All language subtitles for The French Lieutenants Woman SINCRO BDrip

�Preparada, Anna?

Todo el mundo a sus puestos.

32 toma 2.

Acci�n.

Travelling.

LA MUJER DEL TENIENTE FRANC�S

EL MOT�N DE LA INDIA
CONFERENCIA

Sam.

�Sam?

Sam, prepara el carruaje.

- Vamos a casa de la Srta. Ernestina.
- Ahora mismo, se�or.

Se�ora.

Se�ora, venga r�pido. Es el Sr. Charles.

- Buenos d�as.
- Buenos d�as.

�Quiere decirle a la se�ora
que he venido a verla?

- Charles. �Cu�nto madrugas!
- Buenos d�as, Sra. Tranter.

- Una ma�ana preciosa.
- Ciertamente. Pase, por favor.

�Est� despierta Ernestina?

- Mary, �est� despierta mi sobrina?
- S�, se�ora.

- Dile que ha venido el Sr. Charles.
- S�, se�ora.

�Podr�a ver a Ernestina?

- �A solas?
- Ciertamente, ciertamente.

- Gracias.
- Se�orita...

Se�orita, ha venido a verla el Sr. Charles.

- �El Sr. Charles?
- La est� esperando abajo.

Quiere hablar con usted.

- �Qu� me... qu� vestido me pongo?
- El rosa. Es precioso, se�orita.

- Est� muy guapa con el rosa.
- El rosa, s�. Me lo pondr�.

En el invernadero tendr�n intimidad.
�Le parece bien?

Muy bien, gracias.

La esperar�... en el invernadero.

Cre�a que los londinenses
pasaban medio d�a en la cama.

No, se�ora. Siempre estamos en pie.

Somos gente madrugadora,
los londinenses.

Ya viene.

�Charles?

Ernestina.

- Se ha prendado de ella.
- �Verdad que parece una princesa?

Ernestina, no puedes haber dejado
de advertir que han pasado seis semanas...

desde que vine a Lyme de Londres.

No, no se me ha escapado ese detalle.

Vine a Lyme a explorar los estratos de
s�lex del acantilado en busca de f�siles,

pero me he quedado por ti.

Por tu dulce compa��a.

Gracias.

- �No ir� a rechazarlo!
- Jam�s. Dar�a un brazo por �l.

He venido a preguntarte si me permites
pedirle tu mano a tu padre.

S�, te lo permito.

Aunque no s� si le gusto.

No hago lo que �l considera trabajo.

�Insin�as que la decisi�n
le corresponde enteramente a pap�?

- No. A ti.
- As� es.

Pap� har� lo que yo quiera.
Y yo har� lo que quiera.

En ese caso, �te compadecer�s...

de este cient�fico cascarrabias
que te tiene en tan gran estima...

y te casar�s conmigo?

Oh, �Charles!

�Llevo tanto tiempo
esperando este momento!

Lo ha conseguido.

Esto no es mu�rdago,
pero servir�, �verdad?

Oh, Charles.

�S�?

�Qui�n es?

S�, as� es.

Se lo dir�.

�Anna?

Llegas tarde.

Te esperan en maquillaje.

�Oh, Dios!

- �Por qu� no nos han despertado?
- No lo s�.

- �Qui�n ha llamado?
- Jack.

�Has contestado?

Entonces, ahora ya lo saben.

Saben que est�s en mi habitaci�n.

En tu cama. Quiero que lo sepan.

Qu� tarde es.

Me echar�n por inmoral.

Creer�n que soy una fulana.

Lo eres.

Buenos d�as.

Hace fresco.

Srta. Woodruff. Ya sabe
que no puede seguir hosped�ndose aqu�.

La Srta. Duff no le ha dejado
nada en el testamento.

La casa est� en venta.

�Cu�nto dinero tiene?

Srta. Woodruff, creo que s�
de alguien que puede acogerla.

La Srta. Poulteney de The Grange.

�Tiene su casa vistas al mar?

S�, as� es.

Entonces, agradezco su ayuda, se�or.

- El Sr. Smithson a ver al Sr. Freeman.
- Le espera, se�or.

Puede que se d� la gran vida, Smithson,

pero es ciertamente puntual.

Buenos d�as, Sr. Freeman.

Bueno...

Podr�a haberle citado
en mi despacho de la City,

pero pens� que le interesar�a
ver este lugar.

- As� es.
- Cuidado.

Dentro de unos meses abriremos
almacenes en Bristol y Liverpool.

Ya veo.

�se es el May Queen,
acaba de llegar para ser reparado.

S�, as� es. Le concedo, Charles,

que puede aportar a Ernestina
no s�lo amor y protecci�n,

sino, con el tiempo, tambi�n
una herencia considerable.

As� es.

S�...

S� que mi hija le quiere.

Le considero un hombre recto.
D�monos un apret�n de manos.

Empec� aqu�, Charles,
con mi querida esposa a mi lado.

- Ya sabe que no tengo hijos varones.
- Lo s�, se�or.

Bien, si alg�n d�a se siente inclinado
a explorar el mundo del comercio,

estar� encantado de ser su gu�a.

Gracias.

Oh, s�, se mostr� muy respetuoso
hacia lo que llam�...

mi condici�n de cient�fico y caballero.

De hecho, se interes� por mi trabajo.

Pero, como no creo
que los f�siles sean lo suyo,

en su lugar le di un peque�o discurso
sobre la teor�a de la evoluci�n.

- Qu� malo eres.
- S�, no le impresion� mucho.

De hecho, aventur� la opini�n...

de que a Darwin deber�an exponerlo
en una jaula del zool�gico.

Con los monos.

Yo voy por delante.

�Volvemos?
El viento es cada vez m�s fuerte.

Cre� que agradecer�as la oportunidad
de tomar mi mano sin falta de decoro.

Muy bien.

�Dios m�o! �Qu� est� haciendo ah�?

- Es la pobre "Tragedy".
- �"Tragedy"?

Los pescadores
la llaman algo m�s grosero.

�Qu�?

La llaman "la... mujer
del teniente franc�s".

�S�?

- Vuelve.
- Tengo que hablar con ella.

- Podr�a caerse.
- No te lo agradecer�. Est� loca.

Es peligroso. Qu�date aqu�.

�Charles!

�Se�ora!

�Se�ora, disc�lpeme!
�Me preocupa su seguridad! �Vuelva!

Dime, �qui�n es ese teniente franc�s?

Es un hombre del que dicen ella...

�Se enamor�?

- Peor que eso.
- Y �l la abandon�.

�Tuvieron alg�n hijo?

No lo creo.

Son todo habladur�as.

�Qu� hace aqu�?

Dicen que espera su regreso.

Qu� banal.

�C�mo ha vivido desde su despido?

De una forma lamentable,
tengo entendido...

�Se�orita? �Se�orita?

Srta. Woodruff, �quiere pasar, por favor?

Sra. Poulteney, �sta es la Srta. Woodruff.

Ya veo.

Deseo, como le ha dicho el vicario,
contratar a una dama de compa��a.

Me ha indicado que quiz� sea usted
adecuada para el puesto.

- �Carece de empleo?
- S�, se�ora.

- �Pero fue institutriz?
- S�, se�ora.

Una dama de compa��a debe tener
un talante moral irreprochable.

Tengo que pensar en mi servidumbre.

- Tengo entendido que habla franc�s.
- S�, se�ora.

No me gustan los franceses.

Puede dejarnos ya, Sr. Forsythe.

Por supuesto, Sra. Poulteney.
Buenas tardes.

El Sr. Forsythe me informa de que
mantiene cierto apego por un extranjero.

Me he enterado
por los testigos m�s intachables,

de que siempre se la ve
en el mismo lugar cuando sale.

Se va al malec�n a mirar al mar.

Me dicen que est� haciendo
acto de contrici�n,

pero debo recalcar que contemplar
as� el mar es provocativo,

intolerable y pecaminoso.

Si no me considera
id�nea para el puesto,

- �desea que abandone la casa?
- Deseo que demuestre...

que ha borrado
a esa persona de su coraz�n.

- �C�mo he de hacerlo?
- No exhibiendo su verg�enza.

Quiero o�rla leer la Biblia.

Si me agrada su expresi�n,
el puesto ser� suyo.

- �Mike?
- �S�?

Escucha esto.

"En 1857, se calcula que hab�a 80.000
prostitutas en el condado de Londres".

�S�?

"De cada 60 casas, una era un burdel".

"Ya que la poblaci�n masculina
de Londres era de mill�n y cuarto,

las prostitutas recib�an clientes
a raz�n de dos millones a la semana".

- �Dos millones?
- S�.

�Sabes cuando hablo de irme
a Londres en la escena del cementerio?

"Si me fuese a Londres,
s� que me convertir�a...

en lo que algunos
ya me llaman aqu� en Lyme".

- �Y? �Qu� m�s?
- Bueno, eso es lo que le espera.

Este hombre dice
que cientos de prostitutas...

eran chicas decentes, como institutrices,
que hab�an perdido su trabajo.

Ofendes al jefe,
pierdes tu empleo, te ves en la calle.

�sa es la realidad.

�La poblaci�n masculina
era de mill�n y cuarto?

S�.

Pues, si quitamos
un tercio entre ni�os y viejos,

significa que, fuera del matrimonio,

el caballero victoriano hac�a
el amor 2,4 veces a la semana.

Siento mucho molestarla.

Ya voy, ya voy.

Para la bella dama de arriba.

Y para la m�s bella a�n de abajo.

�Qu� le debo?

�Un penique?

Muchas gracias.

- �Conoce a esa dama?
- S�.

- �Viene a menudo por aqu�?
- Lo bastante a menudo.

Pero no es ninguna dama.

Es la puta del teniente franc�s.

Del Sr. Charles, Srta. Tina,
con sus saludos.

- �Las ha tra�do �l mismo?
- No, se�orita.

- �D�nde est� el Sr. Charles?
- No se lo he preguntado.

�A qui�n?

- A su criado, se�orita
- Pero te he o�do hablar con �l.

- S�, se�orita.
- �De qu�?

De nada en particular, se�orita.

Debes recordar que es de Londres.

S�, se�orita.

Si se te insin�a, quiero
que me informes de inmediato.

Tr�eme un agua de cebada.

Para mi bienamada

�Se�ora?

Siento mucho haberla molestado.

Tengo entendido que es
la secretaria de la Sra. Poulteney.

�Puedo acompa�arla,
ya que vamos en la misma direcci�n?

Prefiero caminar sola.

- �Me permite que me presente?
- Ya s� qui�n es.

- Entonces...
- Perm�tame continuar sola.

Y le ruego que no le diga a nadie
que me ha visto en este lugar.

"Srta. Woodruff".

Un momento. He perdido la p�gina.

P�gina 50. Te veo de pronto. Se te ha
enganchado el vestido en las zarzas.

Te veo, y t� a m�. Nos miramos,
y yo digo: "Srta. Woodruff".

Est� bien.

Te veo.

Se te engancha el vestido en las zarzas.

Bien.

Te estoy mirando.

Me ves.

Te estoy mirando.

Ahora vienes hacia m�
para pasar de largo.

El camino es estrecho y est� embarrado.

Resbalas en el barro,

- y yo te ayudo.
- Hag�moslo otra vez.

- Est� bien.
- Otra vez.

A ver...

Tengo el vestido
enganchado en las zarzas.

De repente, me ves.

Y yo a ti.

No quiero ni pensar en qu� pasar�a...

si un d�a se torciera
el tobillo en un sitio as�.

Debo regresar.

Perm�tame que le diga algo antes.
S� que soy un extra�o, pero...

Aqu�, en la hondonada. Vamos.

Aqu�, aqu�.

Aqu�.

No es necesario esconderse.

Si le importa su reputaci�n, no debe
dejarse ver con la fulana de Lyme.

Srta. Woodruff, he o�do
algo de sus circunstancias.

No puede ser ning�n placer
trabajar para la Sra. Poulteney.

�Por qu� no se va de Lyme? Entiendo
que sus cualificaciones son excelentes.

- Me complacer�a hacer averiguaciones...
- No puedo irme de aqu�.

Pero, �por qu�?

No tiene v�nculos familiares,
creo, que la retengan en Dorset.

Tengo v�nculos.

�Con ese caballero franc�s?

Perm�tame que insista.
Estas cosas son como heridas.

Si nadie habla de ellas, se enconan.

Si no regresa,
es que no era digno de usted.

- Si regresa...
- Nunca volver�.

�Teme que no regrese nunca?

S� que no regresar� nunca.

No la entiendo.

Est� casado.

Deber�a haber escuchado
los dictados de mi sentido com�n.

- Es una criatura maliciosa e infame.
- �Puedo saber de qu� se me acusa?

Se la ha visto caminar por el acantilado.

No dos veces, sino tres.

Pero, �qu� pecado hay en ello?

�El pecado? �Usted, una mujer
joven, sola en un sitio as�?

- No es m�s que un gran bosque.
- S� muy bien lo que es.

Y lo que ocurre,
el tipo de gente que lo frecuenta.

Nadie lo frecuenta. Voy all� a estar sola.

�Osa contradecirme, se�orita?

Se limitar� a pasear
por donde sea decente.

�Hablo lo bastante claro?

Buenas tardes,
Sra. Poulteney, Srta. Woodruff.

Buenas tardes.

- Es esa Sra. Poulteney.
- �Qui�n es?

La que me ech� a la calle.

�S�? Pon veneno en su t�.

Srta. Woodruff, es un placer conocerla.

�Le gusta Lyme?

S�, se�ora, gracias.

- �Naci� lejos de Lyme?
- En Dorchester, se�ora. No est� lejos.

El t�. Gracias, Mary.

Bien. D�jalo ah�.

�Cu�nto tiempo va a quedarse
en Lyme, Srta. Freeman?

Durante el verano.

Debo decir, Sra. Poulteney,
que su aspecto es excelente.

A mi edad, Srta. Freeman, la salud
espiritual es lo �nico que cuenta.

En ese caso, pierdo cuidado.

Con el gran desorden
que reina en las calles,

es m�s necesario que nunca proteger
lo sagrado de las propias creencias.

- �Desorden en las calles?
- Ciertamente, Sr. Smithson.

Ni siquiera un disc�pulo de Darwin,
como tengo entendido que es usted,

ha podido dejar de notar el auge
de lo animal a nuestro alrededor.

Estoy segura de que le complace,

ya que coincidir�a con su opini�n
de que somos todos monos.

Debo fijarme mejor la pr�xima vez
que me encuentre en la calle.

Perm�tame que la ayude, Sra. Tranter.

Su doncella, por ejemplo, Sra. Tranter.

Mi ama de llaves me informa
de que la ha visto esta ma�ana...

hablando con alguien, alguien joven.

Mi ama de llaves no lo conoc�a.

Entonces, era sin duda Sam, mi criado.

- Es muy probable.
- S�. Debo decir, Charles,

que tu criado pasa
un tiempo excesivo hablando con Mary.

�Y qu� hay de malo en ello?

Hay una diferencia enorme entre
lo que se acepta en Londres y aqu�.

No entiendo qu� delito
cometen Mary y Sam hablando.

Su futura esposa es mejor juez
que usted en estos asuntos, Sr. Smithson.

Conozco a la chica en cuesti�n.

Tuve que despedirla.

Si fuese m�s viejo, sabr�a
que nunca se es demasiado estricto.

Me inclino ante su experiencia, se�ora.

Estoy aqu�.

Gracias por venir. Gracias.

�C�mo se atreve a actuar
de una manera tan impertinente?

- �C�mo se atreve, ante la Sra. Freeman?
- No ten�a a qui�n recurrir.

Es evidente que ser�a indecoroso
que siguiera interes�ndome por usted.

S�, es evidente.

�Por qu� no se va a Londres
y empieza una nueva vida?

Si fuese a Londres,
s� en qu� me convertir�a.

Me convertir�a en lo que algunos
ya me llaman en Lyme.

- Querida Srta. Woodruff...
- Soy d�bil. �C�mo no iba a saberlo?

He pecado.

No se imagina mi sufrimiento.

S�lo soy feliz cuando duermo.

Al despertar, empieza la pesadilla.

Esto es...

�Por qu� nac� como soy?

- �Por qu� no soy la Srta. Freeman?
- Es mejor no hacer esa pregunta.

- No quer�a decir...
- La envidia es...

No es envidia.

Es incomprensi�n.

- Ay�deme.
- No est� en mis manos.

No quiero creerlo.

�Qu� quiere de m�?

Debo contarle qu� me pas�
en verdad hace 18 meses.

Se lo ruego. Usted es mi �nica esperanza.

Estar� en el acantilado ma�ana
por la tarde, y al d�a siguiente.

Le esperar�.

Debo irme.

Le esperar�.

�Davide?

No soy Davide, soy Mike.

�Qu� haces?

- Mirarte.
- Vuelve aqu�.

Ven, vamos.

- �Le gusta mi telescopio?
- Es de lo m�s elegante.

Lo utilizo para buscar sirenas.

Tome.

Me alegra que haya venido.
Quer�a conocerle.

El mejor brandy de Dorset.

Lo reservo para las visitas de Londres
que comparten el gusto por la buena vida.

- A su salud, doctor.
- A la suya.

- �Le apetece un puro?
- Gracias.

Tengo entendido que es usted cient�fico.

Que busca f�siles.

Mi inter�s es la paleontolog�a.

Deduzco que no es el suyo.

Cuando sepamos m�s de los vivos,
ser� momento de estudiar a los muertos.

S�, el otro d�a me presentaron
a un ejemplar de la flora local...

que me hace inclinarme
a pensar como usted.

Un caso muy extra�o,
seg�n tengo entendido.

- Se llama Woodruff.
- Ah, s�. La pobre "Tragedy".

Sabemos m�s sobre esos f�siles suyos
que sobre la mente de esa mujer.

Un m�dico alem�n llamado Hartmann
ha dividido la melancol�a en varios tipos.

A una la llama "natural". Con ello
quiere decir que alguien ha nacido con...

un temperamento triste.

A otra, la llama "ocasional",

lo que significa que surge de una ocasi�n.

Y al tercer tipo lo llama
"melancol�a obscura",

lo que quiere decir que el pobre hombre
no sabe qu� diablos la provoca.

- Pero ella tuvo una ocasi�n, �no es as�?
- Oh, vamos.

�Es la primera joven
a la que dejan plantada? No.

Ella pertenece al tercer tipo:
melancol�a obscura.

Esc�cheme.

Se lo contar� en absoluto secreto.

Hace diez meses,
me pidieron que fuera a verla.

Trabajaba de costurera, viv�a sola...

Si aquello era vivir. Lloraba sin raz�n,
no pod�a dormir, no pod�a hablar.

Una melancol�a tan clara como la s�filis.

Comprend� que s�lo hab�a una cura.

Alejarla de este lugar. Pero ella se neg�.

Va a una casa que sabe
es un puro suplicio,

con una se�ora que no distingue
entre la servidumbre y la esclavitud.

- Y se niega a cambiar.
- Eso es incomprensible.

Nada de eso. Hartmann tiene
algo muy interesante que decir...

sobre una de sus pacientes.

"Era como si su tortura
se hubiera convertido en su deleite".

�Y no le ha confiado a nadie
su verdadero estado mental?

- No.
- �Y si lo hiciera?

Es decir, �si consiguiera
obligarse a hablar?

Estar�a curada.

Pero no quiere curarse.

Trabajaba de institutriz.

En casa de los Talbot.

�l se llamaba Varguennes.

Lo trajeron a la casa
despu�s de que naufragara su barco.

Ten�a una herida atroz, la carne
desgarrada de la cadera a la rodilla.

Sufr�a grandes dolores,
pero nunca se quejaba.

Ni el menor gemido.

Yo admiraba su valor.

Le cuid�.

No sab�a entonces que los hombres
pueden ser tan falsos como valientes.

Era apuesto.

Ning�n hombre me hab�a prodigado
tantas atenciones como �l.

Me dijo que era hermosa,

y que no entend�a
por qu� no estaba casada.

Esas cosas.

Se burlaba de m�, delicadamente.

Yo disfrutaba con ello.

Cuando no le dejaba besar mi mano,
me llamaba cruel.

Lleg� un d�a en que yo
tambi�n me cre� cruel.

�Y ya no lo era? Cruel.

Varguennes se recuper�.

Se march� a Weymouth.

Dijo que esperar�a all� una semana
y luego partir�a a Francia.

Le dije que nunca le seguir�a,
que no pod�a.

Pero, tras su partida,

mi soledad era tan profunda
que sent� que me ahogaba en ella.

Le segu�.

Fui a la posada
en que se hab�a hospedado.

No era un lugar respetable,
lo supe de inmediato.

Me dijeron que subiera a su habitaci�n.

Me miraban.

Sonre�an.

Insist� en que fueran a avisarle.

Pareci� encantado de verme.

Fue... todo lo que un amante debe ser.

Yo a�n no hab�a comido. Me llev�
a una estancia privada, pidi� comida.

Pero...

hab�a cambiado.

Era todo sonrisas y caricias, pero...

supe enseguida que no era sincero.

Comprend� que hab�a sido...

un pasatiempo para �l.

Nada m�s.

Lo comprend� todo a los...

cinco minutos de verle.

Pero me qued�.

Tom� la cena que me sirvieron.

Beb� el vino. No me embriag�.
Creo que me hizo verlo todo m�s claro.

�Es... es eso posible?

Sin duda.

Pronto, ya no se molest� en ocultar la
verdadera naturaleza de sus intenciones,

ni yo pude fingir sorpresa.

Mi inocencia era falsa desde
el momento en que decid� quedarme.

Podr�a contarle que me forz�,

que me drog�, pero...

no fue as�.

Me entregu� a �l.

Lo hice para no volver
a ser la misma nunca,

para que me vieran
como la paria que soy.

Supe que mi destino nunca ser�a casarme
con un igual, y me cas� con la verg�enza.

La verg�enza me ha mantenido viva,

el saber que no soy como otras mujeres.

Yo... nunca tendr�,
como ellas, hijos y un marido,

ni los placeres de un hogar.

A veces les tengo l�stima. Disfruto de
una libertad que no pueden comprender.

Ning�n insulto ni culpa puede afectarme.

Me he librado de las convenciones.

No soy nada.

Apenas soy humana ya.

Soy la puta del teniente franc�s.

Debe marcharse de Lyme.

No debemos volver
a vernos a solas. V�yase.

Esperar�.

�Qu� te pasa?

- �Qu� te pasa? Pareces triste.
- No.

No.

�Por qu� est�s triste?

No lo estoy.

- Aparta, chiquilla.
- Buenos d�as, Sra. Fairley.

Lo de siempre.

- �Va a ser un buen d�a, entonces?
- S�.

�Srta. Woodruff?

�Srta. Woodruff?

Srta. Woodruff,
la Sra. Poulteney desea verla.

La Sra. Poulteney
desea verla ahora mismo.

Estoy en el granero del acantilado.

Le ruego que venga
a verme por �ltima vez.

- �S�?
- Disculpe. Debo hablar con el Dr. Grogan.

- El Dr. Grogan no est�.
- �No est�?

Lo han llamado del hospital. Est� all�.

Gracias.

Charles Smithson. Debo ver al Dr. Grogan
por un asunto de suma importancia.

S�game, por favor.

Smithson. Me imagino por qu� ha venido.

Perdone que no estuviera en casa.

Tengo un parto que viene de nalgas.

El hecho es que no sabemos d�nde est�.

- Lo siento, no le entiendo.
- �No sabe lo que ha ocurrido?

- No.
- Entonces, �por qu� ha venido?

- Necesito su consejo.
- No estoy seguro de poder d�rselo.

La Srta. Woodruff ha desaparecido.
La Sra. Poulteney la ha despedido.

Ha salido una partida a buscarla.
He ofrecido 5 libras a quien la encuentre.

- Viva o muerta.
- Est� viva.

Acabo de recibir una nota suya.

Debo volver. Vaya a mi casa. Esp�reme.

Nada de lo que se ha dicho aqu� hoy,
ni de lo que quede por decir,

saldr� de esta habitaci�n.

Me ha pedido consejo.

Soy una joven de gran inteligencia
y cierta educaci�n.

No soy due�a de mis sentimientos.

Lo que es peor, me he enamorado
de ser una v�ctima del destino.

Aparece un joven dios.

Inteligente, apuesto.

Amable.

Mi �nica arma es la l�stima que le inspiro.

�Y qu� hago? Aprovecho la oportunidad.

Un d�a, mientras paseo
por donde me lo han prohibido,

me dejo ver por alguien
que denunciar� mi delito...

a la �nica persona
que no lo aprueba: mi patrona.

Luego, desaparezco,

fingiendo que es para arrojarme
del primer acantilado.

Y luego, in extremis,
grito pidiendo ayuda a mi salvador.

�De qu� est� usted hablando?

He hablado con el ama de llaves de
la Sra. Poulteney. Estaba en la lecher�a.

La chica sali� del bosque delante
de sus narices. Quer�a ser vista.

- Supongo que para comprometerle
- �Por qu� iba a querer hacerlo?

Esc�cheme. He conocido
a muchas prostitutas.

Debo a�adir, en cumplimiento
de mi profesi�n, no de la suya.

Y ojal� tuviera una guinea por cada una
que se ha regodeado con el hecho...

de que sus v�ctimas
fueran maridos y padres.

Ella no es ninguna prostituta.

Tampoco es ninguna desalmada.

Querido amigo, usted est�
medio enamorado de ella.

Por mi honor, nada indecoroso
ha sucedido entre nosotros.

Le creo. Pero deje que le pregunte algo.

�Quiere escucharla? �Quiere verla?

�Quiere tocarla?

No es el primer hombre
que duda de su elecci�n de esposa.

Ir� a ver a la dama.
Le dir� que ha tenido que irse.

Y debe irse, Smithson.

S�.

Cumplir� mi compromiso
con la Srta. Freeman.

Conozco una instituci�n en Salisbury.

La Srta. Woodruff ser�a
bien tratada all�, se lo aseguro.

- �Correr�a con los gastos?
- S�.

Correr�a con los gastos.

Srta. Woodruff.

�Ha pasado aqu� la noche?

- �Tiene fr�o?
- No. No.

No tema.

He venido a ayudarla.

- Le ruego que se controle.
- No puedo. No puedo.

- No lo har�.
- �Por qu� no?

�Qu� pasa?

�Qu� demonios hacen aqu�?

- Pasear, Sr. Charles.
- D�janos.

S�, se�or.

He venido a ayudar a esa dama...

a petici�n del m�dico que la atiende.

- Est� al tanto de las circunstancias.
- S�, se�or.

De ning�n modo deben divulgarse.

- Lo comprendo, se�or.
- �Y ella?

No dir� nada, se�or. Por mi vida.

Lo juro solemnemente, Sr. Charles.

Me he aprovechado inexcusablemente
de su situaci�n. Perd�neme.

La culpa es s�lo m�a.

Debe irse a Exeter.

Se habla de encerrarla en una instituci�n.

Se evitar� mucha verg�enza
si no vuelve a Lyme.

- �Y sus cosas?
- En la terminal de diligencias.

Har� que se las env�en
a la terminal de Exeter.

Camine hasta Axmouth Cross
y espere all� a la diligencia.

Coja este dinero.

Gracias.

�sta es la direcci�n de mi abogado.

Comun�quele d�nde est�.

Le dir� que le env�e m�s dinero.

Gracias.

No volver� a verle.

No.

Es una persona extraordinaria,
Srta. Woodruff.

S�, soy extraordinaria.

Me voy. A Londres.

Ya.

No tengo nada m�s
que rodar aqu�, as� que...

�Est� David all�?

- No, vuela esta noche.
- Ser� muy agradable para ti.

No, ser� muy agradable para ti.

Y para �l tambi�n.

Te voy a echar de menos.

Te llevo a la posada si has terminado.

Nos vemos en Exeter, Anna.

- Piensa en nosotros, sudando tinta.
- Lo har�.

�Te ver� en Londres?

Ser�a muy, muy dif�cil.

Pasaremos all� quince d�as.

Tengo que verte.

Ok.

Bien, pasamos a la posada.

- Mike, ven a maquillaje.
- S�.

S�.

- S�.
- S�.

�Sam?

- Se�or.
- Sam.

Quiero que vayas hoy
a Londres y abras la casa.

Yo ir� ma�ana.

- Cambio de planes.
- Ya veo, se�or.

Esto no afectar� a sus futuros planes,
�verdad, se�or?

- �De qu� est�s hablando?
- Tengo que pensar en mi futuro, se�or.

Ah, �s�? Pues tu futuro inmediato
es salir para Londres hoy.

- �Est� claro?
- S�, Sr. Charles.

- Buenas tardes.
- Buenas tardes, se�or.

La Srta. Ernestina est� en el jard�n.

Gracias.

�Te ha explicado Sam
las circunstancias de esta ma�ana?

S�, se�or.

- �Y las entiendes?
- S�, se�or.

- Se�or, no lo quiero.
- No. Toma.

Buenas tardes.

Charles. �As� que te has dignado
a abandonar el mundo del f�sil por m�?

Me siento muy honrada.

Te lo aseguro, el verdadero hechizo
del mundo reside en este jard�n.

Qu� meloso.

Querida, debo dejarte de nuevo durante
unos d�as. Tengo que ir a Londres.

- �A Londres?
- A ver a Montague, mi abogado.

- Oh, Charles.
- Me temo que es inevitable.

Por lo visto quedan asuntos
por resolver relacionados con la boda.

- Tu padre es muy cuidadoso.
- �Qu� quiere?

- �Qui�n?
- Mi padre.

Hacerte justicia.

Bonita justicia la que te aparta de m�.

Ernestina, s� que nuestro afecto
es lo m�s importante,

pero tambi�n hay un aspecto legal
y contractual del matrimonio que es...

Tonter�as.

- Querida Tina...
- Estoy cansada de Lyme.

- Te veo muy poco.
- Vuelvo dentro de tres d�as.

B�same, pues, para sellar tu promesa.

Saque.

Segundo bote. 40-15.

Tercera l�nea.

Juego para el Sr. Smithson,
y el primer set: 6-5.

Vaya, Charles, est�s
en buena forma. Excelente.

- �Qu� dices? �Comida campesina?
- Est� bien darle a la pelota.

Le has estado dando como si la odiaras.

Harry, una cosa.

Tendr�s noticias de alguien,
una tal Srta. Woodruff, de Exeter.

Te dar� su direcci�n.
Quiero que le env�es un dinero.

Claro. �Cu�nto?

Cincuenta libras.

C�mo no.

- �La Srta. Woodruff?
- S�.

Y no quiero o�r nada m�s al respecto.

As� ser�.

Esp�reme.

- �D�nde diablos has estado?
- Lo siento, se�or. Yo...

Ve a preparar mi ropa. Ceno en el club.

S�, se�or.
�Puedo hablar con usted, se�or?

No, no puedes.

- �Qu� tal es la caza en Dorset, Charles?
- �Tienes suficientes perros?

Puedo ofrecerte un par de los mejores
Northumberland. Unos �ngeles.

�Sabes qui�n era su abuelo? Tornado.

�Recuerdas a Tornado en Cambridge?

S�. Mis tobillos, tambi�n.

S�, le gustaste. Siempre...
siempre mord�a lo que le gustaba.

Qu� idea tan maravillosa
has tenido, Charles.

- Al buen Tornado, que en paz descanse.
- Que en paz descanse.

Bravo. El oporto es esencial
para acompa�ar el clarete.

Como el clarete ha sido esencial
para acompa�ar el ponche.

Como el ponche ha sido esencial
para enjuagar el champ�n.

- �Qu� hacemos ahora?
- �Qu� hacemos?

Un paseo por la ciudad.
Es lo indispensable.

Tom, querido amigo,
eres un tipo fenomenal.

T� tambi�n, Charles, muchacho.
Todos somos fenomenales.

- All� vamos, caballeros.
- �Ad�nde vamos?

A donde van los tipos fenomenales
a pasar una noche alegre.

A casa de Kate Hamilton, la buena de ella.

El hijo del obispo tiene raz�n, Charley.
Pero no se lo cuentes a su padre.

Cuidado.

Vamos, en pie. Est� en salida.

- Bandera blanca y �sale!
- Cuidado, cuidado.

- Eso es. Muy bien.
- Se va contra la barrera.

Ay, Dios.

No creo que el bueno de Charley
pueda ir a ning�n sitio esta noche, �eh?

De parte del Sr. Montague
para el Sr. Smithson.

Muchas gracias.

�Sr. Charles?

Se�or.

Una carta, se�or.
Mensajero especial del Sr. Montague.

Tr�eme un t�.

NO DEBE HABER M�S MENSAJES

ENTRE NOSOTROS

�Qu� quieres, Sam?

Me gustar�a pedirle consejo, se�or.

�Sobre qu�?

Mi ambici�n es abrir un negocio,
se�or, a su debido tiempo.

- �Un negocio?
- S�, se�or.

- �Qu� tipo de negocio?
- Una pa�er�a y mercer�a.

Mi deseo es abrir una tiendecita.

�No ser�a eso un tanto caro?

280 libras, se�or.

�Y cu�nto tienes ahorrado?

30 libras. Pero son
los ahorros de tres a�os.

As� que me preguntaba
si podr�a ayudarme, se�or.

No puedo decir que me parezca
una idea muy pr�ctica, Sam.

Pues yo estoy muy entusiasmado
con la idea, se�or.

Mucho.

Lo pensar�.

Lo har� encantado.

Ahora, haz el equipaje.
Nos vamos a Lyme.

- �A Lyme, se�or?
- A Lyme, s�.

Exeter. Exeter.

Transbordo para Exmouth,
Weymouth y Lyme.

- �Coche a Lyme, se�or?
- Pasaremos aqu� la noche. Va a llover.

Nos hospedaremos en The Ship.

- Voy a estirar las piernas.
- �Pido la cena, se�or?

Lo decidir� cuando vuelva.

- �Una habitaci�n, se�or?
- No, yo...

Quisiera hablar con una de sus...

- La Srta. Woodruff
- La pobre dama, se�or.

Bajaba por las escaleras
y se ha resbalado, se�or.

Se ha torcido el tobillo. Quer�a
llamar al m�dico, pero no me ha dejado.

Tengo que verla
por un asunto profesional.

�Es usted abogado?

S�.

- Entonces, puede subir, se�or.
- Gracias.

Betty Anne, lleva al caballero
a la habitaci�n de la Srta. Woodruff.

Adelante.

Ha venido a verla un caballero, se�orita.

Pasaba por Exeter.

�No ser�a mejor
que fuese a buscar al m�dico?

S�lo me dir�a que hiciera
lo que ya estoy haciendo.

- �No le duele?
- No.

D� gracias de que no ocurriera
en el acantilado.

S�.

Si�ntese.

Srta. Woodruff, por favor...

No deber�a haber venido.

- No quer�a hacerlo.
- Cre� que no volver�a a verle.

Oh, Sarah.

�He sido el primero?

S�.

- �Por qu� mentiste sobre el franc�s?
- No lo s�.

�Existe?

Oh, s�, existe.

Lo segu� a Weymouth, a la posada.

Al llegar, lo vi salir con una mujer.

El tipo de mujer
a quien no puede confundirse.

Cuando se hubieron ido, me march�.

Entonces, �por qu� me dijiste...?

No lo s�.

No puedo explicarlo.

Ahora no.

Tengo que romper mi compromiso.

- La culpa es m�a. Lo supe cuando vine.
- Lo estaba deseando.

Lo estaba deseando.

Sarah...

Un nombre encantador.

Llevo mucho tiempo
imaginando un d�a como �ste.

Lo he deseado mucho.

Me enamor�
desde el momento en que te vi.

Yo tambi�n.

Debo ir a Lyme, a verla, a dec�rselo.

Debes concederme un d�a.

Me esperar�s, �verdad?

Volver� a por ti.

Volver� ma�ana.

Haz lo que quieras, o lo que debas.

Ahora que s�
que has empezado a quererme,

puedo soportarlo todo.

Me has dado fuerzas para vivir.

- Queso y cebolla.
- Perfecto.

- Te estoy perdiendo. Te estoy perdiendo.
- �Qu�? S�lo me voy a Londres.

- Qu�date esta noche.
- No puedo.

- �Por qu� no? Eres una mujer libre.
- S�, lo soy.

- Me estoy volviendo loco.
- No es as�.

- Te deseo tanto...
- Acabas de poseerme, en Exeter.

Perd�n.

Adi�s.

Gracias, Mary. Ya voy solo.

Charles.

- Si�ntate, por favor.
- �Qu� pasa?

- Charles, �qu� pasa?
- Si�ntate.

Bueno, �qu� ha pasado?

�Por qu� me miras as�?

Porque no s� c�mo empezar
a decirte lo que debo.

- He venido a decirte la verdad.
- �La verdad?

- �Qu� verdad?
- Que despu�s...

de considerarlo detenida
y dolorosamente durante muchas horas,

he llegado a la conclusi�n
de que soy indigno de ti.

- �Indigno de m�?
- Totalmente indigno.

Est�s de broma.

No.

�Quieres explicarme
de qu� est�s hablando?

Las condiciones de tu padre
son m�s que generosas.

Pero detestas casarte
con una comerciante.

- No, no lo detesto. Yo...
- �Qu� est�s diciendo entonces?

Ernestina, me he dado cuenta
en los �ltimos d�as,

de que gran parte
de mi estima por ti ha sido innoble.

La fortuna de tu padre me tentaba
mucho m�s de lo que quer�a reconocer.

Ahora que he comprendido esa verdad...

�Quieres decir...

que nunca me has amado?

No soy digno de ti.

Tina, querida.

�Charles?

S� que estoy malcriada.

S� que no soy inusual.

Pero, con tu amor y protecci�n,

cre� que mejorar�a.

Har�a cualquier cosa, �sabes?

Yo... renunciar�a a todo por hacerte feliz.

Mientes.

Ha ocurrido algo m�s.

S�.

�Qui�n?

No la conoces.

�No la conozco?

La conozco desde hace muchos a�os.

Cre� que la relaci�n hab�a terminado.

En Londres he descubierto que no es as�.

- �Por qu� no me lo dijiste?
- Esperaba evitarte ese dolor.

�Qu� verg�enza!

�Qui�n es?

�Qu� mujer es tan vil como para hacer
que un hombre rompa su compromiso?

- Supongo que est� casada.
- No quiero hablar de ella.

- He venido a decirte la verdad...
- �La verdad? �Eres un embustero!

�Mi padre arrastrar� tu nombre,
los de ambos, por el fango!

�Todos tus conocidos
te rechazar�n, te aborrecer�n!

�Te acosar�n hasta que dejes Inglaterra!

Querido Sr. Freeman.

�Qu� diablos quieres? No te he llamado.

Le he tra�do una copa de brandy, se�or.
He pensado que le apetecer�a.

No ser� cierto, �verdad, se�or?

S�, lo es. La Srta. Freeman
y yo ya no vamos a casarnos.

Vete. Y mant�n la boca cerrada.

- �No me has o�do?
- S�, se�or. Pero, con todos los respetos,

- tengo que pensar en mi situaci�n.
- �Qu�?

�Residir� en Londres
a partir de ahora, se�or?

- Es probable que vayamos al extranjero.
- Debo advertirle, se�or,

que no ir� con usted.
Y tampoco voy a volver a Exeter.

Voy a dejar de trabajar para usted, como
deb� hacer cuando empez� todo esto.

- �Vete al infierno!
- Prefiero no ir a un sitio...

en el que podr�a toparme con sus amigos.

- �Sam!
- Si quiere que le atiendan,

llame al servicio del hotel.

Espere aqu�.

- Me espera la Srta. Woodruff.
- La dama se ha ido, se�or.

- �Quiere decir que ha salido?
- Se ha marchado.

- Ha tomado el tren de la tarde a Londres.
- �Qu�?

Ha tomado el tren de las tres a Londres.
No ha dejado ninguna direcci�n.

- Embustera.
- �Ad�nde va?

Espere un momento.

�Qu� est� haciendo?

- �Sarah?
- Se�or, no puede hacer esto.

No tiene derecho. Es allanamiento.

- �Me ha o�do?
- �Fuera!

�Diga? �Diga?

Habitaci�n 516.

- �Qui�n era?
- No lo s�, ha colgado.

- �Qui�n?
- No lo s�. No ha dicho nada.

- Se habr� equivocado.
- S�, supongo.

Espera, ahora te traigo m�s.

Cari�o, vete a jugar en el jard�n.

- Lucy, lo he encontrado.
- �Me dejas probarlo?

�Est�s bien?

S�.

Estoy bien.

�Qu� tal si invitamos
a unos amigos a comer el domingo?

- �A qui�n?
- Ya sabes, a gente de la pel�cula.

Bueno.

La pel�cula casi est� acabada,
y Anna tiene que volver a Estados Unidos.

Ya sabes.

Bueno. Siempre que no invites
a todo el equipo.

Oh, no. S�lo, ya sabes...

Bueno.

- �Diga?
- �Eres Davide? Soy Mike.

Tenemos una comida el domingo.
�Puede venir?

Te pongo con Anna.

- �Diga?
- �Eres t�? Soy yo.

- Hola
- �D�nde est�s? Te hab�as ido.

- No estabas en el hotel.
- �Qu�?

En Exeter.

Ven a comer el domingo.

Por cierto, te quiero.

Estupendo. S�, iremos encantados.

- Hasta el domingo.
- He dicho que te quiero.

Adi�s.

Comida el domingo.

"Que Sarah Woodruff informe
urgentemente de su paradero...

a Montague, Chancery Lane".

S�, podr�a servir.

Sr. Smithson,

no voy a hacerle creer que ser� f�cil.

Pero mis hombres son buenos.
Empezar�n de inmediato.

Preguntaremos en las juntas docentes
de las escuelas religiosas.

Tambi�n investigaremos en
las nuevas agencias de empleo femenino.

- Crecen como la mala hierba.
- S�, s�. �Qu� m�s?

Tambi�n indagaremos en todas
las academias para chicas de Londres.

S�.

Tambi�n mirar�
en el registro de defunciones.

Muy bien.

Int�ntelo todo, Sr. Grimes.

Una �ltima pregunta, se�or, por ahora.

�Desea la dama
ser encontrada, dir�a usted, o no?

No lo s�.

Vuelvo dentro de 15 minutos.

"Tenemos instrucciones del Sr. Ernest
Freeman, padre de Ernestina Freeman,

de pedirle que se presente
en este bufete el viernes a las tres".

"Su falta de asistencia dar� pie a que
procedamos legalmente contra usted".

- "Aubrey y Baggott".
- �Y qu� significa?

Que les ha entrado miedo.
Pero no nos dejan en paz del todo.

Supongo que nos pedir�n
que hagamos una confessio delicti.

�Que admita mi culpabilidad?

Eso es. Me temo que debemos esperar
un documento bastante feo.

Pero te aconsejo que lo firmes.

No tenemos argumentos.

Recuerda que la falda va a ser gris.

Ah, s�.

Genial, es genial.

Le va a quedar muy bien.

"Yo, Charles Henry Smithson,
al objeto de declarar la verdad, admito:

Que me compromet� a casarme
con Ernestina Freeman".

"Dos: Que no se me dio ning�n motivo
para romper mi solemne contrato".

"Tres: Que se me inform� exactamente
de su rango en la sociedad,

de su car�cter, su dote
y sus perspectivas de futuro,

antes de mi petici�n de mano".

"Cuatro: Que romp� dicho contrato
sin otra justificaci�n...

que mi propio ego�smo
y concupiscencia criminales".

"Cinco: Que empec� una relaci�n
clandestina con una tal Sarah Woodruff".

"Seis: Que mi comportamiento
en este asunto ha sido deshonroso".

"Por ello he perdido el derecho
a que se me considere un caballero".

"La parte agraviada podr� hacer
lo que desee con este documento".

- Tiene derecho a verme en privado.
- No ser� necesario.

Pero tengo una pregunta.
�Qu� significa...

"La parte agraviada podr� hacer
lo que desee con este documento"?

Significa precisamente eso.

Por ejemplo, puede hacer
que se publique en The Times.

- �Ser�a libre de hacerlo?
- Ciertamente.

Firmar�.

�Soo! �Soo!

�Vamos, fuera! �Echadla, me ha robado!

�Fuera!

�Llamen a la polic�a!

�Que no escape! �Llamen a la polic�a!

Lo siento, yo...

- Hola. Te he visto por la ventana.
- Hola. �Eres Lizzie?

- S�.
- �Podemos pasar?

- Adelante.
- Hola, Anna.

Hola, Sonia. Me alegro de verte.

- �M�s vino?
- Un blanco, por favor.

13-14.

- Quiero beber algo.
- Est� bien. �Vamos a buscarlo?

- Perdone un momento.
- 14 iguales.

Tengo que decir que el jard�n
es precioso, �verdad?

Muy sereno.

Ella tambi�n parece muy serena,
�verdad? La esposa.

Mira la chiquilla.
Es preciosa, una monada.

Pero qu� preciosa eres.

- �Qui�n te ha hecho ese vestido?
- No s�.

- �Te diviertes?
- S�.

�Han decidido c�mo terminar la pel�cula?

- �Terminarla?
- Dicen que no paran de cambiar el gui�n.

- Nada de eso. �Qui�n te lo ha dicho?
- Bueno, el libro tiene dos finales.

Un final feliz y otro infeliz, �no?

Vamos a hacer el primero.
Bueno, el segundo.

- �Y cu�l es?
- �No te lo ha dicho Anna?

�Manders!

Ven aqu�. Buena chica.

Eso es, muy bien.

Es un jard�n estupendo.

- �Qui�n os lo cuida?
- Yo.

- �T� sola?
- Mayormente.

- �Y Mike? �No te ayuda?
- Cuando est� aqu�.

Un poco.

La verdad, es bastante gandul.

Te envidio de veras.

�A m�? �Por qu�?

Bueno...

Por ser capaz de crear
un jard�n tan hermoso.

Yo no me molestar�a
en pasar envidia si fuera t�.

�Te apetece un trago?

- Quiero ense�arte algo.
- Ens��aselo a mam�, cari�o.

Anna.

- Esto es un infierno.
- Lo s�.

- Mike...
- Tenemos que hablar.

- Ahora, no.
- �Cu�ndo?

- Windermere.
- Pero si es nuestra �ltima escena.

- Tenemos que hablar de verdad.
- �Qu� vamos a decir?

- Tenemos que decidir qu� queremos.
- Lo s�.

- �Has visto a Anna?
- Creo que est� arriba.

Ya voy.

Sonia... Gracias,
ha sido una tarde estupenda.

- Lo he pasado muy bien.
- Gracias.

- Me alegro de haberte visto.
- Lo mismo digo.

- Buena suerte con la �ltima escena.
- Gracias, nos har� falta.

Tres a�os m�s tarde

Se�or, un telegrama.

�Se�or?

ENCONTRADA BAJO EL NOMBRE
DE SRA. ROUGHWOOD. MONTAGUE

- Buenos d�as.
- Buenos d�as.

- Soy Tom Elliott. �Qui�n es usted?
- Me llamo Smithson.

- Mam� y pap� est�n fuera.
- S�. Busco a la Sra. Roughwood.

Voy a buscarla.

- Pon �se ah�.
- �Sra. Roughwood?

Creo que est� arriba
con Rachel y William.

�S�?

- Tiene visita.
- Gracias.

Est� trabajando, pero
no le importa que la interrumpan.

�Sra. Roughwood?

�Sr. Smithson?

Mi abogado fue informado
de que viv�as en esta direcci�n.

- No s� por qui�n.
- Por m�.

�T�?

Llevo tres a�os busc�ndote.

Romp� mi compromiso.

Volv� para llevarte conmigo,
para casarme contigo, pero te hab�as ido.

Y ahora, a�os despu�s, decides
comunicarme que est�s viva. �Por qu�?

No pod�a hacerlo antes.

- Te has casado.
- No, qu� va.

Paso como viuda ante el mundo.

- �Qu� casa es �sta?
- �l es arquitecto, se llama Elliott.

Me acogieron hace mucho tiempo.

Soy la institutriz de sus hijos, pero tengo
libertad para hacer mi propio trabajo.

Me animan a ello.

- �Son tuyos?
- S�.

Has encontrado tu talento.

�Por qu� te fuiste de Exeter?

Me dijiste que me quer�as.
Me demostraste tu amor.

�Resp�ndeme!

Hab�a locura en m�...

entonces.

Amargura, envidia.

Me impuse a ti sabiendo
que ten�as otras obligaciones.

Fue indigno.

�Cuando te fuiste, comprend� que deb�a
destruir lo que hab�a empezado!

�Quieres decir que nunca me quisiste?

- No puedo decir eso.
- �Pero debes decirlo!

�Debes decir: "Mi maldad es total"!

"�Me serv� de �l!"

"�Me da igual que en todo este tiempo no
haya encontrado con qui�n compararme,

que su vida haya sido un desierto
sin m�, que lo sacrificara todo por m�!"

- �Dilo!
- No. No.

�Por qu� me has llamado?
�Qu� quieres de m�?

- Vi los anuncios en la prensa...
- �Los viste?

- �Los le�ste, y no hiciste nada?
- Hab�a cambiado de nombre.

Arruinaste mi vida
y disfrutaste haci�ndolo.

Te equivocas. Me ha llevado todo
este tiempo encontrar mi propia vida.

Me ha llevado todo este tiempo
encontrar mi libertad.

- �Libertad?
- S�.

�Para burlarte del amor,
de los sentimientos humanos?

�Eso signific� para ti Exeter? �Una
breve transacci�n carnal? �S�lo eso?

Me clavaste un pu�al,

�y tu "libertad" te da derecho
a retorcerlo en mi coraz�n?

- �Pues ya no!
- �No!

�S�!

Sr. Smithson,

le he llamado para pedirle perd�n.

Me am� una vez.

Si a�n me ama, podr� perdonarme.

S�... S� que tiene
todo el derecho a condenarme.

Pero si a�n me ama...

Entonces, debo perdonarte.

S�, debes hacerlo.

- Anna, �te vas?
- S�.

Adi�s.

- Adi�s.
- Buen viaje.

Mike.

�Te vas?

S�.

�Cu�date!

�Sarah!