times
y de Vogue,

Time se refirió
al evento como

"La conmoción de
la semana en Manhattan",

y la mitad de
los cuadros se vendieron,

En el invierno viajó a París,

donde Breton la había
invitado a exponer su obra.

Después de tres meses de ausencia,
sintió añoranza de México,

y la lúgubre atmósfera de
una inminente guerra en Francia

no hizo nada por
mejorar su estado de ánimo.

Y más, porque pronto
descubrió que Breton

no había preparado su exposición,

Sus pinturas seguían en la aduana

y nunca se habían hecho
planes con una galería.

Preferiría sentarme en el suelo
del Mercado de Toluca

a hacer tortillas que tener
algo que ver con estas

"perras artísticas de París".

Se sientan por horas
en los cafetines,

calentándose sus preciosos traseros

y platicando sin
cesar de "cultura", "arte",

"revolución" y demás.

A la mañana siguiente no
tienen qué comer en sus casas,

porque ninguno trabaja.

El hecho de que estaba sufriendo
otra recaída alentó el desprecio

que Frida sentía por
sus colegas parisinos,

Además del dolor crónico
en la espalda y el pie,

fue a parar al hospital
con una infección renal.

Cuando le dieron el alta,
varias mujeres ayudaron

a cuidarla, incluyendo
a Jacqueline Lamba,

la esposa de Bretón.

Se rumoreó que al ir recuperándose,

su cálida amistad con Jacqueline
se convirtió en un romance.

Finalmente, Marcel Duchamp,
un colega de Breton, rescató

las pinturas de Frida y encontró
una galería para exponerlas.

Una vez más, la exposición
fue un gran éxito

y ella fue tratada
como una celebridad.

Elsa Schiaparelli,
la diseñadora de modas,

presentó una bata Madame Rivera,

y Vogue puso la mano de Frida con
todos sus anillos en la portada.

Pablo Picasso le regaló
un par de aretes

en forma de manos pequeñas.

Y el Louvre compró una pintura,
"El marco".

Fue la primera pintura mexicana
contemporánea en su colección.

Frida regresó a México
en abril de 1939.

A los 32 años era la herolna del
mundo del arte vanguardista y

una mujer competente, que había
viajado a Nueva York y a París

sin su marido.

Durante su ausencia, Diego también
disfrutó de su independencia

y a su regreso,
ella descubrió que la relación

entre ellos se estaba
desintegrando nuevamente.

A mediados del verano, se mudó
de su estudio en San Angel

y regresó a la
Casa Azul en Coyoacán.

Mi situación con Diego iba de mal
en peor hasta que llegó a su final.

Hace dos semanas que
tramitamos el divorcio.

Amo a Diego, deben comprender
que estos problemas nunca

dejarán de existir en mi vida.

Ahora me siento tan mal y tan
sola, que me parece que en

el mundo nadie ha
sufrido como sufro yo.

Se volvió a cortar el pelo y
dejó su vestimenta mexicana,

Empezó a beber una
botella de brandy al día,

También empezó a pintar
"Las dos Fridas",

el retrato en gran
escala que según ella,

mostraba a la Frida que
Diego quería, y a la que no.

Al igual que durante
su primera separación,

vivieron separados
durante casi un año.

Diego tenía una asistente joven
y muy atractiva y se rumoraba

que él quería casarse con ella.

Cuando se fue de México con
ella, para pintar un mural

en San Francisco, la salud
de Frida empeoró rápidamente.

Por tres meses he estado postrada
en la cama con un corsé de yeso

y un espantoso aparato en la
barbilla que me hizo sufrir mucho.

Todos los doctores de México
pensaron que tendría

que operarme la columna.

Me asusté mucho porque estaba
segura de que me iba a morir.

En tres meses, he perdido 6
kilos y me he sentido muy mal.

En San Francisco, la noticia
de la enfermedad de Frida

preocupó mucho a Diego.

Él también había empezado
a arrepentirse del divorcio.

Dijo: "La separación está teniendo
un efecto adverso en ambos".

De hecho, él quería
casarse de nuevo con ella,

por lo que Frida fue a San
Francisco a ver a un especialista

y a considerar
la petición de Diego.

En el hospital, bajo el cuidado
del doctor y con las nuevas

muestras de afecto de Diego,
Frida fue mejorando,

pero aún así lo mantuvo
en espera de una respuesta

e incluso tuvo una aventura con
un joven refugiado judlo alemán,

Heinz Berggruen,
que trabajaba para Diego.

Antes de entrar por
la puerta del hospital

él se volteó hacía mí.

Era un hombre
muy grande

y me dijo: "Vas a
conocer a mi esposa".

Y me miró:
"Te vas a enamorar de ella".

Así mismo.

Y lo que dijo sucedió.

No sucedió porque yo
quisiera complacerlo.

Sucedió porque fue
maravilloso conocer a Frida.

Frida y Heinz
viajaron a Nueva York

y pasaron un mes
juntos en la ciudad.

Su salud había mejorado
y el romance era una distracción

agradable mientras
ella se decidía.

Pero entonces, supongo que
después de un tiempo, hubo un...

Lo sentí.

Me dí cuenta, en ella había la
necesidad de regresar con Diego.

Y llegó un momento en que dij:
"Debo regresar con él.

Debo encontrar a
Diego de nuevo".

En el quincuagésimo
cuarto cumpleaños de Diego,

se volvieron a casar en una breve
ceremonia civil en San Francisco.

Dos meses más tarde,
Diego completó los murales

y regresaron a México.

El segundo matrimonio
funciona bien.

Las peleas son pocas.

Hay un mejor
entendimiento por mi parte.

Menos investigaciones en lo que
respecta a las otras mujeres que

ocupan un lugar
preponderante en su corazón.

Por lo tanto podrán
comprender que al fin,

he entendido que la vida
es así y lo demás es un engaño.

En 1943, Frida fue invitada
a impartir clases

en la Nueva Escuela
Pública Experimental

de la Ciudad de México
de Pintura y Escultura,

llamada "La esmeralda".

Las escuelas de arte de entonces
exigían que los estudiantes

se sentaran en sus clases a
copiar obras de arte clásicas.

La Esmeralda rechazó estos
métodos tradicionales,

pero las clases
de Frida ofrecían aún más,

pues aportaban una forma
totalmente nueva de ver el mundo.

Los viajes a la ciudad se
le hacían difíciles a Frida

y al poco tiempo,
ella pidió a los estudiantes

que viajaran en autobús a Coyoacán.

Casi todos dejaron las clases,
pero cuatro de ellos siguieron

yendo a diario y permanecieron
con ella durante años.

Los apodaron "los fridos",

Todos sus estudiantes se
hicieron pintores y para cada

uno de ellos Frida fue la
influencia más significativa

de sus vidas laborales.

Si me sintiera mejor de salud,
se podría decir que soy feliz.

Pero esto de sentir que soy
una ruina de la cabeza a los pies

a veces afecta mi cerebro y
me hace sentir momentos amargos.

Al cumplir 37 años, la salud
de Frida ya estaba afectando

su vida cotidiana y fue
empeorando gradualmente durante

los 10 años siguientes.

Su columna estaba tan débil
que ya no podía estar de pie

ni sentarse sin apoyo.

Le hicieron radiograflas,
transfusiones de sangre y

exámenes de la médula espinal,

Finalmente le pusieron
un corsé de metal.

Éste corsé fue el primero de
otros 24 que usaría,

la mayoría eran de yeso,
ella los llamaba "castigos".

Pasó todo el año 1.950 en
el Hospital lnglés de la

Ciudad de México, sufriendo de
jaquecas, fiebre, infecciones

y gangrena en su pie.

Le empezaron a dar mor fina para
el dolor y empezó a hacerse

adicta a los calmantes,
algo que nunca pudo superar.

Frida empezó a hacer un diario,
que comenzó a llenar lentamente

de dibujos, acuarelas y
asociaciones libres que eran

incluso más personales
que sus pinturas.

Más que nada, el diario era
un poema de amor a Diego.

Diego es el nombre del amor ,
Diego, principio.

Diego, mi amigo.
Diego, mi madre.

Diego, mi padre.
Diego, mi hijo.

Diego, yo.
Diego, universo.

Cuando finalmente regresó a la
Casa Azul fue en una silla de ruedas.

Ya apenas salía de la casa y
por largos períodos ni siquiera

podía levantarse de la cama.

Tenía miedo de estar
sola, y sus exigencias y

apego a la gente
que la rodeaba aumentó.

También se convirtió en una
comunista ferviente por primera vez.

Comenzó un retrato de Stalin,

y colgó una foto de Mao
junto a su cama.

Ella confundía comunismo
con comunidad,

y creyó que podía
protegerla de la soledad.

Revolución es la armonía de
forma y color y todo existe

y se mueve bajo una
sola ley, la vida.

Nadie está separado de nadie,
Nadie lucha por sí sólo.

Todo es todo y uno.

Angustia y dolor,
placer y muerte,

no son más que
un proceso para existir.

No creo que Frida
fuera comunista.

Creo que Frida
era una panteísta.

Creo que Frida estaba
enamorada del mundo,

de todas las cosas vivientes.

Su amor por los perritos,
y las flores y los monos

y todas as cosas que
aparecen en sus pinturas.

Ella hace sacro a mundo.

Quisiera hacer
sacro todo o que toca.

Ella está enamorada
del mundo como un jardín.

A pesar de mi larga enfermedad,

siento una inmensa
dicha de vivir.

En la primavera de 1953,
Lola Alvarez Bravo,

una amiga muy querida de Frida,

que tenía una galería
de arte en la Ciudad de México,

decidió exponer la obra de Frida.

A pesar de su celebridad en
los clrculos internacionales,

nunca había tenido una
exposición en su país.

Era obvio que la muerte de
Frida era inminente

y Bravo quería rendirle
un tributo en vida.

Llegó así, como una
figura trágica y hermosa.

Pero llegó así e
hizo su entrada que fue,

creo que debe haber sdo muy,

muy importante para
las personas que la vieron.

¿Sabes? Era como ver
la resurrección de alguien.

Creo que ella creía
en la resurrección.

Siempre se daba vida a sí misma

y resurgía de sus
propias cenizas.

Amigos, estudiantes,
críticos y extraños,

todos rodearon su cama
durante toda la velada,

Fue una gran fiesta con tequila,
risas, guitarras y canciones.

Fue, como dijo un amigo: "El tipo
de espectáculo que ella adoraba,

muy colorido, sorprendente,

intensamente humano
y un poco morboso".

Bravo recibió llamadas de París,
de Londres y

de todos los Estados Unidos
preguntando sobre la exposición.

Un crítico prominente resumió
la experiencia:

"Es imposible separar la vida
y la obra de esta persona singular.

Sus pinturas son
su autobiografla".

Dos meses más tarde
los doctores decidieron que

tenían que amputar la mitad
inferior de su pierna derecha.

Diego dijo: "Se va a morir.
Eso la va a matar".

Su enfermera escribió:

"La noche antes de la
operación pasó en silencio.

No dijimos palabra alguna.

Todos los días después de
la operación hubo silencio,

Sólo silencio".

Después de la operación,
Frida apenas habló.

Se acostaba o se sentaba junto
a la inmensa ventana

que había en su dormitorio
a mirar a las palomas,

a las ramas y al agua de
la fuente moverse en el jardín,

Su último cuadro fue una hermosa
naturaleza muerta

de unas sandías cortadas.

Ocho días antes de morir,
inscribió la parte inferior

con su nombre, la fecha y
el lugar, Coyoacán, México,

Y luego escribió sus palabras
de despedida "Viva la vida".

Espero que la partida sea alegre
y espero nunca volver

El martes 13 de julio de 1954,
Frida Kahlo murió en su cama.

Tenía 47 años.

Sus amigas le adornaron el
pelo con cintas y flores,

y le pusieron sus
sortijas y sus collares.

Las personas desfilaron frente
a su cama todo el día

para rendirle tributo.

Un amigo dijo que "Diego se
convirtió en un viejo en pocas horas.

Pálido y feo.

Cuando Frida murió,
él parecía un alma

a la que le habían
cortado la mitad".

Diego sólo vivió tres años
después de la muerte de Frida,

Él admitió que después de
muerte, fue cuando finalmente

comprendió la fuerza de su amor.

Su última expresión como pintor
fue una pequeña naturaleza

muerta de melones cortados.

Lote 25, comenzamos
con 850.000 dólares,

900.000 dólares, 950.000 dólares,

Un millón de dólares.

En el teléfono ahora
tenemos un millón,

un millón de dólares,
un millón cien mil.

Un millón doscientos con Andy.

Un millón doscientos mil dólares.

Un millón doscientos mil dólares.

En el teléfono,

contra usted en la sala.

Lo vendemos, usted gana por

un millón doscientos mil dólares.