All language subtitles for Barrabas (1961) Dual

Este hombre ha sido tra�do ante m�
como alguien que enga�a al pueblo.

Se le acusa de sedici�n y blasfemia,
por lo que merece la muerte.

�Se�or gobernador!

Se�or gobernador...

existe la costumbre en Jerusal�n
de que en esta �poca de fiesta...

se deber�a liberar a un condenado.

Recuerdo esa costumbre.

�Qui�n ser�? �El hombre al que
muchos de vosotros llam�is su rey?

�O ser� Barrab�s?

�Liberad a Barrab�s!

- �Liberad a Jes�s de Nazaret!
- �No, no, a Barrab�s!

- �A Barrab�s!
- �A Barrab�s! �Crucificad al Nazareno!

Est�n locos, se�or gobernador.
Barrab�s es un rebelde.

Un ladr�n, un asesino.

�Liberad a Barrab�s!

BARRAB�S

Coged al Nazareno, azotadle,
volved a traerlo aqu�...

y ser� crucificado.

Vale, ya es suficiente.

Sacadle.

Abre.

Vamos.

Un hombre va a ser liberado.

�Liberado?

Deber�as conocer la costumbre de la �poca.

El gobernador les ofreci�
elegir entre el profeta o t�.

Escuch� las voces y te escogieron a ti.

No tengo nada que decir. Vamos, mu�vete.

Est� bien.

Danos un pelo de tu barba.

Tendr�a que traer suerte,
considerando c�mo te han ido las cosas.

No estoy acostumbrado a la luz.
Me confunde.

Si yo fuera t�, no tardar�a mucho.

Me gustar�a perder de vista este lugar
antes de que cambien de opini�n.

Sigue tu camino, �quieres?

- �A qui�n crees que est�s empujando?
- Sigue.

Est� bien, ya voy.

Mu�vete.

- Ah� est�. �Liberad al Nazareno!
- Quita de en medio.

�Por qu� est�s ah� de pie como un idiota?
�Qu� est�is todos esperando?

Bonita visi�n.
Seis semanas y nadie se ha movido.

�Qu� ha ocurrido? �C�mo has salido?

Es una sorpresa, voy a cont�rosla.

�Es �ste mi pollito? �Es �l!

- �Sara!
- Aqu� est� el mism�simo granuja negro,

volviendo con los suyos.

Enga�ando a la muerte otra vez, como
un buen chico listo. �C�mo lo has hecho?

Me liberaron para celebrar la fiesta
como una sorpresa para ti.

Hoy es un d�a para celebrarlo a lo grande.
Ven y cu�ntanos toda la historia.

�No lo sab�is? El pueblo me ha elegido.

"Danos a Barrab�s", dec�an.
Dame algo de comer.

Comida para Barrab�s,
para un hombre hambriento.

�Qu� se siente?
�Qu� sentiste cuando te lo dijeron?

El pueblo te ha elegido, �eh?

Y la vieja Sara derramando tantas l�grimas
que se aguaron los posos del vino.

- �C�mo tienes tanta suerte?
- �Qu� bruja te la ha dado?

�Pas�dmelo!

- Tocadle para que os d� suerte. As� es.
- No voy a correr riesgos.

Fuera.

�D�nde est� Raquel?

�Encerrada llorando por m�? Traedla aqu�.

Ya no te sirve ni a ti ni a nadie.

- Ha cambiado totalmente, te lo digo.
- �Qu� le pasa? Tr�ela aqu�.

Ya no conviene a mi viejo brib�n.
No piensa en nada, ni de d�a ni de noche,

s�lo en ese profeta de Nazaret,
al que est�n juzgando por blasfemia.

Desde que le oy� predicar,
ha perdido inter�s por la vida,

igual que un ni�o enfermo con la comida.

Vamos, viejo est�mago vac�o. No tienes
comida que merezca la pena vomitar.

Si�ntate y come.

Barrab�s, la chica no te conviene.

Cr�eme. Tan m�rbida como un cuervo
en una chimenea.

Embrujada por un profeta.
Una chica guapa desperdiciada.

Y se ha ido a ese juicio
como si ya fuera una viuda.

Sabe lo que le ha ocurrido a su profeta.
Est� acabado.

- �No ha sido condenado?
- Exactamente.

Pod�an elegir entre �l y yo,
y me eligieron a m�. �Qu� os parece?

El �dolo de la ciudad.

Te dir� algo: Eres tan bueno
como un rey, Barrab�s.

Llaman al profeta el Rey de los Jud�os,
pero te escogieron a ti.

Mostrad vuestro respeto al rey Barrab�s.

- Vamos a coronarle.
- �S�!

- El malvado y viejo rey de Judea.
- �Qu� haces?

- Venga, dadle sus ropas.
- Sed amables con vuestro rey Barrab�s.

M�s esposas que Salom�n,
y s�bditos maduros como calabazas viejas.

Aqu� tienes el cetro. C�gelo.

Ponlo en su trono.

- �Qu� es eso?
- El cetro.

Si�ntate en tu trono.

Arrodillaos, miserable escoria de la tierra,
y saludad.

Arrodillaos, escoria de la tierra.

�Te saludamos!

Har� leyes para vosotros
que gravar�n vuestras constituciones.

Te corono, rey Barrab�s.

Aqu� est�, Barrab�s, si la quieres.

Mira, Raquel,
mira qui�n ha preguntado por ti.

El viejo brib�n ha escapado a la muerte.

Aqu� est�.

�Qu� te pasa conmigo?
�Por qu� no me miras?

Barrab�s, su�ltame.

No hasta o�r
que te alegras de que est� vivo.

- No desear�a la muerte a nadie.
- �Qu� quieres decir con eso?

No me obligues a hablar.

- �Qu� quieres decir con eso?
- No me obligues a hablar.

Qu� agradable bienvenida.

No pod�a seguir m�s.

No me atrevo a decir lo que ha de venir,
pero Dios nos perdone si puede.

�Qu� te hab�a dicho?
Ya no te conviene, Barrab�s.

Vamos.

No estoy aqu� para que se r�an de m�.

�Qu� pasa?

Recuerda c�mo era antes.

Barrab�s, �no ves lo que est� ocurriendo?
�No entiendes lo que te ha liberado?

Acabo de salir de la c�rcel.

Tengo que desentumecerme,
eso es lo que ha sucedido.

- No soy la misma. Nada es igual.
- Pues intenta que sea igual.

Barrab�s, esc�chame. Por piedad, cr�eme.

Dios envi� al hombre que ocupa tu lugar.

�Crees que deber�an haberme matado
en vez de a �l?

�Que deber�a estar muerto?

Barrab�s, escucha lo que digo.
Dios le envi�.

Eso no es asunto m�o.
Dios puede cuidar de los suyos.

- Y t� puedes cuidar de m�.
- �No!

La chica de ah� arriba siempre ven�a
con ideas extra�as.

Le llen� la cabeza con ellas.

Por lo menos parece que ahora
tiene algo en lo que pensar.

- No me gusta su aspecto.
- �El aspecto de qu�? �Qu� pasa?

El cielo, la luz ha desaparecido.

Nunca lo hab�a visto as� de oscuro
en mitad del d�a.

Trae una luz, por lo que m�s quieras.

Me pasa algo en los ojos.

No veo nada.

Algo va mal.

Todo est� negro.

Tan negro como la muerte.

Sab�a que algo iba mal cuando vi esa luz.

Dime, �me estoy volviendo ciego?

�Me estoy volviendo ciego?

�Qu� est� pasando?

Sabes lo que ha pasado.

Hasta la luz nos ha abandonado
ahora que le hemos matado.

Bien, �est�s satisfecha ahora?

Est� muerto,
igual que cualquier otro hombre.

- Lo hemos visto. Se ha acabado.
- Prometi� volver.

Y eso tambi�n lo veremos.

En s�lo dos d�as
estar� otra vez en el mundo.

Mira a sus amigos.
�Piensas que se lo han cre�do?

Te digo que est�s loca. Se ha acabado.

No ma�ana, sino a la ma�ana siguiente.

�Cu�ntos d�as llevo aqu�?

�Cu�ntos d�as llevo aqu�?

�No me oyes?

�Qu� te pasa?

�Qu� te pasa? Dos d�as.

Dos d�as.

�Entonces hoy es el tercer d�a?

Dos y uno son tres. �Qu� tiene de raro?

Ya veremos.

Es la ma�ana del tercer d�a.

Barrab�s, �ad�nde vas?

Ahora sabes que es cierto.

S�lo s� que la tumba est� vac�a.

- �Qui�n ha movido la piedra?
- Ha sido Dios.

�El mismo Dios? �Le has visto hacerlo?

Un poder lleg� desde el cielo.

Fue cuando estaba saliendo el sol,
al comienzo del d�a.

- Primero, la m�sica de un cuerno.
- �Un cuerno?

Luego apareci� un �ngel en el aire.

El cielo parec�a que iba a caerse.

Estaba blanco, era fuego.

Era fuego blanco.

Alarg� su brazo.
Parec�a tan largo como una lanza.

La punta de la lanza
pas� entre la piedra y la roca.

Y la piedra se movi�.

Si hubieras estado aqu� antes
y hubieras visto lo que yo he visto...

Mis ojos est�n bien. S�lo ven cosas reales.

Tienes que creerlo, Barrab�s.

El Maestro conoc�a la verdad
y dijo que ser�a as�.

�Has visto a un profeta salir de la tumba?

Ten�a los ojos deslumbrados.

Debo de hab�rmelos tapado.

Pero cuando pude ver otra vez...

hab�a un hombre y una mujer juntos
en el jard�n. Luego la mujer estaba sola.

Y despu�s se fue r�pidamente.

�Y el hombre era el mismo
que enterraron aqu�?

Era como una sombra.

Ten�a detr�s la luz de la ma�ana,
pero estoy segura de que era �l.

Sombras, luz, �sa es la verdad.

�sta es la verdad:

�Por qu� crees que mentir�a
sobre s� mismo...

cuando dijo que le matar�an?

�C�mo sabes lo que dijo?

Los sacerdotes deben saber m�s que t�.
Y ellos lo llaman blasfemia.

�l dijo:

"Amaos los unos a los otros".

�"Amaos los unos a los otros"?

�Y le crucificaron por eso?

�Ad�nde vas?

Algunos pueden contarte m�s.

Hay una casa en la calle de los alfareros
donde se re�nen.

Puede que los encuentres all�.
Ve y preg�ntales.

Est�n gastando una broma.

Tomaron y ocultaron el cad�ver
para mantener su historia.

�O tienes miedo?

�Tienes miedo de saber
lo que ha sucedido?

�Buscas a alguien?

�Te gustar�a verlo?

�La arcilla elabor�ndose?

Otro d�a.

�Qu� ha pasado? He o�do que hay noticias.

La tumba est� vac�a,
la mujer dijo que le vieron.

El credo puede producir extra�as visiones.
Es verdad. �D�nde est� Pedro?

�Qui�n podr� ser?

No abras.

Deber�amos salir de esta ciudad.
Ser�a m�s prudente ir a Galilea.

�Podemos escondernos del futuro
para siempre? Veamos qu� tenemos aqu�.

�Y si quieren destruirnos a todos?

Sin dejar a nadie para transmitir
su sabidur�a.

�Puede la palabra volverse silencio?
No tengo miedo a eso.

�D�nde est�?

- �Qu� hab�is hecho con �l?
- �Qu� quieres de nosotros?

- La verdad. �Qu� ha ocurrido?
- �Qu� derecho tienes a estar aqu�?

Sab�is lo que quiero decir.

�De qu� ten�is miedo?

�De qu� tenemos miedo?

Quieres saber
lo que nosotros queremos saber.

- �Cu�l es la verdad de esta ma�ana?
- Yo la s�.

Robasteis el cuerpo.

Crees que podr�amos haberlo ocultado
aqu� entre nosotros.

Pero ha ocurrido algo m�s.

Si le encuentras aqu�,
s�lo ser� si �l mismo viene.

Por esa puerta, como t� acabas de hacer.

No le cre�is.
Yo vi el cuerpo, estaba muerto.

Si estuvieras seguro de eso,
no estar�as aqu�.

Ha resucitado.

Yo conf�o en �l y esperar�.

Est�is todos locos.

�Qu� crees que haces tejiendo esa red?

El mar para pescar m�s cercano
est� en Galilea.

Es a lo que me dedico,
las manos me lo piden.

Pero las calles de las ciudades
tienen que ser ahora el mar para m�.

�l brome� sobre eso
cuando nos sac� de los botes.

Dijo que, en el futuro,
nuestros peces ser�an hombres.

Era una broma en serio.

Significaba que nos hab�a prometido
sacar a los hombres del mar oscuro...

hacia la luz.

�Y t� te llamas pescador?

�He de decirte
lo que les ocurre a los peces?

Luchan, jadean y mueren.

Nosotros luchamos y jadeamos.
Has dicho algo bueno.

Pobres peces.

Yo tambi�n...

he de luchar y jadear.

Y morir.

Y morir para vivir.

Es la ventaja de los hombres
sobre los peces.

Pueden morir para el mundo,
morir para el mar oscuro...

y comenzar a vivir de nuevo en la luz.

Eso es lo que �l prometi�,
y lo que prometi� ha ocurrido.

Pero lo que ha ocurrido...

todav�a no lo sabemos.

Ha vuelto a la vida.

- Nos guiar� hacia el nuevo reino.
- Lo creer� cuanto est� ante nosotros.

Cuando pueda tocarle y o�rle.

Siempre est�s lleno de dudas
sin ninguna raz�n.

�No es raz�n para dudar
que un muerto vuelva a la vida?

No es raz�n.

Puedo presentarte a un hombre
que estuvo muerto.

El Maestro le devolvi� a la vida.
Tom�s le conoce bien.

Ve a hablar con �l.

Que te lo cuente.

No tengas miedo.

�L�zaro? �Vienes con nosotros?

Hay alguien que desea preguntarte.

Entra.

Te dejar� con �l.

Puedes preguntarle lo que quieras.

Me han dicho que la muerte no es...

No es muerte.

Me han tra�do aqu� para verlo...

porque t� podr�as hacerme creer en ello.

Porque t� estuviste muerto y fuiste
resucitado de la muerte por el hombre.

Es decir...

el Maestro.

Es cierto.

Estuve muerto.

Y s� que �l es Cristo,

el Hijo de Dios,

que tiene poder sobre la vida y la muerte.

�C�mo es aquello?

Estuviste all�.

- Dime c�mo es.
- �C�mo?

- �C�mo?
- S�, �qu�...

experimentaste?

�Qu� es?

No experiment� nada.

S�lo la muerte.

Y la muerte no es nada.

�Nada?

No.

�Qu� deber�a ser?

�Quieres que te hable
sobre el reino de los muertos?

No puedo.

�C�mo le dir�as lo que es la vida
a un ni�o a�n no nacido?

Existe.

Pero no es nada.

Para los que han estado all�...

tampoco nada m�s es nada.

Nadie me hab�a preguntado esto antes.

Han escuchado c�mo la vida volvi� a m�
y se han alejado haciendo alabanzas.

S�lo t� me has preguntado
sobre la muerte.

Y no soy el m�s sabio.

Los dos podr�amos estar muertos.

Compartiendo su cuerpo.

La vida.

Amaos los unos a los otros.

�Escuchad todos! �sta es la palabra.
�Amaos los unos a los otros!

Podemos hablarles de
c�mo amarse los unos a los otros.

- D�jame en paz. Quiero sentarme.
- �Qu� quieres hacer, sentarte y pensar?

No es bueno pensar.

Venga, v�monos
y encontremos una nueva vida.

- �Ad�nde vas, Barrab�s?
- A ver qu� significa "devuelto a la vida".

�Amaos los unos a los otros!

- Vamos.
- El zapato.

Mira.

- �Eh! �Arriba! �Vamos!
- D�jale en paz.

Sigue vivo.

Es lo que tienes que hacer.

No es culpa m�a
que dejaran que le mataran.

No pod�is colg�rmelo al cuello.

Tengo el mismo derecho a vivir
que cualquiera de vosotros.

Peces apestosos.

Tem�is mirarme porque estoy vivo.

T�, m�rame. �M�rame!

Quiz�s sea hoy
cuando llegue el nuevo mundo.

Hoy o ma�ana. Pero llegar�, ya lo ver�is.

Nos lo has prometido todos los d�as,
pero nunca ha llegado.

- Nunca llegar�.
- Llegar�. Lo s�.

Por favor, Raquel,
dinos otra vez c�mo ser�.

Ten cuidado con lo que dices.

�No sabes lo que te puede ocurrir
si te escuchan?

Quien sea sorprendido
divulgando esas historias...

del Hijo de Dios, el Mes�as y todo eso,
ser� juzgado enemigo del Estado...

y lapidado hasta la muerte.

Ser� como si la Tierra se hubiera
convertido en una estrella abrasada.

Todo lo malo desaparecer�.

Miraremos hacia arriba y habr� �ngeles
bajando del cielo...

que pondr�n comida ante nosotros
y quiz�s ropas nuevas.

Blancas, como las suyas.
O algunas azules, como el color del cielo.

El dolor y la tristeza se hundir�n
en la tierra y todo ser� nuevo...

porque el Hijo de Dios ha resucitado
de entre los muertos.

El mundo se ha convertido en su reino.

No hay nada de verdad en eso.

Conozco a esta mujer.

No sabe diferenciar entre lo que es real...

y lo que ha so�ado durmiendo.

No la escuch�is.

Va a traer problemas.
Nada m�s que problemas.

Lo har� para ti...

si no das la vuelta y escuchas
los sonidos que han llegado.

Lo sabe, pero tiene miedo de creerlo.

M�rate, Barrab�s. �C�mo puedes t� ver
u o�r lo que ha de venir?

Ocurrir�, tomes t� parte en ello o no.

Tiene raz�n. Es un discurso peligroso.
Derribar�n nuestras casas, nos echar�n.

Mejor escuchar a este hombre.

- Escuchemos lo que dijo el profeta.
- No te vayas. �Ad�nde vas?

Donde est�n los leprosos, para decirles
que se preparen para la libertad que llega.

- �Va a mezclarse con los leprosos!
- �Detenedla!

Va a liberar a los leprosos.

- �Que no se mezcle con los leprosos!
- �Que no libere a los leprosos!

�No tienes derecho
a mezclarte con leprosos!

�Cuidado, es un guarda del templo!

�Que los leprosos no sean libres!

Se ha presentado una acusaci�n
contra esta mujer.

- Ha de ser interrogada.
- Hemos o�do que predica blasfemias.

Llevadla al templo y la juzgaremos.

- Quita tus sucias manos de ella.
- �No te la lleves! No ha hecho nada malo.

No te la lleves.

�Raquel!

Se condena a esta mujer por blasfemia
y por divulgar blasfemias.

Por fomentar malos pensamientos
entre el pueblo,

por corromper sus mentes
y negar la sabidur�a de la autoridad.

Por sus pecados,
ha sido condenada a muerte por lapidaci�n.

Dejad al hombre que la acus� y
que fue encontrado justo en su acusaci�n...

que tire la primera piedra.

�Qu� debo hacer?

Coge esta piedra. Vamos, t�rasela.

�Por qu� deber�a tir�rsela?

- No tengo nada contra ella.
- La acusaste.

- La ley te concede la primera piedra.
- Fuiste t�.

O te encontrar�s ah� junto a ella.

T�rala r�pido.
Si esperas, puede que me asuste.

No pienses m�s en Barrab�s. No volver�.

Y si lo hiciera, sabr�amos qu� hacer con �l.

Sigues teni�ndole miedo porque
te vociferaba como un toro furioso.

No puedes enfrentarte a �l
aunque se haya ido.

Se ha ido al infierno de una vez por todas,
te lo digo.

Se ha venido abajo.

Se arrastra por la ciudad
como un sacerdote tembloroso.

�Por qu� crees que no ha vuelto? Porque
tiene miedo de mover la mano o el pie.

- Todav�a no sabemos que no volver�.
- �A qui�n le importa si lo hace?

Tenemos a alguien que puede colgarle
por las tripas.

Sali� loco de esa prisi�n.
Absuelto, pero loco.

Pronto le veremos entonces.

As� que te acordabas del camino.

Te dimos por perdido la semana pasada.

Ver�s que las cosas han cambiado.

Lo que ha acabado, acabado est�.

Recordaba el camino.

Traedlos aqu�.

�Dios te maldecir�! �El dinero es sagrado!
�Pertenece al templo!

- �El dios de la batalla te destruir�!
- �Blasfemia!

Hip�critas. Os matar� a los dos.

�Qu� haces?

Aqu� est� todo el tesoro
que quer�amos. �Fuera!

Os matar� igual que la matasteis a ella.

Barrab�s, me parece que
cuando se te dio la libertad...

no fue un cambio afortunado.

Ped�an muerte y disturbios
cuando gritaban tu nombre.

Eso es lo que pens�
y eso es lo que ha ocurrido.

Han vuelto a poner el l�tigo en el pu�o.

Y con eso me refiero a ti y a tu vida.

Muchos hombres han sufrido
y muerto como consecuencia.

El otro hombre tambi�n.
Est�n muriendo por ello.

Se trata de un asunto local
que espero se arregle pronto.

La conmoci�n y el miedo
de un fanatismo irracional pasar�n.

Pero las ganas de destruir que...

�ay! El ser humano comparte con la bestia
salvaje, siempre est�n con nosotros.

Y ha de ser rigurosamente castigado
en nombre de la civilizaci�n...

- y de acuerdo con la ley.
- Eso es lo que t� dices.

Mas yo te digo que a cualquier lado
de la ley somos los mismos hombres.

T� y los de tu clase, yo y los de mi clase.

�Has vivido t� de forma distinta a la m�a?
Lo que no tenemos, vamos y lo cogemos.

Dejadle hablar.

�Has vivido t� de forma distinta a la m�a?

Nos libramos de quien est� contra
nosotros o se cruce en nuestro camino.

Quiz�s mi cuchillo haya mordido unas
cuantas gargantas, pero, �y tus armas?

Han cortado miles y miles.

Si yo me he aprovechado de una mujer
que pasaba...

tus ej�rcitos han saqueado y violado
en todos los continentes.

Y se les ha llamado la gloria de la tierra
por hacerlo.

T� naciste seg�n la ley
y creciste seg�n la ley.

Mi madre fue una chica
a la que echaron de un burdel...

que me dio a luz y me maldijo
antes de morir.

Pero te digo
que pertenecemos al mismo reba�o.

Por desgracia para ti, Barrab�s,
la ley es indispensable.

La ley es el pase y el permiso
para vivir en este mundo.

Y t� no los ten�as.

Sin embargo, la ley aqu� me dice...

que a un hombre liberado por voluntad
popular en una fiesta sagrada...

no se le puede aplicar despu�s
la pena capital.

�No pod�is matarme?

Ser�a m�s f�cil si pudi�ramos.

Te condeno a ser deportado de por vida,
lo que dure �sta,

a las minas de azufre de la isla de Sicilia.

No pueden...

matarme.

�l quer�a que viviera.

Lo hizo a prop�sito.

No hay que matar a Barrab�s.
No hay muerte para Barrab�s.

�l ha muerto por m�.

Se ha pagado la muerte.

�l se ha llevado mi muerte.

Eso es, se ha llevado mi muerte.

Esa luz no era luz.

La oscuridad no era oscuridad.

Eso no era oscuridad, era vida.

- Eso era vida.
- Llevaos al hombre de aqu�.

Morir�is y os pudrir�is,
�pero yo vivir� para siempre!

�Soy due�o de mi vida
y no pod�is quit�rmela!

�Peces apestosos!

�Soy due�o de mi vida
y no pod�is llev�rosla!

�Soy due�o de mi vida!

- Bien, �t� cu�l eres?
- Soy Scorpus.

Eso no es nada, idiota.
�Qu� n�mero tienes?

- El 563.
- Eso est� mejor.

564.

- �Qui�n es el dios?
- El divino Emperador Tiberio.

Tienes el privilegio de ser propiedad suya.

Mu�vete.

565.

Venga, moveos.

Eso es todo. Moveos. Los dos siguientes.

D�jate el pellejo.

Mu�vete. Pon los pies en la tierra.

�Qu� hacen?

Nos env�an abajo, al siguiente nivel,
para dejaros sitio.

As� sabes cu�nto tiempo llevas aqu�,

por la profundidad a la que est�s.

Te van metiendo poco a poco
para que te acostumbres a la oscuridad.

Espera.

Te has acostumbrado a la oscuridad.

�Has tardado mucho?

Lo suficiente.

Se me ha metido dentro.

Ven aqu�.

�Qu� ves?

Est�s ciego.

Quemaduras de azufre.

Cava.

Aqu�.

Ah� tienes un compa�ero
que parece saber c�mo vivir para siempre.

Deber�amos aprender de �l.

�Cu�nto tiempo ha pasado?

�Qui�n era emperador entonces?

�Tiberio? Eso fue hace mucho tiempo.

Casi en otro mundo.

Toma, me llamo Sahak.

Eso es m�o.

Toma.

�Mu�vete!

Haces que este infierno sea todav�a peor.

No te importa c�mo llegu� aqu�...

pero te lo dir�.

El barco en el que serv�a
cogi� un cargamento de esclavos.

Algunos se escaparon.

Lo hicieron por un lado, durante mi turno.

As� que el capit�n me puso las cadenas.

�Y tu mundo?

�C�mo te llamas?

- Te he preguntado c�mo te llamas.
- Est� bien.

Si va a hacer que te calles.

Barrab�s.

�Qu� dices?

Barrab�s.

�De qu� ciudad vienes?

De Jerusal�n.

�Eres el hombre al que absolvieron?

�Qu� tiene que ver contigo?

Encadenado a ti,
de todos los hombres de la Tierra.

Eso es lo que me gusta ver, demonios
y bestias tir�ndose mutuamente al cuello.

Aqu� ten�is algo que odiar primero.
Ahora a trabajar, vagos.

Veamos c�mo trabaj�is.

�A trabajar!

�Fuera! �Moveos!

Odias mi nombre.

Odias c�mo suena.

Ni siquiera estabas en Jerusal�n,
y odias mi nombre.

Eso es, lo odiamos.

�Qu� importa? �Qu� te importa?

- �Sabes a qui�n mataron en tu lugar?
- �Todav�a?

As� que,
�por qu� no deber�amos odiar tu nombre?

Cre�a que lo que hab�a dicho era:
"Amaos los unos a los otros".

No puedo imaginar que...

espere que un hombre tenga un esp�ritu...

tan fuerte y paciente
como un caballo de tiro.

Es s�lo algo que me dijeron.

Si crees que he salido ganando,
qu�date durante una generaci�n o dos.

Tenemos una tarea especial
para vosotros dos.

As� sabr�is lo que pasa
a los chuchos cuando pelean. Vamos.

�Por qu� no se ha olvidado todo?

Es lo que no puedo entender.

�Qui�n lo ha divulgado todo y durante a�os
ha mantenido viva esa historia?

�Qu� podr�a acabar con ella?

Cuando piensas que fue voluntad de Dios
el venir a la Tierra a ense�arnos lo que es.

Puedo ver la realidad de eso.

Por eso el nombre del Maestro
sigue creciendo por todo el mundo.

Comenc� a encontr�rmelo dondequiera
que navegaba: Fenicia, Chipre, Grecia.

Hasta en el Puerto de Roma.

Empiezo a entender lo que signific�.

Pero...

es una exigencia dura, la voluntad de Dios.

A m� no se me da muy bien.
Mira ad�nde nos ha llevado.

Aunque he grabado su s�mbolo en la
parte trasera de la cabeza del Emperador.

Significa que pertenezco a �l,
no al Emperador.

Es el s�mbolo que nos ha puesto a todos
si cedemos lo suficiente para verlo.

Mira esto.

�sta es la forma de la cruz.

Qu�date tu Dios para ti solo.

�Por qu� vienes a recordar
viejas mentiras sobre matar a Dios?

�Qu� pasa ah� abajo?
Moveos o dejar� que os pudr�is.

�Tira!

Lmagina c�mo es para m�.

Eres el �nico hombre que he conocido
que le vio.

Estabas all� al principio y no quieres hablar.

No me lo vas a contar.

- �De qu� tienes miedo?
- No tengo miedo de nada.

Entonces puedes cont�rmelo.

�Viste la oscuridad que cubri� el cielo
y la Tierra cuando muri�?

Supongo que s�.

El hombre muri� en una tormenta de
arena, igual que la muerte de cualquiera.

Qu� mas da si su tumba estaba vac�a.

�Nadie se puede llevar a un hombre
muerto? �Quieres la verdad? Te la dar�.

Eso es todo lo que me sacar�s
sobre tu Dios.

�Qu� pasa ah�?

Venga, lev�ntate.

Si ven que no trabajas,
te llevar�n y no volver�s.

�Eh! �Fuera!

Venga, despertaos.

- Vamos. Moveos, todos.
- Poneos de pie. Ya hab�is dormido.

- Vosotros dos, poned los pies en la tierra.
- Fuera de ah�. Venga. �Moveos!

�Fuera! �Estoy diciendo que os mov�is!

Despierta.

Muy bien, hay trabajo que hacer.

- Hab�is dormido suficiente.
- Despierta.

�Venga ya! T�, el de ah�.
Despierta, �me oyes?

- Que te pongas de pie.
- Aqu� hay un hombre muerto.

He dicho que os pong�is de pie todos.
Ahora vamos, poneos de pie.

- Tiene que parecer que trabajas.
- �Qu� te pasa?

�No puedes ponerte de pie?
�No puedes trabajar?

Puedo trabajar.

Aqu�, este no sirve para nada.

- �Cu�ntos supervivientes?
- Ninguno, se�or, no puede haber.

- Para ellos fue como el fin del mundo.
- El fin del submundo.

- �Qu� ha dicho, se�or?
- Nada.

�Supervivientes!

Aqu�. Supervivientes.

�Llegan supervivientes!

Fuera.

�Tirad!

Cuando se hayan recuperado,
que trabajen en los campos.

Puedo saborear la sal en el aire.

El mar est� en cada r�faga de viento.

Cre�a que nunca podr�a amarlo
m�s de lo que lo hac�a. Pero, �oh Dios!

Tras la oscuridad de las minas...

podr�a ahogarme en �l
como un hombre atontado.

Y ahora, �est�s contento de vivir?

�Qu�? �Como un condenado buey?

C�breme de sal
y alabar� a Dios incluso por esto.

�Cu�ntas veces te estafaron
en esos puertos extranjeros?

Debes de haber sido el objetivo m�s f�cil
que hayan tenido.

- �Por qu�?
- Caer�as en cualquier trampa.

Una sonrisa...

y confiar�as en el mundo que casi te mata.

Si, conf�o en �l.

Tiene que ser duro...

o si no, �c�mo conseguir� la fuerza
que Dios ha deseado?

Dios deber�a hacerse entender
o dejarme en paz.

�Soy yo el que se deja estafar o t�?

Cada vez que se acerc�,
te negaste a creerlo.

Pero nunca ha salido de tu mente.

�Qu� otra muerte te habr�a afectado
durante tanto tiempo?

Parad ah�. Id hacia el lado.

Hay que llevar una roca.

Aqu�.

No es un grabado muy bueno,
pero es el s�mbolo verdadero.

�Ahora me dejar�s en paz?

De acuerdo, continuemos.

Esperad.

Julia, ah� est�n los dos hombres
de los que te hablaba.

Que los traigan, Rufio. Quiero verles.

- Tr�enos aqu� a esos hombres.
- Muy bien, se�or.

�Alto! Aquellos dos. S�calos de la tierra.

Dos hombres salen de forma muy extra�a
de lo profundo.

Veinte a�os en las minas,
el viejo. Indestructible.

Eso hab�a o�do.

Os hab�is ganado el aire que respir�is,
por pura buena suerte.

- �C�mo os llam�is?
- Sahak, se�or.

- �Y t�?
- Barrab�s.

�Qu� edad tienes?

�Y eso qu� importa?

Cierto, �qu� importa? Entendemos
que pretendes vivir para siempre.

Tengo que tocarles, porque traen suerte.

Mi mujer cree
que vuestro m�rito es contagioso.

De acuerdo,
no queremos retrasar el trabajo.

Volved.

Es del Emperador.

Los dioses parecen aprobar tu superstici�n.

Nos vamos a Roma.

- �A Roma? �Eso qu� significa?
- Voy a entrar en el Senado.

- Vamos a subir en el mundo.
- Rufio. �Roma!

Es cierto. Est�n encantados.

Debemos llevarlos siempre con nosotros.
Qu� bien que los toqu�.

Ya veo que es su �xito, no el m�o.

A partir de ahora s�lo d�as agradables y a
conocer a todo el mundo en vez de a nadie.

- �Cu�ndo partimos?
- Ven con nosotros. Te dar� la respuesta.

Qu� mala suerte llegar
cuanto todos se han ido a las monta�as...

Mira all�.

Bueno, aqu� tenemos que dejar
que tu suerte aprenda su oficio.

�Qu� quieres decir?
�Por qu� venimos aqu�?

Todav�a no pueden luchar.
Primero han de aprender la t�cnica.

Y as� lo har�n.

Pero tenemos que entregarles.
Esperemos que no nos deshonren.

Si una vida encantada se hace profesional,
podemos esperar grandes cosas.

Flacus, el Comandante.
Usted honra a Roma y a nosotros.

Nuestra felicidad
se encuentra aqu�, Comandante.

Insuperable. El Emperador
le ha concedido la libertad tres veces.

Ah� tiene en su mano el tercer bast�n
de libertad. Siempre prefiere volver.

Conoce su imperio y sabe mantenerlo.

Y s� que lo hace. Ha acabado
con una buena cantidad de ellos.

Torvald, el Senador Rufio y su mujer.

Me adaptar� a esta vida.

�No se puede volver loco un hombre
con el olor de la sangre?

Un hombre puede entender esto.

Para arrojar la red,
mantenedla a la derecha, as�.

Luego arrojadla desde las puntas
de los dedos, as�.

Id a vuestros sitios.

Uno aqu�, t� aqu� y t� all�.

Ahora comenzad a practicar.
Arrojad las redes.

�Qu� es esto?

�Han confundido este lugar
con un hospital de ancianos?

�El del pelo gris?

Dicen que hay algo extraordinario en �l.
Nada puede matarle.

Mu�strame lo que sabes hacer, abuelo.

�Qu� hacemos
con los peces ancianos, abuelo?

Ya es hora de arrojarle a las gaviotas.

D�jame en paz.

�Golpea! �Uno!

�Golpea! �Dos!

Moveos.

Saca el primer grupo de gladiadores.

�Me recuerdas?

Dibujaste el s�mbolo del Maestro
junto a mi plato.

�C�mo sab�as que llevaba el s�mbolo?

Te he observado varios d�as
partiendo el pan.

�Podemos hablar libremente?

�l estuvo all� en Jerusal�n,
conoci� al Maestro.

Alabado sea Dios y te mantenga a salvo.

Los d�as son cada vez m�s oscuros
para nosotros. La persecuci�n aumenta.

El Emperador quiere destruir
todo rastro nuestro.

Pero ma�ana,
cuando acaben los juegos y se vaya el sol...

la disciplina se relajar�...

y puede que tenga oportunidad
de llevaros a donde nos reunimos.

El disc�pulo del Maestro, Pedro,
est� aqu� en Roma.

Pocas veces encuentro el camino hasta all�,
lejos, hacia las catacumbas.

�Las catacumbas?
Ser�n los muertos los que se re�nan all�.

Quiz�s te parezca que la fe est� enterrada.

Pero as� est� la semilla antes de cosechar.

Primer grupo, reun�os.

Ma�ana ver�is
la vida que mantenemos all�.

Primer grupo, reun�os.

- �Le has o�do, Barrab�s?
- Le he o�do.

Uno, dos, uno, dos...

A vuestros puestos de lucha.

Ya.

Cuando hay�is adoptado
estas posiciones ma�ana...

sonar�n las trompetas.

Y sobre vosotros, all�...

se arrojar� el pa�uelo blanco a la arena.

Cuando toque la tierra, comenzar� la lucha.

Para asegurarme de que lo entend�is,
as� ocurrir�.

�M�tale! �M�tale!

- Una multitud furiosa.
- Quieren sangre.

Sahak les ha vuelto locos,
porque no quiso matar a ese hombre.

Si el Emperador estuviera aqu�,
no habr�a tenido elecci�n.

Espera a ma�ana.

Tendr� su cupo de muerte
si ten�is la suerte de ganar.

- De m� no conseguir� ni una vida.
- �Seguro?

D�selo al Emperador. �l te ense�ar� c�mo.

- Cuando dice muerte, es muerte.
- El Dios verdadero dice vida.

- S�lo respondo ante �l.
- Escucha a este hombre.

Por Dios, si contradice al Emperador...

- �A qui�n llamas tu Dios?
- Al �nico.

El resto son invenciones del miedo,
historias del pasado,

no pueden ayudarte m�s
de lo que esta coraza puede sangrar.

Baja eso.

- Insultar a los dioses antes de luchar.
- �Qu� venganza se tomar� Marte?

Ninguna. No existe.

�Que Marte no existe?
�Qu� quieres decir con que no existe?

�Mantendr�s la boca cerrada?

El Dios real es mayor de lo que
puede imaginar cualquier hombre.

�l hizo la vida tan profunda y fuerte
como el mar.

Tus dioses son tan superficiales
como un pantano maloliente.

Est� sobre nosotros y a nuestro alrededor,
en nosotros. Como la vida en el cuerpo.

Y tiene una ley
que cambiar� nuestra forma de vivir.

La ley es el amor.

Cualquier cosa que hagamos
que rompa esa ley nos condena.

Y para que pudi�ramos ver
cu�l es su amor...

envi� a su hijo
a vivir la vida de un hombre.

Para mostrarnos que Dios entiende
la vida que ha hecho.

- �Qui�n te lo ha dicho?
- �Qu� quieres que hagamos?

�Para qu� nos servir� en la arena?

Perderemos el favor
de los dioses que conocemos.

Ma�ana en la arena, mostrad al Emperador
que sabemos lo que vale la vida.

Tirad las armas.

�Cre�is que todas las cosas
de la Tierra y los cielos...

no se han hecho por otra raz�n que comer,
ganar dinero,

engendrar ni�os, matar y morir?

�Vaya objetivo para la creaci�n!

Si hay algo m�s all� de la fe, es eso.

Dios dijo: "Quemad el viejo mundo...

"y dejad que surja uno nuevo
de las cenizas".

Como el Hijo de Dios resucit� de
entre los muertos y muri� por nosotros.

Preguntad a Barrab�s la verdad
de lo que digo.

Vio con sus propios ojos al Hijo de Dios
cuando viv�a entre nosotros.

Le vio morir.

Estaba all�, en el jard�n, la tercera ma�ana.

�Le viste, Barrab�s?

- Dinos lo que viste.
- �Qu� ocurri�?

Hace mucho tiempo vi a un hombre.

Alguna gente dice que era...

- el Hijo de Dios.
- �Suficiente!

Os hab�is condenado.

Os acuso de sedici�n
y de incitar a la rebeli�n.

Qued�is los dos arrestados.

Sacadles de aqu�
y ponedles las cadenas. �Moveos!

Permitid que me asegure de que entend�is
la gravedad de la acusaci�n.

No s�lo se mantienen puntos de vista
proscritos por el Estado,

lo que se castiga con la muerte, sino
que se recomiendan esos puntos de vista...

a personas que han jurado servir al Estado.

Y lo que es m�s, para m�,
que os traje a esta ciudad...

hab�is traicionado vuestra fe...

y me hab�is puesto bajo posible sospecha
de connivencia a los ojos del Emperador.

Las perspectivas son negras para vosotros.

�Sab�is lo que es esto?

- El sello del Estado Romano.
- Que significa que sois propiedad de Roma.

�Qu� es este corte de aqu�?

El s�mbolo de mi maestro.

- �A qui�n llamas tu maestro?
- Al que es mi se�or.

- El Hijo del Padre.
- En otras palabras, �el s�mbolo cristiano?

Una religi�n que se crea
para amenazar el gobierno y el orden.

Que niega la autoridad divina
del Emperador.

Que predica que el esclavo es igual
que el hombre libre...

y reducir�a la sociedad a la anarqu�a.
Una doctrina rebelde e insoportable.

Dame una respuesta directa.
�Perteneces al Estado?

Pertenezco al Se�or, mi dios.

�As� que t� tambi�n crees en este dios?

Dime, �crees?

�No?

�Entonces por qu� llevas su nombre
en tu disco?

�No es tu dios?

�No es eso lo que significa la inscripci�n?

Yo no tengo dios.

No lo entiendo.

�Por qu� llevas entonces el s�mbolo
de Jesucristo grabado en tu disco?

Porque...

intent� creer.

Te dar� la oportunidad
de recuperar el sentido com�n.

Si admites p�blicamente
ante aquellos con los que hablaste...

que todas esas cosas eran mentiras,
salvar�s la vida.

�Lo har�s?

Eso ser�a perder la vida, no salvarla.

Lo que soy es suyo.

�Pero no amas la vida?

S�.

�Y conoces la cruel muerte
que castiga la rebeli�n y la sedici�n?

�Qu� eliges?

Elijo a mi dios.

Ya no puedo hacer m�s por ti.

Culpable de la acusaci�n.

Ejecuci�n a la salida del sol.

Est�s tan loco como tu dios.

T�, ven aqu�.

Es imprudente llevar contigo
algo en lo que no crees.

Quiz�s el Maestro quiera que vivas.

Debe tener una gran necesidad de ti.

Otro objetivo, Barrab�s.

- Otra cosa.
- Llev�oslo.

Guardias.

Tendr�s que valer por dos hombres
para ocupar su lugar.

Puedes irte.

Vais a ser testigos del castigo
de este hombre...

para que no pueda haber dudas
en vuestra mente...

de que las palabras que os dijo
fueron una gran violaci�n de la ley.

Un delito inicuo contra el Estado.

No s�lo mentiras,
sino mentiras traicioneras...

que no s�lo pretend�an
difundir la rebeli�n entre vosotros...

sino tambi�n torcer vuestras mentes...

de las religiones aceptables
sobre las que se funda el Estado.

A cualquiera que crea
que esas palabras son inofensivas...

o piense que puede repetir o someterse
a las palabras que dijo este hombre...

que le sirva de lecci�n
el castigo del que vais a ser testigos.

�Larga vida al Emperador!

Adelante, Torvald.

Posiciones.

Preparados.

Tirad.

�Traidores e imb�ciles!

Desear�is que se hubiera hecho mejor.

�M�tale! �M�tale!

Gladiador Barrab�s, te est�s convirtiendo
en una leyenda entre nosotros.

Por tu extraordinario empe�o en vivir...

damos la respuesta tradicional
a la aclamaci�n p�blica.

Te hacemos un hombre libre.
Te damos la libertad.

Aqu� tienes el s�mbolo de tu libertad.

Os lo he tra�do.

Aqu� es donde le hubiera gustado
ser enterrado.

Nuestro hermano Sahak.

Y has tenido que traer
tu conciencia muerta.

�Ten�a que morir para importarte?

�Te importa m�s su cuerpo que su vida?

Estuviste dispuesto
a dejarle ir solo a la muerte.

�Por qu� ayudarle ahora
que no te necesita?

�C�mo le hubiera ayudado
si me hubieran matado?

�l se busc� su propia muerte.
�Qu� bien ha hecho?

Yo ten�a que seguir viviendo, dijo.

- Hab�a algo que todav�a ten�a que hacer.
- Barrab�s, �por qu� deber�as creerlo?

Cuando brill� la luz, no lo aceptaste.

Cuando lleg� la oscuridad, lo negaste.

Cuando el esp�ritu de Dios te llam�,
lo rechazaste.

Cuando Sahak dice que
te mantienes con vida por alguna raz�n,

�por qu� deber�as creerlo?

Para silenciar tu conciencia, �verdad?

Lo crees porque te conviene.

O quiz�s si Sahak estuviera frente a ti
ahora dir�as que crees.

Te arrepentir�as y amar�as a Dios.

Ser�a f�cil.

Pero, �qu� fuerza tiene entonces tu fe?

�Qu� importar�a?

Mataron a Jes�s de Nazaret
en vez de a m�.

Debe de haber una raz�n. �Por qu� yo?

�Por qu� me escogi� a m�?

�Ad�nde has ido?

�T�!

�D�nde est�s?

Esp�rame.

�Espera!

�Espera!

Por el amor de Dios, �d�nde est�s?

�Mu�strame el camino! �Estoy perdido!

�Por qu� camino deber�a ir?

- �Qu� ocurre?
- Roma est� ardiendo.

�No lo ves? Roma est� ardiendo.

- �Qu� ha provocado el fuego?
- Los cristianos intentan quemar Roma.

- �Moveos! Moved esa caja. Vamos.
- �Los cristianos?

- �Los cristianos est�n quemando Roma!
- �Son los cristianos!

�Fuego!

Est�n quemando el viejo mundo.

Se acerca el nuevo reino.

Dios.

Esta vez no te fallar�.

�Qu� haces, loco?

El fuego de Dios destruye el viejo mundo.
Ha llegado la hora de que todos muramos.

- �Eres cristiano?
- S�.

�Y estoy preparado para �l!

El mundo entero estar� pronto en llamas.
�Lo hab�is o�do?

Estamos quemando el camino.

Estamos preparados para su venida.

- Llev�oslo.
- �El Maestro!

- El Maestro viene a crear un nuevo mundo.
- �Lejos!

�Soltadme! �Debo prepararme
para su venida!

�Soltadme!

�Aqu�! Sal de �sta.

Aqu� hay uno de los vuestros cogido
en el acto, prendiendo fuego a un almac�n.

Admite que es cristiano y que quema
la ciudad para iniciar un nuevo reino.

El �nico hombre sincero entre vosotros.

�Qui�n eres t�?
No te hab�amos visto antes.

�Es cierto?
�Estabas incendiando un almac�n?

S�.

- No te hab�amos visto antes.
- �Qui�n eres t�?

Me llamo Barrab�s.

- Barrab�s el ladr�n.
- Barrab�s el absuelto.

Esta ciudad en llamas no es obra nuestra.

No es as� como se va a hacer
el nuevo reino.

Te equivocaste.

�Qui�n eres t� para decirme
que me equivoqu�?

Hace muchos a�os hablamos los dos.

�Te acuerdas?

No.

Me preguntaste por qu� tej�a una red
tan lejos del mar.

Jerusal�n.

La calle de los alfareros.

Te equivocaste con nosotros entonces,
al igual que ahora.

No hemos incendiado la ciudad.

Has hecho el trabajo de la bestia,
el Emperador.

- �Eres un lun�tico?
- Ha sido su fuego, idiota, no el de Dios.

�Por qu� no puede Dios hacerse entender?

�Ad�nde han ido las hermosas esperanzas?

�Las trompetas, los �ngeles?

�Todas las promesas?

Cada vez que lo he visto ha terminado del
mismo modo, con tormentos y muertos...

sin que salga nada bueno.

Todo para nada.

�Crees que nos persiguen
para no destruir nada?

�O crees que lo que ha golpeado tu alma...

durante veinte a�os no ha sido nada?

Cristo no muri� por nada.
La humanidad es algo m�s que nada.

Ante sus ojos,
cada individuo es el mundo entero.

�l ama a cada hombre
como si no hubiera otro.

Yo era lo contrario a todo lo que ense��,
�no es verdad?

�Por qu� dej� que le mataran
en vez de a m�?

Porque, siendo el que estabas
m�s lejos de �l, eras el m�s cercano.

- Ahora no estoy m�s cerca que antes.
- Ni m�s lejos.

La verdad del asunto es
que nunca se ha movido de tu lado.

Puedo asegur�rtelo.

Ha habido una lucha en tu esp�ritu,
hacia delante y hacia atr�s en tu vida...

que en s� misma es el conocimiento
de Dios. Le has conocido por el conflicto.

Tambi�n puedo decirte
que as� ser� con la llegada del reino.

La lucha hacia delante y hacia atr�s
y el esfuerzo del esp�ritu del mundo...

como una mujer de parto.

S�lo somos el principio.

No veremos
cuando el reino est� por toda la Tierra.

Y todav�a, incluso ahora, incluso aqu�,

nosotros estamos al final.

El reino est� en nosotros.

No hay nada m�s que temer.

Los a�os se construir�n sobre nosotros.
Muchos a�os, muchos martirios.

La tierra de los hombres es muy cabezota
para madurar.

Pero los hombres volver�n a nosotros,
pensar�n y recordar�n nuestra esperanza.

Es el final del d�a.

Nos permitiremos un poco de dolor...

y de sue�o.

Diciendo al mundo:

"Dios te ampara".

�Qu� hora es?

�Es de d�a o de noche?

Van seis horas...

cuando la oscuridad...

Oscuridad...

Me rindo...

a tu cuidado.

Soy...

Barrab�s.