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ESTRELLAS DE EGER

Gui�n

M�sica

Int�rpretes

Fotograf�a

Director

�Tienes permiso para hablar!

El m�s famoso caudillo
de Anatolia, Begler Bey,

informa a su Ilustre Majestad.

El Emperador Fernando,

que de la forma m�s imp�dica afirma
ser el leg�timo rey de los h�ngaros,

ha forzado a nuestro ej�rcito
a retirarse de Viena.

J�nos Z�polya,

a quien tenemos
por el legitimo rey de Hungr�a,

conserva todav�a
la fortaleza de Buda.

�Sea su vida larga
y la disfrute para siempre!

Tendremos gran necesidad de �l
en el futuro.

�Pueda el campesino arar
su campo y sembrar en paz!

Y en el campo
�que es lo que ocurre?

Hay paz,

orden

y tranquilidad.

�Estrella! �Estrella!

�Estrella!

�Estrella!

�Estrella!

�Estrella!

�Estrella!

�Estrella!

�Ya te tengo,
viejo vagabundo!

�Corre, Eva!

�Gergo! �Gergo!

�Gergo! �D�nde est�s?

Eva

�D�nde est�?
Es hora de cenar,

�maldita sea!

No deber�as jurar delante
del padre Marton, querido.

- Estoy acostumbrado.
- Si, �pero yo no!

�Maldita sea!

Lo dir� cien veces si tengo
que hacerlo. �Maldita sea!

- Ya les hemos dejado juntos antes...
- Ese chico, �maldita sea!

Y tambi�n tu.

�Por qu� no me lo dijisteis?

Se fueron temprano esta ma�ana,
deber�an haber vuelto pronto a casa.

Creo que llegar�n enseguida.

Si los turcos les dejan.

Est�n otra vez por los alrededores.

Deja de hablar. Coge los caballos.

Mr. Cecey, qu�dese aqu� y envi� a
alguien a buscarnos si llegan.

�Por qu� no habremos o�do nada aun?

�Mi peque�a Eva,
mi querida ni�a!

�Y por qu� no habr� vuelto
mi marido todav�a?

Trate de estar tranquila, querida.
Debe confiar en Dios.

Adem�s,
ambos est�n armados.

No tiene sentido
seguir buscando.

No tenemos huellas claras
y hay pocas antorchas.

Volveremos a empezar
al amanecer.

- �Oh!�Querido marido!
- �No me hables!

�No digas ni una palabra!

Esta noche ya no quiero
o�r nada m�s.

Vamos, �va. Parece
un lugar seguro. Dormiremos aqu�.

�Han escapado!

�Han escapado! �Eh!

�Robaron mi caballo!

�Pronto encontrar�s otro caballo!

�Tonto!

El Talism�n estaba escondido
bajo mi silla

El anillo que perteneci� a mi padre.

Era un Talism�n sagrado
y ha sido robado.

�Un peque�o mocoso infiel lo rob�!

Estaba bajo la manta
que hay debajo de la silla.

Un anillo talism�n

con cinco estrellas.

- El joven Gergo puede qued�rselo.
- �Y todo este oro?

Esto se queda.

T� debes saber donde
han ido esos dos mocosos.

�Quienes son sus padres?

�talos a los �rboles.
�Cerdos infieles!

Espera un momento,
vamos a aclarar esto.

Primero estaba el turco
con un ojo, �y luego?

Hab�a otro con un l�tigo,
y eso hacen dos.

Y otro con un bigote,
y ya son tres.

- �As� que hab�a unos quince?
- Eso es.

- Vamos Eva, hay que ir a dormir.
- Me quiero quedar con Gergo.

No. A la cama, �va.

Vamos a ver, Gergo,
los hombres se fueron a caballo

�Podr�as se�alar en qu� direcci�n?

- �Si! pero desde la grupa de un caballo.
- Naturalmente.

- �Quien, quien?
- Te lo dir�.

Un padre h�ngaro

y una madre h�ngara.

�Corre!

�Deprisa!

�La peque�a �va?

Duerme como un tronco.

Dob� deber�a haber vuelto..

Una vez que empieza a pelear...

�Donde encontr� a este
chico Bronemissza?

No te preocupes.

Es duro como el hierro.

Campesino.

Cuando seas un hombre,
tienes que ser valiente,

como lo fuiste hoy,

Gergo Bornemissza.

Y tendr� una esposa
maravillosa.

�Y ya has elegido una?

- Yo no, ha sido ella.
- �Y qui�n es?

La peque�a �va.

Bien, hasta entonces voy a enviarte
con B�lint T�r�k en Szigetv�r

para que te eduques.

Ser�s uno de sus pajes.

- �Est�s contento?
- Si, muy contento.

No lo est�s demasiado,
chico.

�Ser�n diez a�os!
Y cuando hayan pasado,

ser�s capaz de empu�ar
esta espada. Es tuya.

�Por qu� tengo que hacer esto?

�Por que yo, Gergely?
�Quien soy yo?

B�lint T�r�k, Bar�n de Hungr�a,
Jefe de las fuerzas h�ngaras.

Y el rey ni�o, a quien mand�
llamar nuestro sublime Sult�n,

quien los conducir� hasta su trampa.

Es idea del fraile Gy�rgy...

No le veo pies ni cabeza.

Aunque al Sult�n le gusta.

El fraile Gy�rgy es partidario vuestro.

Con el permiso de Su Majestad,
pediremos su consejo.

No se molestan en preguntarme.

Se�or

d�game. �Adonde se dirige
ese poderoso ej�rcito de jen�zaros?

�A dar un paseo!

A mis valientes guerreros les gustar�a
ver la maravillosa

fortaleza de Buda desde dentro.

Un peque�o paseo al atardecer.

�Solo eso!

Un paseo en honor

del �ltimo rey h�ngaro.

�Y todos saludan al rey vivo!

El joven heredero del trono
es esperado por el sublime Padisah.

Como siervos.

Nos tratan como siervos.

No puedo siquiera
subir a mi caballo.

Se�or, abandonemos
este lugar,

y que B�lint T�r�k se ocupe.

El excelente Padisah,

solicita una audiencia a solas
con vos, mi se�or.

Le honraremos apareciendo
ante el debidamente vestidos.

Quiz� no habr� violencia.

Negociar� con vos en
amistosos t�rminos, mi se�or.

Los presentes est�n listos.

Valdr� la pena esa visita
a su Majestad, el Sult�n "Oro puro".

- �Y la Reina?
- Est� asustada.

Te quiero, �va.

Lo s�.

�va Cecey,

Anna Petri, las damas de compa��a
de la Reina Isabel.

Te ruego recibas de mis manos
al Rey de tu pa�s

quien ha recibido la gracia

de alzar sus ojos
y contemplar al Sult�n.

- �Donde est� mi padre?
- �Y mi maestro?

Con la gracia de Ala,
podr� disfrutar

durante a�os de la hospitalidad
de nuestro generoso Sult�n!

�Y yo?

�Qu� ser� de mi?

Su Majestad,

la Reina viuda de Hungr�a,
puede retirarse a Transilvania,

porque la fortaleza de Buda cay�
sin sangre en las manos

del sublime Sult�n y en las
del imperio otomano.

Nuestro misericordioso Sult�n

concede a su Majestad
salvoconducto y paso,

y se complace en reiterar
sus saludos al joven rey.

Creedme, Se�ora,
es la mejor soluci�n.

Estamos preparando
la marcha, �va.

Un recuerdo

de mi pobre marido.

Al menos el traje

con el que se cas�
conmigo.

Le enterramos vestido con �l.

Aqu� hay algo.

Todo lo que queda de un gran rey.

�va

Pod�is hablar los dos.

�Vendr�s con nosotros a Transilvania?

Me prometiste que las
puertas del infierno no podr�an...

�No! Por favor, compr�ndeme.

No puedo esconderme
entre las faldas de la Reina.

Tengo trabajo que hacer.
Esp�rame, �va.

Cuando vengas, querido,
te estar� esperando.

Estoy unida a ti,
incluso sin un anillo.

Este es un anillo de hombre.
Ll�valo en recuerdo m�o.

Ahora, al menos,
hemos intercambiado anillos.

�Que nos queda a�n por hacer?

�Que piensas, Gergely?

Pediremos ayuda,
su Majestad.

Iremos a ver al Emperador.

�No tenemos los h�ngaros
otro remedio que mendigar?

�Por que siempre tenemos
que pedir a otros?

Debemos hacerlo.

�Dec�s el fraile Gy�rgy?

El fraile Gy�rgy. Interesante.

Interesante.

As� que un obispo h�ngaro,
un monje

puso Buda
en manos de los turcos.

- Imposible.
- Santo Padre,

- somos v�ctimas de un intriga.
- Esa es la excusa

de todo soldado torpe.

B�lint T�r�k,
jefe de las fuerzas h�ngaras,

desaparece en la tienda
del Sult�n,

el ej�rcito turco camina
por el interior de Buda,

y el ej�rcito h�ngaro
no hace nada.

�Que es esto?

�Un hombre o una mujer?

�Que �rea puede todav�a
defender Fernando Habsburgo?

Si tenemos el apoyo
de Su Santidad...

Permanezca as�. En esta postura.

Si tenemos el apoyo
del Santo Padre,

podemos defender con �xito
la Hungr�a Superior y Transdanubia.

�Que tal si me vuelvo hacia la luz?

As�.

�No resaltar�a mas
mi perfil?

Podemos contar con Transilvania tambi�n.

La reina viuda se retir� ah�
tras la ca�da de Buda.

�La reina viuda?

�Qu� reina viuda?

Ponle mucho color.
Mucho color.

Pueden Vds. cogerlo,
caballeros.

Lo que queda de
las herramientas

del Sr. Cecey
est� en el s�tano.

No hay m�s.
Se llevaron todo.

- �Los turcos?
- No, los germanos.

Es triste ver la casa
de Cecey tan vac�a.

No est� vac�a.

Yo estoy a�n aqu�.

Muy bien, se las
devolveremos de paso.

�De paso?

- Liberaremos a Torok.
- Est� en Estambul. Es imposible.

- El honor lo exige.
- A aquellos que tienen honor.

No todos han perdido
la valent�a.

No todos se visten
con seda italiana.

�Te refieres a mi?

No, me refiero al cuervo ese
que est� sobre aquel �rbol.

�Jancsi!

�Alto!

- Tocado
- �Vamos!

Tocado.

�Ya os hab�is tranquilizado?

No necesit�bamos hacerlo.

Pero un poco de lucha
no hace ning�n da�o.

- �Estambul?
- Estambul.

Clava un tenedor
en esa ternera.

�Est� listo ya el cordero?

El cordero si, pero el cap�n
necesitar� m�s tiempo.

A ella le gusta, le gusta mucho.

�A ella?�A quien?

A la reina le complace
mucho �va Cecey.

Si ese cap�n est�
suave por dentro,

entonces ya est�
listo para comerse.

- ��va Cecey dices?
- Estamos preparando unos esponsales.

- �Quien se casa?
- Bueno, es mejor que vaya

- y vigile a ese cap�n.
- Por que no puede este hombre

responder con claridad
a una simple pregunta?

- Yo responder� por �l.
- �Dijiste �va Cecey?

�Si! Es ella quien se casa hoy
con el teniente F�rjes, se�or.

- �No puede ser verdad padre m�o!
- Yo no soy tu padre.

�No puede ser verdad!

Pues bien, es verdad.

Mi hija ser� entregada por
su Majestad, la Reina misma,

a un marido acorde
con su condici�n social.

�Quiere decir que est� vendiendo
a su hija al mejor postor?

�Deber� pujar por ella?

�Sal de aqu�!

Deber�as estar satisfecho
de que te sacara del barro.

Ella es mi hija.

- �Es mi prometida!.
Ni siquiera recuerda ya tu nombre.

�Has estado lejos de ella
durante un a�o entero!

�Ah� est� la puerta!

Yo dir�a que a ese �d�m F�rjes
le va a costar trabajo domarte.

Ya gan� la mitad de la batalla,
puesto que me caso con el

por orden suya.

Si, ese es mi deseo.

Es hora de que te cases.

No pod�as esperar
otro a�o.

Ser�a mejor que te quedaras.
Nosotros nos quedaremos tambi�n.

Bien, buscaremos algunos hombres

y esta noche nos
llevaremos a la novia.

No.

�Ella escapar� del castillo sola,

si es que me quiere!

Jur� amarme para siempre.

�Eh, muchacho!

�Te gustar�a ganar
una moneda de oro?

�Me gustar�a m�s ganar dos, se�or!

Lleva este anillo
a Lady �va Cecey.

- �Conoces a Lady �va?
- Conf�e en m�, se�or.

Est� bien.

Mereces el velo nupcial.

Ahora lev�ntate
y v�stete.

Cuando la novia
haya dado el "si",

sonar�n todas las
campanas de la iglesia.

�Las campanas de la iglesia
no van a sonar!

Puede que ella no tenga
aun tu anillo.

El muchacho puede
haberlo robado.

Est� tardando mucho.

�Querido marido,
ve y mira que ocurre!

��va!

��va!

��va!

��va!

�Mi hija ha sido secuestrada!

�Que toquen las campanas!

�Se han llevado a mi hija!

�V�monos, amigos m�os.
Nada nos retiene ya aqu�.

No quiero volver
a verla jam�s.

- �Saludos, nobles caballeros!
- Saludos, pastor.

Esta cuesta es demasiado
para los caballos.

Vamos, Jancsi.

�Deteneos, y entregad
la bolsa o la vida!

- �Es �va!
- ��va!

Bien, Jancsi, creo que los
caballos necesitan comer.

�Tienes raz�n!

Gergely Bornemissza

�tomas a �va Cecey,
la fugitiva dama

de compa��a de la Reina
Isabel por esposa?

�Si!

�Le juras fidelidad
hasta la muerte?

�Lo juro!

�Vamos �va, pasaremos
la noche a salvo aqu�.

�Recuerdas los viejos tiempos?

No.

No importa.

�Ven aqu�!

No te haremos da�o.

Espero que sepas escribir,
porque vas a tener que hacerlo.

Soy del monasterio
de Csiksomly�.

He copiado muchos manuscritos.

No se trata de ning�n libro
de cuentos, monje.

En verano venimos
aqu� por turnos,

para confortar espiritualmente
a los campesinos.

Bien, pues ahora est�s a tiempo
de dar algo de confort.

�va, Gergely. �D�nde est�is?

Hemos encontrado
un sacerdote que os casar�.

Bien, si ya no se me necesita...

�Eh, vuelve!

Ya que est�s aqu�,
podr�as casarlos.

Tendr�is que daros prisa.

�A causa de un talism�n?

Mientras lo tuve conmigo
ni espada ni bala pudieron herirme.

Y ahora que no lo tengo,
no ceso de ser herido.

Me lo robaron, y la
suerte me abandon�.

As� que te has convertido
en un derviche.

Hasta que recupere
ese talism�n,

Har� penitencia
durante 1001 d�as.

Hago el camino
entre Pecs y la Meca

llorando y rezando

y pronunciando
el sagrado nombre de Al�.

�Al�!

�Que Al� te acompa�e,
se�or!

Me alegrar�
cuando encontremos a B�lint T�r�k.

Estoy harto de esto.

Hoy eres mi prisionera, pero
ma�ana yo ser� prisionero tuyo.

- Habla m�s bajo. Pueden o�rte
- No. Est�n muy ocupados orando.

Bien, preparaos para partir.

�Se�or!

�Despertad!
Pod�is hacer un buen negocio.

Hay aqu� algunos
h�ngaros disfrazados.

Simulan ser prisioneros.

Dame algunos de tus
hombres para perseguirlos.

Hay alguien observ�ndonos.

- Un turco tuerto. - �Todos
los turcos son tuertos para ti?

�V�monos!

- Jancsi, �Baja!
- �Por qu�?

Es verdad que nos siguen.

Os lo dije.

�Las pistolas!�Vamos!

�Balas contra esos?

Los caballos ya no nos
sirven entre las rocas.

Solt�moslos

Coged las armas y el oro.

�R�pido!

�Hay alguien que hable
h�ngaro aqu�?

Conducidnos hasta el jefe.

El jefe. �Donde est�?

�Mirad!

�Mirad!

�En que lengua habl�is?

En la que estoy hablando.

Necesitamos un gu�a.
Somos h�ngaros,

de camino a Estambul.

Lamento que no podamos
ofreceros un gu�a.

Sin embargo, os daremos
hospitalidad esta noche.

�Sois h�ngaros?
Soy h�ngaro.

�Como est�is tan lejos de casa?

Igual que otros h�ngaros.

En ese caso �Por que
no nos acompa�as?

�Poneos c�modos!

- �Quer�is comer hombres errantes?
- Comer y beber

�Vienes con nosotros?

Vagar por el campo.
�Lo har�a hasta con el diablo!

Aqu� hay algo a cuenta.

�Sabes?,
tu cara me parece familiar.

No es raro,

todo el mundo me
confunde con el rey Fernando.

Un muchacho atractivo.

�Un muchacho?�Es una chica!

- �Yo soy el �nico hombre aqu�!
- �Tambi�n yo!

Debo partir de acuerdo
con nuestra costumbre.

Veras, los gitanos pasamos
vagando toda nuestra vida

Y los que vagan
no tienen cementerios.

Aquellos que parten
ya no est�n.

as� que les honramos
como si hubieran muerto.

Bueno, por fin
llegamos a Estambul.

Aqu� es donde tienen
prisionero a mi padre,

a mi pobre maestro,
desde hace ya a�o y medio.

Hace ya 514 d�as.

514 d�as.

�No son 1028?

Nunca le�ste tanto como aqu�.

Es algo que puede hacerse

cuando se tienen libros
impresos en h�ngaro.

La Biblia se imprimi� a cargo
de Tam�s N�dasdy.

Traje tambi�n de casa
un libro de f�bulas

escrito por G�bor Pesty.

Cu�ntas veces dese�
ver el mar.

Y ahora lo tengo aqu�.

�Que hacemos ahora?

Mira, ese es el
jefe de la prisi�n.

Ve�moslo m�s de cerca.

Ven.

Comenzaremos ma�ana,
seg�n lo planeado.

Conseguir� los trajes
en la ciudad.

- Tiene una cara est�pida.
- No es est�pida,

sino astuta, dir�a yo.

Ma�ana por la ma�ana
veremos.

Honorable Veli Bey,
gracioso se�or, perd�nenos.

- Somos juglares italianos, se�or.
- �Como conoc�is mi nombre?

Todo el mundo conoce al noble Veli Bey.

�Y que desean de el
aquellos que lo conocen?

Le traemos un magn�fico regalo,
y le solicitamos un favor.

Aqu� no. Venid

un poco m�s lejos.

Somos juglares italianos.
Ayer noche est�bamos pescando

cerca de la fortaleza.
Somos pobres vagabundos

y tenemos que pescar por las noches.

Pero anoche tuvimos una
pesca milagrosa.

Cuando levantamos la red
vimos algo que brillaba

�Un magnifico plato de oro!

- �Un plato de oro?
- Si, vedlo.

�Contemplasteis alguna vez
un plato m�s hermoso?

As� que nos preguntamos qu�
hacer con �l. Si lo vend�amos

todos pensar�an que lo hab�amos robado.

�Y qui�n sabe que desgracias
podr�an caer sobre nosotros?

�Y de qu� servir�a guardarlo
cuando no tenemos qu� comer?

�Por qu� decidisteis tra�rmelo a m�?

�Oh, mi se�or, eso es justo
lo que estaba tratando de explicar!

Mientras �bamos vagando

recordamos de pronto que uno de
nuestros benefactores, B�lint T�r�k,

est� prisionero aqu�.
Es un noble h�ngaro,

y pensamos que quiz�s nos
permitir�a cantar para �l

- �As� que ese es el motivo por el
que me lo trajisteis?. �Exactamente!

Esperad un momento.

�Jussuf!

Trae al viejo h�ngaro al jard�n.

Pronto habr� una forma
de escapar.

Un turbante no siempre es turco.

...aqu� est� la libertad.

...pod�is confiar en nosotros.

Desde Hungr�a el camino
fue largo.

Pronto estar�is fuera de aqu�.

�Suena as� el italiano?

Mi se�or, por favor,
perdonadme,

soy una infeliz criatura que osa
dirigirse a su Gracia.

Soy un derviche. He viajado
a trav�s del mundo.

Quiero advertir a su Gracia

acerca de aquellos juglares.

Desconf�e de ellos.
Le chantajear�n.

�Cu�dese de esos hombres,
mi Se�or!

�Chantaje? �Tonter�as!

�No le entregaron ayer
una bandeja de oro fino?

No conozco vuestro nombre.

Mi nombre es
cien mil coronas.

En mi opini�n es un nombre
que merece consideraci�n.

�Suponiendo que no sea
un nombre falso!

Pronto lo ver�is por vos mismo.

Vuestro nombre, sin embargo,
es el de un hombre pobre.

Aqu� todo pertenece al Sult�n,

aunque no tengo duda
de que sois un valiente guerrero.

Si, lo admito.

En esta enorme fortaleza
tambi�n sois un prisionero

Est� a vuestro alcance
elegir una vida mejor.

�Y donde est� la mejor vida,
seg�n usted?

�Aqu� mismo, en la fortaleza!

Hay aqu� un rico bar�n h�ngaro,

de nombre B�lint T�r�k.

Conducidle a la playa ma�ana.

�Pero que no venga nadie m�s!

En esta bolsa hay
500 ducados.

- �Como anticipo! - Como puedo
saber que sois de fiar?

Solo con mirar este talism�n

un regalo de un gran Se�or.

Me trae suerte y me garantiza
el �xito en mis empresas.

Quinientos ducados.

�Y el resto?

Lo tendr�s.

Pero si no traes a B�lint T�r�k,

mis buenos amigos se pondr�n muy furiosos.

Lo traer�.

Quinientos ducados.

Tienes raz�n,
no puede ser un hombre honrado.

Un plato dorado. Nunca he
visto un plato m�s precioso.

�Un h�ngaro?

No, un turco.
Su talism�n es turco.

�Talism�n?

Eso es. Un anillo con
una gran piedra verde.

y una media luna amarilla
con cinco estrellas.

�Qu�?

�Con una piedra verde y una
medialuna amarilla?

- �Que pasa?
- �Y cinco estrellas?

�Que es lo que te pasa?

�Una media luna amarilla?

�Sobre una piedra verde y
cinco estrellas de diamante!

�O�ste? �Cinco estrellas de diamante!

�Cinco estrellas!

�Te has vuelto loco?

Tengo un plan,
noble Bey

�Ay�dame y todo lo que poseo es tuyo!

No entiendo.
�Por qu� estas tan contento?

- He sido enga�ado.
- Pero yo te salv�.

- �Estaba solo?
- Lo estaba.

- �Con un turbante amarillo?
- Con un turbante amarillo.

Esc�chame.
Tengo un gran plan.

Quieren a B�lint T�r�k.

D�selo.

�Aqu� est�!

Le ha tra�do.

�Lo matan!
�Matan a Gergely!

- �Lo asesinaron!
- Gergely estaba muerto

pero aqu� est� de nuevo
en pie.

Pagu� a un vagabundo para
que llevara mis ropas.

�Padre! �Oh, padre!

�D�nde est� el derviche tuerto?
�Le he visto hace un momento!

�No fue Veli Bey!
El derviche lo hizo.

�La barca! �Ah� est�n!

��va!

�Cuidado Jancsi!

Nunca regresar�n.

- �Nunca!
- �As� es!

Pero est�n vivos.

FIN DEL ACTO I

ACTO II

Ver�s, Mikl�s. Me gustar�a
encontrar ropas adecuadas

para usarlas en la Universidad de Padua.

Esto deber�a servir.

Aunque tenga los bolsillos agujereados.

Gergely meti� toda clase de basura en ellos.

��va!

Alguien desea hablarte

sobre un asunto muy urgente.
Puede ser un mensaje de Gergely.

Se�ora, soy su m�s respetuoso siervo.

Tam�s Balogh de R�vfalu.

Estoy en la ciudad de paso,
para hacer unas compras

y pens� en concederme la oportunidad

de admirar su maravillosa joya.

No tengo joyas para vender.

La tienda del joyero est�
en esta misma calle.

He venido al lugar adecuado.

En todo el pa�s la gente habla

del notable talism�n turco de
Gergely Bornemissza.

�Puedo verlo?

Soy un gran admirador
del arte de la joyer�a.

Mi marido tiene un anillo turco

pero no se lo ense�a a nadie.

Me han dicho que el anillo
tiene poderes m�gicos.

Ahora que lo menciona,
es un anillo interesante.

Supongo que tendr�
caracter�sticas especiales.

Sacar� a dar un paseo
al peque�o Jancsi.

Si, pero no vayas lejos Mikl�s.

�Le importar�a que echara
una mirada a ese anillo?

Lo siento mucho se�or Balogh,
pero no puede verlo.

Ver�, mi marido siempre lo lleva consigo.

Entonces esperar� hasta que �l vuelva.

�Esperar�a en vano! Parti�
hacia la fortaleza de Eger

por orden de su Majestad.

�La fortaleza de Eger?
�Y llevaba el anillo consigo?

Siempre lo lleva con �l.

Buenos d�as, se�or Balogh.

Buenos d�as, Se�ora

�Mira, caramelos de miel!
�C�mprame algunos!

Un c�ntimo.

Toma.

�Confites? Comprar�
tambi�n algunos.

Me estoy volviendo tan
olvidadizo con la edad.

Debo haberme dejado la bolsa en su casa.

�Le importar�a volver y tra�rmela?

�No es esa su bolsa?

�Soy tan despistado!
Hay tantas cosas que ver.

Demos un paseo.

S�lvanos, Se�or, prot�genos
de nuestros enemigos.

�Jancsi!

Acomp��anos en tiempos de peligro,
ahora y siempre.

�S�lvanos de las hordas paganas!

�Jancsi!

Se nuestro defensor.
Danos valor, se tu el arma

en nuestra mano diestra
ahora y para siempre.

�Jancsi!

S�lvanos de la amenaza turca.

Que nuestras almas sean
fuertes con tu fuerza.

Es mi culpa.
Es solo culpa m�a.

Ir� a Eger porque le dije
que el anillo estaba all�.

�Y no est� all�?

Est� aqu�.

Me dio miedo ense��rselo.

Ahora debo ir a Eger.
Debo ir.

Ir� contigo.

Soy de Eger y conozco
entradas secretas a la fortaleza.

Y entraremos, no importa
lo cerca que est�n los turcos.

�Eh, vosotros!

�Hay un herrero entre vosotros?

Herrero, carpinteros, carniceros.
�Ven por aqu�!

Vamos, �Deprisa!�Deprisa!
�Vosotros por ah�!

- �Cu�ntos m�s tienes?
- Tengo unos cincuenta hombres.

- �rmalos.
- �Si, se�or!

- �Hay muchas mujeres aqu�?
- �Bastantes, se�or!

No os preocup�is. Vamos
a ser muy �tiles..

Bien, para empezar,
id a la cocina.

Muy bien, se�or. �Vamos, se�oritas!

�Vosotros tres subid
y vosotros quedaos aqu�!

- Reparte armas a todos, J�nos.
- �Enseguida, comandante!

�De acuerdo entonces. Vamos all�!

�Comandante Dob�!

�Regres� ya la patrulla de reconocimiento?

Perdimos contacto con veinte de los hombres.

No pudimos encontrarlos.

El ej�rcito de Ahmed va marchando
hacia el valle de los Mamsel.

�Somos 1535!

Los hombres de las seis provincias
del norte de Hungr�a tienen espadas.

Los hombres de Kassa tienen mosquetes.

El Contingente Real
tiene tambi�n alabardas.

�Hachas de matarife?

Tenemos unas 1500.

Esta es tambi�n un buen arma.

Puedo cortar en pedazos a
cientos de turcos con ella.

�Ahora los herreros!

�Cuanto tiempo podremos usar las espadas?

Durar�n por lo menos un a�o.

�Deseas andar ocupado con
tus armas todo un a�o?

- Si tengo que hacerlo...
- �Y si no?

Entonces yo volver�a a casa enseguida.

Mi mujer y cinco ni�os
est�n esper�ndome.

�Alto!

�Como sostienes esa espada?

No podr�as cortar nada con eso,
y menos la cabeza de un turco.

�D�nde est� tu escudo?

No lo necesito, solo me
dificulta los movimientos.

Pero puede servir muy bien
en los muros.

Practica m�s.

�Alto!

Esos veinte hombres har�n ahora de turcos.

�Tambi�n yo?

- �P�lvora?
- �Hay suficiente!

�Y d�nde est�n esas diab�licas
bombas suyas Maestro Gergely?

Pondr� algo especial en esas bombas.

�Estopa con aceite mezclada
con peque�os trozos de cobre!

Pedazos de hierro y de azufre.

�Un artefacto muy elaborado.
Explota tres veces.

Los turcos no tienen nada as�.
Los masacraremos.

�Les saludamos con una
salva, comandante?

No, amigo m�o.

Creo que es tarea de los que llegan
el dar los buenos d�as.

Ya llegaron aquellos a los
que est�bamos esperando.

No te preocupes. El obispo de Eger
ha prometido rezar por nosotros.

Y somos 1535 soldados y algunos otros.

Si fu�ramos 100 mas,
llegar�amos a los 2.000.

Cuento con la ayuda del rey.

El llegar�.

�De verdad lo crees?

El rey lo sabe muy bien,
si Eger cae,

ya puede despedirse de su corona.

Si Eger cae ni Miskolc
ni Kassa pueden resistir.

Los turcos har�n caer los castillos
m�s peque�os como si fueran avellanas.

Los muros son fuertes.

Conf�o en la gente, no en los muros.

Y en el ej�rcito real.

Tenemos a nuestro enviado,
que le contar� todo a Fernando.

�Le contar� el lio que hay aqu�?

Hace dos d�as estaba como una patena.

Solo tengo un par de manos.

Si el port�n no estuviera cerrado
me marchar�a.

�Dios, vaya que me marchar�a!

Estos, se�ora Balogh
son peores que los turcos.

Su Majestad,

Istv�n Dob�, comandante de Eger,
est� en situaci�n desesperada

y pide refuerzos.

D�jeme decirle algo:

Su Majestad ha enviado ya refuerzos.

Orden� al teniente Bornemissza
marchar con 150 hombres.

Sin embargo, �l cree que es
obligaci�n de la nobleza h�ngara

defender Hungr�a.

Son suficientemente ricos

para ocuparse de su pa�s.

Puedo pedirle a su majestad
Fernando Habsburgo que recuerde

que, entre otras cosas,
es el rey de Hungr�a.

�A Istv�n Dob�, comandante de
la fortaleza de Eger! �Saludos!

Yo, el pach� Ahmed de Anatolia,

Supremo Comandante del poderoso
e invencible Sult�n,

anuncio por escrito y de viva voz

que el poderoso Sult�n ha enviado
sus ej�rcitos a Hungr�a.

Ninguna fuerza en la Tierra
puede resistir su poder.

Por orden del resplandeciente
Sult�n, os exhorto

a no tener la audacia
de resistirle

sino dejar caer las armas y
abrir de par en par las puertas de Eger.

�Si hac�is la voluntad de mi Sult�n
no sufrir�is ning�n da�o;

incluso os beneficiareis de la
magnanimidad del Padisah

y os regocijareis con tanta libertad
como ten�ais bajos vuestros antiguos reyes!

Esto lo juro con mis m�s sagrados votos.

Pero si resist�s al noble Sult�n,

traer�is sobre vosotros,
sobre vuestras mujeres

y ni�os su poderosa ira.
�Y morir�is todos!

�La palabra escrita!

La palabra escrita del Sult�n.

Est� negociando o amenazando.

A los h�ngaros no nos asustan
las amenazas vac�as,

por lo que no hay raz�n para leerlo.

Y nunca negociaremos con �l,

as� que de nuevo no hay motivo para leerlo!

Nuestro pa�s no est� en venta
a ning�n precio.

Szolnok ha ca�do ante los turcos,

y Temesv�r tambi�n.

Esta fortaleza es, sin embargo,
Hungr�a.

Antes del juramento, unas palabras.

�Los que est�n asustados pueden
abandonar el fuerte inmediatamente!

Prefiero contar con una docena de leones
que con una multitud de temerosos chacales.

En segundo lugar,

no habr� comunicaci�n con los turcos.

Y, por �ltimo,

�muerte a todo perro cobarde
que hable de rendici�n!

�Tomad el juramento!

�Yo juro por Dios,
el Eterno Creador,

ofrecer mi alma,
mi coraz�n y mi cuerpo

para defender la fortaleza de Eger!

�Ninguna fuerza, ni triqui�uela

me intimidar�!

Ni el oro ni las promesas
me desviar�n

de mi prop�sito.

�Luchar� o perecer�!

�Con este fin, ay�dame,
Dios Todopoderoso!

�Con este fin, ay�dame,
Dios Todopoderoso!

�Los hombres tras las murallas!

Las mujeres y ni�os a
cubierto. �Deprisa!

�Comandante, de la orden
de disparar los ca�ones!

- No, ahorrad la p�lvora.
- �Por qu� no nos dejas devolver el fuego?

- �Quien eres t�?
- Mi nombre es Adam, el juglar.

- �Y tus armas?
- Aqu� est�.

�Es por esto por lo que me preguntaba

porque no disparabas nuestros
ca�ones contra los turcos!

Mi querido maestro, Sebesty�n
el Escriba, me dijo siempre

que escribiera la verdad y obtuviera
las razones de la mejor autoridad.

Muy bien, puedes escribir
esto en tu libro.

Que no disparamos nuestros ca�ones
porque hoy es domingo.

�Como puede ser domingo
si esta ma�ana era lunes?

Guardan silencio.

O no tienen ca�ones
o no tienen p�lvora.

�Adelante! �Vamos!

�Acercaos corderitos m�os!

Acercaos m�s.

- �Est�n a tiro?
- Si, comandante.

Ya dije que los turcos
no est�n acostumbrados a estas cosas.

Bien, pronto lo veremos.

Entendido, comandante.

Cuando se lucha contra una poderosa fuerza,
la estrategia es siempre importante.

�Vino, danos m�s vino!

- �Guardia!
- �Es suficiente! �J�nos!

Informe, comandante.
�Est�bamos celebr�ndolo!

Que ma�ana en los muros, cuando ataquen
los turcos, est�is igual de alegres.

�Pod�is iros!

- Lleva al herrero esa espada
ma�ana por la ma�ana. - Si, se�or!

�Cuanto dinero hiciste hoy?

- �Una buena suma comandante!
- �A cuanto ascender� el d�a

- en que se levante el sitio?
- Bien, no podr�a decirlo.

Si veo a un soldado borracho
dentro del fuerte,

no me preocupar� de preguntar
d�nde consigui� el vino. �Te colgar�!

- �S�rk�zi!
- Si, �que hay?

Ven conmigo, si quieres tener
un caballo como el m�o.

- �Donde tengo que ir?
- Contra los turcos.

Les cogeremos por sorpresa
esta noche.

Me pone enfermo el tener que
esperar sin hacer nada.

Lo siento, se�or, es que
jur� de la forma m�s solemne

que no abandonar�a el fuerte
por ning�n motivo.

No, tu juraste que
defender�as la fortaleza de Eger.

Los otros puede que juraran eso.

Pero yo jur� que
no abandonar�a el fuerte.

�Tu, mendigo gitano,
bueno para nada!

�Bueno para nada?

�Muy bien, ya lo veremos!

�Vino para m�!

Vino para ti la horca
para m�. �No!

Comandante, le ped�
que me diera algo "fino"

y me dio lo que es fino.

El h�ngaro no es
un idioma f�cil.

Est� lo que es fino,

y hay una bebida llamada vino.

�Toque de diana!

�Toque de diana!

�Toque de diana!

�Por qu� demonios tienes
que despertarme de mi mejor sue�o?

So�aba con una
hermosa muchacha.

- Hay 20 hombres bajo los muros.
- Eso significa un ataque.

�Abre las puertas! Esa es mi orden.

Los turcos no atacan
con veinte hombres.

Y si lo hacen, bienvenidos.

No dispar�is. Soy J�nos T�r�k.

- Cond�ceme al comandante Dob�!
- �Jancsi!

�Ahora llevas trajes turcos?

No es m�o, �maldita sea!

Me los puse para
atravesar su campamento.

- Perdimos a Bolyki en Makl�r.
- �Bolyki?

�Me perdisteis? �Yo os perd�!

�Tam�s Bolyki!

Veo que tambi�n tu llevas patucos.

Y un prisionero.
Puede saber algo.

Des�tale y ll�valo al comandante.

�Jancsi,
esto necesita ser curado.

- �Debemos coserlo?
- �Eh, que no soy un traje!

�Cons�guele algo de vino!

Comandante, el teniente T�r�k
trajo un prisionero.

Tr�igale aqu�,
le har� hablar.

�Ven aqu�!

�Ven aqu� Imre!

Imre Vars�nyi!

�Vaya un turco!

�El lote del teniente Jancsi
se vender� en subasta!

Puedes comenzar.

Un maravilloso caballo �rabe.

�Realmente fabuloso!
�Por dos m�seros florines!

No necesitamos caballos
en una fortaleza asediada.

Veamos las armas.

Un sable de acero de Damasco

Espera un momento. Veamos
primero que hay en aquel cesto.

Podr�a querer gastar mi dinero
en lo que hay dentro de �l.

- Veamos el tesoro de Dario.
- Me gustar�a comprar una copa de plata.

- �Que noticias hay de Fernando?
- Solo malas noticias.

Apenas consegu�
hacerme entender.

Esta fortaleza no le importa.

�Esta fortaleza representa a Hungr�a!

Si �l no quiere defenderla,
la defenderemos nosotros solos.

Toma, come un poco de esto.
Es mejor que el pilaf.

Los turcos creen que la fortaleza
de Eger es un corral de ovejas.

Ver�n de que modo las ovejas
de Eger pueden morder.

El primer d�a hicimos volar
sus mejores ca�ones.

Aunque todav�a tienen
bastantes. Yo los vi..

Estuve cuatro d�as en su campamento
hasta que encontr� el grupo de J�nos T�r�k.

No fue f�cil
dejarme capturar vivo.

Bebe, seguidor de la verdadera fe.

Que Al� te perdone.

- �Mama, mama!
- �Demonios! Un muchacho turco.

Su madre debi� esconderle ah�.

- �Estrang�lale!
- No, qu�tale las manos de encima.

Yo lo abr�. Es m�o.

�Mata al cerdito!
�M�talo!

No y no.
No le toqu�is.

�Silencio! �Parad, hombres!
�Dejad en paz al chico!

�Qu� tiene �l que ver
con la pelea?

Cuida bien del chico.

�Quien sabe quien ser� su madre?

Espero que tu papa
no disparara aquel ca��n.

�Ya est� bien de gimotear!

�Tu ni�o ha desaparecido?
Yo te dar� otro para reemplazarlo.

Aqu� est�.
Cuida bien de �l.

El vale m�s que tu vida.

Pero si es desobediente,
�golp�ale a conciencia!

Esta cueva no lleva a ninguna parte.

Solo queremos un sitio fresco
Hemos tenido un largo viaje.

Muy bien pues, poneos c�modos.

�Gergely Bornemissza!

�Teniente del Rey!

�Esc�chame!

Tu tienes un talism�n turco,

y yo tengo un ni�o h�ngaro.

El talism�n es m�o.

�y el ni�o tuyo!

�Si deseas que te devuelva a tu hijo,
ve a la puerta del mercado!

�Dame mi talism�n

y tendr�s de nuevo a tu hijo!

�Me oyes,
Gergely Bornemissza?

Si no crees lo que digo

comprobar�s que es verdad

cuando arroje la cabeza de tu
hijo sobre los muros de la fortaleza.

�Me oyes, Gergely Bornemissza?

�Por qu� malgastan su tiempo
gritando insensateces cada noche?

�Cont�stame!

Si no se deciden a atacar,
esto seguir� as� semanas y semanas.

Incluso meses.

�El octavo d�a!

Desde el comienzo del asedio
hemos estado batiendo los muros.

El da�o principal est� aqu�.

Dob� ha concentrado sus
mejores hombres aqu�.

- Lo que hay que decidir es
quien conducir� el ataque principal.

La cuesti�n es: �en que punto
el ataque ser� m�s inesperado

para ellos?

Os dir� en que punto.

Ninguna bala de ca��n
ha golpeado aqu�.

Veamos.

En la v�spera del festival
de la luna creciente,

atacaremos. Simularemos
una retirada y entonces...

�Todos a las murallas!
�Est�n atacando el lado sur!

�Cuerpo a tierra!

�Levantaos!

Necesitan tiempo para
volver a cargar los ca�ones.

�Hombres, seguidme!

�Vamos, r�pido!
�Seguid!

- Los turcos atacan a cubierto.
- �Maldici�n!

No est� lloviendo.

Todo est� tan tranquilo.

�No se mueven!

Est�n fuera del alcance
de nuestros ca�ones.

Los artilleros tampoco se mueven.

�Que significa esto?

�Que se van a retirar?

El gran visir Ahmed
es un hombre muy h�bil.

Veremos.

No se escribir�n canciones
sobre nosotros.

Por la felicidad de nuestras mujeres.

Un marido vivo es mejor
que uno muerto.

�Que tonto soy!

Volved los ca�ones
y ponedlos frente a la puerta vieja.

Es por eso que estaban tan quietos.

Solo dos ca�ones.

Vigila el cuerpo principal
porque podr�an atacar el frente.

�Por aqu�, h�ngaros!

�Disparad! �Disparad!

�Fuego!

�Fuego!

Con apenados corazones,
en Hungr�a podemos recitar el lamento

que Jerem�as escribi� de los jud�os.

Porque nuestro patrimonio
se ha repartido entre los paganos,

nuestra casa ser� de un extranjero.

Hemos sido dispersados
por los turcos paganos,

tuvimos que abandonar
nuestra patria.

Comandante

�No estamos de acuerdo
con lo que se ha hecho!

Derramar la sangre de nuestros paisanos

bombardeando nuestra propia fortaleza.

Los hombres empiezan a quejarse,

quieren recibir su paga por el asedio

Es la ley de la batalla.

Lo s�,

Teniente Hegedus.

Vars�nyi,

Hegedus se ha ido con algunos
hombres en aquella direcci�n.

�Le he estado observando!

�Me llam� maldito gitano!

�Bien, el maldito gitano tiene
dos buenos ojos!

�Nuestra Se�ora nos valga!
Es nuestra �ltima esperanza.

El pasadizo secreto est� aqu�
o en ninguna parte.

�Est� aqu�!
�La Santa Virgen nos escuche!

Mira a ver si podemos pasar.

Tratan de desertar
hacia el lado turco.

�Mejor les seguimos!

�No, yo no!

Jur� que no dejar�a
la fortaleza.

Vuelve con el comandante entonces,
y yo ir� tras ellos.

�Quien est� ah�?

Soy yo.

- �Quien es "yo"?
- �Soy yo, comandante!

Entra.

�Traici�n! El teniente
Hegedus va al encuentro

de los turcos con diez de sus hombres.

��va, est�s lo bastante fuerte
como para continuar?

D�jame tomar un respiro.
Debemos continuar.

�Al menos podr�as dejarme
llevar la bolsa!

No, la bolsa est� vac�a.

Excepto por el talism�n.

Eres tan amable Mikl�s.
Gracias. Sigamos.

He despedido a mis propios hombres.

Uno de mis tenientes
es un traidor.

Miles de turcos est�n
atacando la fortaleza.

�Resistir�is con firmeza?

�Estamos todos contigo!

�Hasta la muerte si es preciso!

�Tenemos que resistir!

Una gran fuerza como la suya
agotar� pronto sus abastecimientos.

- �Nuestra p�lvora?
- Tenemos mucha.

- �Los hombres?
- Hegedus es el �nico traidor.

Los que se llev� con �l eran diez.

Nosotros somos mil
quinientos. �Y los turcos?

Vastos como el mar.

No nos asusta el mar.
Nosotros lo hemos visto

y hemos navegado por �l.
Nosotros lo conquistamos.

�Verdad, Mekcsey?

Entonces, tras una
cuidadosa reflexi�n,

y angustiado por el destino
de los hombres de la fortaleza,

he dejado a mis soldados
para volver desarmado al fuerte

con 20 soldados turcos, e izar
la bandera del Padisah al alba.

La paz sea con nosotros. Istv�n Hegedus,
teniente de su Majestad.

- �Y bien? - Alteza sublime,
est�n en marcha!

Los diez hombres est�n
en nuestras manos como rehenes.

y el teniente h�ngaro va al mando
de nuestros soldados.

�Aqu� est�n! Pero los
que vienen son turcos,

conducidos por Hegedus!

Entonces los capturaremos vivos.

Espera.

Bien, �tira!

�Rodead la red, hombres!

�Desea alguno de ellos
ayudar en la cocina?

�Que?�un turco?
��chalo a los perros!

- Hay un h�ngaro entre ellos.
- Por favor, puedo preguntar,

a cu�ntos exactamente hab�is capturado?

Est�n todos aqu� como peces
en una red. Cu�ntalos tu mismo.

En cuanto al pasadizo secreto,
�vu�lalo!

as� ning�n otro podr� utilizarlo.

- �Adonde vas, gitano?
- A volarlo.

Debemos estar ya cerca.

Aqu� est�n los tambores de los observadores.

Pero �por qu� no est�n vigilados?

�Esto deber�a bastar!

Esto deber�a detener a cualquiera
que intentara pasar por aqu�.

�Fueron por ah�!

Deseaban descansar, me dijeron,
pero luego no volvieron a salir.

Istv�n Hegedus,

eres un traidor a tu pa�s
y a tus camaradas.

Intentaste destruir a
la gente de la fortaleza.

Esta es tu sentencia.

�Morir�s!

�Vamos!

�Ah� est�! �Seguidle!

Es todo lo que qued� en el s�tano.

Algo es algo.

Estos los dispararemos
en tres d�as.

Estos no son para disparar.

�Que clase de estrategia tienes
ahora en la cabeza?

Comandante, le pido una cosa:

D�jeme decidir que hacer con estos.

puesto que no son suficientes
para los ca�ones

Tengo algunas bombas m�s,
pero eso es todo.

Muy bien, Gergely.

�Cuantos frascos de vino tenemos?

�Vac�os? Solo unos pocos.

- Pero tenemos 50 llenos de vino.
- Eh, no toqu�is mi vino.

Vierte el vino en cubas
y trae los cascos aqu�.

No puedo hacer eso.

Haz lo que se te dice
y vac�a esos cascos.

�Que endiablada m�quina es esta?

La rueda de un viejo
molino de p�lvora.

- Al menos lo fue una vez.
- �Para qu� vas a usarla?

Voy a intentar algo.

Int�ntalo todo.
Pues lo peor est� a�n por llegar.

- Comandante, puedo ahora...
- �Qu� demonios?

Me gustar�a leerlo.
Tengo listos 12 cantos.

Gergely estaba trabajando
con mucha dedicaci�n

Pidi� ruedas de carro sin dilaci�n,

y cubri� los radios con un tabl�n...

No s� lo que ocurri�,

pero esto es todo lo que
queda de ese valiente,

y este anillo turco con un talism�n.

As� que aquel turco te estaba
diciendo la verdad la otra noche.

�Qu� noche?

Llama a Vars�nyi.

�Guarda esto!

Pero no se lo ense�es a nadie.

Podr�as perturbar a nuestro mejor hombre
en este critico momento.

Yo en verdad que no deseo
molestar a nadie.

Hare cualquier cosa que pueda por ti.

Me gustar�a darte noticias de �l.
Pero no puede ser.

Tendr�s que confiar en m�.

No hay que decir a Gergely
que est�s aqu�.

No quiero que sepa que
estoy aqu�.

�Lo juras?

Juro que permanecer� al margen.

�Estoy seguro de que ma�ana
la tempestad romper� sobre nosotros!

Y la noche pasada mi gallina
me despert� cacareando.

- Es un mal presagio.
- �Deb�a haber sido un gallo!

No, comandante,
era mi gallina favorita.

Si realmente es una gallina,
ponla en la cazuela para m�.

Se�ora Balogh,

recuerde que lo que ha escuchado es
secreto militar. �Entendido?

Y procure encontrar algo para
que se vista esta mujer.

�Vamos!

�Una mujer? �Est� tan delgada
como un espantap�jaros!

�Comandante!

Esta noche ten�is que ir
al campamento turco.

Llevareis un mensaje.

Quiero que vay�is y encontr�is
a ese derviche tuerto.

Esto es lo que ten�is que decir:

Que en la fortaleza tenemos
un ni�o turco

y tambi�n un talism�n turco.

Si viene a nosotros esta noche
y trae consigo al chico h�ngaro

le dar� los dos en compensaci�n.

Decidle que tiene
la palabra de Dob� Istv�n.

Har� todo lo que pueda.

�Istv�n Dob�!

�Puedes o�rme?

Escuchad,
h�ngaros, escuchadme.

Enarbolad la bandera blanca o
ma�ana estar�is todos muertos.

�Puedes o�rme Dob� Istv�n?

�Prep�rate a encontrarte con el Hacedor!

Ma�ana morir�is todos.

Est�n rezando
antes del ataque,

pero no por nosotros!

Est�is todos vestidos, S�rk�zi.

Es un bonito collar, Gergely.

Un regalo de mi mujer.

Por el traje festivo que
llevas,

imagino que has comprendido

que ha llegado el momento crucial.

Los turcos han desplegado
la bandera negra.

De acuerdo con sus costumbres
eso significa

que todos nosotros
vamos a ser masacrados.

Y si hemos de morir
en el campo de batalla,

encontr�monos con la muerte
como verdaderos h�roes.

Y nuestra gloria
quedara en la Historia.

�Listos!

�Tranquilos, hombres,
aqu� viene el goulash!

�Espero que est� suficientemente caliente!

Los turcos van a disfrutar esto.
�Vamos!

�Gergely! �Gergely!

Ya voy, Gergely!

�Ll�vale a mi habitaci�n enseguida!

Ve a decir al comandante
que Jancsi ha muerto.

�Vino! �Vino!

�Da vino a los hombres!

Muy bien.
�Muchacha d�jame solo ahora!

Mujeres, mujeres, parad por favor!

El comandante dijo que me har�a colgar
si vend�a m�s vino.

y si el comandante dice algo,
�lo hace!

Llena una copa para mi,
que me est� entrando sed.

Lo pasas muy bien, gitano.

Otros est�n sangrando ah� fuera
mientras tu haraganeas por aqu�.

�Espera!

�Toma!

�Nunca bebo cuando escribo!

�Pon ese ca��n en posici�n!

�De prisa, Gergely!

�Gracias Jancsi!
�Ahora, fuera de aqu�!

�Youmourdjac!

�Youmourdjac!

�Youmourdjac! �Donde est� mi hijo?

�Gergely! Ahora es el momento.
�Suelta la rueda!

�Enciende la rueda! �Que ruede!

Es una chica.

Es �va.

�Gergely! �Gergely!

- �Ven! - �Por qu�?
- No discutas. �Ven!

��va, �va!

No debo hablarte. No debo
decirte ni una palabra.

Lo juro.

Y, finalmente, los turcos se fueron.

No he llegado ah� todav�a.

�Gergely!
�Traen a tu hijo!

�Cuidado, los turcos vuelven!

�Volver�s alguna vez a ponerte un vestido?

�Quien viene conmigo a dar agua
a los caballos?