All language subtitles for El signo del zorro (1940) (Dual+Subt.) (HD)

" Madrid - Cuando el imperio espa�ol
abarcaba todo el planeta...

y los gallardos j�venes aprend�an
el refinado arte de matar... ".

Monta bien. Poca experiencia.

Montura mal adiestrada.

No apto.

Aqu� viene el gallito californiano.
Diez pesos a que supera a todos.

- �Limpiamente?
- Limpiamente.

Acepto.

Que te crezcan alas, amigo.

Los diez pesos, por favor.

Olvidaste que en California
nacen sobre un caballo.

- Bien hecho, se�or. Excelente.
- S�lo me sent� sobre su lomo.

Tres zanahorias,
despu�s de su avena, Manuel.

�Tiene un asunto
en la corte, se�or?

No, del coraz�n.

- Algo est� mal.
- El rostro, hombre.

�Para qu� ese plumaje
tan refinado?

Para una se�orita
que enloquecer�a a San Antonio.

- Nos encontraremos en la catedral.
- �Y tu duelo con el teniente Cortez?

�Santa Mar�a!
Lo olvid�.

�Debo enfrentarme
con todos los espadachines de Madrid?

A todos les gusta pelear.

- Pero �por qu� se meten conmigo?
- Tranquil�zate.

Es un honor
atacar a un gallito californiano.

Los hieres levemente,
y alardean por haberte enfrentado.

Cadete de la Vega, el comandante
lo espera en su oficina.

Bien.
No puedo pelear con �l ahora.

Expl�caselo, �quieres?

Dile que lo enfrentar�
ma�ana.

Se�ores,
su atenci�n, por favor.

Los invito
a todos a una copa de vino.

Es su �ltima oportunidad
de que los invite.

�La �ltima?
�Qu� quieres decir?

Mi padre me orden� que regresara.
Me lo comunic� el comandante.

Partir� de Lisboa
en el primer barco.

�A California?
�Y tu nombramiento aqu�?

- Tendr� que abandonarlo.
- �C�mo es California?

- �Los indios causan problemas?
- No.

- �Y con qui�n peleas?
- Con nadie.

�Y qu� har�s
con tu espada, gallito?

Esto.

D�jenla ah�.

Cuando la vean,
piensen en m�...

en una tierra de tranquilas misiones,
peones felices...

somnolientos caballeros
y eterno aburrimiento.

Vino.

Brindemos, se�ores.

Por California...

donde un hombre se casa, cr�a
hijos gordos y ve crecer sus vi�edos.

�Los vi�edos est�n dando
buenos frutos esta temporada?

Milagrosamente,
las uvas siguen siendo dulces.

- �Por qu� est�s triste, amigo m�o?
- La gente no puede cantar...

con odio en su coraz�n, se�or.

�Odio a qui�n?

Al alcalde.
Que su alma arda en el Infierno.

�Al alcalde?
Jam�s ha habido un hombre m�s amable.

- No lo conoce, se�or.
- Deber�a. Es mi padre.

Bueno, ya lo dije
y no lo negar�.

Ya he recibido veinte latigazos
por hablar de m�s.

Rema, rema.
Ll�vame a la costa.

Es un honor.
�Qu� le sirvo?

Una copa del mejor vino.

�Es forastero
en estas tierras, se�or?

No exactamente.
Nac� y crec� cerca de aqu�.

Soy el hijo del alcalde.

�D�nde puedo conseguir un carruaje
para ir a Los �ngeles?

�Despi�rtese! �No me oy�?

Por aqu�.

Pedro. Pedro.
Este caballero te contratar�.

Es el hijo de Su Excelencia,
el alcalde.

Quiero ir a Los �ngeles.
Tengo unas cajas en el muelle.

Te pagar� bien.

Deja de mirarme as�.
�Me llevar�s o no?

�Qu� ha pasado aqu�?
�Se han vuelto todos locos?

Escucha. Habla
o te cortar� la lengua.

Lleg� tarde, se�or.

Su padre
ya se ha ocupado de eso.

- �Mi padre? �De qu� habla?
- Lo siento...

pero este hombre se quej�
de lo alto que son los impuestos.

Al d�a siguiente, los soldados
de Su Excelencia le cortaron la lengua.

Juro que es verdad.

Hasta que recibamos
los refuerzos que nos prometieron.

De modo que la gente
todav�a se r�e en California.

Cre� que hab�an
perdido la costumbre.

- Su nombre, se�or.
- Dice ser hijo del alcalde.

No digo nada. Soy Diego de la Vega,
hijo de Su Excelencia, don Alejandro.

Y �ste, aunque algo cambiado,
es mi hogar.

Perd�n, don Diego. No sab�a
de su regreso. Bienvenido a California.

Soy el capit�n Esteban Pasquale,
asesor militar del alcalde.

Es un honor, capit�n,
pero estoy sorprendido.

�Por qu� mi padre
convirti� su hogar en un cuartel?

Las condiciones han cambiado
desde su partida, don Diego.

Su padre renunci�.
Por la edad, �sabe?

Desde entonces, los peones
son m�s trabajadores.

En cuanto a los caballeros,
se les sugiere ocuparse de sus asuntos.

Nosotros gobernamos.

Ya veo.

Ya veo.
�Qui�n ocupa el cargo?

Don Luis Basilio Quintero.
Lo llevar� con �l.

Gracias, pero deseo ver
de inmediato a mi familia.

- �D�nde viven?
- En su antigua hacienda.

Pero Su Excelencia no me perdonar�
no darle la bienvenida.

Estoy seguro
de que me ahorrar� la reprimenda.

�C�mo puedo negarle algo
si tiene la espada desenvainada?

Un hombre ingenioso
ha llegado a Los �ngeles.

Cumpla con sus �rdenes, sargento.

Es una tonta costumbre m�a.

Algunos juegan con un guante,
con un mon�culo o con una caja de rap�.

Los cl�rigos
juguetean con sus rosarios.

Yo juego con una espada.
�Le gusta la esgrima?

S� muy poco sobre eso,
mi querido capit�n.

El manejo de la espada
es una pr�ctica violenta.

��ste mat�
al de pecho negro?

S�, Su Excelencia.

- �Hubo mucha sangre?
- En los costados del foso...

todos estaban
cubiertos de sangre.

�Qu� l�stima! �Me lo perd�!

- �Cu�nto pides por �l?
- Es un ave noble.

Pido cuarenta pesos
por �l, Excelencia.

- Cuarenta pesos.
- S�.

Hay que aumentarle los impuestos.

No, Su Excelencia.
Le regalo el ave.

No le costar�
ni un centavo.

Esa actitud es mejor.
Mucho mejor.

Entr�gaselo
a mis adiestradores.

�Qui�n es este caballero?

- �O es un joven se�or de Espa�a?
- Adivin�. Acaba de venir de Espa�a.

Es don Diego de la Vega,
hijo de su antecesor.

Pens� que esa tela era de Madrid.
Debi� de costarle mucho, �no?

El caballero vino
para que le diera la bienvenida...

no para hablar del precio
de su ropa, Excelencia.

S�, por supuesto.

Bienvenido, joven se�or.
�ste sigue siendo su hogar.

- Gracias, Su Excelencia.
- Luis.

Luis, un barco
ha llegado de Espa�a.

Por fin, habr� cosas
para mirar en las tiendas. Necesito.

Dinero, siempre dinero.

Mi querido Luis,
no conozco a este caballero.

Acaba de bajar
de ese barco.

�Magn�fico! �Ser�n tan groseros
de no present�rmelo?

Don Diego de la Vega,
la se�ora Inez de Quintero.

- Mi esposa, se�or.
- Se�ora.

Su Excelencia
es un hombre muy afortunado.

No estoy seguro.
Cree que el dinero crece en los �rboles.

Su esposo tambi�n qued� fascinado
con el atuendo del caballero.

Disculpe, se�or. La �ltima moda
nos fascina.

No es de extra�ar. �Qu� cosa de inter�s
hay aqu� para una mujer?

Anhelo la vida
que ha tenido, se�or.

La alegr�a y el esplendor
de Madrid y de la corte.

Ten paciencia, amor m�o.
Alg�n d�a los ver�s.

No lo dudo,
cuando sea vieja.

Esa cat�strofe
nunca la afectar�, se�ora.

�Has o�do qu� facilidad
tiene para halagar?

Lamento, se�ora, que.

Hola.

�Qu� dec�a, don Diego?

Dec�a que debo retirarme...

para hablar
con mis padres.

No me deje sola
con estos b�rbaros.

Acomp��eme a las tiendas
y ay�deme a escoger algo.

Usted me tienta, se�ora.

Adoro el brillo
del sat�n y de la seda...

la combinaci�n
de un delicado tono con otro.

Y, luego, la elecci�n
de esencias y lociones.

Esencia de rosas, claveles,
azucenas...

y almizcle.

En cuanto a los adornos
y a las joyas.

Pero, amor m�o,
don Diego debe ir a ver a sus padres.

Es verdad.
El deber est� antes que el placer.

Excelencia. Capit�n.

Se�ora.

Lo acompa�ar� hasta la puerta.

He all� un pavo real
que no nos causar� problemas.

�Crees que no?

El capit�n est� celoso.
El petimetre lo ha azuzado.

Tocado.

No me gustan esas bromas.
Podr�as fallar.

Es posible.

- �Qui�n era �se?
- No lo conoces.

Alguien nuevo
y sumamente encantador.

Debe de serlo, dado el tono
de tus mejillas y de tu mirada.

�Al fin! Despu�s de tantos meses
en este lugar deprimente...

alguien que sabe de modas...

de los �ltimos pasos de baile
y de c�mo halagar a una mujer.

- �Cu�ndo lo conocer�?
- Escuchen a la ni�a.

Eres demasiado joven
para los de su clase.

�Por qu� le permites
usar esa mantilla?

Hace que parezca
una mujer adulta.

Soy una mujer adulta.
Cumplir� 18 a�os.

Carmen Castellano es un mes
m�s chica que yo y ya se cas�.

Carmen Castellano.
Su abuela era sirvienta.

Esa gentuza
se casa cuando quiere.

La sangre de los Hidalgo
corre por tus venas.

No te precipites, ni�a,
o te internar� en un convento.

Su montura me da pena, sargento.
Ese l�tigo es muy pesado.

�Cree que le pegar�a con esto
a una yegua?

La arruinar�a,
quebrantar�a su esp�ritu.

�Lo ve? No movi�
ni una oreja.

Ella sabe.

Hoy les cobraremos
los impuestos a los peones.

�Y utiliza eso
con los contribuyentes?

S�lo cuando se encaprichan.

Cuando venga a cobrarme,
le prometo que no me encaprichar�.

Doble a la derecha cochero.

- Madre.
- Diego.

Mi hijo. Mi peque�o.

�Madre!
Hola, Mar�a.

Y el viejoJuan,
tan gordo como siempre.

Hola, Manuel. �YJos�!

- �D�nde est� mi padre?
- En el estudio, con fray Felipe.

Vamos, desea verte.
Lleva el equipaje de don Diego.

Le aseguro que estas condiciones
son intolerables.

Todo el distrito, desde las colinas
de Verdugo hasta las costas Del Rey...

apesta hasta el Cielo.

Lo s�.

S�, lo sabe, pero
�qu� hace al respecto? Nada.

�Qu� puedo.
�Diego!

- Padre.
- Diego.

�Hijo m�o!

Padre.

Bienvenido a tu hogar
y a mi coraz�n, Diego.

He echado de menos
sus sabios consejos.

No demasiado, sospecho.

�Recuerdas
a don Miguel y a don Jos�?

- �Viniste a robar m�s melones?
- �Melones?

Este brib�n y el pillo de mi hijo
entraron en mi jard�n...

y se dieron un atrac�n
con mis melones.

Pero Dios nos castig�, don Miguel.
Tuvimos un terrible dolor de barriga.

Pero ya ha superado
la etapa de las diabluras, Alejandro.

- Aqu�, hay buenos m�sculos.
- Brazos, m�sculos. �Vaya hombres!

Madre de Dios,
�no tiene rostro?

�No ven que es m�s apuesto
que cuando se fue?

Deber�an haberme visto
cuando llegu� al trono de Espa�a.

Dec�an que parec�a
una ardilla asustada.

Estoy segura de que,
m�s bien, parec�as un �ngel.

Un �ngel.
Eso es lo que hace falta en California.

Un �ngel
con una espada de fuego.

No empiece con eso.
No vino para que lo maten.

Calla, Isabella. Ve con las mujeres.
Yo me ocupar� de mi hijo.

Si�ntate, Diego.

- �Qu� es todo esto, padre?
- Ya no soy el alcalde.

- Mi lugar lo ocupa.
- Su lugar lo ocupa una v�bora.

Negra e inmunda.

Quisiera estar con �l a solas
cinco minutos, apenas cinco minutos...

los suficientes
para arrancarle la tr�quea.

Dios me perdone.

�Por qu� renunciaste, padre?

�Renunciar?
Me derrocaron.

Amenazaron con incendiar
las casas de los peones.

Y, ahora, est� aqu� sentado,
sin hacer nada, cuando.

Suficiente, Felipe. Suficiente.

El fraile me ruega que encabece
una rebeli�n con los caballeros...

que fracasar�a ante una tropa
de soldados entrenados.

Aunque tuviera posibilidades,
igual me negar�a.

�Por qu�, padre?

Porque la ley es la ley, hijo.

No me rebelar� contra el gobierno
al que serv� durante 30 a�os.

Pero, ahora, ese gobierno
es vil y corrupto.

Lo s�...

pero con un error
no se subsana otro.

Opino lo mismo.

A veces, hay que combatir
un incendio con fuego.

Soy un de la Vega.

No seguir� el camino delictivo
de Luis Quintero.

- Mi hijo, tampoco.
- No, claro que no, padre.

A prop�sito, fui directamente
a nuestra antigua casa.

Conoc� al Sr. Quintero
y a su encantadora esposa.

Me parecieron
muy simp�ticos y agradables.

Simp�ticos, los escorpiones;
agradables, las serpientes.

Oh, padre.

El alcalde habl�
con mucho respeto sobre ti.

Debo reconocer que no nos ha molestado
ni a mi gente ni a m� hasta ahora.

En ese caso,
�para qu� alterarse con este calor?

S� que extra�ar�
las perfumadas brisas de Espa�a.

Entonces, �no debemos preocuparnos
por la injusticia y por la crueldad...

si no nos afecta a nosotros?

Mi querido padre, eso existe
y siempre existir� en el mundo.

A prop�sito, estudi� prestidigitaci�n
en Madrid.

Est� de moda. Observen bien.

�Y pensar que el muchachito
que ayud� a educar...

al que le ense�� a defender
las causas justas...

se ha convertido
en un cabeza hueca!

�Qu� irritante!

Debo quitarme
el polvo del camino.

Hasta luego, padre.

" Aviso sobre Impuestos"

" No se aceptar�n uvas maduras
para el pago de impuestos...

en este distrito"

" De cada cinco botellas
de vino, se enviar� una...

al dep�sito municipal
antes del 1 de octubre"

Quieto donde est�.

Ponga esto.
�P�ngalo! �Deprisa!

�Regresen al cuartel!

" Aviso Especial"

" A todos los hombres
del distrito de Los �ngeles:

Se informa que Luis Quintero es
un ladr�n y es enemigo del pueblo...

y no podr� escapar
de mi venganza. El Zorro"

El Zorro.

No s� por qu� insistes
en este est�pido paseo.

Y sin escolta.

Tengo mis motivos.

Podr�as explic�rmelos.

Mira. Oro.

Un agente del Banco de Madrid
nos espera en una taberna.

Esto ir� a Espa�a,
para nosotros, amor m�o.

Ya veo. �Qu� tonta soy!
Una guardia militar.

Le contar�a a Esteban
sobre esta transacci�n.

- Y nos hubiera pedido su parte.
- Me temo que s�.

No se mueva
si quiere vivir.

Un bandido.

Tengo malas noticias
para usted, Su Excelencia.

Tom� algunos tragos
con el agente del Banco de Madrid.

Como estaba borracho,
el caballero fue algo indiscreto.

No se puede confiar
en un hombre ebrio, Excelencia.

Actuar� en su nombre.
Entr�guemelo.

- Y ahora, se�ora, su alhaja.
- �Le robar�a a una mujer?

- No puedo darme el lujo de galanter�as.
- No se atreva a tocarla.

No quisiera marcar
una mejilla tan encantadora, se�ora.

Por esta vez, Excelencia,
s�lo me llevar� su dinero.

La pr�xima.

" 5000 pesos de recompensa
por informaci�n que permita capturar...

al bandido llamado El Zorro.

Luis B. Quintero,
Alcalde"

�Qu� estudio tan bonito y silencioso,
Su Excelencia!

Me gustan
las habitaciones silenciosas.

�Qu� quiere?

S�lo hablar con usted,
si llegamos a un acuerdo.

�Cree que le sentar�a
el clima de Espa�a?

�Por qu� lo pregunta?

Porque o va all� o a alg�n lugar
que podr�a no gustarle tanto.

�Qu� elige?

- �Espa�a?
- Acertada elecci�n.

En cuanto a su sucesor.

�Qu� opina de don Alejandro de la Vega?
Tiene experiencia.

- �Y a m� qu� me importa eso?
- Nada.

Pero a la gente
de este distrito, mucho.

Cuando renuncie, designar�
a don Alejandro como su sucesor.

Como guste.

Esto le recordar�
que he estado aqu� y que podr�a volver.

- Cierre los ojos.
- �Qu� va a hacer?

�Qu� es eso?

La punta de mi espada
contra su garganta.

No se mueva ni hable
hasta que la quite.

�Y si me desmayo?

No lo har�.

�Qu� significa esto?
�Quieres suicidarte?

Habla.
�Qu� pasa?

- Estuvo aqu�.
- �Qui�n?

Es absurdo.

- El miedo te afect� el cerebro.
- Te aseguro que vino.

- �Alguien pas� por aqu�?
- Nadie, mi capit�n.

- �Alguien entr� en esta habitaci�n?
- Su Excelencia y usted.

- �Alguien m�s?
- No, mi capit�n.

�Necesitas m�s pruebas?
Seguramente lo so�aste.

�So�� eso?

- �Sargento!
- Capit�n.

Re�na a los guardias.
El Zorro anda por aqu�. Encu�ntrenlo.

No puedo creer
que haya entrado.

Si hubieses estado aqu�, con su espada
en la garganta, lo creer�as.

- �C�mo diablos lo hizo?
- Eso mismo quisiera saber.

- Y tu misi�n es averiguarlo.
- �Y qu� dijo?

Quiere que vaya a Espa�a
y que de la Vega tome mi lugar.

Ahora, tenemos algo.

El Zorro es un caballero.

A un simple forajido,
no le preocupar�a de la Vega.

Sea como fuere, te convendr�a
que viajara a Espa�a.

�Y renunciar a
50 mil pesos por a�o?

No podr� cobrarlos si muero.
Y te llevas un tercio por protegerme.

Pero �qu� protecci�n? No puedes
alejar ni a un perro rabioso.

Lo encontrar�. Te lo prometo.

Mientras tanto, har� que mis hombres
rodeen la casa, noche y d�a.

No puedo perderte,
mi querido Luis.

No, claro. Si algo me sucede,
te quedas sin ganancias.

Justamente, a eso me refer�a,
Su Excelencia.

Bendita Madre...

haz que alguien me lleve
de este deprimente lugar.

Alguien a quien pueda amar
y respetar.

Que sea amable y valiente...

y apuesto, por favor...

Madre querida.

Fray Ram�n...

no lo vi entrar.

No soy fray Ram�n.
Soy fray Pablo, de la misi�n.

Pas� la velada con fray Ram�n.

Padre...

le ped�a a la Santa Madre...

que me salve del convento.

- �Es un pecado?
- Un pecado ser�a enviarte all�.

No comprendo.

Bueno, una joven con tu.

Creo que ser�as m�s �til...

fuera de un convento.

- �Para servirle a Dios?
- S�. S�, por supuesto...

en cierto modo.

�De qu� modo, padre?

Pues, la Iglesia necesita
hijos e hijas...

si quiere prosperar.

�Comprendes?

S�, creo que s�.

- Se refiere a que podr�a casarme.
- S�, exactamente.

Hijos fuertes y buenas hijas,
para la gloria de Dios.

Justamente, rezaba
para pedir un marido.

�De veras? �Qu� bien!

Quiero decir, es normal
a tu edad, hija m�a.

S�, pero no es normal
que una joven de mi edad...

desee un marido
para que la rescate.

- �De qu�?
- Padre...

�no quiere sentarse
para que hablemos un rato?

Estoy sumamente preocupada.

Quiero irme
de este lugar tan solitario.

Quiero conocer gente joven,
muchachas de mi edad.

Aqu�, no viene nadie.

Los caballeros evitan este lugar
como si tuviera la peste.

�Por qu�?

Odian a mi t�o Luis.

Siento que hay algo malo
en �l...

realmente malo.

- �Qu� opina?
- Pues...

si lo odian como dices,
ah� tienes la respuesta.

Entonces, ten�a raz�n.

Deber�a alegrarme de que mi t�a Inez
me env�e a un convento.

No, no te alegres de eso.
Quiero decir...

tal vez, tu t�a piensa que ese lugar
es mejor para una joven.

- Pero estoy seguro de que.
- �Inez?

No, no me enviar�
all� por eso.

Mar�a dice que est� celosa.

Dice que lo hace
porque soy...

pues, bonita.

Mar�a tiene muy buena vista.

Gracias, padre,
pero �est� seguro?

Nadie, salvo Mar�a,
me ha dicho que soy bonita.

�Bonita?

Eres m�s radiante, m�s encantadora
que una ma�ana de junio.

�Realmente lo cree?

Con todo mi coraz�n.

Jam�s hab�a escuchado
palabras semejantes.

Me dejan sin aliento.

Deber�as escucharlas
a toda hora.

Usted no es
como fray Ram�n.

Habla muy extra�o.

Usted no es un padre.
Es un impostor.

- Lleva una espada.
- �Lolita! �Lolita!

Te hemos buscado
por todas partes.

El Zorro entr� en la casa
y amenaz� a tu t�o.

Debe de estar
oculto por aqu�.

Vamos. Cierre las puertas
cuando nos vayamos, fray Ram�n.

Esa bestia podr�a tratar
de robar el altar.

Buenas noches, padre.

Padre, se le cay� algo.

�Ah� est�! �Ah� est�!

�Ah�! �Ah�!

" 20000 pesos de recompensa...

por la captura de El Zorro
vivo o muerto"

Ernesto Ramiro.

- Tres pesos.
- Tres pesos.

Joaqu�n Vald�s.

Tres pesos.

Manuel Villa.

- Cuatro pesos.
- Cuatro pesos.

Sebasti�n Moreno.

- Nueve pesos.
- No puedo pagar tanto, se�or.

Juro que me quedar�
sin un centavo.

- Nueve pesos.
- Pero, se�or, moriremos de hambre.

- �C�mo alimentar� a mi familia?
- Nueve pesos.

Por favor, le ruego, se�or.
Mi peque�a hija.

Es todo.

Entr�gueme eso, sargento.

Deme eso.

Atr�s.

�Tras �l!
�A sus corceles!

- Dios, escucha nuestras plegarias...
- Dios, escucha nuestras plegarias...

- y aleja...
- y aleja...

- todas las trampas del enemigo.
- todas las trampas del enemigo.

Y que tus santos �ngeles
moren en ella...

Y que tus santos �ngeles
moren en ella...

- y nos traigan la paz.
- y nos traigan la paz.

- Que tus bendiciones...
- Que tus bendiciones...

- siempre nos acompa�en.
- siempre nos acompa�en.

- Am�n.
- Am�n.

Am�n.

Buenas noches, padre.

Me aburr�a en casa y record�
que juega muy bien al ajedrez.

Entonces, me tom� la libertad
de venir a preparar las piezas.

�Qu� significa esto?
�C�mo se atreven?

Perseguimos a El Zorro.
Lo vimos venir hacia aqu�.

- Buenas noches, sargento.
- Buenas noches, se�or.

El Zorro, dicen.
�Qu� ha hecho ahora?

Suficiente para que lo cuelguen.
�Lo han visto?

Acabo de regresar de la capilla.

- �Cu�nto hace que est� aqu�, se�or?
- Poco, pero parece que hace horas.

Esperaba jugar al ajedrez
con el padre.

Es un juego aburrido,
pero �qu� voy a hacer?

- �Ha visto u o�do algo?
- �De El Zorro?

Dios me libre.
Mi sangre se hiela de s�lo pensarlo.

Salgan de aqu�.
Revisen el jard�n.

�Qu� le molesta, padre?
�Pensar en ese bandido?

�Cabeza hueca!

Por favor, mi querido padre.

Cuando pienso lo que ese hombre,
sin ayuda de nadie...

ha logrado
contra estos diablos...

y te veo a ti,
el �ltimo de los de la Vega...

temblando
ante la mera menci�n de su nombre...

quisiera.

�No puedes escuchar
lo que te digo?

Por lo general, escuchar�a
cada palabra suya, pero ahora, no.

Gracias, Madre.

- R�pido. Esconda este bot�n.
- �Bot�n?

No se quede ah�, boquiabierto.
Gu�rdelo.

- �Qu� es esto?
- Parte del oro del alcalde.

Y esto se lo quit� a su esposa.
Bonito, �no cree?

�Se lo quitaste t�?

�Ha visto esto, padre?

De modo que mi mentor
no es m�s inteligente que ellos, �eh?

�Quieres que yo
reciba bienes robados?

No, padre, que los distribuya.

Este oro les fue quitado a los peones.
Debemos devolv�rselo.

�Mi muchacho!

�Mi muchacho!

�Mi Diego!

Ay, padre.

�Entonces guiar�s a esta gente
contra estos escorpiones?

No. No, no podr�amos
contra soldados entrenados.

En eso, mi padre ten�a raz�n.

Pero el alcalde
debi� de estar a merced tuya...

cuando le quitaste el oro
y el collar.

Lo hubiera apagado
como una vela. Dios me perdone.

No hubiera servido de nada.
Otro como �l ocupar�a su lugar.

Entiendo.

Entiendo todo.

Diego, no enga�es m�s a tu padre.
No es justo para �l.

Cr�ame que no me gusta hacerlo, padre,
pero es mi deber.

Mi padre es tan estricto
con la ley...

que temo que arruine
la diversi�n.

�Qu� lograr�s t� solo?
Robar su dinero.

No, pero puedo
convencerlo de que renuncie...

y nombrar a mi padre
en su lugar.

- Divertido, �no cree?
- Si vives.

" 20000 pesos de recompensa...

por la captura de El Zorro
vivo o muerto"

" Aviso Especial"

" Buena gente de Los �ngeles,
no pierdan las esperanzas.

Luis Quintero pronto renunciar�
y partir� hacia Espa�a...

o su sangre
gotear� de mi espada"

Do�a Inez le ruega
que se ponga c�modo, se�or.

- Bajar� enseguida.
- Gracias.

�Qu� es esto?
�Qu� es esto?

Don Diego de la Vega.

S�, don Diego.
�En qu� podemos servirle?

�Ha olvidado que me pidi�
que considerara �sta mi propia casa?

�Lo hice?

Es muy amable en recordarlo...

pero �no tuvo problemas
para entrar?

No. Do�a Inez me envi� una nota,
para que cabalgara con ella...

y se la mostr� a los centinelas.

Excelente. Excelente.

Venga a mi estudio
hasta que baje mi esposa.

Esteban ha tenido el privilegio
de cabalgar con ella.

D�game, �por qu� est�
tan vigilada la casa?

La vi rodeada
de una compa��a completa.

Ojal� hubiera el doble.

El ruido me distraer�a.

A m�, me tranquilizar�a.

Le mostrar� algo,joven.

Mire.

La marca de El Zorro.

Una noche, vino aqu�.
Me amenaz� y dej� eso.

Me quedar�a petrificado.

Por supuesto, est� loco.
Completamente loco.

- �Le parece?
- Por supuesto.

En Madrid, hubo un caso
pr�cticamente id�ntico.

La marca de ese sujeto
era una cruz.

Estaba loco, pero era muy astuto.
Siempre lo son.

Mat� a 40 personas.

Los degollaba
de oreja a oreja.

Primero, les advert�a,
y, luego.

Es una pena que su sentido del deber
lo retenga aqu�.

- Es un riesgo.
- El sentido del deber.

S�, por supuesto.

Lamento haberlo hecho esperar,
don Diego.

Esteban se molest�
por nuestra cabalgata.

Creo que le hab�a prometido
la ma�ana a �l.

Se�ora, su invitaci�n
fue como una sonrisa del Cielo.

- Estaba asfixiado de aburrimiento.
- Pues, v�monos.

�Me muero por galopar!

Adi�s, Luis.
No trabajes demasiado.

- Adi�s, Excelencia.
- Adi�s, adi�s.

Esteban, el joven de la Vega
me cont� algo terrible...

sobre un demente de Madrid,
parecido a El Zorro.

Cree que corro mucho peligro
qued�ndome aqu�.

Olvida tus miedos.
Tengo un plan.

�S�? �Cu�l?

Don Alejandro de la Vega es
el l�der de los caballeros.

El Zorro quiere
que lo nombres en tu lugar.

- �A qu� conclusi�n llegas?
- Contin�a, contin�a.

�No crees que El Zorro responde
a don Alejandro y a los caballeros?

Tal vez, pero
�c�mo lo demostraremos?

Al menos, podemos ayudar
a la situaci�n.

- �C�mo?
- Ali�ndonos con don Alejandro.

Eso es imposible.
Ya conoces a de la Vega.

S�, pero Lolita
deber�a tener un esposo.

�Qu� m�s fuerte
que una alianza por matrimonio?

Las familias reales mantienen
la paz de Europa de esa manera.

Diego y Lolita.

No est� mal.

Nada mal.

Diego, hablar con usted
es como.

Beber un trago
de agua fresca en el desierto.

- Es una pena.
- �Qu�, Diego?

No, no.
No debo apenarla.

Por favor,
�en qu� pesaba?

Pensaba en lo desperdiciada
que usted est� aqu�:

su belleza, su don de palabras,
su porte perfecto.

Naci� para algo m�s importante,
m�s civilizado...

que esta vida provinciana.

Lo s�.

- �Puedo decirle algo, Diego?
- Lo que sea.

S�, por supuesto.

Desde el momento
en que nos conocimos, he sentido.

Esteban me pide que abandone
a mi esposo y que vaya a Espa�a con �l.

- Pero, no, querida m�a.
- Estoy muriendo aqu�.

Pues, vaya a Espa�a,
pero no con Esteban.

Entonces, �con qui�n?

- Con su esposo.
- �Mi esposo?

�Ir a la rom�ntica y hermosa Espa�a
con Luis?

Perm�tame explicarle.

Como la esposa
del otrota alcalde de Los �ngeles...

ser�a recibida en la corte.

Pero como compa�era
de un mercenario mediocre...

le har�an el vac�o.

Ya veo.
Pero Luis, en la corte. Imag�nelo.

En Espa�a, los esposos de las damas
adorables son una circunstancia.

Pero me perder�a
entre tantas.

Usted, no.
S�lo necesitar�a un amigo...

que la presentara
en los c�rculos adecuados.

Pero no tengo
amigos as� en Madrid.

�Qui�n sabe? No me quedar�
en California para siempre.

Lo que usted sugiere, se�or,
es imposible.

Le dar� a la joven
una dote de 20 mil pesos.

- No.
- 25 mil.

�Est� comprando
a mi hijo, se�or Quintero?

Siempre hay que considerar
el lado pr�ctico.

En esto, no tiene cabida.

Ha venido, en plena luz del d�a,
en una misi�n amistosa...

con media tropa.
�Por qu�?

No para amenazarlo, don Alejandro.
Es por El Zorro.

El Zorro es s�lo un s�ntoma.

Todo el distrito sangra
bajo su mala administraci�n.

Jam�s lo aprobar� con un matrimonio
entre nuestras familias.

En ese caso, mi actitud amistosa
hacia usted cesar�.

Buenas tardes, Excelencia.

�Qu� es todo este revuelo?

Su Excelencia ha ofrecido
que su sobrina Lolita se case contigo.

�Su sobrina? �Qu� halago!

�Por qu� eso provoca una discusi�n
en un d�a tan caluroso?

- �Tengo que explicarlo?
- A su padre le molesta...

que yo haya logrado que el pueblo
trabaje m�s que cuando �l gobernaba.

Empobrecer a los contribuyentes
para llenarse sus bolsillos...

- no es hacer que el distrito.
- Pol�tica, pol�tica.

- �Qu� tiene eso que ver con mi boda?
- Ser�as familiar de este.

�C�mo puedo dar mi opini�n
si no la he visto?

- Podr�a ser parecida a su t�o.
- Es verdad. Yo.

Ay, no, Diego.
Es una dulce paloma.

Nos sentir�amos desolados
si dejara el nido.

Si fuera Venus,
seguir�a siendo su sobrina.

S�, pero, despu�s de todo, padre,
no me casar� con Su Excelencia.

Pero, Diego, �no crees
que deber�as considerar...

los deseos de tu padre?

Pero, querida madre, yo no opino
sobre su matrimonio.

�Por qu� deber�a �l
opinar sobre el m�o?

Exactamente.
�Desea cenar con nosotros esta noche?

- Con gusto.
- Lo esperaremos a las 8:00.

- Diego, Diego, �qu� has hecho?
- Todo saldr� bien, madre.

No importa lo que pienses ahora,
no te preocupes.

Esto fue obra tuya,
bestia astuta.

T� le diste a Luis
la idea de este matrimonio.

Una alianza
por el bienestar del estado.

Ha sido una moda
desde los albores de la historia.

Ay, Mar�a,
me tiemblan las rodillas.

S�, s�.
Es normal.

�Le hago una reverencia
o le doy la mano para que la bese?

Ambos. Primero, la mano.
Despu�s, la reverencia.

Pasaron 20 minutos de la hora.
�Por qu� se demorar�?

Vaya, vaya, vaya.
Por fin, ha llegado.

Excelencia.

Tem�a que lo hubiera detenido
ese Zorro.

El Cielo me ampare.
Se�ora.

- Estoy deslumbrado.
- Y ella es nuestra paloma.

- Es un honor, se�or.
- Encantado.

Le presento
a la se�ora Mar�a de L�pez.

Disculpe mi tardanza, se�ora.

Calentaron el agua para mi ba�o
demasiado temprano. Estaba tibia.

Para cuando trajeron m�s,
y estuvo adecuadamente perfumada.

La vida es agotadora,
�no cree?

S�.

Ten valor.

�Cenamos?

Vamos, Diego.

El agua estaba tibia.

Pobre Lolita. Me temo que su vida
de casada ser� tibia.

Por favor, h�galo otra vez.

Como guste.
Observe bien.

- Sorprendente.
- Es muy sencillo.

- �Conocen �ste?
- No.

Observen con cuidado.

�Qu� divertido!

- S�. �ste lo hice para Su Majestad.
- La corte debe de ser un sue�o.

Es el �nico lugar
soportable en el mundo.

Hablando de El Zorro,
�podr�a hacerme escoltar hasta mi casa?

- Por supuesto.
- Al venir hacia aqu�...

cre� ver a ese asesino
detr�s de cada sombra.

- Me puse muy nervioso.
- �Qu� angustiante!

Aparentemente, no aprueba mi pedido,
se�orita.

Llam� " asesino" a su h�roe.

- �Lo conoce?
- Jam�s he visto su rostro.

Admiro su valent�a.

Andar por ah� con un alfanje,
est� fuera de moda.

No se hace desde la Edad Media.

Parece ser muy eficaz.

Es como un le�n
entre ovejas asustadas.

Un demente, eso es. Un demente.

Sin duda.

Parece que ese pobre fruto
fuera su enemigo.

Un rival.

Mi querido Esteban
siempre anda dando estocadas.

Era instructor de esgrima
en Barcelona.

�Qu� agotador!

- A m� no me parec�a.
- �Y por qu� lo abandon�?

Tuve la desgracia
de matar a un hombre importante.

Creo que hab�a una dama
de por medio.

- La esposa del caballero, sin duda.
- �Qu� quiso insinuar?

- S�lo quise hacer una broma. �Fall�?
- En cierto modo.

�C�mo se baila ahora, don Diego?
Seguramente, lo sabe.

- Me temo que s�.
- Me encantar�a que me mostrara.

Con gusto.

- Inez lo disfrutar�a m�s, se�or.
- Tonter�as. Baila con �l.

Toquen "El Sombrero Blanco".

Toquen "El Sombrero Blanco".

Jam�s imagin� que bailar
podr�a ser tan maravilloso.

A m� me pareci� fatigoso.

Si me disculpa, se�or,
quisiera retirarme.

Lo siento mucho.

- �Qu� le pasa a esa ni�a?
- �Qui�n sabe?

- Nuestra paloma ha volado.
- No me gusta nada.

No habla en serio de matrimonio.
No puede ser.

Pero, querida, es perfecto.
Podr�an vernos juntos...

en Madrid
sin que haya habladur�as.

- Excelencia, su sobrina es encantadora.
- Es muy dulce.

�Puedo solicitarle
su mano en matrimonio?

Su negativa me destrozar�a.

Es suya, mi querido Diego...

con todas mis bendiciones.

�Qui�n anda ah�?

- El Zorro.
- Tengo que confesarle algo, se�orita.

- Por favor, ret�rese o lo capturar�n.
- Debo hablar con usted.

Mira, ni�a.
�C�mo te atreves a escapar...

del hombre a quien te he prometido
en matrimonio?

- �Lo has hecho sin pregunt�rmelo?
- Por supuesto.

�Qu� sabes de esas cosas?
Es hora de que entiendas.

- �Qui�n es?
- Nadie.

Disculpa, querida.
He sido un viejo tonto.

Pareces saber manejar estas cosas
mejor que tu t�o Luis.

�Usted! No entre.

Debo decirte algo importante
y no deseo que nos interrumpan.

�Usted, fingiendo
ser El Zorro!

No me importa lo que tenga que decir.
Abra la puerta y v�yase.

Qu� bueno que seguiste
el consejo que te di en la capilla.

�En la capilla?

Sobre no ocultar
tu belleza en un convento.

�Qu� dijo?

" Eres m�s radiante
que una ma�ana de junio".

No, debo de estar so�ando.

- �Usted es El Zorro?
- S�, Lolita.

Para cumplir con mis planes,
he enga�ado gente...

incluso a ti.

S�, ya veo.

Comprendo.
No tiene que explicarlo.

Pedirme en matrimonio
fue parte del juego.

No, eso fue lo �nico real
en toda esta farsa.

- V�yase r�pido.
- Cabalga conmigo ma�ana.

S�, s�, pero vaya.

Diego, ten cuidado.

�Abre la puerta, Lolita!

�Ya voy!

Pareces perturbada, querida.
�Has estado llorando?

S�, as� es.

Entiendo.

Este matrimonio fue idea de tu t�o.
El hombre no es para ti.

Es demasiado sofisticado.

- �Realmente lo crees, Inez?
- Sin duda alguna.

Vi c�mo te afect�.
Se me parti� el coraz�n.

Cuando le digas a Luis que te niegas,
cuenta con mi apoyo.

No s� qu� decir.
El t�o Luis ha hecho mucho por m�.

Tonter�as. No tiene derecho
a arruinarte la vida.

Pues, cualquier matrimonio
es mejor que ninguno, supongo.

Quiz�, pueda aprender
a tolerar a Diego.

Deseo complacer a mi t�o.

Eso es llevar la gratitud
demasiado lejos, querida m�a.

No puedes pasar tu vida
con un hombre que te desagrada.

Volveremos a hablar de eso
ma�ana.

- Buenas noches, querida m�a.
- Buenas noches.

Es m�s de la medianoche.
A�n no ha llegado.

- �C�mo puedes leer?
- Es la �ltima moda de Europa.

- Parece que se usar�n los polisones.
- �Qu� es un polis�n?

Es algo para abultar aqu�.

Nuestro �nico hijo,
en medio de esas mofetas...

y t�, aqu� sentada,
planeando decorar tu.

Vaya, ah� est�s.

�Por qu� no te quedaste
toda la noche con tus amigos?

�Qu� hiciste con respecto a la chica?
�C�mo evitaste el problema?

Es una joven encantadora,
amorosa y bella.

- Te encantar�, padre.
- �Me encantar�? �Qu� has hecho?

He dado los primeros pasos
para convertirte en abuelo.

�Qu�?

�Lindo hijo me has dado!

Una alianza con esa gente terrible.
�Por qu� lo hiciste, hijo?

Por el mejor motivo del mundo:
Lolita Quintero.

- �Te gusta?
- M�s que eso.

- Desde la primera vez que la vi.
- Cre� que no la conoc�as.

La vi hace alg�n tiempo y.

Estoy segura
de que nos ocultas algo, hijo.

- Es hora de ir a la cama.
- Muy bien.

Pero, Diego,
d�melo en cuanto puedas.

Lo har�, madre.

�Qu� significa eso?

Gonz�lez fue a cobrar impuestos
en una misi�n. Un sacerdote se rehus�.

El tonto lo azot�
en la plaza.

- Env�ame a Gonz�lez.
- Ojal� pudiera.

- �Cu�l es el inconveniente?
- Desapareci�.

- �Se fue? �Ad�nde?
- Al Infierno, espero.

A partir de ahora, los impuestos
los cobrar� yo.

As� aprender�n.

�Qu� es eso?

�T�! �Qu� es eso?

- Gonz�lez. Creo que est� muerto.
- �Muerto? �Muerto, dices?

- Est� vivo.
- Tiene una " Z" en el pecho.

- �C�mo est� la peque�a?
- Se recuper�.

Traje esto,
para agradecer a la Iglesia.

Agradece en tu coraz�n.

C�mprale leche a la ni�a.

Esto es para la Iglesia.

Parece que llego
en el momento justo.

- Me lo llevar�.
- Son los fondos de la misi�n.

- Le pertenecen a la Iglesia.
- Ya no. Entr�guelos.

- Me niego.
- Siendo as�, los tomar� yo.

Deber�a haber sido un soldado
y no un cl�rigo.

Ya veo por qu� eligi�
la Iglesia.

- �De d�nde sac� esto?
- No le dir� nada.

M�teme y termine de una vez.

No, mi querido padre.
Lo colgaremos. Vamos.

Si te casas con esa muchacha,
te ir�s de esta casa.

Podr�a ser divertido
vivir con los Quintero.

Ojal� lo hubiera
dejado en Espa�a.

Espera a verla, padre.
Es como este pimpollo.

Jam�s la ver�,
te lo prometo.

- No estamos en casa.
- Yo estoy. H�gala pasar.

- T� tambi�n me desaf�as.
- No eres sensato, Alejandro.

- Te presento a Lolita, padre.
- Es un honor, se�or.

- Y ella es mi madre.
- Se�ora.

Por favor, disc�lpame,
pero podr�a.

�Podr�a verte a solas
un momento, Diego?

Se�orita, �podr�a responderme
una pregunta?

- Por supuesto, se�or.
- �Usted quiere casarse con mi hijo?

- S�.
- �Por qu�?

Pues, lo amo, se�or.

Tienes raz�n, hijo.
Es como una flor.

Diego, ha sucedido algo terrible.
Han arrestado a fray Felipe.

Dicen que es El Zorro.
Lo colgar�n.

- �D�nde est�?
- En la c�rcel del cuartel.

�Qu� puedes hacer?

Todav�a no lo s�.

Hasta ahora,
s�lo he asustado a tu t�o.

Tendr� que hacer
algo m�s que eso.

�Comprendes?

De ser eso necesario,
�las cosas cambiar�n ente nosotros?

�Centinelas! �Hay alguien
en esa silla! �Atr�penlo!

- �Qu� haces aqu�? �Me asustaste!
- Esto es demasiado.

Es lamentable venir a visitar
a mi prometida y no encontrarla.

- Y ser maltratado por dos rufianes.
- D�jennos.

D�jennos.

�D�nde est� Lolita, Excelencia?
Nadie parece saberlo.

Cabalgando, paseando, caminando.
�Qu� hace una muchacha?

�Debo entender
que mi prometida tiene permiso...

para andar por el campo
sin una due�a?

Me opongo, Su Excelencia.
Me opongo terminantemente.

No puedo hablar de eso ahora.

�Sab�as que el Zorro
ten�a un c�mplice? Un sacerdote.

- �Qu�?
- Lo arrestamos hoy.

Y, esta ma�ana,
me sucedi� otra cosa horrible.

El Zorro casi mata
al sargento Gonz�lez.

Lo arroj� por sobre el muro,
delante de mis ojos.

�Qu� espanto!

Pero, despu�s de todo,
Gonz�lez sufri� m�s.

Por favor,
no es momento para bromas.

Ese demente debe de andar
acechando el lugar en este momento.

�Qu� haremos? �Qu� har�?
Ofrezco recompensas y no pasa nada.

Quiz�, cambie de opini�n sobre usted.
Esos seres generalmente lo hacen.

Tal vez, decida degollar
a otra persona.

- �Siempre hablas de degollar?
- �Qu� desconsiderado de mi parte!

- Necesita un brandy, Excelencia.
- Brandy. S�, s�. Brandy.

No est�.
Estoy rodeado de idiotas.

�Sirvientes est�pidos!
�Soldados est�pidos!

Lo admiro enormemente.
Su valent�a, su fortaleza.

Un hombre d�bil olvidar�a
su deber y huir�a.

- �Llam�, Su Excelencia?
- S�. Brandy.

- Est� sobre su escritorio.
- No est�. �Tr�eme!

S�.

Una situaci�n como �sta
acabar�a conmigo en una semana...

pero, claro, no tengo
su temple de acero.

�Venga r�pido, Su Excelencia!
�Algo pas� en la bodega!

�Guardias! �S�ganme!

�Mire!

�Mire, Su Excelencia!

Aqu�, en la bodega,
debajo de mi estudio.

Miren. Ah� est�n sus huellas.

Siguen por aqu�.

Terminan ac�.

No pudo haber atravesado la pared.
No es humano. Es un.

Iluminen mi camino.
Quiero salir de aqu�.

Ten�as raz�n, ten�as raz�n.
Dejar� este maldito lugar.

Har� lo que ella me pide.
Pluma, papel.

Tome, Excelencia.

Un hombre debe
hacerle caso a su esposa.

Inez se ha enloquecido
con la idea de Madrid.

Me ha fastidiado d�a y noche
para que la lleve.

Con esto, ser� suficiente.

Esto dejar� contento
a ese man�aco.

Listo. L�ela.

Es muy clara,
pero olvid� firmarla.

- �Firmar qu�?
- Mi renuncia, Esteban.

El Zorro me matar�
si me quedo.

Tal vez escapes de �l,
pero yo te matar� si escribes esto.

Esteban, corro peligro.
Diego confirmar� lo que digo.

Corres m�s peligro del que �l cree.
Intentaste sacar oro, �no?

Si vuelves a quitarme un peso,
te degollar� de oreja a oreja.

Cambie de tema. A Su Excelencia
no le gusta que hablen de degollar.

Silencio, presumido.
Tambi�n tengo motivos para matarlo.

�Qu� casualidad!
Yo opino lo mismo sobre usted.

�Querr�a llevar
eso a la pr�ctica?

Me ver�a tentado,
si tuviera un arma.

- �S�?
- Por favor, caballeros.

Esto est� yendo
demasiado lejos.

Me pongo a su servicio,
Su Excelencia.

Tienes un defensor, Luis.
�Y qu� defensor!

Caballeros.
Diego, Esteban.

Ser� breve
para que no se fatigue.

- �Centinelas! �Centinelas!
- Sin interferencia, Su Excelencia.

Tenemos un h�roe
entre nosotros.

- �Te encuentras bien, Diego?
- Preg�ntele al capit�n.

Fuera, fuera.

El maestro de esgrima
ha encontrado su par.

�Cuidado! �Cuidado!
�Est�s cansado, Diego?

No, Excelencia.
Enseguida, me ocupar� de usted.

- Buen intento, capit�n.
- El pr�ximo ser� mejor, payaso.

- La espada del capit�n no es firme.
- Lo suficiente para atravesarlo.

Necesitaba ese rasgu�o
para despabilarme.

Est� muerto.
�ltimamente, me ha causado molestias.

Y t� lo mataste, Diego.

Su Excelencia. Descubrimos
una escalera secreta desde la bodega.

- �Una escalera secreta hasta aqu�?
- S�, Su Excelencia.

Bien. Muy bien.

Excelente.
�Ser�n recompensados!

�Centinelas! �Centinelas!

Ap�ntenle a ese hombre.

Ll�venlo a la c�rcel
y enci�rrenlo.

En la celda
m�s fuerte que tengan.

�Por qu� me arresta,
Su Excelencia?

Por tres motivos. Primero:
hay barro de la bodega en tus botas.

Segundo: la escalera secreta
est� en tu antigua casa.

Y tercero:
manejas la espada...

como un diablo del Infierno,
y ah� es adonde ir�s...

se�or Zorro.

Linda forma de tratar
a tu futuro sobrino, t�o Luis.

Se acabaron tus sutilezas.
Ll�venselo.

�Morales!
Env�eme al oficial al mando.

Quiero a todos los caballeros
y a los peones aqu�, de inmediato.

S�, se�or.

- �S�?
- Todos los caballeros del distrito...

deben presentarse en la casa
del alcalde de inmediato.

- �A esta hora? �Es absurdo!
- Son �rdenes del alcalde, se�or.

Sargento, re�na a sus hombres
para un pelot�n de fusilamiento.

- �Por qu� arrestaron a Diego?
- No lo s�.

Luis no quiere dec�rmelo.
Debe de haber enloquecido.

Adelante.

Su Excelencia solicita
que no salgan de sus aposentos.

- �Por qu�?
- No puedo decirle, se�ora.

Me ordenaron comunic�rselo.

�Pelot�n de fusilamiento!

- Buenas noches.
- �Por qu� es la reuni�n?

- �Qu� sabes de esto, Alejandro?
- Nada.

Me obligaron a venir
como al resto de ustedes.

Debe de estar tramando algo.

Buenas noches, se�ores.
Es un placer verlos.

Vaya al grano.
�Por qu� nos llam� a esta hora?

Para presenciar un espect�culo,
estimado de la Vega.

Le resultar�
de sumo inter�s.

Ejecutar� a un caballero
a la medianoche.

�Qu� caballero? �Qui�n es?

Es el hombre que escogieron
para que me acechara y me amenazara.

Los he tra�do para que su muerte
les sirva de lecci�n.

No s� a qu� se refiere.

Ni yo.

Casi me convence.

Es una pena que pierdan
a su mejor actor.

Pero, en algunos instantes,
ver�n morir a El Zorro.

Listo.

Observe detenidamente.
Mire la vela.

Sople.

Deber�a ver
algo que valga la pena...

como convertir una moneda de cobre
en oro s�lido.

- �Puede hacerlo?
- El padre me vio.

- Muchas veces.
- Era un secreto que descubri�...

Merl�n en el siglo XI.

Pas� de hechiceros a magos...

y lleg� hasta nuestros d�as.

�Puede convertir
un centavo en oro?

- F�cilmente.
- Por favor, se�or, h�galo.

Estoy muy cansado.
Debo reposar.

Se�or, tengo esposa
y siete hijos...

y la peque�a moneda
no alcanza para ellos.

Por favor, h�gales oro,
y rezar�n por usted.

Pues, si debo hacerlo, lo har�.

Coloque el centavo
dentro de su pu�o.

Bien apretado.
P�selo a trav�s de los barrotes.

El hierro fr�o arruina todo.
Ahora, tomar� su pu�o as�.

Ahora, abra la puerta.
R�pido.

�R�pido!

Entre. M�tase ah� abajo.
Cerca de la pared.

R�pido.
No haga ruido.

Cierre la puerta, padre.
Oculte esto entre sus ropas.

Si�ntese.

Ahora, se�ores, ver�n el resultado
de su plan rebelde.

Adelante.

Aqu�, el astuto Zorro,
atrapado.

�T�? �Qu� significa esto?

�Qu� broma idiota es �sta?

- Como si no lo supiera.
- Luis Quintero, eres un tonto.

El Zorro es un hombre. �ste es
mi in�til hijo, el ilusionista.

�Conoces este truco, padre?

�Socorro! �Socorro!
�El Zorro est� suelto!

- �Est�n conmigo, se�ores?
- �Estamos contigo, Diego!

- �Yo, tambi�n!
- �Yo, tambi�n!

Dios me perdone.

Dios me perdone.

Dios me perdone.

Dios me perdone.

Qu� espl�ndido p�blico
tiene aqu�, Excelencia.

Peones, caballeros, todos.
Fue muy considerado al traerlos.

- �Qu� ha pasado, Luis?
- Buenas noches. Llegan a tiempo.

Su Excelencia
pronunciar� un discurso.

�Discurso? �Y qu� dir�?

Ya sabe.
Lo de su renuncia.

�Silencio!
�Hagan silencio para Su Excelencia!

Estamos esperando,
Su Excelencia. Hable.

Buena gente de Los �ngeles,
debido a mis esfuerzos...

por mejorar
las condiciones del distrito...

mi salud peligra.

Por lo tanto,
he decidido renunciar...

e irme a Espa�a.

Para reemplazarme
como alcalde de este distrito...

nombro a mi ilustre antecesor,
don Alejandro de la Vega.

Ahora, Su Excelencia, lo acompa�ar�
al puerto de San Pedro.

- �S�?
- Deseo bendecir su viaje...

y pedirle a Dios que lo recompense
como se merece.

Espa�a. Espa�a.

Diego, �cu�ndo ir�n t�
y nuestra Lolita a Madrid?

Por alg�n tiempo, no. Seguiremos
las costumbres de California.

�A qu� se refiere?

Nos casaremos, criaremos hijos
y veremos crecer nuestros vi�edos.