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(Timbre)

-Señora, ¿qué hace?

-Tirar la basura,
como los cubos están llenos

y nadie los saca...

Doña Fina, atentando al presidente.

Falta grave.
Bruno, esto es un estercolero.

Necesitamos conserje ya.

Estoy recibiendo currículums, pero
tengo que hacer la preselección.

Tampoco hace falta
un ingeniero de cohetes.

Cuanto más tonto, mejor,
que desgrava.

Bajo, bajo, presidente,
te hago de parapeto.

¡No, no bajes, ya me voy!

-¿Qué pasa? ¿Cuál es el tema?
Que nos enganchamos.

-Que nos come la mierda, Menchu.

-¡Nena, junta en los balcones!

-Voy.
-Que no, que no.

-Espera que estoy en bragas.

-Yo he visto una rata así de gorda.

Hay que poner veneno
en las esquinas.

-Yo necesito un conserje que me
ayude con las bolsas de la compra.

-Y para tirártelo, más que puta.
-¡Señora!

-Fina, que no te bajo la falda,
que ya te lo he arreglado, ¿eh?

-¡Yoli, Yoli! ¡"I love you"!

-Que te calles, gilipollas.

Maestro, salude,
que ya se le han llenado

todos los palcos.

Yo, por un módico precio,
le limpio los rellanos.

Sí, hombre... Lo que nos faltaba...
La conserje yonqui.

A que te pincho.

No la provoques.
Ya estoy aquí.

Decidle ahora lo mismo
si os atrevéis.

Te voy a quemar el pelo...
(HABLAN TODOS A LA VEZ)

Ah, pues sí, se han atrevido.

Vamos.
-A que mola ser presidente, ¿eh?

Vamos fuera, que está lloviendo.
Ve cortándote las canas.

Y los pelos
que se te quedan en el peine,

que esos ya no vuelven.
Esto es de locos,

hago lo que puedo,
pero no me da la vida.

No. No está siendo
un comienzo fácil de legislatura.

Las cosas como son.
Por favor, encárgate del conserje,

yo te paso los currículums...
No, tranquilo, no hace falta.

Yo, a la hora de comer,
te tengo un conserje baratito.

Perfecto, gracias, Fermín, gracias.
Que te iba a decir...

¿Mis honorarios en concepto
de Richelieu los tienes ahí?

No, pero te hago
ahora mismo una transferencia.

No, no, no,
déjate de transferencias.

A mí me pagas en "cash",
que si puedo, defraudo.

Pues a la vuelta paso por un cajero.
O dame tu tarjeta y lo saco yo.

¿Cuál es el pin?
No, ya lo saco yo.

Oye, sin confianza,
no vamos a ser un buen equipo, ¿eh?

Discúlpame,
pero tengo cita con mi abogado,

que mañana firmo mi divorcio.
Ah, es verdad. ¿Y ese drama cómo va?

Yo, por 500 euros más,
te doy consuelo emocional.

No, no, ya me lo como solo.
Tarifa plana para comerme

la oreja sin límite de horas.
Que no, que no.

Me voy, que llego tarde.

Bueno, ya sabes que eso está ahí.

Cuidado con el bolsito que me lleva.

Parece Pedro, el de Heidi,
con el zurrón.

Carmelito, soy Fermín.

Oye, que te iba a decir...
¿Tú sigues en el paro?

Bueno, qué pregunta más tonta.
Anda, tira para acá,

tira para acá
que te voy a cambiar la vida.

# La que se avecina. #

¿Qué haces, cochino? ¿Viendo porno?

Al contrario,
estoy buceando en un foro.

He decidido hacerme asexual.

Ya estoy harto de mujeres.

¿Qué has decidido qué?
Anda, desayuna.

El sexo te quita la energía
y las ganas de hacer cosas

más interesantes.
Ya lo dijo Diógenes:

"Los grandes genios de la historia
no perdían el tiempo

con fornicaciones".
Los grandes genios de la historia

se han pasado la vida follando.
Julios Iglesias, Arturo Fernández.

Además, es una corriente
perfectamente aceptada

y con más adeptos cada día.
Me voy a registrar.

Por muchos que se apunten,

nunca tendrán más socios
que un puticlub.

Anda, esta tarde hay una charla
del presidente de la asociación.

El profesor Echenique.

Ni creo nada. Seguro que se reúnen
para montar orgías.

Pues yo voy a ir.
Vale. Cuando dejes

de hacer gilipolleces,
me llamas, que estoy aburrido.

¿Me has hecho el colacao?
Háztelo tú.

Bueno, que me lo haga el tonto
que está en la caseta. ¡Coque!

Hija. (SUSPIRA)
¿Pero sigues ahí desde anoche?

Te dije que te fueras a la cama.

-Sí, es que... empezó una maratón

de un programa
de un señor americano

que hace unas tartas increíbles

y pensé: "Ay, voy a verlo,
a ver si cojo algunas ideas".

-Oh. ¿Y te ha servido de algo?

-Para darme cuenta
de que mis tartas son una mierda,

igual que el resto de mi vida.

-No digas eso.
Tus tartitas son preciosas.

La última que hiciste con forma de
Mickey Mouse era una monada.

-Mamá, era Batman. (LLORA)
-Vaya...

-No valgo para nada.
Ni como profesional ni como esposa.

-Si es que no puedes estar
todo el santo día aquí, metida sola,

dándole al coco.
¿Por qué no llamas a tus amigas?

-¿Qué amigas?

-Pues... las vecinas.
Son un grupete bien majo.

Un poco frescas.
-Mamá, solo les intereso

por mis cupcakes.
Soy su camella de azúcar.

-No digas eso.
Siempre os habéis llevado muy bien.

-Si la culpa es mía.
Me he entregado tanto al amor

que he dejado de lado a las amiguis.

¡Tonta, tonta!

¡Tonta!
-Estás a tiempo de recuperarlas.

Te vendría muy bien algo de
compañía.

-Pues sí, porque estoy empezando
a tener conversaciones con Siri.

-¿Con quién? Ten cuidado
con Internet. Es peligroso.

-No.
-Venga. Invita a las chicas

a merendar, ¿eh?
-Vale.

Así prueban mis "cruadalenas".

Mitad cruasán, mitad madalena.

# La que se avecina. #

-Papá, ¿eres consciente de que estás
mojando la porra en la caña?

-Estoy experimentando nuevos
sabores.

Y tú deja las patatas ya, coño.

Que encima se come
las de sabor mediterráneo.,

cómete las de cebolla,
que nos las pide nadie.

Fermín Trujillo.

Toma.
No, no, quita, quita.

Yo no voy a ningún programa,
que la última vez

me endiñaron a la yaya reno.
Es de mis abogados.

Exhortándote a pagar
los meses de alquiler que me debes

o te hinco
un expediente de desahucio.

¿Que me hincas un expediente?
Pero, bueno, qué agresividad,

si estamos hablando.
Qué calor. Niña, ponme un bíter.

Ay, qué alto está esto.

Tienes 48 horas para saldar tu deuda
o me devuelves las llaves,

que yo vendo el local
y me quedo tan ancho.

¿Pero de dónde voy a sacar yo...?

¿Cuánto era?

15.000 euros.
¡Oh!

No sabes ni lo que me debes.
Prefiero no saberlo

para no agobiarme.
Pues búscate la vida.

¿Tú no eras un pícaro de playa?
Sí, pero no estoy en la playa.

Aquí mis poderes
disminuyen sensiblemente.

Estás avisado.
48 horas, Fermín Trujillo.

Pero, bueno,
¿que tengo un novio moroso?

Amoroso,
que estoy loco por ti, vida mía.

No, yo no quiero novios tiesos,
que ya he estado con uno 40 años.

Si es que este bar
no termina de arrancar.

Ja. Porque lo tienes desperdiciado.
Aquí hay que dar menús,

que es donde está el dinero.

¿Quién se va a poner a cocinar aquí?
Yo no.

-Yo, yo. Yo te cocino,

que tengo mucho arte.
No. Cariño, yo eso no lo veo.

El amor y el dinero
no deben mezclarse.

Donde tengas la olla,
no metas... la novia.

Me voy a hacer compra
y luego te paso el tique.

Hoy voy a poner crema de calabacín

y patatas con costillas.

Y de segundo, huellos rellenos
y escalopines de pollo,

que están de oferta.

Bueno,
si se resiente nuestro vínculo,

yo ya te lo advertí, ¿eh?
El amor del bueno, lo resiste todo.

Madre mía, ¿de dónde saco yo,
ahora, 15.000 euros en dos días?

Es un reto para mi intelecto.

Vicente, rehipoteca tu casa.
Sí, hombre.

Tú, cállate.
¿Pero a mí qué hipoteca me van a dar

si tengo un pie en la tumba?
-Escúchame, pídeselo al presidente.

¿No dice que cuando se agobia, paga?
Bruno no me lo va a prestar

salvo que...

Hostia, ya tengo un plan.
A ver si fructífera.

Kaluka.
Hijo de puta...

Cógete el AVE
que tengo un trabajito para ti.

Quiero billete en preferente.
Que sí, coño.

Ya está exigiendo la gorda.

Es que no me siento capaz
de volver a ver a Gloria,

pero claro, tampoco tenía sentido
seguir dilatando esto

porque no va a ninguna parte.

-Oiga, ¿el limpiador del baño?

-Se me rompe el alma con eso
de tener que ir a un juzgado

a rubricar mi fracaso. Son doce años
de mi vida tirados por el retrete.

-Eso es lo quiero,
limpiarle el retrete.

-Y luego plántate ahí solo, ¿eh?
Esa es otra.

Que lo mismo aparece con Gonzalo,
ese traidor, hijo de puta

que me lo ha clavado por la espalda.

-¿Usted quiere hablar
o quiere que limpie?

-Hombre,
si pueden ser las dos cosas...

-Yo le voy a cobrar una hora más
y usted me cuenta todas sus movidas.

-Hombre,
sale más barato que un psicólogo.

-El problema es que su mujer
se ha ido con otro, ¿no?

Usted está hecho una mierda
y no remonta.

-Sí. Así, muy sintetizado, sí.

-Pues a joderse
y tirar para adelante,

que esto nos ha pasado a todos.
Compadecerse no vale para nada.

-No. Yo la teoría me la sé.
-¿Que la otra ha rehecho su vida?

Pues usted también.

-Es que no la he rehecho.
-Mañana va usted a firmar

los papeles del divorcio
con un pibón.

Y que se la lleven los demonios.

-Eso le va a dar igual a ella.

Gloria está a otra cosa.
-No, eso jode siempre.

Cuando usted vea
a su ex un poquito descolocado...

Eso da una vidilla...
Eso es un chute de moral.

-¿Y con quién voy?
Raquel ya no se deja.

-Tranquilo, me pongo
la minifalda y voy con usted.

Le pego un filete
en la puerta del juzgado...

-No, no. Es que yo creo
que tiene que ser creíble.

-Es verdad.
Soy mucha mujer para usted.

A usted le viene mejor alguien
de su edad, ¿sabes?

Madurita, un poquito ñoña...

Con un puntito de sofisticación.

De esas que llevan el palo
de la fregona metido por el culo.

Coño. La señora.
-¿Qué señora?

No. ¿Qué señora?
-Venga.

-No, no lo veo. Los juzgados
son como los hospitales.

Cuando menos se pisen, mejor.

-Un poquito de corazón,
que don Bruno es un artista

como usted. Tienen que apoyarse.

-Tengo que escribir
mi tercera novela, que voy de culo.

No sé ni cómo se maneja
el ordenador,

este que me he comprado.
-Eso se lo hago yo en una noche.

-No. Esta la quiero escribir yo.

-Maite,
sé que suena un poco patético,

pero me pegas un montón.

Los dos somos cuarentones,
refinados, en plena cuesta abajo,

pero resistiéndonos como campeones
a nuestra decadencia física.

-Así no sé si la va a convencer.

-Convéncela tú.

-Señora, ¿usted no se queja
de que no se le ocurre nada?

Pues salga al mundo.
Que para escribir hay que vivir.

En la calle siempre ocurren cosas.

-Hombre. Lujuria en los juzgados.

Una sórdida historia de sexo
entre funcionarios.

-¿Esta gente follan?

Tienen muy mala cara.
-No le cortes la inspiración.

-Venga, te acompaño.

-Oh...
-Gracias, Maite, gracias.

-Bueno, bueno.
-Vale.

-Ah, ¿pero qué me pongo?
Un traje así...

¿Dos piezas formalito o un pata de
elefante con una blusa mona?

-¿Ves como es ñoña?

(Sollozos)

-¿Te quieres estar quieto?
Tengo hambre.

-Mira, mira lo guapa que estaba
aquí. -Trae.

Borrar carpeta.
-Anda, para lo que quieres

si tienes fuerza en el brazo.
-Es la adrenalina del cabreo.

Mira, ya se me ha quedado tonto.

-La que ha dado con la Yoli.
El amor de mi vida.

Ayer la vi y le dije:
"Loli, 'I love you'".

¿Sabes lo que me dijo?
"Que te calles, gilipollas".

-Porque no hablará inglés.
-Habla inglés, estudia en París.

-Allí se habla francés.
-Allí se habla de todo,

es la ciudad de la luz.
(HABLA EN FRANCÉS)

-¿Qué dices?
-Que fin con el tema de Yoli.

Hay que ser coherente en la vida.
Si la dejaste tú.

-Ya.
-No se puede estar

en misa y replicando.
-Joder, simpatiza un poco conmigo

porque tengo mal de amores.
-Yo también

y no voy llorando por las esquinas.
-Bueno, lo tuyo es más fácil.

Tú te tienes que olvidar
de una vagina muerta.

La de la mía está viva
y me la cruzo todos los días.

-Cuando tengo novia, estás soltero.
Cuanto estoy soltero, quieres novia.

Si lo sé, no me vengo contigo,
estás hecho un coñazo.

-Ya lo sé, joder.
-Parecemos viejos prematuros.

Esta noche nos vamos de marcha
a ligarnos unas "chatis",

como los viejos tiempos.
-¿Qué viejos tiempos?

Tú y yo
no hemos salido de marcha nunca.

-Alguna vez, ¿no?
-No. De pequeño te tenía un asco...

-Más a mí favor, me debes una
juerga. -Venga, vale.

Esta noche nos vamos de marcha.
Voy a ver qué me pongo.

-Claro, coño. Pesado de mierda.

-Me culpaba por no tener
relaciones con mi novio.

Es que parece que eres mala pareja
o que tu amor vale menos

por ser incompleto.

-Estamos
en una sociedad hipersexualizada

que no entiende que la vida
de pareja y la asexualidad

son perfectamente compatibles.

-A mí es que nunca
me ha atraído nadie

y eso que me han llamado de todo.
Maricón, bicho raro.

Si hasta mi padre me llevo de putas.
Me quedé hablando con ella.

Una chica muy maja, de Burgos.

-Vaya, tenemos un nuevo miembro
en nuestro grupo.

Bienvenido. ¿Te quieres presentar?

-Hola, bienvenido.

No. Me llamo Enrique.

Eso decía, bienvenido.
No, no. Enrique, Enrique Pastor.

Eso, Enrique. Bienvenido.
Ah, pensé... Da igual.

Continuad, por favor.
Por ahora, prefiero escuchar.

No, cuéntanos
un poquito tu experiencia.

¿Qué te trae por aquí?

Me he dado cuenta
de que cuando te acuestas

con alguien, empiezan los problemas.

¿Y para qué?
A mí no me ha interesado

el sexo especialmente.

Como va incluido en el lote...

Entras en esa vorágine de polvos,
peleas, vacío, ansiedad,

distancia, cuernos, caos...
Porque están todas locas.

Cuando te descuidas,
te arruinan la vida.

"Que sí, que no, que me voy,
que vuelvo, que te dejo,

que si se me bajan las defensas..."
Y tú, ahí, como un gilipollas

gastando dinero
y persiguiéndolas en un yate.

Bueno, yo no.

Lo pagó mi amigo Bruno.

Bruno Quiroga, el gran pianista.

También abandonado
por la zorra de su mujer.

Pero sobre todo,
quiero ser mejor persona.

Quiero concentrar mi energía
en algo más fructífero que el sexo.

¿Pero te gusta o no te gusta
el sexo?

Percibo en ti más rencor
que ausencia del deseo.

No, no. Deseo ninguno.

Esto lleva un mes muerto.

Así quiero que siga.

Por favor, ayúdenme.

Me ha encantado tu discurso.

Bienvenido.
No. Enrique Pastor.

Qué confusión más tonta.
Te entiendo tanto...

Yo,
desde que no me acuesto con nadie,

soy mucho más feliz.

Es como dejar de fumar.

Hasta la comida te sabe mejor.

Ojalá. Porque tengo
una hartura vital preocupante.

¿Quieres venir conmigo esta noche
al recital de poesía?

Sí, encantado.

Cultura en vez de sexo.
Me gusta la propuesta.

"Los fogones de Menchu."

Anda que ha tardado.

Niña, dos cremas,
unos huevos, unos escalopines

y la cuenta de la cuatro.

Date prisa, que estás muy lenta.

-Voy, voy.

Fermín, esto no es
lo que habíamos hablado, ¿eh?

-Qué ruido tiene ahora el bar.

Me huele el chándal a fritanga.

-Vete entonces. No consumes.
-Uy, me piro.

Reunión urgente
de Los Ángeles de Chirri.

-¿Reunión de qué?

No me dejes colgada,
tengo esto hasta arriba.

-Mira, hasta luego.
-Esta es una vaga, ¿eh?

Y una malencarada.
Me ha dado dos contestaciones que...

Hay que echarla.
Me tienes al personal revolucionado.

Has llegado arrasando, como chicote.

¿Cómo me gusta ese hombre?
Es energía pura, como yo.

No puedo echar a la chiquilla porque
le ha dejado el novio.

No vamos a demostarle
la vida en uan semana.

Déjame a mí. Estoy descubriendo
a la empresaria que llevo dentro.

Toma, vete a repartir propaganda.

El nombre este hay que hablarlo.

Este bar tiene un nombre.

Ese nombre
es de peluquería de maricas.

Hala, tira.
Me lías, ¿eh, Menchu? Me lías.

Te guío, que es muy diferente.

-Esto no te lo perdono.
Has convertido

el santuario de los leones
en un bar de menús.

Las cosas como son.
Menchu nos está abriendo los ojos.

¿Qué crees? ¿A base de menús vas
a sacar 15.000 euros en dos días?

Que no, coño.
Esto es para tenerla entretenida.

Para pagarle a Enrique
tengo otro plan.

¿Cuál?
No te lo digo que se gafa.

Ya no me cuentas las cosas.

¿Qué tengo que hacer
para que me hagas tanto caso

como a Menchu?
Ponte tetas.

Si ya tengo.

-Bueno, bienvenidas a la merendola
que más mola.

Os he preparado una degustación
de mis dulces favoritos.

Para demostraros lo que os quiero.

Qué hambre teníais, golosonas.

-Esto está buenísimo.
-Sí.

-Qué pena que engorden tanto.
-¿Qué dices? Estás estupenda.

-Bueno, ya no tanto,

se le está empezando a poner
un culo Terelu...

-Qué buena eres.
Me parto contigo. Lloro.

-No le veo la gracia.
-Pues la tiene.

-Qué bien.
Todas juntas como las superamigas.

-Esas eran cuatro.
-Bueno, ya, pero comían cupcakes

y hablaban de chicos.

-Venga, contadme.
¿Cómo están esos corazones?

-Es que yo...
-Como os cuente cómo está el mío,

os deprimo.

Fíjate el capullo de Teodoro
lo que me está haciendo pasar.

Por más vueltas que le doy,

no consigo entender qué ha pasado.

Con todo el cariño que le he dado...
y lo enamorado que se le veía.

Porque, claro, eso una mujer lo
nota, pero de la noche a la mañana

venga y...
-Yo me voy a ir a recoger al niño

que sale ahora de ballet.

-¿Hace ballet?
-Sí, desde ayer.

Esto me lo llevo
para que el niño meriende.

-Yo aprovecho ya y me voy,
que me tengo que hacer los pies.

(GRITA) Me apunto.
-Yo también.

-No. Solo hay dos señoras.
A la próxima. Chao.

-Cariño...
-¿Lo ves?

Han merendado y se han largado,
son unas aprovechadas malignas.

-Se te notaba muy ansiosa.

No has sido tú misma.
-Ya no sé ni quién soy.

Me voy a provocar una hiperglucemia,
a ver si se acaba esto.

-De eso nada.

Por Dios. Mañana te doy media
pastilla para los nervios

y vuelves a quedar...
-Que no, mamá.

No quieren ser mis amigas y yo no
las voy a obligar.

(LLORA)

-Tú no, pero yo sí.

¿No te ibas a recoger al niño?

-Sí, pero le ha salido
una prueba de Billy Elliot.

¿Sabes quién es?
Es uno que baila así.

Bueno, lo va a recoger mi prima
cuando salga...

¿Dónde vas? Oye, ¿dónde vas?
-Ah, muy bonito.

¿Mi hija sufriendo
y así se lo agradecéis?

Dándola de lado.
-No. Nos han llamado

del centro de pedicura
para cancelarnos la cita porque...

-Les han cortado el agua.
-Y claro,

no nos pueden ablandar
las pieles muertas.

-No mintáis,
que vais arder en el infierno.

¿Por qué no queréis ser
amigas de Alba?

Está sufriendo.

-Es una chica muy maja.

-Fue ella la que dejó de quedar
con nosotras.

-Cuando tu hija tiene novio,

pasa de tu culo. Y cuando le deja,

vuelve y no para de hablarte de él.

-Tampoco la conocemos tanto
como para aguantar sus bajones.

-Para comeros sus tartas sí,
pero consolarla no.

-Efectivamente.

Eso nos lo hacemos entre nosotras.
Somos muy interesadas.

-No le venimos bien a tu hija,
Berta.

Te la vamos a estropear.
-Eso lo sé yo.

Sois lo único que tiene a mano.

-Pues está jodida la cosa.

-Está bien. ¿Qué queréis?

-¿Cómo que qué queremos?

-Para ser amigas de Alba

o, por lo menos, para que lo
parezca.

-¿Estás intentando
comprar nuestra amistad?

-Vale, me dejo.

-A mí me parece un poco patético.

-Dinero no puede ser porque Antonio
me controla mucho los gastos.

Os limpio la casa.

Os cocino y de vez en cuando os
cuido a los niños de vez en cuando.

-Hecho.
-¿Qué?

-No, no.
-¿Sabes lo que es eso?

Aguanto los bajones de Alba y 15
más.

-Yo no tengo niños.

¿Qué gano yo?
-Que nos cocina y nos limpia.

-Bueno, yo me voy a ver a mi amiga.

¿Cuántas horas
por llevármela al cine?

-Una.
-Tres.

-Dos. Y te hago los baños.
-Hecho, me voy al cine.

-(GRITA) Y yo al juzgado.
-¿Qué has hecho ahora?

-Yo nada, voy con Bruno.

-¿Con Bruno?

Carmelito,
la fregona siempre bien escurrida.

Que no... Presidente.

¿Va de concierto?

De divorcio. Al juzgado.

Lo siento o enhorabuena.
Depende de la sentencia.

Es de mutuo acuerdo ¿Qué quieres?
¿Quién es este?

Carmelito,
el nuevo conserje sustituto.

¿Caramelito?
No. Carmelito.

Era yonqui, no chapero.
Bueno, he hecho de todo.

No asustes al presidente
el primer día, que es muy fino.

Como os gusta reciclar yonquis
en esta comunidad, ¿eh?

Es una cosa...

Sí. ¿Quién no ha tenido
un tropezón en la vida?

Somos una comunidad yonqui fiel.

Bienvenido, Carmelito.

Vete practicando por allí
con la fregona.

¿De dónde has sacado este personaje?

De una agencia especial
para que gente

que no quiere contratar nadie.
Es como un refugio de perros,

pero sin sacrificarlo
a los seis meses.

¿Por qué no contratamos
a alguien normal?

Porque nos cuesta 300 euros
y desgrava.

No tiene dientes.

Si no coge el palo de la fregona
con la boca, ¿qué más da?

Esto no es "Mar adentro".

Yo es que no le veo
muy rehabilitado.

Carmelito, suelta el amoníaco.

Le tengo que comprar
té con bioalcohol.

No, que se lo bebe.

Ya estoy.

Me he puesto discreta
para no dar el cante,

pero con un toque sexy
para dar por culo.

-Perfecto. Vámonos.

Que saque los cubos y los friegue,
que huelen que alimentan.

Sí. Carmelito,
ya has oído al presidente.

Venga.
¿Ese quién es?

-El nuevo conserje. Es que somos
una comunidad yonqui "friendly".

-Hostia, cómo huele aquí.

No te pongas exquisito
porque he estado en tu casa.

Me la embargaron.
Pobre al que le haya tocado

Venga. Deja ya esto, coño.

No me sueltes la mano.
-Te suda mogollón.

(Teléfono)

-Hola, soy Bruno Quiroga.

Vengo a firmar un divorcio
de mutuo acuerdo.

Yo no estoy de acuerdo,
pero no me queda otra

porque esto es una agonía
y yo qué hago soltándole este rollo.

-La otra parte
le está esperando en ese despacho.

-Muchas gracias, muy amable.

-Oiga, aquí tiene que haber
mucho puterío, ¿no?

Cuénteme algo escabroso.

-Llevamos tres meses
sin tóner en la impresora.

-No. Me refiero a algo sexual.

-Ah, eh...

Mari Carmen se fotocopió
las tetas una vez.

-Gracias. Muy útil la anécdota.

-Hola, Gloria, cariño.

Cariño, ya no.

Gloria a secas.

-Bueno, yo ya he firmado.

Adiós, Bruno.
-Espera, ¿por qué tanta prisa?

Te presento a mi novia Maite.
Maite, ella es Gloria.

-Encantada.

Muchas gracias por dejarlo escapar,
que maravilla de hombre.

-Escribe novela erótica.

-"Lujuria en el extrarradio",
Lujuria poligonera". Es una saga.

Así que te has traído a tu novia
para firmar el divorcio.

Qué poca clase.

-Porque pensé que vendrías
con el hijo de la gran puta

de Gonzalo.

Seguís juntos, ¿no?

¿Habéis terminado? ¿Ha muerto?

¿Infarto fulminante?

-Más quisieras.

Seguimos juntos.
No me lo he traído por respeto.

Para intentar no hacer daño.

-¿Me firma?
-Sí.

-Luego dicen que la justicia
va lenta.

-Enhorabuena, ¿eh?

Te llevas una joya.
-Gracias.

-Dime, Maite.

¿Tienes hijos?
-Sí, cuatro.

-Ahora cinco.

(Móvil)

Sí, sí, cariño.

Ya estoy saliendo.

¿Te puedes creer que se ha traído
a su novia para firmar el divorcio?

-Se ha picado, se ha picado.
Y sin besarnos ni nada.

-Ha sido todo muy elegante.
-No he llorado al firmar

ni me derrumbado.
Gracias. Esto hay que celebrarlo.

Te invito a cenar
a un restaurante carísimo.

-Vale, no tengo plan. Bueno, sí,
escribir, pero no sé de qué.

-Pues sí, sí. Soy disc-jockey.

Viajo por el mundo
animando la fiesta.

-Qué guay.
¿Has pinchado en Ibiza?

-¿Este?
-Sí, sí. Es mi templo.

Soy disc-jockey residente en la
Space.

-¿Pero no había cerrado?
-Cuando me fui yo, quebró.

-¿Y tú a qué te dedicas?

-¿Yo? A nada. Vivo de mi ex.

Tengo un sueldo de hombre florero.
-¿Cómo?

-Bueno, te podía contar una trola,
pero para qué,

no voy a ligar contigo.
-Bueno, a lo mejor sí.

-Hostias.
-Bueno, vamos un momento al baño.

No os vayáis, ¿eh?
-No.

Aquí os esperamos. Atornillados.

(GRITA)

-Qué buena estrategia.
Decir la verdad.

-Olé, "brother", que vamos a
pinchar.

-Arriba.
-¿No tenías mal el brazo?

-¡Arriba!

-Ahí va. La Yoli.
-No me jodas.

-¿Con quién va? ¿Quién es ese tío?

-Su novio. ¿Qué más da?
Venga, otro cacharro,

que este está muerto.

-Yoli.
-Vaya por Dios...

No había más bares.

-¿Quién es ese?
Anda que me has guardado el luto.

-¿Qué luto te voy a guardar?
Tontolaba, mongolo, pringado...

-Si me insultas es porque algo
queda. Vuelve conmigo, por favor.

-No te oigo, está la música muy
alta.

-Dame otra oportunidad.
-Vete a tomar por culo.

-¿Y qué le pasa a este?
-Nada, le he pisado con el tacón.

Vete. Vete.

-Venga. Ronda de chupitos.

-Un brindis.
Por el calor del amor en un bar.

(LLORA)

-¿Qué te pasa?
-Que he visto a la Yoli

con otro ahí...

-¿Qué dice?

-¿Qué haces?
-Me ha tratado como un perro.

-Focaliza. No mires para atrás,
mira para adelante.

Por una vez que nos hacen caso.

-Mira, se está dando un morreo.
-Coño, no mires.

-Me voy a casa.
-¿A casa? Tienes ahí a Mónica.

Va entregarte su flor,
te lo ha dicho.

¡Amador! La madre que...

Bueno, vamos a por el trío.
Hay que ser ambiciosos en la vida.

Vaya, hombre.

# La que se avecina. #

La peli
la pongo en versión original.

¿Vas de Bilingüe?
Vete a hacer la cena.

Estoy de "bajaciones".

Enrique, el conserje gorrón

se nos revela, dile algo
Hasta luego.

¿Adónde vas?
Me han invitado

a un recital de poesía.

Cuidado,
eso es un nido de maricones, ¿eh?

Que no. Voy con una chica
del foro de asexuales.

Es una cita. ¿Está buena?
¿Tiene pechotes?

No sé, no me he fijado. Soy asexual.

Salimos en plan amigos.
¿Amigos?

¿Un hombre y una mujer? Complicado.

Siempre hay uno
que quiere trincarse al otro.

Este,
que está más salido que una mona.

Se ha ido a ligar a un club de feas.

Son asexuales. Es preciosa,
para tu información.

Ciego no soy, pero me da igual.

Solo me atrae su intelecto.

Si no te la quieres trincar,
¿por qué te echas colonia?

No sé, por inercia.
¿Se llama Inercia su novia?

No es mi novia.
¿No se puede quedar

con una mujer por su compañía?

¿El placer? Son todas un coñazo.
Adiós.

Qué perdido está el señor del...
Hazme la cena.

Que no.

Atrás, mosca. Disparo abyecto.

No desoves aún en mi esclerótica.

Pues tus viscosas larvas no merecen
deglutar mi magra carne,

que no por podrida deja atrás
su ancestral orgullo.

Atrás, gusanos.

Ingerid otro cadáver.

Devorad otros ojos.

No estoy listo
para enfrentar la muerte.

¡Puta! ¡Puta muerte!

No me cubras con tus vómitos negros.

En mis ojos...

aún hay luz.

Ya.

(Aplausos)

Qué interesante.

Te hace pensar...
Ya.

Menudo soplagaitas.
Sí. Eso quería decir.

Hola. Me llamo Duna
y os voy a leer mi poema.

"Tu picha".

¿Qué ha dicho?
Tu picha.

Sí. Eso me había parecido.

Es gorda, tu picha.

Y aterciopelada.

Lo noto en cada mamada.

Tus dedos hurgan en mi frescura.

Se estremece mi carne

y se eriza mi vello.

Te quiero dentro.

Muy dentro.

Mi adonis caliente.

Invádeme con tu erecto miembro.

Oh, sí. Ya te siento.

Me aferro a tus nalgas.

Me agarras mis pechos.

Arremetes con furia y mis gritos

desgarran la penumbra del silencio.

Culmina, culmina dentro.

Me encanta tu picha.

Por eso te quiero.

(Aplausos)

-Te has excitado.

No.
Es que se me ha dormido la pierna.

Como estamos tan apretaditos...

No te preocupes. Al principio,
las pulsaciones son normales.

Es una reacción fisiológica.
Es que es tan picante el poema...

¿Otra copita de vino?
No, prefiero no beber más.

Por si las pulsiones...

Total, nos tenías que ver a los dos
en el club metidos en el jacuzzi.

-Qué horror. La de microbios
que tiene que haber ahí.

-No. El marido de la otra
estaba buenísimo.

Yo estaba cachondísima.
No hicimos nada

porque mi suegra castró a Amador.
-¿Qué me estás contando?

-Que sí, que sí.

Salía leche de los pezones.
-Qué práctico.

Para hacerte un cortado en el AVE.

-Hacía que no me reía en una cena...

-Yo hacía que no me reía...

Voy a dejar de beber
porque la última vez que bebí

le estrellé el coche a Judith.

-Yo tengo muy buen beber.
El alcohol no me afecta.

Voy un momento al servicio, ¿vale?

-¿Estás bien?

-Sí. Me he levantado muy deprisa.

-Es que no lo entiendo
por más vueltas que le doy.

-Sí, por más vueltas... Ya lo creo.

-No consigo entender
por qué se le puede acabar el amor

así a una persona tan de repente.
Me atormento muchísimo.

Pienso que se habrá olvidado de mí.
¿Tú qué crees?

-No, mujer.
-Ayer subió una foto a Instagram

y no sé qué pensar. Era una foto
de una hamburguesa con queso.

Él siempre
pide hamburguesa con queso.

Sin lechuga ni nada.

Claro, por un lado pensé:
"Este hijo de puta está genial"

A mí no me entra ni una lonchita
de pavo bajo en grasas.

Pienso que echa de menos los días

que pasábamos comiendo hamburguesas.

¿Qué crees? No sé.
Luego me conecto al WhatsApp

y si lo veo en línea
me dan unos bajones...

-Por favor, no te pares.
Me estoy haciendo pis.

-Perdona.
-Hola, cariño.

¿Qué tal? ¿Cómo lo habéis pasado?

-Superbién.
Aquí estamos dándole a la lengua.

No podemos parar.
-Bueno, unas más que otras, ¿eh?

-Es que me parto con ella.
Qué amiga más diver.

-Qué cargante es la tía.
No sé si esto merece la pena.

Hostia. A lo mejor sí.

Qué bien huele, ¿no?
-¿Has visto cómo brilla la casa?

-Parece un piso piloto.
-Ella es una máquina.

-Ya te digo.
¿No iba a hacer solo los baños?

-A esta le das el estropajo
y es como el conejito de Duracell.

No puede parar.

-Todo esto por llevarte a Alba
al cine.

-No. Y por aguantarla.

Estoy con Teodoro...
Si me lo encuentro,

le pego una hostia que no va a saber
por donde le ha venido.

No le estoy cogiendo manía ni
nada...

-¿Y Berta planchará igual que
limpia?

Es lo que más odio del planeta.

-Esa es capaz
de "alminodarte" los cuellos.

-Yo le voy a decir si quiere
que me lleve a Alba de compras.

-Espera. Igual le apetece venirse
conmigo.

-Ah, mira qué interesadilla
sois las dos.

(AMBOS) Pues como tú.
-Sí, pero fui la primera.

Ea, enviado.
-Enviado.

-Enviado.

(Tono mensaje)

-Jesús. ¿Qué ha pasado?

Mira.
Qué de amiguitas que tiene la niña.

-Ay.

-Menos mal
que no te ha afectado el alcohol.

-En cuanto poto, se me pasa.

Bruno, muchísimas gracias.

Necesitaba echarme unas risas
y evadirme un poco de esta vida.

No encuentro las putas llaves.

-¿Te has llevado
la velita del restaurante?

-Es que era aromática.
Aquí está. Menos mal.

-Bueno, pues...
¿Llegas bien a la cama?

-No. Mejor llévame tú.

-Maite, perdona.
No sé si estoy preparado para esto.

-Yo sí. Tengo preservativos
en la mesilla. Four Sensation.

-Digo espiritualmente.

-Ah, ya. Perdón.
Qué insensibilidad por mi parte.

-Nada, tranquila.

Maite.
-Sí.

-Qué coño.
(GRITA)

Los niños.
-Pues lo siento.

-Hala. Mañana a cambiar las sábanas.

-A mí...
A mí esto no me había pasado nunca.

O sea, me ha pasado alguna vez,
pero no contigo.

-Hombre, teniendo en cuenta
que es la primera vez

que nos acostamos...
No es buen precedente.

-No he estado con nadie desde
Gloria.

Se ve que me han podido los nervios,
el vino o los ansiolíticos.

-No sé. Amador
nunca he tenido ningún problema

que dificulta la erepción.

-Ese señor es un gorila.

Los artistas
tenemos una mente más compleja

que dificulta la erepción.
-Mira, no tengo paciencia.

Me voy a dormir.

-Podrías mostrar
un poquito de comprensión,

que esto es duro para mí.
-Sí, claro, lo que me faltaba.

Tener que consolar a un tío
que ha tenido un gatillazo conmigo.

¿A mí quién me consuela?

-Bueno, ¿me quedo, me voy...?

-Preferiría que te fueras,
la verdad,

pero si te da pereza, quédate.

-No, me voy.

Es la ventaja de vivir al lado.

Buenas noches, Maite.
-Adiós, Bruno.

-La cagué.
Me dejé llevar por su calentón

y no tendría que haber bebido.

Si no bebo, no me lanzo.
Pero no me lancé.

Se lanzó ella.
-Tiene que estar la señora

que fuma en pipa.
Pues lleva unos mesesitos

que para ella se queda.

-A mí me gusta Maite,
es muy mona, muy vivida...

-Sobre todo vivida.

-Mejor que haya pasado esto
porque es muy pronto

para empezar una relación.

-No se coma tanto la cabeza.

Esos son los nervios
de volver al mercado.

Eso se lo quito rápido.
-¿Qué va a hacer?

-Una técnica de relajación.

Cierre usted los ojos.

Está usted en un prado verde...

Escucha el ruido de los pájaros.

El mugir de las vacas.

-¿El mugir de las vacas?

-No, no, ya se han ido,
estaban de paso.

Los olores de la primavera
impregnan el aire que...

-Oiga, ¿qué hace?

-¿No me ha contratado
para hacer las cosas de la casa?

Relájese.
-Esto es inapropiado.

-Los pajaritos cantan.

Las mariposas revolotean las flores.

(Puerta y timbre)

Presidente, emergencia comunitaria.
Un momento.

-Huele a césped recién cortado.

¿Qué haces?
Pilates.

-¿Qué pasa?

Presidente, Carmelito.

Ha muerto.

¿Qué?

¿Qué ha pasado?

No sé. Me lo he encontrado así ya.

Se ve que estaba limpiando
la escalera

y ha sufrido un resbalón mortal.

¿Seguro que está muerto?

Muertísimo. Cógele el pulso.
No, no.

Madre mía,
no estaba dado de alta ni nada.

Vamos a ver.

Nadie sabe que estaba aquí.

Le tiramos al descampado
y esto ha sido una sobredosis

o un ajuste de cuentas.
No, por Dios.

Hay que llamar a la Policía.
No. No me joda, presidente,

se nos cae el pelo.

La agencia sabe que estaba aquí.
¿Qué agencia?

¿No le contrataste por una agencia?

Ah, sí. Tranquilo, le llamo yo
y ellos se encargan de retirar

el cadáver,
de incinerarlo y de todo.

Va incluido, es un "full service".

¿Si se encargan ellos
para qué me avisas?

Es el presidente de la comunidad.

Tendrá que estar al día
de las tragedias comunitarias.

Aparte para justificar mi sueldo,

que parece que no haga nada,
pero sí.

Espera,
me ha parecido verle respirar.

¿Eh?

No. El cuerpo empieza a hincharse
con los gases.

En breve, aparecen los pedos.

Suenan como a Peta Zetas.

¿Qué haces con el difunto?

Quitarlo del medio. No querrás
que traumaticemos al vecindario.

No, no. Yo necesito un lexatin.

Sí. Vete a medicarte que la vida
sin sustancias es muy dura.

¿No te hago falta?
No, no, no.

Ya llamo a la familia
y le busco un sustituto.

Alguien normal
y que no se mate fregando.

Todo controlado, señor presidente.

¿Qué tal? Lo he hecho bien, ¿eh?

Te has pasado con la sangre,
parece la cubierta de un ballenero.

Espera, lo friego yo.
¿Desde cuándo friegan los muertos?

Anda, vete,
vete que todavía la cagas.

¿Tienes un euro para una napolitana?
La madre que te parió...

Toma. Tira.

Cuidado cómo me ha puesto esto.

¿Necesitas ayuda?
-No quiero nada de ti.

Tu ayuda la necesitaba anoche
y me dejaste colgado.

-Coño, vi a la mujer de mi vida
con otro.

No tenía ganas de nada.

-Canalla, sabes el tiempo
que llevo sin hacer el amor.

-Si consumaste
con la hija del Rancio en Navidad.

-Eso no cuenta.
Esa vagina no tenía vida,

eso era como violar una chirimoya.

-Lo siento, ya se me pasará.
-Egoísta. Solo piensas en ti.

A saber cuándo se me pone un pibón
tan a huevo.

(Tono mensaje)
-Ahora mismo.

-No me lo creo. Me está llamando
esa diosa de la noche.

¿Sí? ¿Eva?

¿Qué Eva?

Ah, sí, hombre.
¿Qué tal con los de anoche?

Ah, eran tus primos.
-Ay, eres muy tonto.

No. A mi hermano se le fue el rollo
y me fui con él.

La familia es lo primero.
Que te estés quieto ya.

-Eva, le gustas a mi "brother".

-Qué cachondo. Que sí que me gustas,
porque estás muy buena.

Soy disc-jockey y estoy acostumbrado
a que me entren pibones.

-No te hagas el chulo, gilipollas.
-¿Al cine? Claro. ¿Qué echan?

¿Y yo qué?
-Vale. Allí a las siete y elegimos.

Adiós, Eva.

Tengo una cita, tengo una cita.

-Teodoro, ¿qué haces?

-Me da una... De la tensión.

-Oye, me voy con vosotros al cine.
Dile que llame a Mónica.

-No. Nos vamos los dos solos.

-Por favor, lo estoy pasando fatal.

-Llama a la vieja de la bata
y os tomáis unos rones.

-Que no, necesito salir.

-¿Cómo me voy a plantar contigo?
Me la espantas.

-Fingimos un encuentro casual.

-Bueno. Te sientas en otro lado
por si quiere hacer manitas.

Quiero mi intimidad.
-Que sí.

-Me pagas las palomitas grandes.
-Que sí.

-Dámelo ya.

-¿Cuánto es...?
-No, es todo, dámelo todo.

Nada. Ya me has arruinado
el promedio mensual.

¿Para qué te empeñas en correr
conmigo si no estás en forma?

Para ponerme en forma.

¿Has ido a correr sin mí?

Si voy lento con este,
imagínate contigo.

Estás fondón y "chichoso".

Oh, "chichoso" yo...
Me estáis dando de lado.

No me chupes la boquilla.

Tienes la tuya.
No sabe igual.

¿Qué tal con la de anoche?
¿Hubo tema? ¿Cómo tiene el chocho?

No hicimos nada. Somos asexuales.
Ah, como su hija.

Alba es transexual. Yo soy asexual.
No te líes con las letras.

Ni nombréis a esa aberración
de la naturaleza en mi presencia.

¿No existe un tiburón con dos penes?

No, con uno.

No pienso volver a usarlo
en mi vida.

Pues me he estado documentando
en Internet de esta tontería.

Cuidado. No follar es malísimo.

Enfermas más, baja tu autoestima,
provoca ansiedad, depresión,

cáncer de próstata. ¿Sigo?

A ver, no voy a negar que Camila
me resulta atractiva,

pero no quiero incomodar.

¿Y por qué no se sincera con ella?
Igual siente lo mismo que usted.

No quiero gustarle.
Quiero ser asexual.

¿Por qué?
Porque las mujeres

dan muchos problemas.
¿Qué es eso que te preparas ahí?

Un batido de proteínas
con aminoácidos y encimas.

¿Quieres uno? Sabe a chocolate.
Vale.

¿Le haces el desayuno a él?

No es un desayuno. Es un complemento
para después de entrenar.

Es eso que se toman los forzudos
y luego se les queda el pito así.

Coque, no te lo tomes.
¿Has hecho ejercicio?

No.
Pues para ti no hay.

He tenido una pesadilla de esas
que te inflas a correr y no avanzas.

(Móvil)
Eso no vale. Coque, tu batido.

¿Se me va a quedar un micropene?
No, hombre no.

Yo llevo tomándolo diez años.
Claro. Tiene el pito así.

Camila. ¿Qué tal?
La asexual.

Yo acabo de llegar
de mi carrera diaria.

Corro diez kilómetros diarios.

Bueno,
hoy cinco porque llevaba lastre.

El lastre eres tú.

Yo también me lo pasé muy bien.
Ha sido una experiencia interesante.

¿Qué haces esta noche?

¿Te apetece cenar conmigo?

Tenía pensado quedarme
en casa tranquilito.

Pues cenita en tu casa.
A las nueve estoy allí.

¿Llevo algo?
No.

No hace falta, yo improviso.
Soy un magnífico cocinillas.

Mentiroso, es el capitán freidora.

Genial. Mándame tu ubicación.

No me lo creo.
Por fin tengo un amigo.

Y yo una amiga. Hasta luego.
¿Cómo se hacía esto?

Esa está guarilla como una perra.
Qué pesado es.

Parecemos las gemelas...
-Espérame aquí un momento.

-Vale.

-No. Menos, menos. Pero, por favor.

-¿Qué es...?

-Aquí.

Una... No tiene ninguna gracia.

-Hola.

-No. No, no, no. No pases.

-Hola, mami.

¿Se puede saber dónde estáis?
Mira la hora que es.

¿Tú no te habías ido de casa?

Sí, pero no estoy comiendo
nada bien.

Estoy pasando mucha hambre, ¿eh?

¿No está mamá?
No. Ni la mesa puesta

ni la comida servida.
Yo es que alucino.

Venga, hazme algo.

Háztelo tú, no te jode.

¿No querías ser mujer?
Pues a cocinar.

Madre mía.
Qué mentalidad la neandertal

-Ya estoy aquí.

¿Tú has visto la hora que es?

Antonio, has vuelto.

No, no. Como algo y me voy.

Tienes un morro...
Oye.

Encima que vengo a veros.

Espera,
te frío un huevo y unas patatas.

Eso me gusta comerlo en domingo.

Berta, no me cambies las costumbres.

Creo que tengo lentejas de ayer.
Eso, dame sobras. ¿Soy el perro?

Pues pídete una pizza.

Para comer mal,
me vuelvo a casa de Enrique.

Se me va a pasar
la hora de la siesta.

Eso, vete.
Berta, muy mal.

Así no se van a arreglar las cosas.

Me he enfadado.

(Tono mensaje)

Mami, no tendrás un amante, ¿no?

-Sí, hombre. Lo que me faltaba.

Yo soy una esposa fiel.
O casi siempre.

-Estás muy rara, no estás en casa,
estás cansada...

Te llegan mensajes
y los abres en secreto...

Atufa a cuernos por todas partes.

Has vuelto con el conserje.

-Que no.
-Araceli. Rollo bollo is "back".

-Que no. Estamos preparando
una nueva canción para el coro

y estamos liadísimas con los
ensayos.

Es a tres voces
y no hay manera de cuadrarlas.

(Tono mensaje)

-El coro, ¿no?

-Sí. Un ensayo sorpresa.

¿No has quedado con las chicas?

-No. No me han dicho nada.

(Tono mensaje)
Ah, mira, las amigas.

Nos vamos de...
-Qué bien, hija.

Estoy tan contenta por ti...

Pasadlo bien.
-Y tú. Y tú.

-Qué desastre en la cama, por Dios.

(Timbre)
Mira que es majo, pero...

-A Bruno apetece apadrinarlo, no...

-Bebe, bebe y se tira a una farola.
¡Eh!

-A ver, ¿qué queréis ahora?

-Mira, me sacas
toda la ropa del armario

y me la ordenas por colores,
que no encuentro nada.

-Con Berta, no te hace falta...
La puedes despedir.

-No. Me pincha.
-Bueno, vale.

Quiero que esta noche saquéis
a la niña de marcha.

-¿De marcha?
(TODAS) ¡Oh!

-Entonces a mí me metes el bajo
de todos los vaqueros.

-Y a mí me haces lentejas.

-Y tienes que hacer los deberes
con el niño toda la semana.

-Y un bizcocho de limón.
-Vaqueros, lentejas,

bizcocho, deberes...

-Vale,
pero se lo tiene que pasar genial.

Si liga, mucho mejor.

-Eso lo veo más complicado.

-Bueno, de noche todos los gatos
son pardos, ¿sabes?

-Quiero una segunda cita.

No. Corrijo. Exijo una segunda cita.

-¿Para qué? Qué pereza por Dios.

-Hubo circunstancias excepcionales
que redujeron mi rendimiento.

No di mi mejor versión.

-¿Qué ha cambiado ahora?
-Pues que he hecho Pilates.

Se han disparado
mis niveles de autoestima.

-Bruno, no te ofendas,
pero no eres mi tipo.

Eres un poquito... blando.

-Eso se arregla.
Voy al gimnasio y ya está.

No, no. Blando en ese sentido no,
que también.

-Te falta un poquito de...
virilidad.

-La gente cree que eres gay.

-¿Yo gay? Pero si estaba casado.

-¿Qué tendrá que ver?
Anda que no hay maricas con hijos.

-Uy, Bruno, se comenta
que tienes más pluma que Loco Mía.

-¿Pluma yo? Exijo una segunda cita.

Te voy a demostrar
que soy un macho con mayúsculas.

-No. Si yo con que tengas
una erección me conformo.

-Joder, qué presión.
-Es lo mínimo.

-¿Se lo has contado?
-Hombre, claro.

-Y por qué no vais al...

Y os vais a cenar
con los deberes hechos.

-Así no gastáis dinero a lo tonto.

-No. Eso no es romántico.
-Es maricón.

-A las nueve te recojo, chocete.

-Bueno, el hombre lo está
intentando.

-La merluza a la romana...
Buenísima.

Un rebozado finito, finito, que si
no, engorda.

¿No me ves, cariño? Soy espagueti.
Bueno, menos estas,

que vienen de serie.

Oye, marchando dos merluzas más.

-Bueno, vamos a ver,
¿la cocinera no eras tú?

-Sí, pero si me tengo que parar
a hablar, me paro.

-Anda que no te va a ti
el mamoneo ni nada.

-¿Perdona? A esta me la cargo.

Cariño, no te agaches tanto
que se te ve el canalillo.

Hay mucho ruido
y no oigo lo que me piden.

Ya, pero si te arrimas tanto,

se van a pensar
que entras en el menú.

No me marques, ¿eh? No me ates corto
porque rompo la correa.

No hay al que le tosa, ¿eh?
Hombre,

el bar te lo está reflotando.

-Sí, a base de enseñar las boyas.
Tú, callate, cizañero.

Un whisky doble.
¿A estas horas?

Sí. ¿Qué pasa?

Nada. Me has descolocado.
Qué día más raro llevo.

Ahí está.

(SE QUEJA) ¿Cómo podéis beberos
esto?

-Aquí nadie bebe whisky.

-Esa botella
tiene más años que el bar.

-¿Vosotros me veis amanerado?

Uy, si no he hecho el pedido
de las patatas.

Está floja de gas.
-Sí.

-Me veis amanerado.
-Pero muy poco. Un poquillo así...

-Eso es normal en los artistas, ¿no?

-Uy, qué mancha tengo aquí.

Ese: "Uy". Quítatelo ya.

Dime mejor: "Me cago en la puta
ya me he manchado

la camisa de los cojones".
Mínimo dos tacos por frase.

Yo he era muy macho.
Ha sido Gloria,

que ha sofocado toda mi vida.
-Te creo. Gregoria cogió la mía

e hizo croquetas con ella.

-Eso del hombre rudo y viril
está un poquito pasado de moda.

Te lo dice uno que se ducha
con el gorro de su madre.

Rosita y con flores.

Para que no se me moje el pelo.

¿Queréis un chupito? Invita la casa.
-A ti sí que te chupaba yo, bombón.

-Uy, qué sinvergüenza.

Voy a hacer que no lo he oído.

-Zorrear, zorrea.

No he sido nunca celoso.

Eso es de inseguros.
¡Menchu, tira para acá!

Necesito recuperar mi virilidad.
He vuelto al mercado

y quiero arrasar.
Fíjate en mí.

Me he empotrado
a más de 4.500 mujeres.

Estoy pillando a Bertín Osborne.
Bueno, como ahora sale

tanto en la tele.

Igual ha pegado un salto,
pero estamos ahí... Mano con mano.

No. Mejor me voy al gimnasio.
Yo me iría contigo,

pero "hipermusculo"
y se me descompensan

mis proporciones griegas.

Aquella se está poniendo las botas
con medio bar.

¡Menchu, que no te acerques tanto!

Hola.
-Hola.

-¿Eres nuevo?
-Sí. Me quiero poner cuadrado.

¿Por dónde empiezo?
-Haz un poco de elíptica

para calentar.
Luego un circuito de máquinas,

pero con poco peso.

-No. Mariconadas las justas.
Quiero hacer lo que hacen esos.

-¿Crossfit?
-Crossfit. Sí.

-Eso es duro, ¿eh?

-¿Me estás llamando blando?

-No, no. Para nada.
Venga, vamos a darle.

(SE QUEJA) Venga, esto no es nada.

Vale. ¿Vas bien?
-Sobrado.

¿Ahora qué?

-Ahora las nueve repeticiones
que te faltan, venga.

# Uno machacha.
-No, no.

# Salta la pista.

-Eh.

# Uno machacha.
-Un poco más.

# Cuerpo de atleta.

# Pecho tableta.

# Culo carpeta.

# Castígate los glúteos
# al ritmo del monitor

# El rey de las anillas
# y la rueda del trastor.

# El amo de la pista,
# un plusmarquista musical.

# Con ese figurín
# nadie se te resistirá.

# Te formaras tu torso
# en una tabla de planchar.

# El adonis más majado
# de todo Montepinar.

-No he podido con esta, no he
podido.

# Cuerpo de atleta.

# Pecho tableta.

# Culo carpeta. #

-Enhorabuena, tío.
Vaya machaque te has dado

para ser el primer día.
-Bueno.

-Oye, ¿te apetece tomar algo?

-Sí.
Un Aquarius de naranja, por favor.

-No. Digo luego conmigo.

-¿Cómo contigo? ¿En plan cita?

-Bueno, llámalo así si quieres.
-Que no soy gay,

me gustan las mujeres.
-¿Seguro?

-¿Me vas a decir a mí
lo que me gusta? (SE QUEJA)

-Vale, perdona,
igual me ha fallado el radar.

Como te he visto un poco así...
-¿Cómo?

-Nada.
-Señorita, me quiero dar de baja.

-¿En serio te gusta Woody Allen?

Bueno, a mí me flipa.
-Sí, las he visto todas.

-Bueno, a veces también la caga.

¿Te gustó
"Vicky Cristina Barcelona"?

-La primera sí y las otras dos no.
Ese es el problema de las trilogías,

que no quedan redondas.

-¿Me estás vacilando?
-¿Eh? Claro.

-Coño, qué casualidad.
-¿Qué haces por aquí?

-Pues que me aburría en casa.

Qué pequeño es el mundo.
-Sí, es pequeño.

Bueno... ¿Eh? Ah.

Bueno, a ver qué nos cuenta el
Woody.

-No se ven ni los números.
-Fila 3, butaca 8 y 6.

-Aquí. Que rulen las chuches.

-Yoli.

-Joder, ¿me estás siguiendo?

-No.
He venido al cine con mi hermano.

-No, conmigo no.
-Bueno, será el destino

que nos quiere decir algo.
-Qué destino? Ni qué niño muerto.

-Oye, estás molestando a mi chica.
-¿Mi chica?

Anoche estaba en un bar
dándose un morreo con otro.

-¿No dijiste que no ibas a salir?
-No.

¿Qué? Tú eres gilipollas.

-Pega, pega.
Del asco al amor hay un paso.

-¡Cuidado!
-Mira cómo la has puesto.

-Rafa, espera.

-Yoli, "I love you".

(CHISTA)
Tú te callas o te meto.

-Lo siento. Cuando se muera
tu hermano, me avisas.

-Nada, mañana mismo.
Esta noche lo mato.

Me cago en...
-Oye, no os vayáis.

-¡Eva!

Mira el Woody. Woody.

Presidente.
Joder, Fermín,

eres peor que una novia
pesada.

Ya. Entiendo esa sensación,
pero ha habido un giro dramático

de los acontecimientos.

La viuda de Carmelito que,

por muy increíble que parezca
estaba casado,

está hecha un basilisco.

Dice que le hemos matado
al amor de su vida.

Hay amores que no entiendo,
pero por lo visto se querían mucho.

Ya. ¿Y?
Que nos quiere meter un puro.

¿Y por qué?

Que se entienda
con el seguro de la comunidad.

Ahí está el giro dramático.

No hay seguro.
¿Cómo que no hay seguro?

Cuando pasaron el cargo
por la renovación de la póliza,

no había dinero en la cuenta

y el presidente,
que es un poco irresponsable,

dijo que este marrón
se lo comiera otro.

O sea, tú.
¿Y por qué nadie me ha dicho nada?

Porque el ser humano
tiene una tendencia a ocultar

las cosas feas.

Los disgustos vienen solos.

Joder. Hay que conseguir
que no nos denuncie. Llámala.

Espera, te la presento.
No. ¿Qué dices?

Venga aquí. Te presento
al presidente de la comunidad.

Bruno Quiroga.
Hijo de puta...

¡Ya! ¡Controle su dolor!

Has matado a mi hombre.

Estoy embarazada
y tiene que comer el niño.

Yo sola...
No. No se lo coma, delo en adopción.

Lo siento, de verdad.

Dumitrusca. ¿Cómo era?
Dumitra.

Dumitra.

-Pienso denunciarle.

Yo te hundo tu vida
como tú me has hundido la mía.

Llamo a mis primos y te parten
las piernas y los brazos.

-Que no, mujer.
No llame a nadie, que lo arreglamos.

Oye, qué bestia parda.
Me ha hecho daño, ¿eh?

Está cegada por el dolor,

pero a pesar de su aspecto
de orca asesina.

Es una mujer razonable.
Ya he negociado con ella.

Ah, ¿sí?

20.000 euros y se olvida del asunto.

Si ya has negociado,
¿por qué me pega?

Para desahogarse.

Estaba en el acuerdo.
20.000 euros y un par de hostias

al responsable civil subsidiario.

¿De dónde vamos
a sacar tanto dinero?

Eso lo dejo a tu criterio.

Depende de lo que valores
tus brazos y tus piernas.

No. Pago, pago.

Dumitra. Que sí,
que el señor presidente

le paga de su bolsillo.

Pásese por aquí mañana.
Que no venga con sus primos.

Y que no vengan sus primos.

¿Qué pasa?

-Nada. Se nos ha matado el conserje
en un accidente de escalera.

Su viuda nos está extorsionando,
como no tenemos seguro...

-Fermín, ¿ha muerto Carmelito?

Vaya. Descanse en paz.
(HABLA EN LATÍN)

Le tengo que soltar 20.000 euros
a la viuda.

-Igual no es culpa de la comunidad.

Ese tío era un yonqui.
Igual estaba colocado

y se cayó por la escalera.

Tira. Te metes donde no te llaman.
Ocúpate de tu familia,

que es lo que tienes que hacer.
Oye, estoy intentando ayudar.

¿Habéis mirado las cámaras?

-¿Qué cámaras?
-Las que nos pusieron

con la domótica
en todos los rellanos.

Eso está apagado.
No. Las conecté yo el otro día.

Graban cuando detectan movimiento.

¿Para qué conectas
nada sin consultar?

Vamos a verlas. ¿Dónde se ve eso?
-Aquí, en la garita.

-Vamos.

Oye, esto es una violación
de la intimidad.

¿A qué hora se mató este hombre?
Yo qué sé. ¿Perry Mason ahora?

Por la mañana.
Estaba ahí en medio del portal.

-Mira, aquí tienes movimiento
a las 9:36.

Oh, qué mal todo, qué desagradable.
Oh, Fermín.

-¿Qué haces?

Perdón, estoy muy afectado.
He perdido a un amigo.

Lo acabas de conocer.
Sí, pero habías conectado muy bien.

¿Cómo vemos las imágenes?
-Tranquilo, no pasa nada.

Te copio el vídeo en "pen drive"
y lo ves en casa.

Vaya por Dios... Gracias a Dios
que la tecnología

está ahí para mejorarnos la vida.

Gracias, Javier.

Te lo miro yo y te cuento.
No. Lo quiero mirar yo.

Me siento culpable.

Ahora no porque tengo una cita.
Cuando vuelva.

No te podías estar quieto, ¿no?
Estoy harto que times a la gente.

¿Te has parado a pensar
que si me quitan el bar,

estaré en tu casa, deprimido,
tirando de mi niña y dando por culo?

Pues no.
Haberlo pensado.

Tengo que recuperar el "pen drive".

Sí, sí, por favor.

No, demasiado romántico.

No, demasiado romántico.

Ya estoy.

¿Cuándo viene tu amiga?

No, no, no.
No vas a cenar con nosotros.

Que sí. Para echarte una mano
y así si te entran las tentaciones.

Fuera.
Me he arreglado.

Toma, 50 euros. Vete al cine.

Eres asexual
¿Qué más te da que me quede?

No te la vas a tirar.
Que te vayas de una vez, coño.

Qué fuerza tienes,
deja los batidos esos...

Uy, sí que está buena, ¿eh?

Camila. Te presento a Antonio,

que ya se iba.
Sí. Soy su mejor amigo.

Hola.
Vivimos juntos.

¿Te importa que me quede?

Para nada. No es una cita romántica.

¿Ves? Me quedo.

Los 50 euros.
No sé de qué me hablas.

Prima, venga ya. Llegamos tarde.

-Espera, me tengo que pasar
la plancha y hacerme el labio.

-Te has vuelto a cambiar.
-El otro vestido no me gustaba.

Uy, este tampoco.
-¿Te lo vas a quitar?

-No tardo nada.

-Qué plasta la cenicienta. ¡Voy!

-¿Nos vamos?
-¿Qué me pongo?

-No. No nos vamos.

-No sé, cualquier cosa,
no lo entiendo.

Yo tardo cinco minutos.

(Timbre)

-Se te nota.
-¡Voy!

-Niño, dame un poco.

-Hola, amigas.
-Ya estoy.

-Te quedaba mejor lo otro.
-Cállate.

-Me tiene loca.
-Qué buena idea habéis tenido

con lo de salir esta noche.

Me apetece todo. Tengo un amigo
que me ha conseguido pases gratis

para la zona vip de un discotecón.
-No, no. No me puedo poner esto.

-Prima ya...
-No tardo nada.

-Seguro que está lleno de chulazos.
-Pues no voy.

Estoy casada y se me ponen
los dientes largos.

-No. Tú vienes con nosotros.

-He preparado una empanada de atún

para que no salgamos
con el estómago vacío.

-Qué bien huele.
-Qué buena idea, eres un amor.

-Ya estoy. Ostras, ¿qué es eso?

-Empanada casera de atún.

-Qué hambre,
me voy a comer un trozo.

El atún es proteína.

-No me lo puedo creer...
-Prima...

-No tardo nada.

Carmelito, llegas tarde.

Vamos a ver. ¿Yo no estaba muerto?

Sí, pero ha habido un giro dramático
de los acontecimientos.

El imbécil de mi yerno...

Bueno, mira. Es muy largo.

Tienes que colarte en casa
del presidente

para robarle un "pen drive".
¿Robarle qué?

Coño, una memoria que se conecta
al ordenador.

Ah. Un "pen drive".
Como se nota que vives en la costa.

Yo me he perdido el inglés.

Ese señor no estará en casa, ¿no?

A ver si me pilla...
Tengo antecedentes.

No, iba a salir con una chati.
Sospecho de una vecina.

¿Cómo entro?

¿Tienes la llave?
Si tuviera la llave,

no te necesitaba.

Es un primero.
Te pongo la escalera y para adentro.

He desarrollado un poco de vértigo
porque me caí en el Caprabo,

reponiendo estanterías de geles.
Y claro...

Vamos. Tira para allá.

A ver si te compras un chándal
de tu talla porque parece

que te has enredado
en un paracaídas.

¿Quieres que te ayude?

-Ni me toques. Te clavo el cuchillo.

-Te estás cebando. ¿Cómo iba a saber
que iba a aparecer la Yoli?

Está desatada.

-Te jodes. Peor estoy yo.

Eva no me coge el teléfono
y contesta a mis mensajes.

Me has arrebatado a una diosa.

Ahora podría estar entre sus piernas
y estoy aquí contigo y amargado.

Me estás contagiando tu desdicha.

-¿Qué puedo hacer
para que me perdones?

-Está complicado.

A tomar por culo el filete.

Me voy a la cama.
-Oye, hazte una pajilla,

que eso relaja.

¿Y si se lo digo a la Kuki?
Va, hago la vista sorda.

-No, hombre, eso es sexo vacío.
No seas primitivo.

-Oye, ¿y si te invito mañana
a los karts?

-Ahí se me va pasando.

-Ese es mi "brother".

Uy, no vas a poder, tienes
el brazo mal.

-No. Con un brazo te gano.

-Sí, los cojones...
-Ya veremos.

-Ronda de chupitos para todo el
mundo. Invita la casa.

(TODOS) ¡Olé! ¡Guapa! ¡Cuerpo!

Uy, mira cómo está todo.
No cabe ni un alma.

¿Los bares de menú
no son al mediodía?

Sí, pero he puesto carta.
Le sacamos el triple. ¿Ves?

¿De qué vas vestida? Pareces
Dolly Parton. Te faltan las botas.

Eh, le he vestido yo y está
monísima.

Eso digo, que está muy mona.

Le he dicho que me ayude
porque las piernas me dan punzadas.

-Mira qué tobillos. Explotador.
¿Yo?

Se están tomando decisiones
sin tener en cuenta al jefe.

O sea, con mi persona.
Si no estás nunca.

¿Cómo iba a funcionar esto?

Estoy liado con mis cosas
de la presidencia.

¿No estabas encantado
con una novia que tire del carro?

Sí, que tire del carro
y no que me tire del carro.

No sabéis lo que queréis
hasta que no os lo decimos nosotras.

-Ya estás los canelones de pularda.
-Ya voy, corazón.

¿Quién es?
El nuevo pinche. Monísimo.

Quedó quinto en "MasterChef".

-He echado la enana
porque es muy desagradable y vaga.

Me has descuajeringado el negocio.

Te quejarás de cómo tiene el local.
-Hay lista de espera.

Mañana hacemos dos turnos.
Claro, los tienes a todos

burracos perdidos,
como no dejas de enseñar carne.

Mamá, no dejes que te hable así.

-Déjale, nena, que está celoso.
¿Has visto cómo vas vestida?

Paleto...
-Dos de canelones.

¿Qué falta por aquí?

-Tu número de teléfono, maciza.

Pues apúntate el 112
porque te vas para Urgencias.

¿Qué haces, hooligan?
Toma, para que vayas haciendo

la digestión
mientras llega la ambulancia.

Para.
Me cago en tu...

(AMBAS) Fuera de aquí, hombre.
-Vas a venir aquí

con patadas de Kung fu. -Hala. Ahora
me toca invitarles.

-No. Si todavía nos van a poner
a parir en el TripAdvisor

por culpa del entrepechado este.
-¿En dónde?

-Ven.
Será posible.

Me han echado de mi propio negocio.

(Móvil)

Carmelito, dime algo bonito.

Guapo.
No. ¿Tienes el "pen drive"?

No. Sigo aquí dentro.
No lo encuentro.

Busca bien, que eres muy vago.

Con mi mujer hago
Heidi y el abuelito,

la niña del exorcista,
el guardia civil...

¿El guardia civil?
Sí, sí, control de alcoholemia.

Por favor...
No es necesario que nos cuentes eso.

A Camila le gustan.
¿Seguro que eres asexual?

Sí. Son todo ventajas.

Tienes más tiempo libre,
eres más creativa...

Nadie te pone los cuernos...

No tienes esa necesidad de gustar,
que agotadora.

Tu relación
con los demás es más honesta

y sin esa constante
tensión sexual de fondo.

Ya... Somos animales.

Si no se desfoga,
se le jode la próstata.

Con la salud no se juega.

No siento necesidad
de acostarme con nadie,

pero me masturbo muchísimo, ¿eh?

Uy, qué tarde se ha hecho.
Ahora sí que no me entero.

Mejor me voy ya.
No te vayas.

Se está poniendo interesante
la velada.

Antonio, tendrá que madrugar.
Te llevo a casa. Tengo un mercedes.

Gracias, he venido en coche.
No la agobies.

Adiós, Camila. Nos vemos
en otro sitio la próxima vez.

Sí. Tenemos que seguir hablando
de estos temas.

Cuando queráis.
Me lo he pasado bomba.

Ahora no tengo un amigo, tengo dos.

Yo soy más cariñoso.

Qué bochorno. Me has dado la cena
con tus impertinencias.

Aquí hay tema, pero vamos.

¿No la has oído?
No le interesan los hombres.

Eso es un truco
para hacerse la decente.

Si no llegas a estar, me la tengo
en tu sillón del Manuel.

¿Ves lo que te digo? Mírate.

Mira esa cara de salido baboso.
Esos ojos inyectados en sangre.

Ciegos de lujuria.
Eres como un mandril en celo.

¿No te has dado cuenta
de que te ha arruinado la vida

el sexo?

No. A mí la vida me la ha arruinado
el vendetuercas

y el demonio con peluca.

No te engañes. ¿Cuánto dinero
te has gastado en putillas?

No he hecho la cuenta.
¿Y Manolita?

Manolita... Qué pechotes.
Casi te arruina.

Me sacó lo más grande.
Qué decepción.

¿Y Berta?
Los disgustos que te ha dado

con sus vaivenes sexuales.
Primero con Coque,

luego con Araceli, con Leo... Y yo
porque no quise.

Se me enganchó al paquete
como una lapa

al casco de un petrolero.
Qué mal lo he pasado.

Eso es el sexo.

Problemas, problemas
y más problemas.

No lo había visto así.
Porque no piensas,

estás obsesionado.

La testosterona
te tiene colapsado el cerebro.

Totalmente.
Buenas noches.

Cualquiera se duerme ahora.

Alba,
muchas gracias por traernos aquí.

Este sitio es una pasada.
Mira cómo está ese.

-Creo que es futbolista.

-Lo has dicho de siete diferentes.

-Me encanta que hagamos cosas
juntas. Lo paso tan bien...

Sois tan buenas amigas...
-Bueno, no te creas.

Tenemos nuestras cosillas.
-¿Ese no es un torero?

-Me estáis apoyando
en un momento duro de mi vida

y eso no lo hace cualquiera.
Aguantad así los bajones de alguien

de una forma desinteresada,
desde el cariño más profundo.

Vamos a brindar.
Por la amistad verdadera.

Esa que aparece
cuando menos te lo esperas

y se convierte
en parte fundamental de tu vida.

No sé si es precipitado,
pero os quiero muchísimo.

Sé que siempre vais a estar ahí.

-Alba, verás, tenemos que
contarte... -Prima.

-Se lo tenemos que decir.

-¿El qué? ¿Que estáis explotando
a mi madre a cambio de prostituir

vuestra amistad?

-¿Lo sabías?
-¿No te importa?

-Claro que me importa.

-No se te ve muy enfadada.
-Prefiero vengarme,

que es más divertido.

En un rato empezaréis
a tener escalofríos,

sudores, temblores,

calambres abdominales...
Los clásicos síntomas

de una diarrea buena, buena.

-¿Qué le has puesto a esto?

-Nada. La empanada
llevaba atún, tomate en rama,

cebollita picada y fave de fuca.
El laxante que usa mi madre

desde que soy chiquitita.
-Serás hija de puta...

-No. No te muevas porque te cagas.

-Menos mal
que solo he comido un trocito.

(SE QUEJA) Vámonos.
A la puerta no llegáis.

¿Os acordáis de lo que hemos tardado
en cruzar la pista?

Os recuerdo que hemos venido
en mi coche y no vais a volver.

Qué temazo. Disfrutad de la noche.

Qué pena que no podáis bailar.
Adiós, amigas.

-¿Qué hacemos?

-Podemos ir juntas hacia la puerta.

-Me cago, ¿eh?

-Pues gracias
por otra velada estupenda.

Eres una compañía maravillosa

de la que no estoy
para nada acostumbrada.

-Sí, pero vamos al lío.
-¿Seguro? No es necesario...

Bruno, si me lo pides así...

Carmelito, ¿cómo vas?
Ya está aquí el presidente.

Sube tú. No lo encuentro.

A ver si se lo ha dejado
en el pantalón el gilipollas.

Cariño, estoy a cien.

-Y yo, pero no hables.

Otra vuelta,
menos mal que no he bebido.

-Mejor siéntate, siéntate.
-¿Qué hago?

¿Me siento, me tumbo...?
-¡Sí, dame, perra!

-Cuando empiezo a coger el rollo,
me cambias de postura. Para ya.

Pues no está aquí.

¿Dónde ha metido eso?

-Se me ha subido el gemelo. ¡Dios!

Espera. (SE QUEJA)
-Una cosa que te voy a decir.

¿Y si charlamos?
-No.

Déjate de hostias,
hemos venido a ponernos morados.

-Estoy aburriéndome, dame mis
bragas.

-No me digas eso
porque me vengo abajo.

-Bruno, "stop".
No tenemos química sexual.

Cuanto antes lo asumamos, mejor.

-Así de lado. La cucharilla.

-¡Uy, que no!
Es una cuestión de piel.

-¿La tengo seca?
Me pongo Body Milk todos los días.

-¿Ves como no eres varonil?
-¿Porque me hidrato?

-Lo siento mucho, de verdad.
Si se habla, las cosas van mal.

Me voy a dormir con tu permiso.

Es lo mejor que puedo hacer
ahora mismo.

-¿Qué hago? ¿Me quedo o me voy?

-Quédate.
Es como si durmiera con mi madre.

-Eso, tú húndeme
en tu colchón viscoelástico.

-Lo siento.
Soy muy mayor para disimular.

-Me quedo porque no me puedo mover.

Tengo agujetas hasta
en los párpados.

No, no. Me voy porque
esto es muy humillante.

-Pues vete.

-No quiero dormir solo.
-Bruno, para.

-¿Lexatin tienes?
-En la mesilla.

Bendita química. Mira,
la que nos ha faltado a nosotros.

-Nada, que no se calla.
-Te cojo dos.

Una no hace nada. Y me voy a mi
casa.

¿Y mi pantalón?
-Y yo qué sé.

-A ver,
hemos entrado dándonos el lote

-Espera, que todavía me narra
la mierda de noche.

-A ver, si fuera un "pendrive",
¿dónde estaría?

(Móvil)

Sí, dígame.
Carmelito.

Está subiendo el presidente.
Sal de ahí.

Me cago en la...

Coño, el "pendrive"
estaba al lado de las llaves.

Fíjate
lo que es la mente humana.

Habré pasado por delante
al menos 20 veces.

Pero no me lo cuentes y corre.

Oh...
Tú me has matado.

Hijo puta.
(GRITAN)

(Timbre)

-Fermín, Fermín.
-¿Qué haces en gayumbos?

-¡Fermín!
Sí. Aquí estoy.

He visto unos gatitos callejeros
y he bajado a echarles unos...

Qué buena gente eres.
-Fantasma.

¿Qué?
He visto un fantasma.

Carmelito.
¿Carmelito?

Ha aparecido en mi casa
y dice que le he matado.

Me cuadra,
a veces el alma de los difuntos

se queda merodeando
en el mundo de los vivos

y como se ha dejado un rellano
a medio fregar...

Lo que me faltaba.
Un fantasma en mi casa

con lo pequeña que es.
El hombre era

un trabajador responsable.
Para una vez que tenemos buen ojo...

Va y la palma.
¿Qué hacemos?

Habrá que negociar.

Vamos a invocarle.
¿Eh?

Carmelito.

Carmelito, ¿estás ahí?

Sí.

Hostia.
¿Por qué atormentas

al señor presidente?

Pronúnciate.

Paga...

a...

mi...

"Biu"...

"Biuda".
¿"Biuda" con B?

A ver, el pobre era yonqui,
no Lázaro Carreter.

Sí, yo pago, pero vete, Carmelito.

(CHISTA) No le hables tú, el médium
soy yo y se pierde la conexión.

Vale. ¿Cómo prefiere que le pague?

Carmelito.

¿Cómo prefieres que pague
el señor presidente?

Transferencia, cheque al portador...

En "kas".
"Kas" con K.

¿De naranja o de limón?

No, no, no.
No te rías de los muertos

que eso tiene mucho peligro.
Que no, que no.

Me he tomado dos "lexatines"
y no los he dormido.

Carmelito, trato hecho, ¿eh?

Cambio y corto.

Ah, dale un beso a Torrebruno,
que siempre quise conocerlo

Adiós, Carmelito.

Adiós.

Esto ya está. Es más fácil negociar
con un muerto que con Hacienda.

Buenas noches.

No te vayas. No tengo sueño.

Si me quedo solo, me cago de miedo.

Venga, jugamos un parchís.

Te voy a arrasar, pringado.

-Sí, sí. 100 pavos a que te doblo.
-200.

-Como echaba de menos
estos piques entre hermanos.

-Tira, gañán.
-¡Parapapapa, parapapapa!

-No puede ser.
-¿Qué hace esta aquí?

-¡Yoli! ¡Yoli!

¡Yoli, frena!

-¿Otra vez tú?

-Amador, ¿estás loco o qué?

Ten cuidado.
-¡Yoli, "I love you"!

¡"I love you"!
(GRITA)

Que no me sigas,
que te voy a denunciar, ¿eh?

-Tú estás empalmando novios
para olvidarme.

-¿Cómo te voy a olvidar?
Si no me dejas. ¡Puto loco!

-Déjala en paz, ¿eh?

-Cállate, pringado.

(GRITA) Joder.

Aparcado. ¡Yoli, "I love you"!

(MEGAFONÍA) "Número 11, por favor.
Salga de la pista."

Carrito.
(GRITA) ¿Pero qué haces?

-¡Para, para!

-¡Caja!
-¡Quita!

-¡Alto, alto!
-Coño, parezco Mario Bros.

-¡Amador, que no me sigas!

-Pero frena, mujer.
El destino no para de hablarnos.

-No voy a volver contigo, pesado.
-Mira para adelante, para adelante.

-Ay, Dios mío, una zanja, Dios mío.

-Ay, se me ha matado.

19.800, 19.900 y 20.000.

-Qué mano más bonita.
Le leo el futuro por 100 euros.

-No. No quiero más cosas raras.

Dumitra, no sea avariciosa.
Ya va bien servida.

Caramelito... Hijo de puta.

Cómo te echo de menos.

Cállate, ya ha pagado.

¿Qué pasa? Yo me meto
en el personaje y me dejo llevar.

Anda, la Mari...
Luego te veo en el bar.

Sí, sí.

-Esto de ser presidente es una
ruina.

Sí. No está siendo
un buen comienzo de legislatura

para qué nos vamos a engañar.

Oye, ¿nunca te has hecho
la limpieza de aura?

No.
Pues deberías.

Yo me la hice y mira qué piel
se me ha quedado.

Sí, sí.
El sexo ha destruido mi vida.

Mi padre era un misionero

que fornicó con una monja

y mi mujer es una beata promiscua

que me ha engañado
con medio vecindario.

Mi hija es un travesti malvado
que se amputó el pene

para llevarme la contraria.
Yo he estado obsesionado

con las putillas.
Me he gastado un dineral.

Estoy todo el día pesando
en pechotes, culotes merengones

Necesito quitármelo
de la cabeza y ser asexual,

como vosotros.
Como tú no, como los demás.

No estamos aquí para rehabilitar
a nadie de sus adicciones.

Esta es una asociación para personas

que no sienten deseo sexual
por el prójimo.

¿Cuál es vuestro secreto?

¿Qué hacéis? ¿Meditáis?
Aquí no podemos ayudarte.

A Enrique le habéis admitido
y también tiene deseo sexual.

No, no. Yo no tengo, tuve.
Mentira. Te tocas por las noches.

Antonio, vamos a hablar un momento.

Que no me aprietes
que me salen moratones.

Te voy a tirar esos batidos, ¿eh?

Vamos a aprovechar
para hacer un descanso.

Os recuerdo a todos
la excursión del domingo

al Museo del Traje.
Todavía no se ha apuntado nadie.

Debería darte vergüenza
plantarte aquí fingiendo

un problema que no tienes
para ligarte a Camila.

Tienes razón. El sexo
ha sido una lacra en mi vida.

No te creo.

¿Tú puedes redimirte y yo no?

Es como si Hitler quisiera
celebrar el Yom Kipur.

¿Estáis bien?
No.

Quiero pedirte perdón.
¿Por qué?

Anoche me pusiste como una moto.
Te hubiese hecho...

Por delante y por detrás.

Discúlpale, por favor.
Antonio, vete.

No. Quiero que nuestra amistad
sea asexual y honesta.

Y para eso tienes que saber
que te deseo locamente,

pero me lo voy a quitar.
Me voy mejor con el grupo.

Hala. Ya la has espantado.
Pobre mujer, qué violento.

Bueno, me he quitado un peso
de encima. Puedo empezar de cero.

Me voy a hacer pis. ¿El baño?
Por allí.

Te has equivocado.
Este es el de chicos.

No, no me he equivocado.

Acabas de joderme
cinco años de abstinencia.

¿Yo?
Sí, tú. Me vuelve loca

que me digan guarradas.
Qué putilla.

Sí. Házmelo.
¿Aquí?

Fóllame.
Lo sabía,

es un instinto de... Calla.
(GIME)

Antonio. Camila.

¿Qué hacéis?
Ha sido ella,

yo me estaba lavando las manos.
Y yo respetándote como un imbécil.

No me respetes, hagamos un trío.
Sí, vamos a hacer un sándwich.

Sí.
Yo soy asexual.

¿Pero qué es esto?

Maestro, hemos recaído.

Degenerados.

Esto es una asociación seria.

Y tú, Camila, qué decepción.

-No sé lo que me ha pasado.

¿Qué te va a pasar?
Que estabas loquita por mí.

Esto es un aquelarre de frustrados
que no se comen una rosca.

Antonio, un respeto
a la identidad sexual de la gente.

Es todo mentira.
Mira, el friki de la pajarita

no deja de mirarte el culo.

¿Me estás mirando el culo?
-Es que lo tienes muy bonito.

-No, no, no. ¡Quietos!

¿Pero qué estáis haciendo?

-Profesor, hágame suya.
-No, tengo micropene.

-Antonio.
Quita, gorda.

Vámonos. Esto es peor que coger
un autobús en la India.

Camila, te llamo.
Mejor no me llames.

Antonio,
te has cargado la asociación.

Esto no tiene ni pies ni cabeza.

¡Menudo timo!

(Timbre)
¿Venís a por más empanada de atún?

-No, a pedirte perdón.

-Menuda noche hemos pasado, ¿eh?

-Nos lo teníamos merecido.

-Esto no se lo merece nadie.

-No os quedéis ahí, pasad, pasad.
-Mamá, que no.

-Hija, es cristiano perdonar.
No seas rencorosa como tú padre.

-Es verdad,
hicimos un trato con tu madre,

pero nos hemos dado cuenta de que...

eres un ser maravilloso.

-Nos encantaría que formaras
parte de la chupipandi.

Para nosotras, eres una más.

-Hija, di algo.
-No has dicho nada.

-Ellas son las portavoces.
-No me vale.

-Dile algo.
-Estoy aquí para los chistes.

Para los momentos pastelosos,
estáis vosotras.

-Inés.
-Joder. Bueno, venga.

A ver cómo te lo digo.

Me pareces una tía un poco coñazo

y a veces hablas
como un dibujo animado

y me da coraje.
Después de lo de anoche,

tengo que comunicar
que me has ganado.

Me has demostrado que tienes
un lado hijo de puta

y eso a mí me gusta.
Bueno, empatizo con tu maldad.

-De verdad, ¿queréis ser mis amigas?

-Sí.
-No tendrás nada que ver, ¿no?

-Anoche le recé al Señor por ti,
pero por lo demás...

-Dadme un abrazo, amigas.
(GRITAN)

-Vaya, vaya, vaya...
-¡Cuidado, cuidado!

¿No me odiáis por lo de anoche?
-No. Para nada. Yo este mañana

pesaba dos kilos menos.
Eso no lo había hecho por mí

una amiga jamás.
-Ay, mierda, yo no me he pesado.

-Mírame, mamá, tengo amigas.

-Venga, una foto.
-Sí, sí. Foto.

-Toma, te dejo mi palo selfi.
-Ah, sí, sí.

-Una foto también con esta cara...

-Mamá, tú luego.
(TODAS) ¡Chupipandi!

-No te preocupes,
he hablado con el de seguridad.

Si viene Amador, lo detienen.
-Sí, pero trae

ese spray de pimienta por si acaso.
-No. He hablado con el doctor

y no hace falta.

Esta tarde seguramente
te dan el alta.

Me voy
porque tengo que preparar los menús.

-No.
-Luego hablamos, mi vida.

-Adiós, cariño mío.
-Hasta luego, mamá.

-Adiós, adiós.

-Yoli.
(GRITAN)

-¿Qué haces aquí? ¡Tarado!
-Estaba preocupado.

-¡No! ¡Socorro, socorro!
-Ya me voy. Mira, ¿eh?

-¡Socorro!
-Te lo dejo aquí, toma, ¿eh?

-Voy a pedir
una orden de alejamiento.

-Que no, que me voy ya.
¿Y lo de nuestro amor qué?

Está muerto, está muerto.
-¡Policía! (LLORA)

-¿Tan malo es usted en la cama
para que se queja la señora,

que no le hace asco a nada?
-No lo sé.

Me ha destruido la autoestima.
La poca que me quedaba.

Maite.
-¿Qué quieres ahora?

-Nada. Traerte una lasaña
por si te apetecía

que comiéramos juntos.

-Por fin uno que me quita el
trabajo. -No. Somos amigos.

-No hay química sexual.
-Es una pena.

Eres un amor,
la lasaña está buenísima.

-Podemos intentarlo una tercera vez.
-Ni muerta.

Mira, Bruno, eres un hombre
maravilloso, inteligente,

sensible, culto, educado.

Todo lo que he soñado
y nunca he tenido.

Pero es que en la cama no...
No nos entendemos.

-Bueno. Podemos ser novios sin sexo.

-¿Con lo golfa que es?
Le va a caer cada cuerno...

-A fregar.
-Si ya he fregado.

-Si eso lo jode todo,
pues nos saltamos esa parte.

-Para mí es fundamental.
-Pues te compro un vibrador.

-Uy, pues ya tiene uno.
Y no veas cómo va.

Es un Fórmula Uno.
Empieza a dar vueltas así...

(Timbre)
-¿Me ha cogido el vibrador?

-No, no. Se conectó
un día limpiando el polvo.

Son muy sensibles.

-Mi propuesta está encima de la
mesa, como la lasaña. ¿Qué me dices?

-Hostia, el pintamona.

-Maite, te echo de menos.

-Hala, se jodió el plan.

Oye, que me des mi dinero.
Mira que te busco, ¿eh?

Te busco y te encuentro.

Tú para esconderte
lo tienes muy difícil.

Nunca me reconocerás. Voy a operarme
entera, como Kim Kardashian.

¿Esa quién es?
¿Otra rumana del polígono?

¿Dónde estás?
A ti te lo voy a decir.

Me quitan el bar
y me hundes la vida.

Como tú hundiste la mía.
Fuiste a por pan y nunca volviste.

Había mucha cola.

Vente para acá.
No te lo digo más veces.

Adiós, rata asquerosa.
Te veré en el infierno.

Qué hija de puta.
Me ha hecho el lío, Carmelito.

Hala, otra uña a la mierda.

Te lo dije que no era de fiar.

Cállate y no comas más dulces,
que te va a dar una diabetes.

Fermín Trujillo,
se ha cumplido el plazo.

¿Tienes mi dinero?

Lo he tenido,
te lo juro, lo he tocado

con la yema de mis dedos,
pero me han traicionado.

Elige.
O me das las llaves por las buenas

o llamo a mis abogados.

(CHISTA)
¿Tiene un eurillo para un bollicao?

(Timbre)

-Anda, mira, Chuck Norris.
Menchu, tenemos que hablar.

Sí, sí, tenías razón.

El trabajo desgasta la pareja.
No te quiero ver más por el bar.

No, no. No vamos a ir ni tú ni yo.

Nos lo ha quitado Enrique
por falta de pagos.

Pues mucho mejor. Era muy esclavo.

Me había puesto unas obligaciones
a lo tonto que eran incompatibles

con mis ansias de comerme el mundo.

Ya te vas a poder comer
lo que quieras porque te dejo.

¿Que me dejas a mí?

No tengo fuerzas
para una relación tormentosa.

Que me estreso
y empiezo a empalmar catarros.

¿Tormentosa de qué?
Menchu, no sé de qué vas.

No te veo venir.
Tienes mucho peligro.

Eres una maruja
con muchas cuentas pendientes.

Anda, qué tonterías estás diciendo.
Venga, vamos a la cama,

ahí se arreglan todos los problemas.
¿Me estás escuchando?

Que no tengo...

Bueno, venga, el de despedida.

Madre mía, cómo sois las mujeres.

Haces conmigo lo que os da la gana.

Qué polvo más rico se echa
cuando se está enfadado, ¿eh?

Se crea una energía abrumadora.
Sí, sí, pero te dejo.

Tengo mucha inseguridad,
esta relación me minimiza

como hombre y como persona.
Qué perra te ha dado.

Pero si estoy loca por tus huesos.
Quiero una prueba de tu compromiso.

No me caso otra vez.
Que no, coño.

Quiero una prueba de amor verdadero.

Pues te regalo algo. ¿Qué te gusta?
Una corbata, una colonia...

La de Antonio Banderas huele divina.
Me la dieron a oler.

Déjate de regalos.
Quiero que vivamos juntos.

Esto está estancado.
¿Dónde? ¿Aquí?

Claro. Si te parece,
nos vamos con Vicente,

como te quiere tanto.

Lo que quieres es controlarme.
Efectivamente.

Pues mira, puede tener su morbo,
¿eh?

Mamá.
-¿Qué?

-Que no vuelva a dormir ahí.

-Nena, Fermín se
viene a vivir con nosotras.

-¿Eh? No jodas.

Mamá, qué perdida estás.
-Ay, hija. ¿Qué quieres?

El amor todo lo puede.

Bueno, he perdido un bar,
pero he ganado una piña.

El balance
es positivo es claramente.

(SUSPIRA) Ay, estoy derrotado.

En París se habla de todo,
que es la ciudad de la luz.

(HABLA EN FRANCÉS)
-¿Qué dices?

-Que...

-Y para darte piernas y brazos.
-Pero no...

-Invita a las chicas a merendar,
¿eh?

-Vale, que prueben mis
"cruasalenas".

(GRITA)

-Yo te cocino.
Yo te cocino, que soy...

Tienes que colarte en casa
del presidente para robarle

un "pen drave"
¿Para robarle qué?

-¿Eva? ¿Qué Eva? Sí...

(Risas)

Oye, esto es una "inviolación"
de la intimidad...

No. Si nos van a poner a parir
en TripAdvisor ahora... (GRITA)

-Por favor, encárgate tú...
(IMITA RUIDO PISTOLA)

-Que no voy a volver contigo,
pesado. Ay, Dios mío. (RÍE)

¿Qué, qué...? (RÍE)