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EN VIVO
¿A QUÉ HORA SE LEVANTÓ DE MAÑANA?

NO ESTABA CON ELLA, S SÍ.

NUESTRA CHICA
SE LEVANTA TEMPRANO.

ATORMENTADA

¡JA! TE REFIERES
A QUE TIENE CONCIENCIA.

QUIZÁ.

ENTONCES, AÚN LA AMAS

- ¿Lista para ellos?
- Sí.

Adelante.

Si están aquí,
es porque ya saben quién es ella:

Una de las figuras musicales
más importantes de nuestra época.

Lydia Tár es muchas cosas.

Una pianista graduada
del Instituto Curtis,

miembro Phi Beta Kappa de Harvard.

Obtuvo su doctorado en Musicología
en la Universidad de Viena,

especializándose en la música autóctona

del Valle de Ucayali, en el este de Perú,

donde convivió cinco años
con la comunidad Shipibo-Konibo.

Como directora, Tár inició su carrera
en la Orquesta de Cleveland,

una de las "cinco orquestas mayores".

Siguieron varios puestos importantes,

entre ellos, la Sinfónica de Filadelfia,

la Sinfónica de Chicago,
la Sinfónica de Boston,

hasta llegar finalmente aquí
a nuestra Filarmónica de Nueva York.

Con esta última, organizó conciertos
para los refugiados en Zaatari,

a los que asistieron
más de 75.000 personas.

Se ha hecho célebre
por encargarles piezas contemporáneas

a músicas como Jennifer Higdon,
Caroline Shaw,

Julia Wolfe y Hildur Guðnadóttir.

Se ha propuesto
hacer arreglos de sus obras

con compositores del canon.

Ha dicho:

"Estos compositores dialogan entre sí,
pero no siempre de forma gentil".

Lydia Tár también ha escrito piezas
para el teatro y el cine.

De hecho, es una de los 15 artistas
denominados EGOT,

o ganadores de los cuatro principales

premios del mundo del entretenimiento:
Un Emmy, un Grammy,

un Oscar y un Tony.

Como cabe suponer,
es una exclusiva y deslumbrante lista

que incluye a Richard Rodgers,
Audrey Hepburn, Andrew Lloyd Webber

y, por supuesto, a Mel Brooks.

En 2010, con el apoyo de Eliot Kaplan,

Lydia fundó el programa
de Becas Accordion para Directores,

que fomenta el espíritu emprendedor
y las oportunidades

para directoras de orquesta,

y les gestiona pasantías
con las principales orquestas del mundo.

En 2013, Berlín escogió a Tár
cómo su directora principal

en reemplazo de Andris Davis.

Y la dirige desde entonces.

Al igual que su mentor, Leonard Bernstein,
Tár siente afinidad por Mahler,

cuyas nueve sinfonías grabó
con las cinco grandes orquestas.

Pero nunca llegó a completar
el denominado "ciclo"

con una sola orquesta hasta ahora.

Bajo su dirección, Berlín ha grabado
ocho de las sinfonías de Mahler,

dejando para el final la principal,
la Quinta Sinfonía.

Debido a la pandemia, ese concierto,

programado para el año pasado,
debió ser cancelado.

Pero supe que el mes entrante,
Lydia grabará en vivo la Quinta de Mahler,

con lo que completará el ciclo,
y Deutsche Grammophon lanzará

un recopilatorio
que coincidirá con el natalicio de Mahler.

Como si esto no fuera suficiente,
su nuevo libro TÁR sobre TÁR,

será publicado por la editorial Doubleday
a cargo de Nan Talese,

justo a tiempo para Navidad,
y será un regalo perfecto

sí tienen un calcetín extragrande
dónde meterlo.

The New Yorker te da la bienvenida.
Gracias por venir, maestro.

Gracias, Adam.

Lydia, no pude...

Noté que te sorprendiste un poco
mientras leía tu biografía.

¿Fue porque olvidé
algún otro logro tuyo excepcional?

¿O porque eres consciente

de los logros tan diversos
que has cosechado?

Hoy día,
la palabra "diverso" está mal vista.

Nuestra época es la de los especialistas.

Te ven con malos ojos
sí intentas hacer más de una cosa.

- Los artistas son encasillados.
- De forma agresiva.

¿Crees que llegará el momento
en el que el entorno de la música clásica

dejará de hacer distinciones de género
para diferenciar a los artistas?

No soy la más indicada para responder
porque no leo reseñas.

- ¿Nunca?
- No.

Pero es raro
que alguien se haya sentido obligado

a usar "maestra" en lugar de "maestro".

A las mujeres cantantes
no las llamamos "cantatrices".

Es cierto.

Pero en cuanto
a la discriminación de género,

no tengo motivos para quejarme.

Tampoco deberían tenerlos
Marin Alsop, JoAnn Faletta,

Laurence Equilbey, Nathalie Stutzmann.

Hay muchas mujeres increíbles
que nos precedieron.

Mujeres que vivieron lo más duro.

Eso es fascinante. ¿Quién, por ejemplo?

Pues primeramente, Nadia Boulanger.

Ese sería el ejemplo feliz.

El ejemplo triste sería Antonia Brico,

quien fue una fantástica directora,

pero fue confinada
al nada glamoroso papel

de "directora invitada"
y tratada como una artista de segunda.

¿Nunca logró dirigir
una orquesta importante?

Sí llegó a dirigir
la Filarmónica de Berlín y la Met,

pero sólo como directora invitada.

En esa época, todo era muy sexista.

Por suerte, los tiempos cambian,
y la visión sobre ciertas cosas

se ha ido transformando
lenta pero progresivamente.

Sin duda están cambiando.

Lydia, hablemos un poco
sobre actuar como traductora.

Algunos aún piensan que el director
es como un metrónomo humano.

Eso es verdad hasta cierto punto.

- Sí, pero...
- Pero marcar el tiempo es complicado.

- Sospecho que lo es.
- Eso espero.

Pero el tiempo es clave.

El tiempo es la parte esencial
de la interpretación.

No puedes empezar sin mí.
Yo arranco el reloj.

Mi mano izquierda da indicaciones,
pero la derecha, la segunda mano,

marca el tiempo y hace que avance.

Pero, a diferencia de un reloj,
a veces mi segunda mano se detiene,

lo que significa que el tiempo se detiene.

Lo que el público cree

es que dirijo la orquesta en tiempo real

y decido cuándo reiniciarlo todo

o cuando olvidarse del tiempo.

En realidad, desde el principio,

sé exactamente cuál es el tiempo

y en qué momento preciso tú y yo
llegaremos juntos a nuestro destino.

Yo descubro estas cosas en los ensayos.

Nunca en los conciertos.

Sé que es una pregunta difícil,
pero si pudieras describir

algo que te enseñó Bernstein, ¿qué sería?

Kavanah.

Es la palabra en hebreo para "intención".

¿Qué prioriza el compositor
y qué priorizas tú?

Y cómo se complementan ambas.

Kavanah.

Para muchos en el público
esa palabra significa otra cosa.

Sí, me imagino.

¿Es cierto que el director no siempre
fue parte de la música clásica?

Así es.

En algún lado leí que quien dirigía
era el primer violín.

Sí, era el primer violinista,
ya fuera que supiera hacerlo o no.

¿Cuándo y quién cambió eso?

El compositor francés Jean-Baptiste Lully,

quien al parecer dirigía usando
una vara enorme y puntiaguda

para marcar el tiempo en el suelo.

Supongo que eso
no le agradaba mucho a los músicos.

Pero esa técnica se dejó de usar

cuando Lully se apuñaló el pie
por accidente con la vara y falleció.

De gangrena.

Pero en fin...

Pero el director

se hace esencial
cuando la orquesta se agranda.

Y volvemos a Beethoven.

Eso no empieza con la octava.

El compás de entrada es silencioso.

Alguien tenía que iniciar ese reloj.

Alguien debía decidir en qué dirección ir

y decirles "síganme".

Y cuando quien guiaba era Lenny,

la orquesta producía música
exquisitamente placentera.

Porque él conocía la música,
especialmente a Mahler,

tan bien o mejor que cualquiera.

Y a menudo jugaba con la estructura

porque quería que los músicos sintieran
que nunca habían visto

ni escuchado ni interpretado esa música.

Hacía cosas radicales

cómo ignorar el tempo primo
o acabar una frase molto ritardando,

aun cuando no tuviera esa marca.

¿No exageraba?

No, en absoluto.

Disfrutaba lo que descubría.

Hace poco mencionaste
que descubres cosas en los ensayos.

¿Cuándo empezará de nuevo ese proceso?

El lunes.

¿Inmediatamente?

Con esta sinfonía, la idea es

tratar de adivinar la intención de Mahler.

Sabemos qué buscaba
en sus otras sinfonías.

Le inspiraba tanto la poesía de Rückert

que durante años,
sólo creó piezas basadas en sus obras.

Pero todo esto cambia con la Quinta.

La Quinta es un misterio.

La única pista que nos dejó
se ve en la cubierta del manuscrito.

Sí, la dedicatoria a Alma,
su flamante esposa.

Así que si planeas abordar
la Quinta Sinfonía de Mahler,

tu primera tarea es tratar de entender

ese matrimonio tan complejo.

¿Tu interpretación de ese matrimonio
es distinta a la que tenía Bernstein?

Tú mencionaste mi trabajo etnográfico
en el Amazonas.

En ese sentido, los Shipibo-Konibo
sólo son receptores de un icaro o canción

sí quien la entona está presente.

En el mismo lado del espíritu que la creó.

Así convergen el pasado y el presente.

Son los dos lados
de una misma moneda cósmica.

Para mí tiene sentido
esa definición de fidelidad.

Pero Lenny creía en la teshuvah.

El poder talmúdico
de retroceder en el tiempo

y transformar la importancia
de los actos del pasado.

El Adagietto que interpretó
en el funeral de Robert Kennedy

duró 12 minutos.

- Lo interpretó como una misa.
- Sí.

Cuando se escucha la grabación,

se siente la tragedia y el pathos.

Interpretar de esa manera a Mahler
tuvo sentido más adelante en su vida,

luego de su fracaso profesional
y de que Alma lo dejara por Gropius.

Pero, como dije antes,
estamos lidiando con el tiempo.

Y esta pieza no es producto
del dolor y la tragedia.

Más bien surgió del amor juvenil.

Entonces elegiste...

El amor.

¿Exactamente cuánto durará?

Siete minutos.

Me conmovió lo que le dijiste a Adam

acerca de la interpretación
y de los sentimientos específicamente.

Y que escogiste el amor.

Sé que las lágrimas
deberían dejarse para el público, pero...

¿Nunca te has sentido abrumada
por la emoción

- cuando estás en el podio?
- Sí.

Sí, eso pasa.

Con ciertas obras, existe una relación
de expectativa y recompensa.

Hay ciertas partes en ellas
que me parecen tan increíbles

que cuando estoy dirigiendo
no es que me apuro por llegar a ellas,

pero sí hay impaciencia.

Eso pasa todo el tiempo.

Entonces es algo físico y emocional.

Debe tomar horas
hacer a un lado tantas emociones.

Uno dice cosas que los otros recuerdan,
pero tú no.

Y es imposible dormir.

Como mi primer año en Smith.

¿Qué pieza te genera eso?

¡Sí te vi!

El año pasado te vi dirigir
La consagración de la primavera en el Met.

Fue tan intenso.

Gracias.

Es como una pistola de 11 balas,
un número primo,

que te impacta como víctima y victimario.

Después de dirigirla, me convencí
de que todos podemos ser asesinos.

Por cierto, qué bolso tan fantástico.

Gracias. Me alegra que te guste.

Me encanta.

Perdón. Tu almuerzo con el Sr. Kaplan.
Su chofer te espera.

De acuerdo. Perdón, pero olvidé tu nombre.

- Whitney Reese.
- Whitney.

Por supuesto.

Disculpa, se me hizo tarde
y tengo un compromiso

- que no puedo eludir.
- Descuida. ¿Puedo escribirte?

EN VIVO
OBSERVA LO QUE VEO.

HABITACIÓN DE PLÁCIDO DOMINGO.

CREE QUE ESTÁ SIENDO IRÓNICA.

Está perfecto, Aldo.

Esperaba poder celebrar.

Yo también. Tengo una clase en Juilliard.

- Qué bueno.
- Se lo prometí a Ben.

Seguramente varias se pelearán
por una beca Accordion.

El programa debería ser más incluyente.

- ¿Más becarios?
- No, incluir a ambos sexos.

Luce algo pintoresco
que sólo aceptemos mujeres.

Ya probamos nuestro punto.

Y francamente,
ha sido fácil conseguirles pasantías.

Excepto a una.

Pues sí.

- Ella tenía problemas.
- De eso me enteré.

Ese asunto es la comidilla
en las reuniones de negocios de su padre.

- Perdón por eso.
- Descuida.

Yo me encargaré.

¿Quieres alterar
el principio fundador de Accordion?

Perderemos donantes.

Es cierto.

Quizá podríamos revisar eso después.

Desde luego.

El Bryant Park está reservado para el 25.

Nan me pidió ayudar a llenar el lugar,

así que el Kaplan Fund financiará
la promoción en radio y vallas.

Y pagará "claqueros".

Es demasiado grande.
Debió reservar el Strand.

Tranquila. Todo saldrá bien.

Casi coincide con tu cumpleaños.

Lamenté que no asistieras
a mi concierto de Mahler en Londres.

Yo también.

Petra tenía un acto escolar.

Y le prometí a Sharon que iría.

Por supuesto.

Esperaba tu crítica sincera.

Los músicos me calificaron estupendamente.

Eso es confidencial, Eliot.

El oboísta principal es mi admirador.

De regreso, escuché tu concierto
con la Filarmónica de Israel.

Me sorprendió lo que sacaste
de esa sección de cuerdas

en el último movimiento.

¿Cómo lograste eso con ellos?

¿Fue la sala? ¿Los músicos?

Los músicos no fueron muy amistosos.

El violinista principal me preguntó
luego del primer ensayo

- si yo era Judía.
- ¿Qué?

Le pareció inusual y sospechoso

que a alguien no Judío le interesara
interpretar música Judía.

Me sentí como Max Bruch.

Por ser yo todo un Judío,

el Kaplan Fund les donó dinero
para varias piezas de música klezmer.

- Quizá me inviten a dirigirlas.
- Será un honor para ellos.

Por favor. Sé quién soy.

El dinero no siempre compra todo.

Tú sabes que eso es mentira.

Intenté sobornar a Francesca
para que me dejara ver tu partitura.

- Pero se negó.
- Bien por ella.

Aquel caballero sentado allá con ese gnomo
no deja de mirar nuestra mesa.

Al principio, creí que me miraba a mí,

pero creo que te mira a ti.

Intenta ignorarlo.

Podría ir a lavarme las manos
si desean estar a solas.

Eso nunca te lo perdonaría.

No deseo verme obligado a conversar
con alguien idéntico a mí.

¿A qué hora te vas mañana?

Francesca me busca un vuelo.

Que ya no lo haga. Vete cuando gustes.

No tienes que hacer eso.

No lo hago por motivos altruistas.

Sólo déjame darle un vistazo
a tu partitura.

De acuerdo.

- ¿Está bien a las 5:15?
- Claro.

Debo viajar de inmediato.

Debemos llenar una vacante.

Dime que es la de Sebastian.

No seas injusto.
Sebastian posee una técnica decente.

Sabe usar la batuta.

Hace un mes, visité el Bunkamura

y lo vi destrozar
el Concierto para piano n.º 1 de Chopin.

Sebastian es un mediocre.

Más bien un robot.

¿Por qué lo mantienes?

- Sabes que Andris lo eligió.
- Sí, heredaste esa decisión.

Ya pasaron siete años. No finjas más.

Son contratos de trabajo distintos.

Es un tipo raro.

- ¿Andris?
- No, Sebastian.

Tiene fetiches.

¿Qué tipo de fetiches?

Nostalgia por partituras antiguas
en miniatura de Kalmus,

o lápices que él vio sostener
a von Karajan en fotografías.

Cosas como esas.

Qué deprimente.

Pero tienes razón.

En algún momento tendré que reemplazarlo.

¿Con quién?

El arreglo de cuerdas
de Lo que me dice el amor.

El mismo Mahler te lo sugiere.

Lánguido, apacible, conmovedor.

Por favor.

No creo que quieras copiarte de otros.

- Y mucho menos de mí.
- Sí quiero.

- ¿Así dejarás de fastidiarme?
- Sí.

Arco libre.

No es lo más atractivo para el público,

pero si logras
que los músicos se enfoquen,

el sonido es potente.

No hay mérito en copiar, Eliot.

Dirige a tu manera.

Muy bien.

Detengámonos aquí.

- Gracias, Max. Bien hecho.
- Gracias.

Quisiera entender

por qué entraste en Juilliard.

¿Porque es el mejor conservatorio
de música del país?

Quizá los de Curtis y Eastman
no opinen lo mismo.

Juilliard es una referencia, ¿verdad?

¿Viniste aquí por una referencia?

- No.
- Exacto.

Debió haber un Profesor o un egresado

que te haya servido de inspiración.

Aspiras a ser como esa persona.

- ¿Quién fue?
- Sarah Chang.

- ¿Eres violinista?
- Sí.

De acuerdo.

Ya entiendo por qué elegiste dirigir
una pieza como esta.

Debe ser un placer
dirigir una sección de cuerdas

que cree tocar afinada.

Esta es una pieza muy actual.

Aquí la compositora nos pide empezar

con "golpes de trémolo
con escobillas metálicas

y deslizarlas lentamente sobre crótalos".

Parece la receta para cocinar ciervo
de René Redzepi.

Es emocionante
tocar música nueva, ¿verdad?

- Sí.
- Exacto.

De acuerdo.
Siéntate con los otros estudiantes.

Sé que todos son
estudiantes de dirección del Sr. Wolfe,

pero ¿cuántos de ustedes
también estudian composición?

- ¿Cómo te llamas?
- Olive Kerr.

Muy bien, Olive.

¿Qué opinas de lo que escuchaste?

Es fantástico.
Se siente una atonalidad increíble.

Coincido con lo de la atonalidad.

Pueden contemplar
o masturbarse intelectualmente

elogiando lo "atonal".

Pero la pregunta clave aquí es:
¿qué están dirigiendo?

¿Qué efecto está teniendo en mí?

La buena música puede tener florituras
o ser simple como un cobertizo,

siempre y cuando les permita
responder ambas preguntas.

Max.

¿Qué opinas?

Cuando Anna Thorvaldsdóttir
dictó su clase magistral,

dijo que en ella influyeron la forma,

la estructura de los paisajes
y la naturaleza en la que creció.

Pero no sé si le interesaba en sí
describir esos sonidos.

Muy Punkt Kontrapunkt.

Sí.

La intención de su composición
es cuando menos vaga.

Si su intención es vaga,

¿cómo ustedes, como directores,
pueden hacerse una idea de algo?

Aunque habrá ocasiones
en las que no tendrán más opción.

Tendrán que pararse ante una orquesta

y pretender que allí están
unas estructuras invisibles.

Pero espero
que no tengan que pasar por el bochorno

de pararse a dirigir un 433
sin entender nada de la pieza.

Porque ahora, amigos míos, es el momento

de dirigir música
que realmente exija algo de ustedes.

Música que todos conocen,
pero que les sonará distinta

cuando ustedes la interpreten para ellos.

Por ejemplo, Max, ¿por qué no un Kyrie?

Algo como Misa en si menor de Bach.

No me gusta Bach.

¿No te gusta?

Max.

¿Has leído el libro sobre él
de Schweitzer?

No.

Deberías, porque es una obra importante.

Lo mismo pensaba Antonia Brico.

Tanto que viajó hasta el África Ecuatorial

y navegó el río Congo
en busca de Schweitzer

para pedirle que le enseñara
lo que sabía de Bach.

En algún lado guardo una foto de ella
con un sombrero salacot.

¿Alguna vez has interpretado
o dirigido algo de Bach?

Como persona BIPOC y pangénero,

la vida misógina de Bach
hace que me sea imposible

tomar su música en serio.

Explícame a qué te refieres con eso.

¿No engendró unos 20 niños?

Sí, eso está documentado.

Además de una cantidad considerable
de música.

Lo siento, pero no entiendo qué relación
hay entre sus proezas sexuales

y la Si menor.

En fin. Esa es tu decisión.

Al fin y al cabo
"un alma elige a su propia sociedad".

Lo malo de una decisión como esa

es que no te deja ver otras cosas.

Por supuesto,
aislar lo que es aceptable y lo que no

es el constructo básico de la mayoría
de las orquestas sinfónicas de hoy,

que se creen con el derecho
de elegir en nombre de los ignorantes.

Pero, aunque poco sólida,
la aversión de Max merece ser analizada.

¿Puede la música clásica,

compuesta por un montón
de blancos religiosos y austroalemanes,

exaltarnos individual y colectivamente?

¿Y quién decide eso?

¿Qué tal Beethoven?

¿Les gusta?

Porque para mí, una lesbiana intensa,

el viejo Ludwig no me simpatiza tanto.

Pero entonces lo confronto.

Y me encuentro de frente
con la magnitud de su obra

y su inevitabilidad.

Ven, Max. Permíteme.

Analicemos a Bach de una manera similar.

Siéntate.

Estas sólo son filigranas.

Podría ser una estudiante de piano
de primer año.

O Schroeder tocando para Lucy.

O si vamos al caso, Glenn Gould.

Recién cuando cambia

y te metes en él
es que escuchas lo que significa.

Es una pregunta.

Y una respuesta.

Que genera otra pregunta.

Hay cierta humildad en Bach.

No finge estar seguro de nada.

Porque sabe que es siempre la pregunta
la que involucra a quien escucha.

Nunca la respuesta.

La gran pregunta para ti es:

¿Qué piensas, Max?

Tocas muy bien.

Pero no me atraen los compositores
blancos, hombres y cisgéneros.

Frena tus ganas de sentirte ofendido.

El narcisismo por las pequeñas diferencias
conduce al conformismo más aburrido.

Supongo que Edgard Varèse tiene razón.
Me gusta su Arcana.

Entonces debes saber
que Varèse una vez afirmó

que el jazz "era una producto de negros
explotado por Judíos".

Tampoco impidió
que Jerry Goldsmith se robara

su partitura de El Planeta de los simios.

¿No te parece eso el insulto perfecto?

Pero, a ver,

el problema al declararte
un disidente epistémico ultrasónico

es que si el talento de Bach
puede reducirse a su género, país,

religión, sexualidad y demás,
el tuyo también.

Algún día, Max,
cuando salgas al mundo exterior

y te inviten a dirigir
una orquesta grande o pequeña,

verás que los músicos tienen

más que lamparillas y partituras
en sus atriles.

También se les entregan
hojas de evaluación

para que te evalúen.

¿Qué clase de criterio
esperas que usen para evaluarte?

¿Cómo interpretas la partitura
y usas la batuta? ¿O algo más?

Atención. Usando el criterio de Max,
evaluemos lo que usó.

En este caso, Anna Thorvaldsdóttir.

¿Concordamos
en dos características de ella?

La primera, Anna nació en Islandia.

Y la segunda, que ella podría ser descrita
como una mujer supersexi.

Levanten las manos.

Ahora volvamos la mirada al piano al fondo

y veamos
si alguna de esas dos cosas coincide

de alguna forma
con la persona sentada ante nosotros.

¿Adónde vas?

Eres una maldita perra.

Y tú eres un robot.

Por desgracia, quienes moldean tu alma
parecen ser las redes sociales.

Si quieres enmascararte y bailar,
toca la música del compositor.

Debes sublimarte a ti mismo, a tu ego,
y a tu identidad.

De hecho,
debes pararte ante el público y ante Dios

y anularte como individuo.

Muy bien.

Jake sabía
que te gustaría la caída del pantalón.

Sí, pero sólo si me mantengo delgada
hasta el mes próximo.

Nunca subes de peso.

Tu mamá me escribió.

Sabe que estás ocupada, pero quería verte.

Mejor la próxima.

¿Qué deseas cenar?

No. Me quedaré a aprovechar este piano.

Sospecho del mi natural
en la línea del violonchelo.

¿No te suena a refrito de Charles Ives?

No.

Pero descuida.
Llamaré a Houston y serán flexibles.

¿No verás a tus amigos de New Haven hoy?

No.

¿Paso luego a buscar notas?

No hace falta.

De acuerdo.

Casi lo olvido.

- Dejaron esto en la recepción.
- ¿Quién lo dejó?

No dijeron.

¿Sin tarjeta?

No.

Déjalo allí. Gracias.

- Buenas noches.
- Adiós.

¿Cuándo te enteraste?

Esta mañana.

El Sr. Kaplan estaba muy apenado.

Conseguí tiquets
para el vuelo de las 7:00 a. M. A Múnich.

La escala es corta,
pero servicios especiales te guiará.

¿Cómo marcha lo de DG?

Dime que finalmente
entendieron lo acertado

de lanzar un elepé genuino.

No han dicho nada.

¿Viste el correo que te envié?

- Lo envié anoche.
- Reenvíame su respuesta.

¿Qué te pareció
la entrevista de The New Yorker?

- Estuvo bien.
- No estás siendo directa.

- Hablé demasiado.
- No.

Más bien estuviste fabulosa.

¡Francesca!

Si deseas ser directora de orquesta,
acostúmbrate a decir lo que piensas.

De acuerdo. Quizá deberías
hablar menos de la relación de...

¿De Lenny y yo?

No, me refería a la de Mahler y Alma.

Insinuaste que ella le fue infiel.
No estoy de acuerdo con eso.

¿De veras?

Alma también componía.
Pero él insistió en que dejara de hacerlo.

Sólo había lugar para un...

- ¿Imbécil en la casa?
- Imbécil. Sí.

Pero ella accedió.
Nadie lo decidió por ella.

#ReglasDelJuego.

Si la mujer puede subir al cadalso,

también puede hacerlo
a la tribuna pública.

¿De acuerdo?

- ¿Cómo pasaste la noche?
- Sin novedad.

¿Te quedan las píldoras de Sharon?

No, pero el Dr. Korovin mandó estas.

Gracias.

Recibí otro correo extraño de Krista.

- ¿Qué le contesto?
- Nada.

Parecía bastante desesperada.

La esperanza es lo último que se pierde.

EN RIESGO

¿La compañía eléctrica te paga
por dejar las luces encendidas

y no me lo has dicho?

Siento palpitaciones.

Son cada vez más intensas.

No encuentro el metoprolol.

Encontré esta suelta en el cajón.

¿Es esta?

Sí.

Gracias.

¿Ese bolso es nuevo?

Eliot me lo regaló.

¿Lo quieres?

Te combina.

Intentemos

bajar esos latidos a 60 por minuto.

Lo ideal es 64.

Intenté llamarte a tu teléfono anoche.

Y luego al Hotel.

Debí estar dormida.

- No tienes el sueño tan pesado.
- No te pongas regañona.

Me preocupa Petra.

Es cada vez más introvertida.

Sé más específica.

Llega a casa
con moretones en las espinillas.

Le pregunto qué le pasa,
pero no me responde.

Espero que sea por jugar fútbol

y no porque la acosan por ser extranjera.

Ya hablamos de esto.

Tal vez deberíamos esforzarnos
en buscarle amigos.

El año pasado fue duro para ella,

estar encerrada
con dos ancianas como nosotras.

Ya tiene edad
para aprender a tocar el piano.

Le enseñaré.

Buena idea.

¿Cómo sientes el corazón ahora?

Mejor.

¿Quién toca?

¿Lenny?

¿Walter?

Eres tú, MTT.

¿Por qué insistes en posponerlo
de esta manera?

Viniste aquí a disfrutar,
no a gritar como una actriz porno.

Michael Tilson Thomas...

Hola, Petra.

¿Qué haces espiando?

Dime y te ayudaré.

¿Sharon?

Llevaré a Petra a la escuela.

De acuerdo.

- Vamos.
- Adiós.

"¿Quién llevará el paño?".

"Nosotros", dijo el Reyezuelo.

- "Nosotros hembra y macho".
- "Macho".

"Yo...".

"Nosotros llevaremos el paño".

"¿Quién cantará un salmo?".

"´'Yo', dijo el Tordo,
posándose sobre una rama.

Yo cantaré un salmo".

"¿Quién repicará la campana?".

"'Yo', dijo el Buey, porque puedo hacerlo.

Yo repicaré la campana".

"Todos los pájaros del cielo
cayeron suspirando y sollozando

cuando oyeron repicar la campana
por el pobre Petirrojo".

No te preocupes.

Muy bien. ¿Cuál es?

La de rojo.

Adiós.

Hola, Johanna.

Soy el padre de Petra.

Me ha hablado mucho de ti.

Sé lo que le haces.

Si te vuelves a meter con ella,
¿sabes lo que haré?

Te lo haré pagar.

Si le dices a un adulto
lo que te acabo de decir,

no te creerán.

Porque yo soy adulta.

Pero créeme que te lo haré pagar.

Recuerda esto, Johanna.

Dios nos observa.

- ¿Están en la sala de cámara?
- Sí.

No.

Buenos días.

Perdón, maestro.
No sabíamos si iba a venir.

Nos dijeron que quizá habría
un conflicto de horarios.

¿Quisiera que tomara notas?

No, gracias, Sebastian. No será necesario.

- ¿Tenemos las hojas de evaluación?
- Lo redujimos a tres.

Si no hay nada más que agregar,
que pase el primero.

Goossens se pone de pie y toca un "la".

Por supuesto, León era famoso

por su vibrato largo.

Beecham lo mira y dice:
"Caballeros, elijan el que guste".

¿Cómo va la escritura?

Nunca sé cómo responder esa pregunta.

Suena a un acto físico.

Como preguntar cómo va la cagada.

Está bien. ¿Cómo va el pensar?

No muy bien.

Escucho algo que me gusta,

pero me doy cuenta
de que estoy copiando a otro.

Todo es copia.

Todos usamos la misma gramática musical.

Mira la Quinta de Beethoven.

La melodía del tercer movimiento
posee la misma secuencia de intervalos

que la melodía inicial
del último movimiento de la 40 de Mozart.

Quizá sea una coincidencia.

No en este caso.

Si examinas los bocetos que usó,

aparecen 29 compases
del movimiento final de Mozart,

que Beethoven copió.

Por Dios. Eso me parece deprimente.

Terminé de leer tu manuscrito.
Es excelente, Lydia.

Será memorable.

Mi libro quedará en el olvido,
pero el tuyo se mantendrá vigente.

Tienes razón.

La primera edición
siempre estará disponible.

Eres muy modesta, como siempre.

Gracias, Andris.

Lo atesoraré.

También podrías usarlo.

Para la publicidad en la portada.

Gracias. Se lo enviaré al editor.

Espero que aún haya tiempo.

Me enorgullece llamarte mi pupila,

aunque no había nada que enseñarte.

Eso no es cierto.

Nunca habría llegado a este puesto
de no ser por ti.

Entonces estarías en Londres o Nueva York.

No son como Berlín.

Además, no sé qué haría Sharon
si alguna vez nos fuéramos.

Es muy apegada a su familia.

Sí. Las hermanas Goodnow.

Recuerdo que la mayor era insoportable

cuando era ejecutiva de DG.

Heike es muy obstinada.

Y esa voz.

Y es insoportable
la cantidad de estupideces que dice.

Tenía que huir a mi antigua casa
para poder componer.

Schopenhauer medía la inteligencia
según la sensibilidad al ruido.

¿No fue a él a quien una mujer demandó
por arrojarla por unas escaleras?

Sí.

Pero no se sabe si este desliz privado
tiene alguna relevancia en su obra.

Llegas tarde.

- Dame tu bastón.
- Gracias.

Yo lo ayudo.

Pero es también...

Es como si la escucháramos muy a lo lejos.
Es como...

Perdón.

Harald, ¿podrías armar algo rápido
para nosotros?

Nos gustaría un arreglo idéntico
para la grabación en vivo.

Uno, dos, uno.

Luce bien, pero necesitamos escucharlo.
No es...

Es mucho más lento.

- ¿Cómo se siente aquí?
- Muy bien.

Excelente, pero es una pena que no podamos
hacer una grabación directa a disco.

Más bien es una desgracia.

¿Me envías los MP3?

Claro. Pero ¿no prefieres unos WAV?

No. Prefiero algo
que escuchen en dispositivos.

- ¿Y el video?
- Sí. Cámara A lado izquierdo.

- Bien.
- Gracias, chicos.

- Adiós. De nada.
- Adiós.

¿Quieres más fuerza en esa parte?

Aquí, porque la dinámica que domina
es forte, lo cual no conviene.

Una cosita, maestro.

Durante el scherzo,
el sólo de clarinete es algo ruidoso.

Más bien debería ser una figura
que acompañe a los violines.

Pero salvo por eso, vamos por buen camino.

Gracias, Sebastian.

Gracias.

¿Es acertada su evaluación?

No me parece.

El clarinete se ejecuta en piano
y nosotros en pianissimo.

Sebastian se sienta en la platea.

Pero el sonido no se dispersa
en el área del entresuelo.

Algo más lúdico.

Tanya y yo hicimos esto con Gustavo.
Transmite mucho.

Sí, quedó maravilloso, Karl.

Quizá podríamos intentar
algo menos calculado.

¿Algo sencillo como esto?

No sé cómo prefieres iluminarlo.

Dile a Harald
que baje las luces a la mitad.

Baja las luce a la mitad, por favor.

Podría resultar,
pero necesito traer otras luces.

Si se quiere algo así,

necesitaré luces cálidas
la próxima semana, Tanya.

Olvida las estroboscópicas.

Gracias por esperar.

Descuide, maestro.

¿Qué le pareció el ensayo de hoy?

Sebastian cree que tu sólo en el scherzo
es un poco ruidoso.

- Es posible.
- No opino igual.

Debes tocar más alto que el primer violín.

Sí, es cierto.

Sebastian está envejeciendo, Knut.

Lo voy a reemplazar.

Eres el primero en saberlo.

Pues...

convocaré una reunión
para someterlo a votación.

No hace falta.

Tenemos que votar.

Sé lo del cónclave electoral.

Pero soy yo quien nombra
al director asistente.

¿Me apoyarás con los demás?

Muy bien.

- ¿Con quién lo reemplazará?
- Barajo varios nombres.

Pero lo principal es proceder
con esto de inmediato.

Entiendo.

Maestro, los otros músicos quisieran saber
sí eligió la pieza complementaria.

Juro que pronto les informaré.

Descuide.

Cambiando mayor a menor.

Perdón. Toqué la puerta.

Querías que te devolviera las llaves
cuanto antes.

Sí, gracias.
¿Usaste la tarjeta de la compañía?

Úsala para pagar el taxi a tu casa.

Todo está en orden. Puedes irte.

No era sólo por las llaves.

Necesito un abrazo.

Este no es lugar para eso, Francesca.

No es por...

Yo sólo...

Alguien de Accordion me envió esto.

No.

- ¿Cuándo sucedió esto?
- Anteayer.

En ese correo que te envió,
ya se sentía que ella...

Bórralo, igual que el resto.

No nos involucremos en intrigas.

No llores. No había manera de detenerla.

No era una de nosotros.

Pienso una y otra vez
en nuestro viaje a Ucayali.

Las tres nos llevábamos tan bien.

Sí, antes de que ella empezara a exigir.

Algo en ella no andaba bien.

Tenía tanto potencial.

- Es cierto.
- Sí.

Casi tanto como tú.

Ahora tenemos que olvidarla.

¿Lo entiendes?

¿De acuerdo?

- Lo siento.
- No.

Sé que estás trabajando.

Tus...

Tus llaves están en la mesa de la cocina.

Mejor evita a la Srta. Taylor.

Es una mujer problemática e inestable.

Krista Taylor no es apta...

No la recomiendo

su extraño comportamiento

no es apta

les advierto

del peligro

para su orquesta.

Se durmió enseguida.

No tuve que obligarla.

Y llegó de mucho mejor humor.

Bien por ella.

Hoy conocí a la nueva chelista.

¿Qué tal?

Olga Metkina. Es rusa.

Muy talentosa.

Qué bueno.

Su postura facial es algo exagerada.

¿Por qué?

Cuando ejecuta un legato,
parece estar cerca de un orgasmo.

Es joven.

Ya la conoces.

Francesca mencionó algo.
Le organizará un almuerzo de bienvenida.

Quizá deberías posponer eso.

La invitación está sujeta a condiciones.

¿Tienes dudas?

La verdad no.

Veremos si encaja.

¿Tomaste tu pastilla?

Gracias por recordármelo.

¿Cómo se portó Johanna ayer?

Ahora no se me acerca.

Qué bien. Avísame si eso cambia.

Petra, ¿anoche de casualidad
no entraste a mi estudio?

No, Lydia.

Porque sabes
que no puedes estar allí sola.

Lo sé.

De acuerdo.

No es algo tan básico.
Debe ser más caótico.

Mucha presión.

Es algo que todos conocen mucho.

No ayuda que conozcan tan a fondo
esta pieza.

Desde el mismo punto.

Por favor, por favor.

Deben observar.

Es como si fuera una persona
cantando con muchísima pasión.

¡Maestro!

¡Qué sorpresa! Estaba almorzando.

- ¿Desea comer algo?
- No, gracias.

- ¿Una taza de té?
- No, gracias, Sebastian.

A veces olvido
cuán impresionante es tu colección.

¿Ese es Kalinnikov?

¿No es maravilloso?

Debería estar en un museo.

Pagué por él 100 rublos
en una feria callejera de Kiev en 1990.

Poco después de caer el Muro.

Eso debió ser algo único.

Fue increíble vivirlo.

Acababa de llegar aquí con Andris,

y de repente lo imposible fue posible.

Me gustaría hablar de algo.

¿De la reunificación?

No. Pero toma asiento, por favor.

Era hablar sobre la posibilidad
de que dirijas una orquesta.

Pero ya la dirijo.

Sí, pero no como director adjunto.

Si no es ahora, ¿cuándo, Sebastian?

¿Dejar Berlín?

Sí, mudarte a otro lugar.

Pero este es mi hogar.

Nuestro único hogar es el podio.

Siempre tenemos listo el equipaje.

Tú lo sabes bien.

Sólo piénsalo.

Tómate tu tiempo.

No tenemos que decidirlo de inmediato.

Fue la chica, ¿verdad?

¿Qué chica?

No me lo está preguntando.
Me está informando.

En cuanto llegó,
supe que mis días estaban contados.

Andris me dijo que no me preocupara,
pero yo lo supe.

No sé de qué estás hablando.

Por favor.
Es sólo que nadie se atreve a mencionarlo.

Sabemos lo que hace.
Los favorcitos que concede.

Yo...

No sé qué decir, Sebastian.

¿Tú tienes la audacia
de cuestionar mi integridad?

No. Perdone, maestro. No sé lo que digo.

No. Claramente sabes
lo que estás diciendo.

Si eso es lo que piensas de mí,

entonces no tiene sentido
que permanezcas aquí.

No, maestro. Perdóneme, por favor.

¿Por qué lo haría?

¿Por tu servilismo, tu hipocresía,
tu misogamia?

- ¡No soy misógino!
- Misógamo.

Es el odio al matrimonio.

Andris aún sigue casado.

Y tú ocupas un apartamento
en el mismo piso, ¿verdad?

No me agrada lo que insinúa.

Podría provocar más que habladurías.

Lo sé.

Apenas si sobrevivimos a Der Spiegel
cuando salimos juntas del armario.

Pero nadie te puede acusar de nada
con Francesca.

Las dos no son pareja.

Es cierto. Yo sólo...

Es que me indigna pensar
que el viejo robot tenga razón en algo.

Seguro fue corriendo a ver a Andris.

¿Hay alguien más
igual de calificado que Francesca?

Hay otras personas igual de calificadas.

Espera antes de decidir.

¿Alguna novedad con lo de DG?

Hablé con una asistente
en la oficina de Boyd Muir

y me dijo que no sabían por qué
escogieron un formato sólo digital.

No saben cuál fue el criterio.

Pero sí sé que editaron
una producción en vinilo para Long Yu.

No lo dudo. El mercado chino es increíble.

Me toca ponerme los guantes
e ir a conversar con Lucian.

Quizá debo recordarle
lo de su política de inclusión.

¿Tienes sus datos de contacto?

Te los enviaré de inmediato.

Qué mal se está portando mi computadora.

Ya hablé con Informática.

Préstame la tuya.

Gracias.

¿Y mi té matcha?

¡NI UNA ORQUESTA
ME HA OFRECIDO TRABAJO!

No puedo seguir con esto,
no puedo ser así,

siento que no tengo salida.

No sabía dónde estabas.

Recuperándome de un calambre.

El té se enfrió. Prepararé otro.

Descuida. Ya no hace falta.
Sigamos trabajando.

Francesca, ¿borraste cómo te pedí

toda la correspondencia con Krista?

¿No?

No estoy segura.

Volveré a revisar.

Sebastian no seguirá con nosotros.

¿Podrías recopilar
una lista de posibles candidatos?

Por supuesto, agrega tu nombre a la lista.

Gracias.

Tienes el almuerzo con la nueva chelista.

Olvidé pedirte que lo reprogramaras
hasta que la orquesta vote.

Le avisaré.

No, espera.

Así sabré si de veras tiene talento.

Vaya comida.

La ensalada de pepino es excelente.

Es la única opción en este lugar
si eres vegetariana.

- ¿Te gusta el pescado?
- No mucho.

Pero podemos ir a otra parte.
Vayamos al Store Kitchen.

Existe la tonta tradición

de traer a los nuevos miembros aquí
a comer con los fantasmas del pasado.

En algún momento,
todos desde Napoleón hasta Beethoven

comieron en una de estas mesas.

Sí, y Clara Zetkin.

¿En cuál se sentaría?

¿Quién es ella? ¿Una música?

No. Ella ayudó a fundar el Movimiento
Socialdemócrata Femenino en Alemania,

y el KPD hasta que Hitler llegó al poder
y ella se exiló en la Unión Soviética.

¿Clara Zetkin?

Cada 8 de marzo, dejamos flores
en su placa en la necrópolis del Kremlin.

¿Por su natalicio?

No, es el Día Internacional de la Mujer.

¿Va a ordenar, maestro?

- Sí...
- Sí, primero shashlik, luego ternera.

¿Y para usted?

- Ensalada de pepino. Gracias.
- Buena elección.

¿Más pan?

Está rica. ¿Gustas?

No. Gracias.

- ¿Hace mucho que vives en Berlín?
- No.

Visito amigos en Neukölln
hasta saber qué decide la orquesta.

¿Simonov te guardará tu puesto?

Eso creo. Es mi tío.

Pero mi sueño siempre ha sido
tocar con la Filarmónica de Berlín.

El mío también.

No hay mejor lugar.

Supongo que Rostropovich es tu héroe.

Por supuesto. Él fue excepcional.

Estudiamos su obra
en el Conservatorio de Moscú.

Pero desde niña,
mi favorita es Jacqueline du Pré.

Ella fue mi inspiración.

¿Qué álbum?

Ninguno. La vi en YouTube.
El Concierto para Violonchelo de Elgar.

Claro. Con Barenboim dirigiendo
la Filarmónica de Londres.

No sé quién la dirigía.

Pero ella me inspiró.

Fue cuando decidí aprender la pieza
para tocarla con la orquesta juvenil.

- Vaya desafío. ¿Qué edad tenías?
- Trece años.

Vaya.

Me gustaría oírla.

Hay una grabación. Te la enviaré.

El periódico de mi madre

desapareció. ¿Lo tienes tú?

No.

¿Segura?

No, perdón.

Hermoso.

Antes de terminar,

sé que muchos de ustedes se preguntan
cuál será la pieza complementaria.

He pensado mucho al respecto

y me pregunto
sí podríamos someter a votación

la posibilidad de juntar la Quinta
con el Concierto para chelo de Elgar.

En vista de todo lo que hemos pasado

y que aún estamos pasando,

y que finalmente
volvemos a juntarnos como familia,

creo que el solista debería provenir
de nuestra propia orquesta.

- Una pregunta más.
- Gos.

Y te lo pregunto a ti, Gosia.

En términos prácticos,

normalmente ese rol lo asumirías tú.

Pero en vista de lo mucho
que se te exigirá con Mahler,

me pregunto si te molestaría
que organicemos audiciones.

Es poco ortodoxo.

Pero, en teoría, no tengo objeción.

Mi única duda es
cuándo se realizarán estas audiciones.

No quisiera que interfirieran
con nuestros ensayos.

No. Es un buen punto.

Tendremos que trabajar deprisa.

¿Qué tal el lunes?

De acuerdo.

Muy bien. Knut,
¿seleccionas un grupo para el lunes?

Y recuerden
que todas las secciones están invitadas.

Veamos qué dice ella.

Debo irme.

Britta, Hola.

¡Lydia! Sólo pude ver el final.

- ¿Qué te pareció? ¿Cómo suena?
- Suena fabuloso.

Me muero por oír la grabación en vivo.

Pues estaré feliz cuando todo termine.

Siempre es así.

Sé que estás ocupada
y no quiero fastidiarte,

pero

me llamó Andris Davis.

Está molesto
porque reemplazaré a Sebastian.

No. Es por otra cosa.

Pero avísale a Laura
cuando elijas su sustituto

para que informe a la prensa.

Sí, por supuesto.

¿Qué quiere Andris?

Quejarse por la impuntualidad
del chofer que, según cree él,

le asigna la junta directiva.

¿Sabes algo al respecto?

Sí.

Es algo que yo le pago.

¿Por qué cree que lo paga la junta?

Porque necesita creer eso.

Él necesita...

Necesita creer que no lo han olvidado.

La academia lleva el apellido von Karajan,

y en este lugar
todos parecen rendir tributo a Abbado.

Pero el apellido Davis
no se ve en ningún lado.

Está bien.

Entonces Francesa
quizá pueda conversar con el chofer.

Desde luego.

Hay algo más y es algo incómodo.

¿Sí? ¿Escasez de presupuesto?

¿Debo irme de copas
de nuevo con la Sra. Sewing?

No tiene nada que ver con la orquesta.

¿Recuerdas a una becaria de Accordion

llamada Krista Taylor?

Sí. ¿Por qué?

Al parecer, se suicidó.

Dios. Pobrecita.

Sus padres deben...

Perdón, estoy confundida.

¿Por qué te pidieron
que me informaras esa terrible noticia?

¿Por qué Accordion
no me contactó directamente?

Es algo delicado, Lydia.

El Sr. Kaplan pensó
que te convendría buscar un abogado

antes de hablar con alguien de Accordion.

Supongo que eso incluye
al mismísimo Eliot.

¿Por qué necesitaría hacer eso?

Parece que hay acusaciones en tu contra.

¿Qué clase de acusaciones?

No me dijo.

Pero los abogados de Accordion
están al tanto.

El Sr. Kaplan dijo
que no hay de qué preocuparse.

Pero hay que tomar previsiones.

Disculpe la hora. Le habla Lydia Tár.

Necesito hablar cuanto antes
con el Sr. Singer.

Sí, es urgente.

¿Cansada?

Me cuesta dormir.

Me sentía igual antes de grabar.

Lydia,

¿estás segura
con respecto a lo de Sebastian?

¿Quién lo reemplazará?

Quizá Andrew Crust.

Ha sido asistente de Otto Tausk en la VSO.

¿No la chica?

Andris...

¿alguna vez tuviste un malentendido
con un estudiante o un colega

porque esa persona
malinterpretó tus intenciones?

- ¿Alguien se quejó de mí?
- Claro que no.

Porque ya perdieron su oportunidad.

- Ya no dirijo.
- Sí, lo sé. Por supuesto.

Gracias a Dios nunca me bajaron del podio
como a Jimmy Levine.

Ni me cazaron como a Charles Dutoit.

Alguna razón tienes para preguntarlo.

Se han escuchado
tantas noticias como esas últimamente.

Hoy, ser acusado
es lo mismo que ser culpable.

Pero supongo que lo mismo pasó
hace ya muchos años con Furtwängler.

También con Karajan.

¿Quién fue mejor director?

Furtwängler nunca me dirigió.

Cuando llegué aquí,
los miembros más antiguos

se guardaban sus opiniones.

También querían dejar atrás aquella época.

- ¿La guerra?
- No, la posguerra.

Desnazificación.

Alguien te acusaba
y el proceso empezaba de nuevo.

Furtwängler nunca se unió al partido.

Se negó a hacer el saludo
o a interpretar el himno Nazi.

O a firmar sus cartas
con un "Heil Hitler".

Aunque sí le escribió a Hitler.

Pero lo desnazificaron a la fuerza.

Hasta entonces, se mantuvo semiretirado,

tocando para cadáveres.

¿Tocando para cadáveres?

Tocaba en secreto en un cementerio.

¿Comparas el acoso sexual
con ser acusado de Nazi?

En ambos casos, tenías que estar listo.

Durante años, me aseguré de tener
todos mis asuntos en orden.

¿Cuántos hay para la audición del lunes?

Ni uno sólo.

¿Ni uno?

Quizá Martin.

Gosia nunca le ha simpatizado
y le encantaría ser solista alguna vez.

Igual tendrá que ir a la audición.

Por supuesto.

Debe seguir las normas.

¿No es demasiado formal?

Según entiendo, sólo hay un candidato.

No, maestro. Hay dos.

Es unánime. El número dos.

Pero hay un problema.

Aún no es miembro formal de la orquesta.

No necesita ser solista para nosotros.

¿No era la audición

para todos los miembros de una sección?

- Entonces olvidemos su audición.
- No.

Francesa, avísale a Martin
que venga para informarle.

Espera. Hablemos, Gosia.

Confirmaré con ella las fechas de ensayo.

Gracias.

Toma asiento.

Tomé una decisión
con respecto al sustituto de Sebastian.

Debes saber
que no fue una decisión sencilla.

Este puesto trae consigo
una enorme responsabilidad.

Más allá del afecto que te tengo,

tuve que decantarme
por alguien con más experiencia.

Déjame en paz. ¡No tengo tu periódico!

Ya te dije que no...

Perdón. Adelante, por favor.

¡Muy bien!

Creo que el contraste
suena mucho mejor ahora, ¿no?

¿Cómo te gusta el café?

Negro y fuerte.

¿Puedo tocar un poco?

Sí, por supuesto.

Hasta ahí he llegado.

Pero suena bien.

Esta parte de aquí...

¿Y si cambias la por si bemol?

Así es mejor, me gusta cómo suena.

- Vamos. Tomemos una pausa.
- Bueno.

¿Sharon?

Sharon salió con su hermana.

Por lo que murmuraban,
no planeaban nada bueno.

La niña está en su habitación.

Petra.

¿Qué haces aquí?

Me escondo de ella.

¿Por qué?

Porque me dijo que ordenara mis cosas,
pero ya están ordenadas.

Ya veo.

Ven. Todos te están esperando.

Les daré a todos un lápiz.

¿A todos? No todos pueden dirigir, cariño.

No es una democracia.

Excelente. ¿Contenta?

Creo que el glissando funciona bien ahí.

¿Durante cuánto tiempo
tuvo contacto con la Srta. Taylor?

Tendré que verificar con mi asistente,

pero en total, creo que unos pocos meses.

- Gracias por su tiempo.
- De nada.

Esta grabación permanecerá
en un servidor protegido

por el privilegio abogado-cliente.

Genial.

Él la contactará
para ayudarla en su declaración.

¿Declaración?

Sí. Imaginé que usted sabía.

La oficina del Sr. Singer dijo
que lo había coordinado con su asistente.

Francesca, más te vale venir ya
a la oficina.

Nuestro único contacto con Francesca fue

un correo que le envió
de madrugada a mi asistente

presentando su renuncia

e informando que se pondría en contacto
luego con más detalles.

- ¿Qué detalles?
- Supongo que una nueva dirección.

Hemos intentado toda la mañana
encontrarte a un asistente temporal.

Quizá tu nuevo director asistente
sea el adecuado por ahora.

No. Estará disponible
luego de que yo grabe la Quinta.

Estoy lista. Vamos.

Sé cuánto dependías de ella.

- Perra falsa.
- Imagina cuánto le dolió.

- ¡No la defiendas!
- ¡Conduce más lento!

Volverá arrastrándose.

Tiene un teléfono como todo robot.

¿Cuán difícil es enviar mensajes?

¡Baja la velocidad! ¡O deja que me baje!

¡Francesca!

Está invadiendo una propiedad.

¡Rápido!

Debemos moverla.

Debemos moverla.

Va a estar bien, señora.

¡La mano no! ¡Use la tira!

Perdón por llegar tarde de nuevo.

¿Vives aquí?

No siempre.

Ponte cómoda. Iré a vestirme.

¿Tienes una toalla?

- Sí.
- Gracias.

Me mojó la lluvia.

Unos amigos músicos darán un concierto.

Deberías venir.

Gracias, pero

debo ir a casa.

¿Tienes hijos?

Nunca tendré hijos.

Algunos prefieren las mascotas.

- Adiós.
- ¡Cierto! Sí, adiós.

¿Por qué no fuiste con la Policía?

Forcejeé, él huyó. ¿Qué más iba a decir?

Te buscaré un calmante.

- No hace falta.
- No, te buscaré algo.

¿Alguien fue malo contigo?

Eres la persona más linda que conozco.

¿Qué pasó?

Sóbame el pie.

- ¿Se siente mejor?
- Sí.

Los ojos en mí.

Aclaremos esto tan obvio.

"¿Qué le pasó en la cara?".

"¿Se sometió a una cirugía plástica

y se fue
antes de que el médico terminara?".

No.

Me asaltaron.

Gracias.

Estoy bien, de verdad.
Debieron ver cómo quedó el sujeto.

De acuerdo.

¡No la toques! ¡Me arde!

Debes ir al doctor.

Puede verme la semana próxima.

Lo llamaré de nuevo
para decirle que te duele...

No, terminemos esto.

En general, se siente equilibrada.

Pulámosla un poco
y enfoquémonos en lo de Elgar.

- ¿Estás segura?
- Eso creo.

Esa parte es sólida,

pero intentaré frenarlos en esta parte.

La potencia de tu glissando
los deja absortos

e intentan igualarlo.

Quizá sea...

¿Dónde te asaltaron, maestro?

No importa.

Toma.

Gracias.

Te encontré.

¿Cuándo se cayó?

No lo recuerdo. Hace tres o cuatro días.

El hombro me arde.

Como si me hubiera dormido al sol.

Bien. Puede vestirse.

Sufrió daño en un nervio.

Esa sensación de ardor que siente
se llama notalgia parestésica.

¿Nostalgia?

Notalgia. Sin la "s".

¿Cómo se trata?

No hay tratamiento.
Desaparece con el tiempo.

Necesita un ajuste vertebral.
Su columna está torcida.

Debes ser un producto de los negros
explotado por Judíos.

Volvamos la mirada al piano al fondo,

a una joven supersexi.

Eso estuvo muy bien.

Podrías masturbarte,
pero ¿qué me estás haciendo?

- Britta.
- Hola. ¿Lo viste?

Sí, lo acabo de ver.

Hay una reunión esta tarde.

- ¿Esta tarde?
- ¿Algún problema?

No hay problema.

Primero que nada, esa clase tuvo lugar
en un área sin dispositivos.

Y segundo, quien violó esa regla
editó lo que vimos

para crear una farsa lingüística
y manipular lo que dije.

Miren ese plano contraplano
de los estudiantes.

Eso no fue en tiempo real.
Intentan desprestigiarme.

Te creo, Lydia.

Si sólo fuera este video,
no estaríamos sentados aquí.

Es por un artículo del New York Post
sobre el suicidio de Krista Taylor,

donde dicen haber entrevistado
a otros becarios de Accordion.

Laura, ¿nos hablas
de las conversaciones?

No hemos tenido ninguna.
Obviamente, no respondimos

ya que debemos discutir una estrategia.

- Este es el artículo.
- Gracias.

"Sedujo y convenció a muchas jóvenes

para tener sexo
a cambio de favores profesionales.

Truncó oportunidades
a aquellas que no obedecían".

Esto es totalmente falso.

Y el Post
es una máquina de inventar escándalos.

Nadie serio lo lee.

Con respecto a Krista Taylor,

estaba trastornada y obsesionada conmigo.

¿De qué manera?

Me enviaba regalos extraños,
me acosaba en Internet.

- Intentaba enviarme señales.
- ¿Qué clase de señales?

Vandalizó mi página de Wikipedia
para decir que ella era mi musa.

Eso se puede comprobar fácilmente.

¿Reportaste esto o hiciste un reclamo?

No.

No. Quizá debí haberlo hecho.

Ella me daba lástima.

- ¿Le contaste esto a Sharon?
- No. No quise angustiarla.

- ¿No debiste hacerlo?
- ¡Sí!

¿Qué sugieres?

Por ahora,
el asunto no ha cobrado mucha fuerza.

Las publicaciones especializadas
no han exigido una declaración.

Veamos qué sucede.

Queríamos advertirte
sobre la situación, Lydia,

antes de la reunión de donadores
este viernes.

Por desgracia, no podré asistir.

Te aconsejamos que vayas.

Es el lanzamiento de mi libro
en Nueva York y debo rendir declaración.

Te pondremos al tanto cuando vuelvas.

Feliz fin de semana.

¡Qué hambre tengo!

Hoy terminé mi composición.

- ¡Felicitaciones! ¡Salgamos a celebrar!
- No puedo. Debo empacar.

- ¡Hola!
- Hola, Lydia.

¿Viste mi partitura orquestal?

¿No está con las demás?

No, no está.

¿Segura que no está en mi oficina?

¿Y en la biblioteca de la orquesta?

¿Puedes revisar de nuevo, por favor?

¡No sé! Sí, exactamente.

¿Cuándo vuelves?

Pasado mañana.

- ¿Me lo prometes?
- Sí.

- Buenas noches.
- Buenas noches.

Gracias. ¿Tienes una botella?

Claro.

¿Necesita algo más
antes de que cierre la cabina?

Sí. Esperamos a otro pasajero.

A todas mis preguntas relacionadas
con su contacto

con Krista Taylor y otras personas,

sus respuestas siempre han sido "no sé"

o "no recuerdo".

¿Me permite mostrarle algo
que le refresque la memoria?

¿Algún documento como correos suyos
o de su asistente, la Srta. Lentini,

que le ayuden a recordar
lo que dijo y lo que no?

Supongo que ya sabes
que el Bryant Park te mudó a la calle 53.

Esta es la declaración preparada
del Kaplan Fund.

Lamento decir que esta será
la última vez que nos veamos.

Ahora me puedo comprar
mis tiquets de avión.

Fastidia a otro para que te enseñe
a arrastrarte hasta el podio.

¿Hay una entrada trasera?

"De hecho, las metáforas comunes
usadas para explicar la música

se basan en la idea
de que la música es un lenguaje,

uno secreto.

O sea, sagrado e inescrutable.

Estos ruidos jubilosos que ejecutamos

son lo más cercano que estamos
de experimentar lo divino,

pero surgido de...

¿CÓMO LE ESTÁ YENDO?

Por el mero acto de mover aire.

MACHACA LO DE LO DIVINO,
NUNCA USA ALEGORÍAS.

Similar al canto de un pájaro".

¿Nos vemos abajo para cenar?

Gracias, pero estoy exhausta.
Me voy a dormir.

Sí, yo también

quizá haga lo mismo.

Sí, hola.

No hay agua en mi habitación.

Si, ya revisé el minibar.

¿Cuánto les tomará traer
una botella de agua?

Descuide. Ya bajo.

Vestíbulo, por favor.

¡Por Dios!

Fue Britta.

¿Verdad?

Así te enteraste de esas robots Millenials
que inventan mentiras sobre mí.

No me importa lo de Juilliard.

Demasiado tiempo libre.

Es la peor de las extremistas.

Cada vez que salgo de esta casa,
viene a llenarte de intrigas.

O me pregunta sobre algún rumor,
como Samantha Hankey.

Una insignificante
que no tiene nada mejor que hacer

que mencionarme en un almuerzo
e insinuar cosas.

- Siento pena por ti.
- Ahórratela.

Intenté llamarte anoche.

¿Te divertiste con ella?

La espalda me está matando.

Francesca se fue, y sólo necesitaba
a alguien que llevara mis maletas.

¿A quién le pedía que me acompañara?
¿A Knut?

Hay muchas cosas que acepto de ti.

Y al final, sé que podré superar esto.

Pero no estamos hablando de eso, ¿verdad?

¿Estas acusaciones
de los padres de la chica que se suicidó?

¿De veras crees lo que dicen?

Son mentiras.

¿Entiendes lo que fue caminar
a mi sección ayer

y ver a todos murmurando sobre mí?

No tiene nada que ver
con lo que te están acusando.

Simplemente no me advertiste
que nuestra familia estaba en peligro.

¿Habría servido de algo hacerlo?

¿Qué ibas a hacer para arreglar las cosas?

Porque me lo merezco.

Esas son las reglas.

Debiste pedirme consejo
como siempre lo has hecho.

Como lo hiciste cuando llegaste aquí

como directora invitada
en busca de un puesto fijo.

Me preguntaste cómo era
la política del lugar,

qué acciones tomar, cómo conseguirlo.

Por supuesto,

esas conversaciones tuvieron lugar
en otra cama.

O más bien en el sofá
de ese horrible lugar que aún mantienes.

Mantienes vivo ese dolor.

Qué cruel definir nuestra relación
como una transacción.

Sólo tienes una relación
que nunca ha sido transaccional.

Es con alguien que duerme aquí al lado.

Parece que eso nunca lo has considerado.

¡Ven aquí, cariño!

- Fue bueno.
- ¿Sí?

- Sí.
- ¿Quieres ir al parque?

No lo hagas, por favor.

No, por favor.

Hola. Soy Anna Franzen.

Este es el apartamento
de mi difunta madre.

Lamento mucho lo de su madre.

Gracias.

¿Cómo está su hermana?

Eleanor ahora vive
en un sanatorio en Neukölln.

Lamento molestarla,

pero mi esposo y yo
venderemos el apartamento.

No pudimos evitar oír la música.

Qué bueno que les gustó.

Queríamos preguntarle
sí ensaya a horas específicas

para así saber a qué hora
mostrar el lugar.

No queremos ahuyentar
a un posible comprador

con todo ese ruido.

No quisiéramos hacer eso.

¡Apartamento en venta!

¡Apartamento en venta!

Acabas de enterrar a tu madre

¡Y ahora pondrás su apartamento en venta!

¡Tu hermana está en la cárcel!

¡Metiste a tu hermana en la cárcel!

¡Todos irán al infierno!

¡Tu apartamento está en venta!

Los ojos en mí.

Vamos. ¡Los ojos en mí!

Esta es mi partitura.

Estás confundida.

¡Es mi partitura!

¡Maldito inútil!

Estoy bien.

Firme el vale de CAMI.

Alguien como Lisa Rich, de Contrataciones,

sería perfecta para ti.

Pero está muy ocupada ahora.

Por eso te pondré a trabajar con Jake.

Jake, ¿le muestras a Lydia
lo que preparaste para ella?

Bien.

La idea ahora es empezar de nuevo.

Buscamos menos, no más.

Queremos ser selectivos
y reconstruir todo desde cero.

Necesitamos una nueva historia.

Es aquí. Tome. Gracias.

Que sean 40. Gracias.

¿No se sienten triunfantes?

Ahora sí podemos entender
cuál es el significado de la música.

Es lo que se siente
cuando uno la escucha.

Por fin, hemos dado ese gran paso.

Y ahora sabemos qué significa la música.

No tenemos que saber mucho
de "sostenidos", "bemoles" y "acordes"

y de otras cosas para entender la música,

si nos dice algo.

Y lo más maravilloso es que no hay límites

con respecto a las sensaciones
que la música puede generar.

Algunas de estas sensaciones
son tan especiales y profundas

que no se pueden describir con palabras.

No siempre podemos describir
lo que sentimos.

A veces sí.

Podemos decir que sentimos alegría,
placer, tranquilidad o lo que sea.

Amor, odio.

Pero de vez en cuando,

tenemos sensaciones tan profundas
y especiales que no podemos describirlas.

Allí es cuando la música
es tan maravillosa.

Porque la música les pone nombre
por nosotros,

pero usando notas, no palabras.

Todo está en el movimiento.

Nunca olvidemos
que la música es movimiento,

siempre va hacia algún lado

desplazándose, cambiando y fluyendo
de una nota a otra.

Y ese movimiento puede describir mejor
que mil palabras cómo nos sentimos.

Y ahora tocaremos un...

Tony.

Hola, Linda.

Perdón. Lydia.

Ma dijo que vendrías.
Debes estar ocultándote.

¿Por qué me ocultaría?

No tengo idea.

Igual no es asunto mío.

Pero pareces extraviada.

¿A qué te refieres?

Como dije, no es asunto mío.

Pero no pareces saber de dónde viniste
o adónde vas.

¿Puedo entrar?

Gracias.

Lo lamento.

Queríamos confirmar

que el compositor no llegó desde Osaka
para asistir al concierto.

Busqué su partitura
en las bibliotecas musicales,

pero no encontré nada.

Esto acaba de llegar.

Grandioso. Gracias.

Shirley y Cirio le mostrarán

con gusto las atracciones
de nuestro bello país.

Muchas gracias.

Santo Dios.

Gracias.

Quizá deberíamos parar
para nadar un poco.

Sí, en la cascada. No en el río.

¿Por qué? ¿Está contaminada el agua?

No. Hay cocodrilos.

Creí que no habría en un lugar así.

Huyeron durante el rodaje
de una película de Marlon Brando.

Eso fue hace mucho tiempo.

Sobreviven.

¡Señorita!

Esta es la medicina. 10 dólares.

Gracias.

¿Hay algún lugar aquí, gracias,

donde puedan darme un masaje?

Eso me ayudaría
con este desfase de horario.

Sí.

Conozco un lugar muy agradable.

Gracias.

Gracias.

Por favor, vaya a la pecera.

¿La pecera?

Sí, por allá.

Perdón. Estoy confundida.
¿Cómo funciona esto?

Sólo elija un número.

¿Elijo un número?

¿El cinco?

Buenos días.

Buenos días.

Antes de empezar,

hablemos de la intención
de la compositora de esta pieza

y cuál podría ser su objetivo.

Cinco minutos.

Gracias.

Hermanos y hermanas de la Quinta Flota,

llegó la hora.

Mi despedida será corta.

Nunca fui bueno con las palabras.

Cuando aborden la nave,
no habrá vuelta atrás.

El próximo suelo que pisarán
será el del Nuevo Mundo.

Si alguno de ustedes siente miedo,

hágase a un lado que nadie lo juzgará.